11-11-11 EL FIN DEL MUNDO
(OTRA VEZ)
Cada vez que
el calendario se pone caprichoso, los profetas del apocalipsis salen de la
cueva. Esta ocasión es especial: se acerca el 11 de noviembre de 2011, el
11-11-11, una oportunidad inmejorable para vaticinar el fin del mundo.
Solo hubo
una posibilidad de que el fin del mundo no llegue el próximo 11 de noviembre
de 2011. Que lo hubiera hecho antes, concretamente este 27 de septiembre,
cuando el cometa Elenin impactó contra la Tierra sin dejar a su paso
todo tipo de catástrofes naturales. Esta es la cruda premonición, (desbaratada
por todos los científicos serios, empezando por la NASA), que estos días están
haciendo los agoreros que oportunamente reaparecen cada vez que un fenómeno
astronómico o una fecha especial les da pie para ello.
11 del 11 del 11. O si lo prefieren: 11-11-11. El fin del mundo está aquí,
de nuevo, como cuando el predicador Harold Camping anunció (y a muchos
convenció) que la Tierra se destruiría el pasado 21 de mayo. O como cuando diez
días antes alguien vaticinó que un terremoto destruiría Roma y consiguió
atemorizar a la población. O, sin ir más lejos, como cuando hace apenas dos
semanas un pastor cubano se encerró con sus fieles en La Habana convencido de
que solo ellos se salvarían del tsunami que iba a arrasar la ciudad.
Son los
mismos, falsos científicos y pseudo-profetas,
que vaticinan mediante multitud de teorías, que llevan siempre al mismo sitio,
que la Tierra dejará de existir en 2012, y a los que ahora les ha
saltado la alarma ante una fecha realmente llamativa, y que tardará un siglo en
repetirse. Mucho más allá de ser un día capicúa, la llegada del 11-11-11 ha
sembrado la red de todo tipo de teorías apocalípticas, que han calado en los
más crédulos de los foros.
La maldición de una fecha y la numerología
Para
empezar, desde el punto de vista de la Numerología nada hay que sostenga que
esta fecha arrastra una maldición detrás, ya que según esta disciplina el 2011
hay que descomponerlo en 2+0+1+1, con lo que da como resultado el 4. Es decir,
el día ya no será capicúa ni tendrá todas sus cifras iguales. Tampoco tiene
sentido recurrir a las interpretaciones literales de las Escrituras ya que es
un error intentar comprenderlas fuera del contexto en el que fueron escritas.
¿Cuándo se
acabará, por tanto, el mundo? Por supuesto, nadie lo sabe, aunque hay quien ha
intentado tranquilizar a la parroquia echando mano de aquellos que alguna vez
se han lanzado a aventurarlo. Es lo que hizo estos días, por ejemplo, la web de
la mexicana Univisión, que optó por recurrir a lo que el astrónomo y
astrofísico Carl Sagan dejó escrito en su obra “Cosmos”: “Dentro de varios
miles de millones de años habrá un día perfecto. Entonces, a partir de un
período de millones de años el Sol comenzará a hincharse, la Tierra se
calentará, la mayoría de las formas de vida desaparecerán, el mar se retirará
dejando libres las costas, los océanos comenzarán a evaporarse y la atmósfera escapará
al espacio. A medida que el Sol avance hacia una gran estrella roja y
gigantesca, la Tierra se secará, quedará árida, sin aire. Eventualmente el Sol
tragará nuestro mundo y todo habrá acabado”.
Varios miles
de millones de años… Tiempo más que suficiente, por tanto, para seguir viviendo
como si tal cosa.
Fuente: La
Razón, Madrid
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