El Colegio Teresiano de Barcelona
El Colegio Teresiano o Colegio de las Teresianas de Barcelona es obra del arquitecto modernista Antoni Gaudí. Situado en la antigua localidad de Sant Gervasi de Cassoles, hoy parte integrante de Barcelona, fue concebido por San Enrique de Ossó para alojar un colegio y el convento de la Congregación de Religiosas Teresianas, que él mismo había fundado.
La construcción se inició en 1887 bajo la dirección del arquitecto Joan Baptista Pons i Trabal, pero en 1888 Ossó encargó el proyecto a Gaudí, que ya había adquirido renombre tanto como arquitecto como persona devota, razón por la cual Ossó se decantó por él. Las obras se prolongaron de 1888 a 1889.
Del proyecto inicial de Pons i Trabal se habían realizado tan sólo los cimientos. Gaudí cumplió la voluntad de la orden de reflejar austeridad en el edificio, en cumplimiento del voto de pobreza; siguiendo las indicaciones de las religiosas proyectó un edificio sobrio, realizado en ladrillo por fuera, y con algunos elementos de ladrillo por dentro. Se cuenta la anécdota de que ante la insistencia del padre Ossó de ceñirse al presupuesto Gaudí le contestó un día: «Cada cual a lo suyo, mosén Enrique; yo, a hacer casas, usted a hacer misas»
Utilizando el argumento que el ladrillo no era caro, y que no había gran diferencia de costes en colocar las piezas de una forma o de otra, fue creando elementos decorativos donde le fue posible, tanto en el exterior como en el interior. También incorporó a la fachada rejas de hierro forjado, uno de sus materiales preferidos, y la coronó con un conjunto de almenas que sugieren un castillo, posible alusión a la obra de Santa Teresa El castillo interior.
En los ángulos de la fachada figuran unos pináculos de ladrillo con una columna helicoidal culminada con la cruz de cuatro brazos, típica de las obras de Gaudí, y con unos escudos de cerámica con diversos símbolos definitorios de la orden teresiana: el monte Carmelo coronado por la cruz, el corazón de la Virgen coronado por espinas y el de Santa Teresa atravesado por una flecha.
Originalmente, las almenas estaban rematadas por unos birretes doctorales de cerámica roja en alusión al Doctorado de la Iglesia de Santa Teresa, pero fueron destruidos en 1936 durante el transcurso de la Guerra Civil. También figuran anagramas de Jesús (JHS) y de Santa Teresa (T).
Originalmente, las almenas estaban rematadas por unos birretes doctorales de cerámica roja en alusión al Doctorado de la Iglesia de Santa Teresa, pero fueron destruidos en 1936 durante el transcurso de la Guerra Civil. También figuran anagramas de Jesús (JHS) y de Santa Teresa (T).
En el interior existe un pasillo que es famoso por la sucesión de arcos catenarios que contiene. Estos arcos de líneas elegantes no son meramente decorativos, sino que tienen la función de sostener el techo y la planta superior. Gaudí utilizó el arco en parábola como elemento constructivo idóneo, capaz de aguantar pesos elevados mediante perfiles poco gruesos.
Durante la construcción, imbuido del aire de recogimiento y meditación que debía tener el Colegio, Gaudí realizó dos curiosos elementos constructivos: en la columnata del primer piso dejó en medio de las columnas un pilar de un metro de altura, sin ningún remate ni decoración; al ser preguntado, dijo que representaba a Dios, por lo que no necesitaba ningún adorno.
A continuación, dejó la escalera que en ese punto subía al segundo piso interrumpida, colocando el acceso al piso superior en otro lado; desde entonces hay una escala de catorce peldaños que no conduce a ninguna parte.
En 1908 Gaudí proyectó una capilla que no llegó a realizar por desacuerdos con la superiora del convento; la actual, de estilo neogótico, es obra de Gabriel Borrell i Cardona.
En 1969 este edificio fue declarado Monumento histórico-artístico de Interés Nacional.
Texto: wikipedia.org
Fotos: Google
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