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TU MEMORIA Y TÚ
Es la principal causa de la demencia y una de las patologías más temidas por las sociedades avanzadas. La enfermedad de Alzheimer tiene en la pérdida de memoria uno de sus primeros síntomas, al que se añaden, a medida que la patología avanza, los problemas de lenguaje, los emocionales y los perceptivos.
El
Centro de Educación y Referencia sobre
la Enfermedad de Alzheimer de los EE. UU. (ADEAR) publicó recientemente
un estudio sobre las posibilidades de prevención de esta enfermedad. "No
podemos modificar los genes causantes de la forma familiar de la enfermedad ni
los genes que favorecen su aparición”, señalaban los expertos de ADEAR. “Tampoco
podemos parar el tiempo para reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer, pero sí podemos
modificar ciertos factores ambientales para que el proceso no se produzca o
para que se retrase su aparición”, añadían. Con esa idea en mente, los expertos
proponen los siguientes consejos:
• Aprende cosas nuevas. Una de las cosas más excitantes que han comprobado los neurólogos es que la capacidad para formar nuevas neuronas y nuevas conexiones entre ellas (lo que se conoce como plasticidad) puede perdurar toda la vida. ¿Cómo estimular la formación de nuevas neuronas y conexiones? “Si enseñas cosas nuevas a un cerebro viejo, tienes más oportunidades de mantenerlo activo y en perfecto uso hasta bien pasados los 90 años”, afirman expertos de la División de Neurociencia Cognitiva de la Universidad John´s Hopkins, centro de referencia mundial en envejecimiento cerebral. Aprender a tocar un instrumento musical o un idioma; asistir a clases de dibujo o de redacción; aprender mecánica, bricolaje, artes decorativas ... son algunas actividades interesantes que pueden ayudar a “renovar el cerebro”.
• Para cuidar la mente, cuida el corazón. La relación cerebro-corazón es tan estrecha, que los consejos que se dan para proteger la salud cardiovascular se aplican todos al cerebro. Esos consejos incluyen:
2) Evitar la diabetes y, si eres
diabético, controlar rigurosamente los niveles de azúcar.
3) No fumar ni consumir drogas y
no abusar del alcohol.
4) Evitar el exceso de peso.
6) Hacer ejercicio aeróbico un
mínimo de 30 a 45 minutos, 3 ó 4 veces por semana. (No es necesario agotarse.
De hecho, las opciones más recomendadas son los paseos a paso rápido, la
bicicleta, el baile de salón, la natación y hasta la jardinería.)
• Haz gimnasia mental. Realizadas de forma habitual, algunas actividades mentales podrían asegurarnos una “reserva cognitiva” capaz de contrarrestar el deterioro. La lectura, resolver crucigramas, jugar al ajedrez o al mus, resolver puzzles... se asocian a menor riesgo de demencias. En concreto, un estudio de 20 años con más de 500 personas demostró que las que más practicaban ese tipo de actividades eran las que más protegidas estaban frente a ellas.
• Haz gimnasia mental. Realizadas de forma habitual, algunas actividades mentales podrían asegurarnos una “reserva cognitiva” capaz de contrarrestar el deterioro. La lectura, resolver crucigramas, jugar al ajedrez o al mus, resolver puzzles... se asocian a menor riesgo de demencias. En concreto, un estudio de 20 años con más de 500 personas demostró que las que más practicaban ese tipo de actividades eran las que más protegidas estaban frente a ellas.
• Cultiva la amistad. Las personas que mantienen una extensa red de amigos y de relaciones sociales mantienen mejor sus capacidades mentales. Algunas de las actividades sociales que han demostrado eficacia son las de voluntariado; la pertenencia a asociaciones y clubs; la participación en actividades de mejora de la comunidad; colaborar con grupos de teatro, musicales, de lectura...
Reproducido de
www.Plusesmas.com
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