La Vida Sigue
Elsa M. Rodríguez
Muchos de nosotros sabemos lo difícil que es continuar con nuestras vidas y la rutina de las mismas, una vez que se ha perdido a un familiar querido. Cuánto más será este dolor cuando como ahora es un país el que ha perdido muchos de sus hijos y que en su capital reina el caos, el dolor, el desastre producidos por un acto de la Naturaleza que nadie puede detener o evitar. Hoy Haití sufre y con este país sufrimos todos los que entendemos la magnitud de su tragedia.
Sin embargo, la vida sigue, y la gente necesita comenzar a reconstruir no solamente sus viviendas, sus caminos, sus centros de trabajo, sino sus vidas mismas. Así que la noticia de que un barco de una compañía de cruceros por el Caribe iba a continuar visitando Labadee una playa privada al norte de Haití, donde los vacacionistas del crucero pasan un buen rato disfrutando de las playas y de los trabajos de trenzado de pelo y la compra de artículos de paja producidos por sus habitantes, ya ha traído controversia entre los que opinan que no es justo que unos se diviertan mientras otros no lejos de allí, más al sur, sufren de los efectos del reciente terremoto.
Por nuestra parte pensamos que los nativos de Labadee necesitan seguir recibiendo el dinero producto de su trabajo para los turistas, no solamente para mantener a sus familias sino para ayudar a sus hermanos de Puerto Prícipe. Es como cuando muere un padre y al día siguiente hay que ir a trabajar. Es ley de vida que todos continuemos desempeñando nuestro papel en el mundo. Hay que continuar viviendo y si el turismo es la fuente económica de esta parte de Haití, bienvenida sea.
Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL
lapupasmiami@att.netSin embargo, la vida sigue, y la gente necesita comenzar a reconstruir no solamente sus viviendas, sus caminos, sus centros de trabajo, sino sus vidas mismas. Así que la noticia de que un barco de una compañía de cruceros por el Caribe iba a continuar visitando Labadee una playa privada al norte de Haití, donde los vacacionistas del crucero pasan un buen rato disfrutando de las playas y de los trabajos de trenzado de pelo y la compra de artículos de paja producidos por sus habitantes, ya ha traído controversia entre los que opinan que no es justo que unos se diviertan mientras otros no lejos de allí, más al sur, sufren de los efectos del reciente terremoto.
Por nuestra parte pensamos que los nativos de Labadee necesitan seguir recibiendo el dinero producto de su trabajo para los turistas, no solamente para mantener a sus familias sino para ayudar a sus hermanos de Puerto Prícipe. Es como cuando muere un padre y al día siguiente hay que ir a trabajar. Es ley de vida que todos continuemos desempeñando nuestro papel en el mundo. Hay que continuar viviendo y si el turismo es la fuente económica de esta parte de Haití, bienvenida sea.
Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL
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