8 de febrero de 2015

Tras las huellas de Teresa: Medina del Campo

Plaza Mayor de Medina del Campo


Medina  del  Campo

 
Medina del Campo se sitúa en el centro de una amplia llanura situada al sur del Duero, en la zona central de Castilla y León. Los primeros vestigios de asentamientos humanos en estas tierras han sido datados en la Edad de Hierro. Pero sería siglos después, primero con la dominación romana y después con la árabe, cuando el lugar adquiere entidad como poblamiento estable. De los romanos se han encontrado restos arqueológicos en una loma llamada “las peñas” y de los árabes ha quedado el nombre de “Medina”.  
 
El reconocimiento internacional de Medina llegó con las Ferias y se marchó con ellas. Pero aquel esplendor no estuvo exento de sobresaltos: en 1492 un incendio fortuito arrasó 260 edificios (como consecuencia del hecho, nació la “Ordenanza de fuegos”, de la Reina Católica).
 
Otro incendio, esta vez provocado por las tropas de Carlos I, redujo a cenizas veintiocho años después más de 900 casas. El hecho, acaso el más heroico y luctuoso de su historia, fue consecuencia de la resistencia que los vecinos opusieron al ejército de Carlos I durante la Guerra de las Comunidades, cuando se negaron a entregar la artillería con la que los imperiales pretendían arrasar la ciudad de Segovia.
 
Medina del Campo es una de las tres cabeceras de Partido Judicial de la provincia y, tras la capital, la población más importante de Valladolid. La riqueza económica – como en cualquier lugar – ha ido pareja a la riqueza artística y monumental. Fueron los siglos XV y XVI, cuando se levantaron la mayor parte de los edificios civiles, religiosos y militares de la Villa. Aunque por el camino del tiempo se perdieron algunas importantes construcciones (las murallas y sus puertas; algunos palacios; una docena larga de iglesias, conventos y monasterios...) aún hoy puede verse buena parte de aquel pasado arquitectónico de esplendor. El casco antiguo fue declarado conjunto histórico artístico en 1978.

Medina del Campo goza de una excelente situación geográfica, en el corazón de Castilla y León, privilegiado nudo de comunicaciones por carretera y ferrocarril, a  155 km de Madrid.

Villa de las Ferias, sus célebres ferias durante los siglos XV y XVI se rememoran actualmente con un atractivo plan ferial anual. Medina, Ciudad del Mueble y centro histórico comercial, con apertura del comercio en domingo desde el  siglo. XIX.

Villa histórica y monumental, su casco antiguo, declarado conjunto histórico- artístico en 1978, merece una visita, con parada obligada en el Castillo de la Mota, el Palacio Real Testamentario de Isabel la Católica, el Centro Huellas de Pasión, las Reales Carnicerías o Museo de las Ferias. Villa Termal: el Balneario Palacio de las Salinas a 4 km.

Villa con dos declaraciones de fiestas de interés turístico: tradicionales encierros (Nacional) y  Semana Santa (Internacional). Villa gastronómica con el lechazo como producto estrella y zona de excelentes vinos blancos (Denominación de Origen Rueda).

Teresa de Jesús fundó en Medina del Campo el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María, el monasterio de San José, segunda casa del Carmelo renovado  y lugar de encuentro con Juan de la Cruz. Desde ese momento, su relación con Medina será constante, prueba de ello son las trece visitas que realizó a la villa.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario