El Domingo de la alegría
Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito,
estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está
cerca. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con
acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de
Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús
El Apóstol San Pablo a los Filipenses
Estoy alegre, Señor
Porque Tú vienes y yo salgo a tu
encuentro
Porque Tú iluminas
las noches más
oscuras de la humanidad
Porque tu presencia
es la mayor riqueza que
uno puede tener
Porque la Navidad
es oxígeno en medio
de la asfixia
Porque la Navidad
es el amor que se
desborda
Porque la Navidad
es regalo del cielo
que se vende gratuitamente
Porque la estrella la veo
al fondo del
horizonte del adviento
Porque mi corazón
se hace pesebre para
tu nacimiento
Porque mi razón me dicta
qué caminos
elegir para llegar hasta Ti
Tú eres la fuente de tanta dicha
Tú eres la razón de tanto regocijo
Tú eres el germen de la emoción que yo
siento.
Javier Leoz, Betania.es
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