(Manuel Corona)
Esta
es una de esas ocasiones en las que la mesa se viste con mantel largo. Como tal
un lujo; uno de los tantos que engalanan el devenir de la cultura en Cuba.
Acaeció el 15 de octubre de 1918 en un solar
(Una especie de edificación donde viven varias familias) habanero: “Las
Maravillas”. Punto de encuentro para los trovadores cubanos de entonces, pues en ella radicaba una de sus
artífices: María Teresa Vera.
Don Manuel Corona Raimundo (1880-1950),
villareño y antiguo torcedor de tabacos, se había trasladado a la capital
cubana a finales del siglo XIX. Finalizaba la guerra de independencia y la
República nacía. Bajo el influjo de las lecturas en las tabaquerÍas y aunque con
una formación escolar exigua, Corona se acercó al mundo de la música, asesorado
por su supervisor laboral. De allí pasó a la vida bohemia; luego a las
tertulias y peñas. Su carisma como compositor tuvo su prueba de fuego. Era para
entonces nombrado “Contestaciones” un modo de preguntas y respuestas cantadas
de manera improvisada e informal entre músicos. Corona, Garay, Saquito y otros,
fundieron junto con la espontaneidad y la frescura de lo popular, la premura en
cumplir bajo una temática dada su sentir.
Con tal entrenamiento y su acerbo cultural de
tabaquería cubano, Corona conoció en la ya citada dirección de la metropolitana
capital a Longina O'Farril. La entonces joven
poseía una belleza impresionante y según se testimonia era elegantísima.
Dos meses después en la mencionada fecha le fue entregada, por su autor Corona,
la canción titulada con su nombre y le inmortalizaría.
“Longina” es un piropo escrito en 18 versos;
un largo y melodioso halago. Este poema hecho canción o esta canción hecha
poesía es una muestra del buen hacer del sencillo y sabio trovador popular
cubano. La trova eran hombres y mujeres simples de pueblo, mas de las veces
humildes y con escasa formación académica. Capaces de mucho por el substrato de
una cultura milenaria donde vivieron en esa sabiduría mas valiosa que cualquier
acreditación.
La
Senora 'Ofarril murió en un Hogar de Ancianos; y Corona en el olvido y la
miseria. Ya muy anciana un joven, guitarra en mano, le cantó la obra por ella
inspirada. No se inmutó; su salud no se lo permitía. Longina fue cantada por
María Teresa Vera por primera vez y luego por muchos en sus 96 años de
existencia. La obra es una bellísima muestra de caballerosidad. Valdría para
muchos aprenderla.
Marlene
María Perez Mateo
Serie
Música Cubana
Junio
20, 2012
Youtube: “Longina” en la voz de María Teresa Vera y Lorenzo Hierrezuelo,
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