El oro rojo
Al azafrán se le
ha denominado el oro rojo por su
valor. ¿Por qué es tan caro el azafrán?
Porque su cultivo debe ser a mano, y la
recolección exige que se la haga entre la madrugada y las 10 de la mañana
para evitar que la rosa se marchite y que los estigmas pierdan color y aroma. Por
último, la monda de la rosa
también es un proceso manual y para
obtener un kilo de azafrán se necesita una media de 85,000 flores. Se
justifica su precio, ¿no?
Y, ¿qué es el azafrán?
El azafrán, esas hebritas supercaras
que dan un sabor tan delicioso tanto a paellas como a cualquier otro plato, es
una especia que se obtiene a partir de los estigmas de la flor del Crocus sativus Linnaeus, planta conocida
vulgarmente como Rosa del azafrán, que
pertenece
a la familia de las
Iridáceas y se caracteriza por tener una flor color lila donde destacan el
color rojo de los estigmas y el amarillo de los estambres.
La flor es estéril, ya que se trata de un híbrido que
se ha ido manteniendo a lo largo de los siglos debido a lo apreciado de sus
estigmas. La reproducción de esta planta se realiza por bulbos. Cada flor tiene tres estigmas de azafrán, también
llamadas hebras, las cuales están unidas en la base por el estilo.
Sus orígenes
Aunque los orígenes del azafrán son confusos,
parece casi exacto afirmar que procede de Oriente, ya que su cultivo era
ampliamente conocido en Asia Menor en épocas anteriores a Cristo.
Una de las primeras referencias históricas de la
aplicación del azafrán procede del Antiguo Egipto, donde era empleado por
Cleopatra y otros faraones como esencia aromática y seductora, así como para
realizar abluciones en los templos y lugares sagrados.
También en la Grecia Clásica el azafrán era muy
apreciado por sus propiedades aromáticas y cromáticas. Se utilizaba como
remedio para la conciliación del sueño y la atenuación de los efectos de los
vinos, para realizar baños perfumados y como afrodisíaco.
Los árabes utilizaban el azafrán en medicina por
sus propiedades anestésicas y antiespasmódicas. Fueron ellos quienes
introdujeron el cultivo del azafrán en España en el siglo IX o X. Testimonios
de distinto orden acreditan que el azafrán era un condimento irremplazable en
la cocina hispanoárabe de aquella época.
Historias y leyendas
Durante la Edad Media, el azafrán tuvo un gran auge
en Gran Bretaña. Cuenta la leyenda que durante la época de Eduardo III un peregrino
trajo un bulbo de azafrán oculto en el bastón hueco que portaba desde Oriente a
la Ciudad de Walden. Allí se plantó el bulbo y comenzó a reproducirse dando a
la ciudad gran prosperidad.
Durante el Renacimiento, Venecia destacó como el más
importante centro comercial del azafrán. Ya por aquel entonces el azafrán valía
más que su propio peso en oro, e incluso hoy sigue siendo la especia más cara
del mundo.
Pero por desgracia su alto precio conducía frecuentemente a su
adulteración, que a menudo era duramente castigada. Enrique VIII, quien era un
devoto del aroma del azafrán, llegó a castigar con la muerte a aquellos que lo
adulteraran.
En la actualidad el azafrán forma parte de la
cultura culinaria de distintas regiones del mundo y se cultiva
con éxito en Italia, en España, en el
Sur de Francia y en la región del Danubio.
En
un lugar de la Mancha… encontrarás oro rojo
El cultivo de esta
especia fue introducido en España por los árabes, siendo entonces monopolio exclusivo de la alta burguesía
andalusí, bajo el dominio de la cual se encontraba la mayor parte de la Península
Ibérica, y dentro de ésta la región manchega. Las necesarias condiciones del
clima de la meseta castellano-manchega han hecho posible que esta región sea
una de las productoras del mejor azafrán
del mundo.
La relevancia de este cultivo dentro de las
manifestaciones culturales manchegas se ponen de manifiesto, amén otras no
menos pintorescas fiestas, en la de la Rosa del Azafrán que desde el año
1963 se celebra el último fin de semana completo de octubre,
(coincidiendo con la recogida de la flor), en la localidad manchega de
Consuegra, apenas a 50 kilómetros de Toledo.
Cada
año la fiesta cuenta con los ya clásicos actos como La Molienda de la Paz y del
Amor, los concursos
de monda de la rosa del azafrán o el Festival Folklórico
Castellano-Manchego, donde participan grupos musicales y de
baile de las cinco provincias castellano-manchegas. Actos que son presididos por
la Reina de la Feria, -nada menos que una mítica “Dulcinea”-, y sus damas de honor, y que incluyen también la molienda
de trigo en el molino de Sancho con
su mecanismo original del siglo XVI, y un apetitoso concurso de Gastronomía de
la cocina tradicional manchega.
Como muestra
conjunta del carácter tradicional y la importancia económica del azafrán,
existe la costumbre -que aún pervive en algunos pueblos manchegos-, de regalar
unas briznas de azafrán a la parejas de novios, como símbolo de deseos de prosperidad.
La tradición del cultivo del azafrán en La Mancha
está también presente en manifestaciones del folclore típico de la región,
existiendo una jota manchega dedicada a este producto; en canciones o refranes,
y es el tema de ambientación de la zarzuela que lleva por título: "La rosa
del azafrán" (libreto de F.Romero y G. Fernández Show; música de J.
Guerrero; estrenada en Madrid en 1930).
Fuentes:
Fuentes:
madrilejos.net
MJoseRuiz
www.turismocastillalamancha.com
www.turismocastillalamancha.com
http://www.saffron-spain.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario