La Fiscalía
cubana
reclama siete años de cárcel
para Carromero
Después de una
instrucción exprés que ha durado sólo doce días, la Ficalía cubana presentó
ayer el escrito de acusación en el que pide siete años de cárcel para Ángel
Carromero, «número dos» de Nuevas Generaciones del PP en Madrid, por dos
delitos de «homicidio imprudente».
La legislación cubana contempla una pena mínima de un año de cárcel y un máximo de diez para delitos de esta naturaleza, por lo que la petición de la Fiscalía, de tres años y medio de prisión por cada «homicidio», no sería «desmesurada», según fuentes conocedoras del caso. El resultado del juicio, que podría tener lugar a finales de este mes dada la celeridad con la que se ha desarrollado todo el proceso, es una incógnita y todas las opciones permanecen abiertas.
Desde Exteriores trabajan sin descanso por la vuelta a casa de Carromero. El ministro, José Manuel García-Margallo, ha mantenido varios contactos con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, para tratar un caso que desde el principio se adivinó complejo por la naturaleza de las relaciones bilaterales. Una vez que se conozca la sentencia firme, comenzará una negociación entre ambos Gobiernos en la que puede ocurrir cualquier cosa, desde la extradición a España a un cumplimiento compartido de la pena.
El 2 de julio, el coche, conducido por Carromero y en el que también viajaban los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepeda, se salió de la carretera en un accidente que acabó con la vida de ambos. Desde entonces, se encuentra retenido en un centro de detención de La Habana.
Según pudo saber LA RAZÓN de boca de funcionarios cercanos a la causa, lo más probable es que ya hayan negociado con Carromero ofreciéndole un acuerdo. Si declara en el juicio ajustándose al guión elaborado por la Seguridad del Estado, y donde se autoinculpa de negligencia al conducir con exceso de velocidad, deben haberle ofrecido una condena mínima en la prisión para extranjeros conocida como «La Condesa», donde los reclusos tienen privilegios de los que no gozan los presos en las cárceles para cubanos, como tener teléfono móvil, comprar comida en una tienda, poder cocinar ellos mismos, habitaciones con televisión para pocas personas, etc. En este presidio esperaría la extradición.
Difícil defensa
Por otro lado y,
según comenta a LA RAZÓN Andy Villa, disidente ex preso, «el trabajo del
abogado defensor es irrelevante, así tenga el mejor letrado, el más valiente y
mejor preparado, que demuestre contundentemente su inocencia. De nada vale,
pues la decisión será tomada mucho antes del juicio en Punto Cero, o en el
despacho de Raúl Castro. El tribunal y sus dos jueces sólo harán su trabajo: lo
ordenado por quien los emplea y les paga». Villa agrega que «por tanto Ángel
está controlado bajo amenazas y chantajes. Sólo lo dejarán partir si no
cambiara su declaración en tierras patrias».
Alejado del resto de presos
El día que
cumplía 26 días detenido, Carromero supo que la Fiscalía pretende que pase
siete años entre rejas. Pero el centro de detención en el que se encuentra
ahora dista mucho de las cárceles cubanas. Carromero está en un apartamento con
un preso común pero no se mezcla con el resto de reos. Come aparte, tiene
televisión y aire acondicionado y recibe la visita del cónsul y su abogado.
Fuente: La Razón, Madrid
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