La Misa en inglés, mejor traducida
Madrid
¿Se acuerdan cuando se cambió del Padrenuestro la frase «perdona a nuestros deudores»? Ahora serán unos 280 millones de fieles católicos de habla inglesa los que tendrán que acostumbrarse a las mayores reformas litúrgicas en 41 años, desde que el Concilio Vaticano II aprobara la traducción del misal latino a las distintas lenguas vernáculas de la Iglesia.
El pasado domingo, primero del Adviento, los fieles que acudieron a misa en países como Estados Unidos, Reino Unido, Australia y algunos de África se encontraron con una nueva versión de las oraciones que debían pronunciar. Con el visto bueno del Vaticano a este nuevo manual se permite, según los obispos de estas zonas, una traducción más fiel de la Escritura y un significado más completo del latín.
La mayoría de las variaciones de lenguaje en la liturgia en inglés afecta a los sacerdotes, mientras que apenas un 15 por ciento de las oraciones pronunciadas por los laicos han sido modificadas.
Uno de estos ejemplos es el intercambio que hace durante la misa el sacerdote con el pueblo al decir «El Señor esté con vosotros». Hasta ahora los feligreses respondían con un «Y contigo» – «And also with you»–. Desde ayer la respuesta correcta será «Y con tu espíritu» – «And with your spirit»–, la misma frase que en castellano y más próxima al original en latín «et cum spiritu tuo». Otro ejemplo es la oración de penitencia del «Yo confieso», que se reza durante la misa, en la que se introduce la frase «por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa», que en inglés no aparecía antes y que traduce directamente del latín el «mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa». El Credo también sufre variaciones en esta reforma, la versión inglesa declaraba hasta ahora la divinidad de Jesucristo con la frase «uno con el Padre», y ahora dice «consustancial con el Padre».
Desprovistas de poesía
Las conferencias episcopales de habla inglesa llevaban varios años trabajando en una nueva traducción que puliera las imprecisiones del anterior misal. «En un intento por lograr una traducción de la misa que fuera clara y fácil, las plegarias estaban desprovistas de la poesía que hay en el seno de la forma romana de orar», comenta el obispo de Colorado (Estados Unidos), Michael Sheridan. «Las oraciones eran breves y entrecortadas; reflejaban la manera en la cual los seres humanos se comunican, pero no eran las expresiones y palabras con que uno le habla a Dios», afirma el prelado.
La pérdida de este lenguaje poético se puede ver en la Plegaria Eucarística del misal anterior: «para que de este a oeste te ofrezcan un sacrificio perfecto», mientras que ahora se dice «para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha, desde donde sale el sol hasta el ocaso». De igual modo la oración «no soy digno de recibirte...» se sustituye por «no soy digno de que entres en mi casa...», más fiel a lo que recoge la biblia y, una vez más, similar al castellano o francés.
Este segundo cambio que se produce ahora se engloba en los cambios introducidos por el Concilio Vaticano II, unas variaciones profundas que ayudaron a una mejor comprensión de los signos eucarísticos; el sacerdote empezó a hablar en los idiomas vernáculos de cara a los fieles, y se añadieron lecturas del Antiguo Testamento durante la misa.
Reproducido de La Razón, Madrid.
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