20 de octubre de 2011

OCHÚN

«Por ésta hay que matarme»

Marlene María Pérez Mateo

-«Yo no sé de Dios ni de ninguna de esas cosas, pero por ésta hay que matarme». Fue una respuesta dada hace ya algún tiempo por un cubano ante un cuestionamiento inquisitivo por parte de su entonces jefe laboral. Ésa por la que habría que matarlo no era ni más ni menos que “La Virgen de la Caridad”, en su caso representada por un medallón que colgaba de su cuello junto a una representación iconográfica de una deidad africana.

Aunque no se trataba desde el punto de vista teológico de un argumento correcto, la valentía del referido amigo es incuestionable, así como la fortaleza de su fe.

Oshún es una deidad africana del panteón yoruba que se identifica en el calendario católico con la Virgen de la Caridad. Es una Orisha mayor de las aguas dulces, de la sensualidad, la feminidad, los ríos y la fertilidad. Su nombre significa amor, delicadeza y fertilidad. Sus colores son el amarillo y el ámbar. Se le ofrecen danzas, cantos, comida y se le venera. Su fiesta es el 8 de septiembre.

Estas líneas han sido un muy breve paseo por el mundo del sincretismo afro-católico en Cuba. A ello me motivó por primera vez la antropóloga cubana Doña Lidia Cabrera, a quien conocí por sus libros. A su memoria dedico respetuosamente esta reseña.

Marlene María Pérez Mateo
A los 400 años, reseña #7

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