Elsa M. Rodríguez
Está comprobado que uno de los sistemas de gobierno más equilibrado y funcional es el que se tiene en los Estados Unidos, donde existen tres poderes que son independientes uno del otro, el Poder Legislativo, el Judicial y el Ejecutivo, sirviendo esto para que se controlen entre si y a la vez no pueda ninguno de estos poderes ir por encima de los otros. También es importante que la elección del que puede llegar a ser presidente del país, se hace independientemente del partido político al cual éste pueda pertenecer y aunque a la elección final llega siempre un representante de cada uno de los partidos más sólidos del país, el Republicano y el Demócrata, a la hora final el pueblo no vota por el partido, sino por la persona que va a representarle en el futuro.
Está comprobado que uno de los sistemas de gobierno más equilibrado y funcional es el que se tiene en los Estados Unidos, donde existen tres poderes que son independientes uno del otro, el Poder Legislativo, el Judicial y el Ejecutivo, sirviendo esto para que se controlen entre si y a la vez no pueda ninguno de estos poderes ir por encima de los otros. También es importante que la elección del que puede llegar a ser presidente del país, se hace independientemente del partido político al cual éste pueda pertenecer y aunque a la elección final llega siempre un representante de cada uno de los partidos más sólidos del país, el Republicano y el Demócrata, a la hora final el pueblo no vota por el partido, sino por la persona que va a representarle en el futuro.
Tenemos, sin embargo, algo que empaña la posible buena decisión de los votantes, y es que el período de campaña electoral es demasiado largo. Hace unos días escuchamos en Canadá hacer mención a este detalle y es que aunque allí ellos tienen una forma de gobierno parecida a la nuestra, dedican solamente cinco semanas para que los candidatos a la presidencia puedan hacer campaña.
Estados Unidos y Canadá comparten una extensa frontera, compartiendo así muchos ríos y sistemas montañosos así como muchas costumbres que han hecho que ambos países siempre hayan mantenido magníficas relaciones. Sería interesante que igual que comparten tantas cosas, también en Estados Unidos se hiciera una costumbre esa de acortar el período de campaña electoral. Así los candidatos ahorrarían energía y dinero y asi al pueblo le sería más fácil elegir a su futuro presidente y no tener que hacerlo al cabo de un montón de meses de escuchar promesas y más promesas que a la larga todo el mundo sabe que no podrán cumplirse, pero que como tienen tanto tiempo para martillarnos el cerebro con la repetición de las mismas, nos convencen o nos hacen ir a las urnas a entregar nuestro voto para terminar de una vez con el martirio de tener que ver a los contendientes por este puesto, una y otra vez, en la radio, la televisión, hasta cuando entras en la computadora para enviar un mensaje. Así tenemos que el actual presidente lleva casi dos años de campaña durante cuyo tiempo poco margen le ha quedado para dedicarse a resolver los graves problemas de la nación, y por otro lado la oposición lleva otro tanto tratando de ponerse de acuerdo para ver a quien escogen para que los represente en la elección presidencial. Mientras tanto, el país va de cabeza y la gente está harta de tanto anuncio y de tantas promesas.
Limitemos el período de campaña porque con eso ganaremos todos, en especial el país.
Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL
Elsa, fue sorprendente que el Presidente Obama iniciara su campaña para la reelección a comienzos de este verano, casi con año y medio de anticipación a la fecha de las elecciones, cuando es seguro que no va a surgir en su Partido ningún cantidato que se le oponga y, sobre todo, cuando la situación económica del país requiere que su Presidente dedique todo su tiempo y esfuerzo a razonar verdaderas soluciones. No le van a la zaga los del Partido contrario, envueltos en reñidas contiendas para ver quién gana la nominación.
ResponderEliminarCasualmente, España programa también elecciones generales. Serán en noviembre de este año pero su campaña electoral no ha empezado todavía. Les bastan para ello dos semanas. Lo mismo que aquí, el pueblo ya sabe de sobra por quién decidirse. Lo demás es gastar millones (o "billones", que ahora están más de moda entre los que gastan lo que no es suyo), en el bla-bla de costumbre.