28 de enero de 2011


Fue distinto, fue sincero,
redondo como un anillo.
como la palma, sencillo
sencillo como un lucero.
Vivió forjando un lindero
entre el jazmín y la bala.
Vivió, murió (su hora mala
hace sangre en la memoria).
Vivió para hacer la Historia
“bajo la sombra de un ala”.
..
Martí del sueño andador
Apóstol, Mártir, Maestro,
como un ángel ambidiestro
multiplicabas tu amor.
Se hizo fragua el resplandor
de tu vida, era una aldaba
tu recuerdo que acercaba
el cielo a la palma real.
¡Eras lo más vertical
que la memoria guardaba!
.
Vive en el norte y le anida
un águila en el corazón,
escribe versos y son
versos su prosa y su vida.
Urge, sustenta, no olvida
su oficio de llama y grano,
de aljaba de sol… hermano
clarísimo de esta tierra,
se pone a formar la guerra
con un clavel en la mano.
.
De mártir viene martirio
y de martirio, Martí.
Ya es una flor carmesí
aquel portento de lirio.
Ya es un empeño de cirio,
de luna que el aire cuida,
ya es una paloma herida
su pluma y, quebrada en besos,
la Muerte ensaya en sus huesos
un camuflaje de vida.
.
Pero tú sigues, oh, sí,
claro como el mediodía:
sigues vivo, y todavía
más tremendo y más Martí.
Persistes. Estás ahí
como un clamor detenido.
Ni te niegas ni te has ido.
Permaneces: porque de esa
llama que la muerte cesa
sales vivo y más crecido.
.
Norman Rodríguez
(Fragmento)

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