- En 1994, el Festival de Cine de Venecia galardonaba con el León de Oro a una de las mejores guionistas del cine italiano. Cecchi d'Amico o «la reina de Cinecittà» -como la apodaron en los estudios- recibía el premio a toda una carrera en la que se pueden leer, hasta cansarnos, los títulos más importantes que ha dado la cinematografía italiana. «Roma ciudad abierta» (Rosselini, 1945), «El ladrón de bicicletas» (De Sica, 1948), «El gatopardo» (Visconti, 1963) «Senso» (Visconti, 1954) o «Rocco y sus hermanos» (Visconti, 1960).
Guionista predilecta del director Luchino Visconti, trabajó en más de cien producciones con los cineastas italianos más influyentes, como Roberto Rosselini, Vittorio de Sica, Franco Zeffirelli o Federico Fellini.
La que hoy muchos medios definen como la aportadora de una «feminidad discreta e intransigente» a un mundo predominantemente masculino como lo era el de los estudios de Cinecittà en Roma, nació en la capital italiana hace 96 años. Su padre, el escritor y alto burgués Emilio Cecchi, vio cómo su hija tuvo que refugiarse en una casa de campo durante la Segunda Guerra Mundial.
Rebelde y con el sello antifascista en la médula, comenzó su carrera precisamente en esta época, escribiendo para Renato Castellani el guión de «Mio figlio professore» («Mi hijo profesor», 1946).
Poco después, contraería matrimonio con el crítico musical Fedele d'Amico -con quien tuvo tres hijos-, y se codearía con los personajes más populares del cine italiano, como Aldo Fabrizi o Anna Magnani.
Y fue en 1948 cuando hizo despegar definitivamente su carrera al escribir el guión de «Ladrón de bicicletas» (Vittorio De Sica), la película más emblemática del neorrealismo italiano y considerada por muchos como uno de los diez mejores filmes de la historia del cine.
Después vinieron otros cineastas, como Vittorio Gassman o Luigi Comencini. William Wyler también la reclamó en 1953 para las «Vacaciones en Roma» de Gregory Peck y Audrey Hepburn, e incluso «Mi viaje a Italia» (1999) de Martin Scorsese contó con su colaboración.
Hoy Italia y el mundo lloran la muerte de la última figura del neorrealismo italiano, que recibirá sepultura el próximo lunes en Roma.
Texto y foto: ABC, Madrid
Guionista predilecta del director Luchino Visconti, trabajó en más de cien producciones con los cineastas italianos más influyentes, como Roberto Rosselini, Vittorio de Sica, Franco Zeffirelli o Federico Fellini.
La que hoy muchos medios definen como la aportadora de una «feminidad discreta e intransigente» a un mundo predominantemente masculino como lo era el de los estudios de Cinecittà en Roma, nació en la capital italiana hace 96 años. Su padre, el escritor y alto burgués Emilio Cecchi, vio cómo su hija tuvo que refugiarse en una casa de campo durante la Segunda Guerra Mundial.
Rebelde y con el sello antifascista en la médula, comenzó su carrera precisamente en esta época, escribiendo para Renato Castellani el guión de «Mio figlio professore» («Mi hijo profesor», 1946).
Poco después, contraería matrimonio con el crítico musical Fedele d'Amico -con quien tuvo tres hijos-, y se codearía con los personajes más populares del cine italiano, como Aldo Fabrizi o Anna Magnani.
Y fue en 1948 cuando hizo despegar definitivamente su carrera al escribir el guión de «Ladrón de bicicletas» (Vittorio De Sica), la película más emblemática del neorrealismo italiano y considerada por muchos como uno de los diez mejores filmes de la historia del cine.
Después vinieron otros cineastas, como Vittorio Gassman o Luigi Comencini. William Wyler también la reclamó en 1953 para las «Vacaciones en Roma» de Gregory Peck y Audrey Hepburn, e incluso «Mi viaje a Italia» (1999) de Martin Scorsese contó con su colaboración.
Hoy Italia y el mundo lloran la muerte de la última figura del neorrealismo italiano, que recibirá sepultura el próximo lunes en Roma.
Texto y foto: ABC, Madrid
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