Manuel Corona
Al hablar de la vieja trova cubana no puede dejar de mencionarse a Manuel Corona, porque junto a Sindo Garay, Pepe Sánchez, Alberto Villalón y Rosendo Ruiz Suárez fue de los fundadores de la trova santiaguera, la original, la que nos legó un buen número de canciones inolvidables.
Manuel Corona Raimundo nació en Caibarién, Las Villas, el 17 de junio de 1880, en pleno tiempo de la Colonia. Su familia se trasladó a vivir a La Habana coincidiendo con la terminación de la Guerra de Independencia. De origen humilde y de poca instrucción, pronto comenzó a trabajar como tabaquero y desde joven se entregó totalmente a su vocación musical.
Se cuenta que le pidió a su madre que le permitiera comprarse una guitarra con el primer dinero que ganó como tabaquero. Luego se incorporó a un grupo sonero y, ya como guitarrista y compositor, integró uno de los primeros sextetos habaneros. Pero se fue a Santiago, la tierra del son, donde ya Miguel Matamoros decía que los cantantes eran de la loma.
Así fue como se incorporó a la trova santiaguera. A esos años iniciales corresponden títulos que sobresalen entre los mejores de su inspiración, en particular, Mercedes, Aurora, Animada… Más tarde surgirían los temas que lo hicieron famoso: Longina y Santa Cecilia.
Se distinguió también escribiendo guarachas. Odilio Urfé, musicólogo cubano, evaluó la trascendencia de Manuel Corona con esta frase: “No resulta difícil proclamar a Corona como el autor que reafirmó los perfiles modernos de la guaracha, cuando entre 1915 y 1920 escribió, dictó y grabó para el fonógrafo sus antológicas: El Servicio obligatorio; La Choricera; y Acelera, Ñico, acelera.
Otro detalle destacado de la inspiración de Manuel Corona, aparte de la que le motivaban las mujeres a las que dedicó buen número de canciones, fueron las “contestaciones”, piezas musicales en respuesta o contestación a otras de diferentes autores. Así, a La Bayamesa de Garay, respondió con su La Habanera.
Disfrutó de la vida bohemia que escogió y que lo arrastró a la miseria. Sin llegar a disfrutar de la fama que lograron después varias de sus composiciones, murió enfermo de tuberculosis y en la más extrema pobreza en la trastienda del bar-cabaret Jaruquito, en Marianao, el 9 de enero de 1950.
Foto: Google
"Longina", interpretada por el Dúo Carlos y Marta se puede escuchar en:
http://www.youtube.com/watch?v=Ag63lJxnhO0&feature=related
Manuel Corona Raimundo nació en Caibarién, Las Villas, el 17 de junio de 1880, en pleno tiempo de la Colonia. Su familia se trasladó a vivir a La Habana coincidiendo con la terminación de la Guerra de Independencia. De origen humilde y de poca instrucción, pronto comenzó a trabajar como tabaquero y desde joven se entregó totalmente a su vocación musical.
Se cuenta que le pidió a su madre que le permitiera comprarse una guitarra con el primer dinero que ganó como tabaquero. Luego se incorporó a un grupo sonero y, ya como guitarrista y compositor, integró uno de los primeros sextetos habaneros. Pero se fue a Santiago, la tierra del son, donde ya Miguel Matamoros decía que los cantantes eran de la loma.
Así fue como se incorporó a la trova santiaguera. A esos años iniciales corresponden títulos que sobresalen entre los mejores de su inspiración, en particular, Mercedes, Aurora, Animada… Más tarde surgirían los temas que lo hicieron famoso: Longina y Santa Cecilia.
Se distinguió también escribiendo guarachas. Odilio Urfé, musicólogo cubano, evaluó la trascendencia de Manuel Corona con esta frase: “No resulta difícil proclamar a Corona como el autor que reafirmó los perfiles modernos de la guaracha, cuando entre 1915 y 1920 escribió, dictó y grabó para el fonógrafo sus antológicas: El Servicio obligatorio; La Choricera; y Acelera, Ñico, acelera.
Otro detalle destacado de la inspiración de Manuel Corona, aparte de la que le motivaban las mujeres a las que dedicó buen número de canciones, fueron las “contestaciones”, piezas musicales en respuesta o contestación a otras de diferentes autores. Así, a La Bayamesa de Garay, respondió con su La Habanera.
Disfrutó de la vida bohemia que escogió y que lo arrastró a la miseria. Sin llegar a disfrutar de la fama que lograron después varias de sus composiciones, murió enfermo de tuberculosis y en la más extrema pobreza en la trastienda del bar-cabaret Jaruquito, en Marianao, el 9 de enero de 1950.
Foto: Google
"Longina", interpretada por el Dúo Carlos y Marta se puede escuchar en:
http://www.youtube.com/watch?v=Ag63lJxnhO0&feature=related
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