El P. Pino durante la beatificación de Fray Olallo el año pasado.
Sepultado en Camagüey el Padre Jesíus del Pino Varela
Osvaldo Gallardo González
Camagüey, agosto 18 : El sacerdote diocesano Jesús del Pino Varela falleció producto de una repentina enfermedad, el pasado sábado 15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Virgen María , en el Hospital Provincial “Manuel Ascunce Domenech” de esta ciudad de Camagüey.
Jesús del Pino, quien tenía al morir 39 años de edad, había sido diagnosticado el pasado 8 de agosto de una neumonía bilateral con derrame pleural e ingresado en el Hogar “Padre Olallo”. Más tarde, ante su agravamiento, fue trasladado al Hospital “Amalia Simoni” y el día 14, luego de varias complicaciones en su estado de salud, fue trasladado nuevamente, en esta ocasión al Hospital Provincial, donde permaneció hasta su muerte, el día sábado a las 4. 10 p.m.
Su cadáver fue expuesto en la S. I. Catedral de Camagüey, desde las 8. 00 p.m., donde se reunieron espontáneamente los fieles, religiosas y sacerdotes que conocieron la noticia. En la mañana de ese día, durante la ordenación sacerdotal de Rolando Montes de Oca y Andy Vidal, el arzobispo de Camagüey había comunicado la gravedad de su estado de salud, al iniciar la ceremonia orando por su recuperación.
El domingo 16 a las 2. 30 p.m. se realizó la misa de exequias, presidida por el arzobispo de Camagüey, monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez. La eucaristía fue concelebrada por Mons. Wilfredo Pino, obispo de la diócesis de Guantánamo-Baracoa, y Mons. Álvaro Beyra Luarca, obispo de Bayamo-Manzanillo. Acompañaron a los obispos en el altar los sacerdotes Castor Álvarez Devesa e Iván Rodríguez Jevey, hermanos del Padre Jesús del Pino, quienes recibieron junto a él la ordenación sacerdotal en el año 2001, por imposición de manos del primer arzobispo de Camagüey, Mons. Adolfo Rodríguez Herrera.
Durante la homilía y con visible emoción, Mons. Juan García recordó el don que fue la vida del Padre Jesús para su familia y para el pueblo de Dios; mencionó su pasión en el proceso de beatificación del Siervo de Dios Félix Varela y en el diálogo ecuménico y con las autoridades civiles. Pero también lamentó la triste lección que nos deja el Padre Jesús del Pino al no cuidar debidamente su salud por su gran ardor pastoral y en el deseo de gastar su vida al servicio del evangelio. Monseñor pidió enfáticamente a los laicos cuidar su salud y la de los sacerdotes. Agradeció también la inmensa cadena de oración que se levantó en pocos días a favor de la salud del P. Pino en todo el país y que alcanzó a otros lugares como España y los Estados Unidos; y manifestó la certeza de que, ante el designio divino, “es bueno confiar en el Señor”.
Con serena confianza expresó: “En la eternidad, él nos espera. La Virgen lo llevó junto a ella en el día de su asunción. Él está viendo lo que celebramos. Él está contemplando lo que estudió, lo que anunció y lo que celebró durante su vida (…) Él está donde siempre quiso estar, donde está Dios”.
Al finalizar la misa, una cerrada ovación despidió los restos mortales del Padre Pino que fueron acompañados en procesión por varios cientos de personas hasta la Necrópolis de Camagüey. Entre cantos, oraciones y el doblar de las campanas de la iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje, recibió el adiós final el Padre Jesús del Pino Varela, quien testimonió con su vida la grandeza del amor de Dios.
Nació en Camagüey, el 31 de agosto de 1969, hijo de Marta y Raúl.
Se graduó de Ingeniero Electrónico en la Universidad Central de Las Villas en 1992.
Entró al Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana en ese mismo año. Completó sus estudios de Filosofía y Teología en universidades pontificias de México y Roma.
Recibió la ordenación sacerdotal por imposición de manos de Mons. Adolfo Rodríguez en la S. I. Catedral de Camagüey, el 29 de septiembre de 2001.
Fue nombrado vicario parroquial de la parroquia Nuestra Señora de la Caridad de Nuevitas, el 4 de octubre de 2001.
Fue coordinador del Comité de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba para la Beatificación del Padre Félix Varela. Era responsable diocesano de la Pastoral de Ecumenismo.
Era colaborador de la revista Enfoque y de la Pastoral de Cultura en la diócesis.
Mantenía un servicio diocesano de divulgación de noticias a través del correo electrónico.
En el momento de su deceso, era párroco de la Inmaculada Concepción de Guáimaro.
Jesús del Pino, quien tenía al morir 39 años de edad, había sido diagnosticado el pasado 8 de agosto de una neumonía bilateral con derrame pleural e ingresado en el Hogar “Padre Olallo”. Más tarde, ante su agravamiento, fue trasladado al Hospital “Amalia Simoni” y el día 14, luego de varias complicaciones en su estado de salud, fue trasladado nuevamente, en esta ocasión al Hospital Provincial, donde permaneció hasta su muerte, el día sábado a las 4. 10 p.m.
Su cadáver fue expuesto en la S. I. Catedral de Camagüey, desde las 8. 00 p.m., donde se reunieron espontáneamente los fieles, religiosas y sacerdotes que conocieron la noticia. En la mañana de ese día, durante la ordenación sacerdotal de Rolando Montes de Oca y Andy Vidal, el arzobispo de Camagüey había comunicado la gravedad de su estado de salud, al iniciar la ceremonia orando por su recuperación.
El domingo 16 a las 2. 30 p.m. se realizó la misa de exequias, presidida por el arzobispo de Camagüey, monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez. La eucaristía fue concelebrada por Mons. Wilfredo Pino, obispo de la diócesis de Guantánamo-Baracoa, y Mons. Álvaro Beyra Luarca, obispo de Bayamo-Manzanillo. Acompañaron a los obispos en el altar los sacerdotes Castor Álvarez Devesa e Iván Rodríguez Jevey, hermanos del Padre Jesús del Pino, quienes recibieron junto a él la ordenación sacerdotal en el año 2001, por imposición de manos del primer arzobispo de Camagüey, Mons. Adolfo Rodríguez Herrera.
Durante la homilía y con visible emoción, Mons. Juan García recordó el don que fue la vida del Padre Jesús para su familia y para el pueblo de Dios; mencionó su pasión en el proceso de beatificación del Siervo de Dios Félix Varela y en el diálogo ecuménico y con las autoridades civiles. Pero también lamentó la triste lección que nos deja el Padre Jesús del Pino al no cuidar debidamente su salud por su gran ardor pastoral y en el deseo de gastar su vida al servicio del evangelio. Monseñor pidió enfáticamente a los laicos cuidar su salud y la de los sacerdotes. Agradeció también la inmensa cadena de oración que se levantó en pocos días a favor de la salud del P. Pino en todo el país y que alcanzó a otros lugares como España y los Estados Unidos; y manifestó la certeza de que, ante el designio divino, “es bueno confiar en el Señor”.
Con serena confianza expresó: “En la eternidad, él nos espera. La Virgen lo llevó junto a ella en el día de su asunción. Él está viendo lo que celebramos. Él está contemplando lo que estudió, lo que anunció y lo que celebró durante su vida (…) Él está donde siempre quiso estar, donde está Dios”.
Al finalizar la misa, una cerrada ovación despidió los restos mortales del Padre Pino que fueron acompañados en procesión por varios cientos de personas hasta la Necrópolis de Camagüey. Entre cantos, oraciones y el doblar de las campanas de la iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje, recibió el adiós final el Padre Jesús del Pino Varela, quien testimonió con su vida la grandeza del amor de Dios.
Nació en Camagüey, el 31 de agosto de 1969, hijo de Marta y Raúl.
Se graduó de Ingeniero Electrónico en la Universidad Central de Las Villas en 1992.
Entró al Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana en ese mismo año. Completó sus estudios de Filosofía y Teología en universidades pontificias de México y Roma.
Recibió la ordenación sacerdotal por imposición de manos de Mons. Adolfo Rodríguez en la S. I. Catedral de Camagüey, el 29 de septiembre de 2001.
Fue nombrado vicario parroquial de la parroquia Nuestra Señora de la Caridad de Nuevitas, el 4 de octubre de 2001.
Fue coordinador del Comité de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba para la Beatificación del Padre Félix Varela. Era responsable diocesano de la Pastoral de Ecumenismo.
Era colaborador de la revista Enfoque y de la Pastoral de Cultura en la diócesis.
Mantenía un servicio diocesano de divulgación de noticias a través del correo electrónico.
En el momento de su deceso, era párroco de la Inmaculada Concepción de Guáimaro.
Reproducido del blog Gaspar, el Lugareño, http//ellugareno.com
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