Las hermanas
de José Martí
Teresa
Fernández Soneira
Han
permanecido en el anonimato por más de 100 años. Nunca nos hablaron de ellas,
ni nos dijeron sus nombres, y en las escuelas no nos enseñaron sus vidas. La
mayoría de los cubanos desconoce que José Martí tuvo siete hermanas, siendo él
el primogénito. Y aunque quizás, al igual que Leonor Pérez Cabrera, la madre,
ellas no estaban de acuerdo con la posición política de su hermano(1), es
necesario dar a conocer a estas mujeres que también formaron parte importante
de nuestra historia.
Leonor
Pérez Cabrera(2) contrajo matrimonio con Mariano Martí Navarro(3) en 1852 en la
iglesia parroquial de Nuestra Señora de Monserrate en La Habana. Poco más de un
año después del nacimiento de José Martí y Pérez en La Habana en 1853(4),
vendría al mundo la primera de las hembras.
Leonor
Petrona Martí y Pérez, (La Habana, el 29 de julio de
1854-México, 1900), conocida cariñosamente como “La Chata”, fue bautizada en la
capilla del Castillo del Morro. El 16 de septiembre de 1869 Leonor Petrona
contrajo matrimonio con Manuel García y Álvarez con quien tuvo cuatro hijos:
María M. Andrea, fallecida a los tres años de edad; Alfredo, Oscar y Mario,
este último nacido en México entre 1875 y 1876. Leonor fallece del corazón en
La Habana, en julio de 1900.
El
tercer hijo del matrimonio fue Mariana Salustiana “Ana” Matilde Martí y
Pérez que nace en La Habana el 8 de junio de1 1856. Fue novia del
pintor mexicano Manuel Ocaranza e Hinojosa(5). Falleció en México, D.F., el 5
de enero de 1875, a los 19 años. Se conserva un poema de su autoría dedicado a
la madre. De ella escribió Martí una crónica y unos versos. He aquí un
fragmento: “Impaciente y estúpido el correo, lucha y vence mi amor y mi deseo.
Carta es mi carta, más si bien la peso, me une a tu imagen tan estrecho lazo,
que es cada frase para ti, un abrazo, y cada letra que te escribo, un beso”(6).
(1868)
El 2 de
diciembre de 1857, estando la familia residiendo en Valencia, buscando hacerse
de un futuro en esa ciudad española, y estar junto al resto de la familia, les
nace María del Carmen (La Valenciana) Martí y Pérez, (1857-1900),
de ahí que la apodaran «La Valenciana». En 1882 María del Carmen se casa con
Juan Radillo y Riera, y de esa unión nacen: Juan Paulino, María del Carmen
Eleuteria, Pilar, Enrique y Angélica Mauricia. María del Carmen murió en La
Habana, el 14 de junio de 1900.
Se cree
que la familia también residió por poco tiempo en Santa Cruz de Tenerife, donde
por entonces vivía la madre de doña Leonor. Pero la familia decide regresar a
Cuba al no poderse encaminar don Mariano en la Península. Es muy probable que
en el viaje de regreso para Cuba doña Leonor fuera embarazada, ya que el 13 de
noviembre de 1859 nace en La Habana, María del Pilar Martí y Pérez.
Pero la niña fallece en la niñez, cuando contaba solo 6 años, el 12 de
noviembre de 1865.
Rita
Amelia Martí y Pérez (1862-1944), la sexta de las
hembras, nace en La Habana, el 10 de enero de 1862. En 1883 contrae matrimonio
con José García y Hernández con el que tiene varios hijos: José Joaquín,
Amelina, Aquiles, Alicia, Gloria - que murió a los diecisiete años -, Raúl y
José Emilio. Rita Amelia vivió los últimos años de su vida en una casita que le
había donado el gobierno de Fulgencio Batista(7). Rita muere en La Habana, el
16 de noviembre de 1944.
La
séptima hija del matrimonio, Antonia Bruna Martí y Pérez (1864-1900),
nació en La Habana, el 6 de octubre de 1864. En 1885 contrajo matrimonio con
Joaquín Fortún y André. Sus hijos fueron: Joaquín, Ernesto, María y Carlos.
Algunos historiadores apuntan que estos dos últimos hijos se establecieron en
México donde aún quedan descendientes. La historiadora Olivia América Cano
Castro(8) afirma que estos descendientes residen en la ciudad de Tepic, capital
del estado de Nayarit. Antonia Bruna falleció en La Habana el 9 de febrero de
1900, pocos meses antes que su hermana María del Carmen.
La
última hija que tuvieron Leonor y Mariano fue Dolores Eustaquia
«Lolita» Martí y Pérez. Nace el 2 de noviembre de 1865, diez días antes del
fallecimiento de su hermana Pilar. Lolita muere en la niñez, el 23 de diciembre
de 1873.
Cuando
en Cuba corrían los terribles años de las conspiraciones y el comienzo de la guerra
de los Diez Años (1868-1878), José Martí, todavía un joven de solo 16 años, se
declara opuesto al gobierno de la Metrópolis, y es encarcelado por
encontrársele escritos en contra del régimen. Su madre trata sin éxito de que
sea liberado, y luego el gobierno decide expatriarlo para España. En el hogar
de los Martí y Pérez hay preocupación y desasosiego por el futuro de aquel hijo
que les ha resultado tan rebelde.
En 1875,
al terminar sus estudios en la Península, Martí, ya graduado en leyes, va reunirse
con su familia que ha viajado a México para estar junto a él. Nos podemos
imaginar el alborozo y también las lágrimas en ese encuentro; llevaban seis
años sin verse. Don Mariano Martí llega a México sin dinero ya que todo lo que
tenía ahorrado lo había gastado en los trámites de la cárcel de su hijo José.
Pero entonces conoce a Manuel Mercado(9) quien lo ayuda, y por el obtiene un
contrato de suministros de arreos y mochilas para el ejército mexicano. Toda la
familia se dedica a confeccionar estos artículos lo cual contribuye a poder
salir de la penuria y poner casa propia, aunque es Martí quien más los ayuda
económicamente con sus honorarios como periodista. En febrero de 1877 la
familia regresa a La Habana.
En
México Martí se relaciona con la camagüeyana Carmen Zayas Bazán con quien más
tarde se casa. El matrimonio regresa a Cuba donde les nace en 1878 su único
hijo, José Francisco(10). Estando en La Habana el gobierno español le pide a
Martí que renuncie a sus ideas revolucionarias y que apoye al gobierno
colonial, pero Martí se niega y una vez más es deportado a España. Pensamos que
a partir de entonces José y las cuatro hermanas que quedaban vivas: Leonor,
María del Carmen, Rita Amelia y Antonia Bruna, nunca más se volvieron a ver.
Ellas habían constituido sus familias, y prosiguieron con sus vidas, aunque
estarían al tanto de la trayectoria de su hermano, y habrían sentido la
angustia y la incertidumbre por su futuro.
Martí
muere en Dos Ríos al comienzo de la Guerra de Independencia. Las hermanas de
Martí fallecerían, tres antes que él, y otras tres pocos años después que él.
Rita Amelia sería la única que viviría hasta casi mediados del siglo XX. Fue
Rita la que acompañó a su madre hasta el final. Debió haber sido muy duro para
Leonor Pérez sobrevivir a todos sus hijos. Ciega y viviendo en la penuria, se
ve obligada a solicitar del gobierno interventor norteamericano un puesto de
oficial tercero en la Secretaria de Agricultura, Industria y Comercio. Pocos
años después fallece en La Habana, el 19 de junio de 1907. Doña Leonor fue
enterrada junto a su esposo en el Cementerio de Colón en un panteón que los
emigrados revolucionarios de La Habana erigieron para ellos frente a las tumbas
de Máximo Gómez y de la familia de Gonzalo de Quesada.
Esta es,
a grandes rasgos, la historia de las mujeres de una familia insigne en la que
el padre y la madre enseñaron a sus hijos el respeto por los padres; por las
autoridades eclesiásticas, civiles y militares, y sobre todo, entre todos los
miembros de la familia. Como dicen algunos historiadores, la unidad familiar de
los Martí-Pérez nunca se fragmentó a pesar de ausencias y desarraigos.
Hace
falta que los historiadores continúen la investigación y nos hablen más de las
vidas, anhelos y pesares de los miembros de esta ilustre familia. Es importante
que los investigadores sigan rastreando en archivos y museos para que los
cubanos sepamos más de nuestros héroes y mártires. Sobre todo, que nos hablen
de las mujeres, porque como dijo Gaspar Betancourt Cisneros (11): «las mujeres
[…] son el punto de partida de los pueblos; de ellas salen los héroes o los
tiranos; los sabios o los ignorantes; los patriotas o los traidores; los
filósofos o los libertinos»(12).
Conozcamos
nuestra historia. Sin historia no tenemos raíces ni identidad. Y sin pasado, no
hay futuro.
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1.
En una carta de 1882, doña Leonor
amonesta a Martí diciéndole: «…Dentro de 3 días cumplirás 29, me resigno, pero
no me conformo a que a esa edad, con tantos elementos de vida, sufras tantas
angustias, y que mis muchas reflexiones nada hayan podido en tu destino…».
2.
Leonor Pérez Cabrera nació en Santa
Cruz de Tenerife, en1828, y falleció en La Habana en 1907.
3.
Nació en Valencia en 1815 y
falleció en La Habana en febrero de 1887.
4.
La historiadora Olivia América Cano
Castro indica en sus investigaciones que José Martí nació en la enfermería de
la Fortaleza de la Cabaña, y que estuvieron residiendo él y sus padres en la
barraca no. 7 por un tiempo. Por ser don Mariano sargento de artillería,
existía una orden que obligaba a estos militares a residir en la Fortaleza.
5.
Manuel Ocaranza e Hinojosa
(1841-1882), fue un pintor mexicano modernista, amigo de José Martí.
6.
Obras completas de José
Martí, «Hermanita mía», Centro de Estudios
Martianos, La Habana, 2002, vol. 17, pp. 18
7.
Fulgencio Batista y Zaldívar,
(Banes, 1901-Marbella, España, 1973), fue el presidente electo de Cuba de 1940
a 1944, y gobernante de facto entre 1952 y 1959.
8.
Ver Olivia América Cano
Castro: Leonor y Mariano, padres de Martí, Grupo de
Comunicación Galicia en el Mundo, S.L., Vigo 2009, p. 62.
9.
Manuel Antonio Mercado y de la Paz
(1838-1909). Oficial Mayor de la Secretaría de Gobierno, diputado al Congreso
de la Unión. Desempeñó diversos cargos en los tribunales de justicia y en el
gobierno, Secretario del gobierno del Distrito Federal. Al arribar José Martí a
México, Mercado residía en la casa contigua a la de don Mariano Martí, y
comienza así una amistad que perduraría toda la vida. Mercado conservó con
cariño más de un centenar de cartas que Martí le escribiera, y gracias a ello
se han conocido valiosos aspectos de la vida y el pensamiento del héroe cubano.
10.
José Francisco Martí y Zayas Bazán
(2 de noviembre de 1878 –22 de octubre de 1945), contrajo matrimonio con la
cubana María Teresa Bancés y Fernández-Criado (1890-1980) en la parroquia del
Sagrado Corazón de Jesús del Vedado en La Habana, el 21 de febrero de 1916. El
matrimonio no tuvo descendencia.
11.
Gaspar Betancourt Cisneros. El
Lugareño, (Puerto Príncipe, 28 de abril, 1803 – La Habana, 12 de diciembre,
1866. Periodista, escritor y revolucionario independentista.
12.
Gaspar Betancourt Cisneros: Costumbristas
cubanos del siglo XIX, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2003.
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Bibliografía
Betancourt
Cisneros, Gaspar: Costumbristas cubanos del siglo XIX, Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes, 2003.
Cano
Castro, Olivia América: Leonor y Mariano, padres de Martí, Colección
Crónicas de la Emigración, Grupo de comunicación Galicia en el Mundo, Vigo,
2009.
Fernández
Soneira, Teresa: Mujeres de la Patria, contribución de la mujer a la
independencia de Cuba, (Guerra de 1895), vol. II, Ediciones Universal,
Miami, 2018.
Mañach,
Jorge: Martí el Apóstol, Editorial Verbum, Madrid 2015.
Obras
completas de José Martí, Centro de Estudios
Martianos, La Habana, 2002.
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Teresa
Fernández Soneira (La Habana 1947), es una historiadora y escritora cubana
radicada en Miami desde 1961. Ha hecho importantes aportes a la historia de
Cuba con escritos y libros de temática cubana, entre ellos, CUBA:
Historia de la educación católica 1582-1961, Ediciones Universal, Miami,
1997, Con la Estrella y la Cruz: Historia de las Juventudes de Acción
Católica Cubana, Ediciones Universal, Miami, 2002. En los últimos años ha
estado enfrascada en su obra Mujeres de la Patria, contribución de la mujer
a la independencia de Cuba, (Ediciones Universal, Miami 2014 y 2018).
El volumen I dedicado a la mujer en las conspiraciones y la Guerra de los Diez
Años, y el volumen 2, de reciente publicación, trata sobre la mujer en la
Guerra de Independencia. En estos dos volúmenes la autora ha rescatado la
historia de más de 1,300 mujeres cubanas y su quehacer durante nuestras luchas
independentistas.
Teresa
Fernández Soneira es Miembro Correspondiente de la Academia de Historia Cubana
radicada en el Exilio.
Reproducido del Blog “Gaspar, El Lugareño”