Gustave Caillebotte
Gustave Caillebotte fue un
pintor francés, coleccionista, mecenas y organizador de exposiciones. Había
nacido en París el 19 de agosto de 1848 y falleció a la temprana edad de 45
años en Gennevilliers, suburbio al noroeste de París, el 21 de febrero de 1894.
Está enterrado en París, en el cementerio de Père Lachaise. La Galería Nacional de Arte de Washington DC.
está ofreciendo hasta el próximo 4 de octubre una exposición especial dedicada a la obra
pictórica de este poco conocido artista del impresionismo.
En
1875 Caillebotte envió una de sus pinturas
al “Salón”, -la Exposición Oficial de la Academia de Bellas Artes en Paris-, en
la que mostraba a unos trabajadores enfrascados en la limpieza de un piso. El
trabajo fue rechazado, pero Edgar Degas y Auguste Renoir lo admiraron y animaron
al pintor a exponer con los impresionistas. Fue así como el lienzo de
Caillebotte representando a aquellos trabajadores descamisados sobre un piso de
madera, se convirtió en una de las sensaciones del segundo espectáculo
impresionista en 1876. Los admiradores elogiaron su realismo y modernidad,
mientras que los críticos lo consideraron crudo y antiartístico.
Museo de Orsay, París |
Caillebotte quedó admirado por
la visión fresca y radical de los impresionistas. Durante los seis años
siguientes participó con regularidad en sus exposiciones, con pinturas
de personas y sitios que encontraba en y
alrededor de París. Al destacar perspectivas sosegadas y temas nuevos, sus
lienzos reflejaban el drama visual de la capital que se transformaba en una
metrópoli moderna.
Caillebotte se
constituyó en una fuerza artística
dentro del grupo, así como en un organizador vital que ayudó en la presentación
y el financiamiento de las exposiciones. Durante su breve carrera también se convirtió
en un mecenas significativo, amontonando una colección de más de setenta
trabajos, que incluían obras maestras de Degas y Renoir así como de Paul Cézanne, Claudio
Monet, Berthe Morisot, Camille Pissarro, y Alfred Sisley.
A pesar
de estos logros, Caillebotte fue quizás el menos conocido de los impresionistas
franceses. En virtud de sus amplios
ingresos, producto del exitoso negocio textil
de su padre, no tenía ninguna necesidad de beneficiarse económicamente de su
arte, por lo que no vendía sus cuadros. El legado de su colección al Estado se convirtió en la piedra angular del triunfo
del arte impresionista, al hacerse presente en los museos franceses nacionales.
Pero ese gran legado, que incluyó sólo dos de sus propios trabajos, ensombreció
sus logros artísticos y contribuyó aun mas a su oscuridad.
Autoretrato, 1892 |
Mas de
medio siglo después de su muerte, comenzó a resurgir el interés por el arte de
Caillebotte. La exposición de su obra, que actualmente presenta la Galería
Nacional de Arte: “Gustave Caillebotte: El Ojo del Pintor”, prosigue este
redescubrimiento al reunir sus mejores trabajos para ofrecer una mirada fresca y novedosa.
Aunque todos los períodos de su carrera están representados, centra su atención
durante los años 1875 a 1882, cuando el pintor estuvo mas estrechamente aliado
a los impresionistas.
La Exposición no solo incluye
sus paisajes urbanos o temas interiores más famosos, sino también muestra su amplia gama artística
con una selección de retratos, desnudos, escenas del río, naturalezas muertas y
paisajes. Todos ellos retratan a un artista profundamente interesado en lo que
le rodea, preocupado por los modos con que el arte puede unirnos a nuestro
entorno exterior. «Me imagino, -escribió Caillebotte a Monet- que estos grandes
artistas le unen aún más a la vida».
Traducción libre del folleto de la Exposición.