Los
milagros
por
intercesión
de Juan Pablo II
El papa polaco guió la barca de Pedro
entre el 16 de octubre de 1978 y el 2 de abril de 2005 y en su camino a los
altares la Santa Sede le reconoce dos intercesiones milagrosas.
La primera corresponde al proceso de
beatificación, y la beneficiada fue la religiosa francesa Marie Simon-Pierre,
quien padecía de Parkinson y trabaja en una clínica de maternidad en París
(Francia).
El 14 de enero de 2011 la religiosa
contó a la cadena francesa KTOtv y a la cadena italiana RAI Vaticano que su
curación sucedió el 2 de junio de 2005. “Ese día por la mañana yo estaba
completamente impedida y ya no podía más”, indicó, por lo que solicitó su
dimisión a la superiora de su comunidad para “dejar de brindar mi servicio en
la maternidad donde trabajaba (…). Yo no puedo hacer que esto deje de avanzar,
no es posible".
Sin embargo, su pedido fue rechazado
con amabilidad y a cambio la superiora le propuso pedir la gracia de su
curación a Juan Pablo II, quien al final de su vida también padeció Parkinson.
Cuando esto sucedió, "sentimos
por un buen momento un gran cambio en su oficina, diría que una gran paz, una
paz muy grande y una gran serenidad, me sentía muy apacible, ella
también".
En ese momento, le pidió escribir el
nombre de Juan Pablo II en un papel. El avance de la enfermedad había afectado
su brazo izquierdo y sufría de intensos temblores. Su superiora le propuso
escribir con la mano derecha. "Le dije que no podía porque mi mano derecha
también se ponía a temblar, pero ella insistió: ‘sí puedes, sí puedes’".
Escribió algo ilegible pero pensó que
de repente "ocurrirá un milagro si es que creo". "Esa noche
seguí la jornada como de costumbre con la comida comunitaria, luego un poco más
de servicio y después la oración nocturna en la capilla".
En su cuarto, la religiosa se obligó a
escribir y vio con sorpresa que podía hacerlo.
A las 4:30 de la madrugada del 3 de
junio despertó sintiendo que "ya no era la misma. Había una alegría
interior y una gran paz; y luego me sorprendí mucho por los gestos de mi
cuerpo".
Tras rezar en la madrugada, sor Marie
acudió al oratorio de la capilla pues su comunidad celebraba Misa a las 6am. En el trayecto "me di cuenta
de que mi brazo izquierdo ya no se quedaba inmóvil al caminar sino que se
balanceaba normalmente. En la Eucaristía tuve la certeza de que estaba
curada".
La Congregación para las Causas de los
Santos estudió la curación de Simon-Pierre y determinó que fue por intercesión
de Juan Pablo II, a quien Benedicto XVI beatificó el 1 de mayo de 2011.
El segundo milagro atribuido a la
intercesión de Karol Wojtyla fue la curación de Floribeth Mora, una mujer
costarricense que padecía un aneurisma cerebral.
El hecho ocurrió el 1 de mayo de 2011,
el mismo día de la beatificación de Juan Pablo II.
Ese día, fue con su familia a la Misa dominical. En el centro del barrio
se estaba celebrando una procesión. “En ese momento estaba pasando una carroza
con la imagen de Jesús Sacramentado y sentí un frío en el cuerpo. Me bajé del coche
y fui hasta allí”. Entonces, el sacerdote que acompañaba a la procesión declamaba
una oración: “¡Oh, Señor! Haz una sanación”.
“Le pedimos a nuestro papa Juan Pablo
que nos ayudara a pedirle a Dios que me ayudara”. Y en ese preciso instante,
algo empezó a cambiar. “Salí de ese parque con la fe de que yo fui la sanada”,
expresó Floribeth.
Días después fue al santuario de la
Virgen de Ujarrás para rezar, consciente de que el templo había recibido un
relicario con muestras de sangre del nuevo Beato. “De nuevo, un milagro”,
apostilla. Sin embargo, cuando llegó ya había terminado la exposición. Sin
embargo, el P. Dónald Solano hizo una excepción. “Me la enseñó y la toqué. Seis
meses después me hicieron otro examen en el cerebro y me indicaron que el
aneurisma había desaparecido para la honra y la gloria de mi Dios”, afirmó
Floribeth.
Según publicó el diario “La Nación” de
Costa Rica, el neurocirujano Alejandro Vargas Román, que atendió a Floribeth
Mora durante su enfermedad, confirmó que no encontró explicación científica a
la desaparición repentina del aneurisma que padecía, cuando analizaron exámenes
posteriores a aquel 1 de mayo de 2011.