26 de abril de 2014

Milagros por intercesión de Juan Pablo II





Los milagros 

por intercesión  

 de Juan Pablo II

El papa polaco guió la barca de Pedro entre el 16 de octubre de 1978 y el 2 de abril de 2005 y en su camino a los altares la Santa Sede le reconoce dos intercesiones milagrosas.



La primera corresponde al proceso de beatificación, y la beneficiada fue la religiosa francesa Marie Simon-Pierre, quien padecía de Parkinson y trabaja en una clínica de maternidad en París (Francia).



El 14 de enero de 2011 la religiosa contó a la cadena francesa KTOtv y a la cadena italiana RAI Vaticano que su curación sucedió el 2 de junio de 2005. “Ese día por la mañana yo estaba completamente impedida y ya no podía más”, indicó, por lo que solicitó su dimisión a la superiora de su comunidad para “dejar de brindar mi servicio en la maternidad donde trabajaba (…). Yo no puedo hacer que esto deje de avanzar, no es posible".



Sin embargo, su pedido fue rechazado con amabilidad y a cambio la superiora le propuso pedir la gracia de su curación a Juan Pablo II, quien al final de su vida  también padeció Parkinson.



Cuando esto sucedió, "sentimos por un buen momento un gran cambio en su oficina, diría que una gran paz, una paz muy grande y una gran serenidad, me sentía muy apacible, ella también".



En ese momento, le pidió escribir el nombre de Juan Pablo II en un papel. El avance de la enfermedad había afectado su brazo izquierdo y sufría de intensos temblores. Su superiora le propuso escribir con la mano derecha. "Le dije que no podía porque mi mano derecha también se ponía a temblar, pero ella insistió: ‘sí puedes, sí puedes’".



Escribió algo ilegible pero pensó que de repente "ocurrirá un milagro si es que creo". "Esa noche seguí la jornada como de costumbre con la comida comunitaria, luego un poco más de servicio y después la oración nocturna en la capilla".



En su cuarto, la religiosa se obligó a escribir y vio con sorpresa que podía hacerlo.


A las 4:30 de la madrugada del 3 de junio despertó sintiendo que "ya no era la misma. Había una alegría interior y una gran paz; y luego me sorprendí mucho por los gestos de mi cuerpo".



Tras rezar en la madrugada, sor Marie acudió al oratorio de la capilla pues su comunidad celebraba Misa  a las 6am. En el trayecto "me di cuenta de que mi brazo izquierdo ya no se quedaba inmóvil al caminar sino que se balanceaba normalmente. En la Eucaristía tuve la certeza de que estaba curada".



La Congregación para las Causas de los Santos estudió la curación de Simon-Pierre y determinó que fue por intercesión de Juan Pablo II, a quien Benedicto XVI   beatificó el 1 de mayo de 2011.



El segundo milagro atribuido a la intercesión de Karol Wojtyla fue la curación de Floribeth Mora, una mujer costarricense que padecía un aneurisma cerebral.



El hecho ocurrió el 1 de mayo de 2011, el mismo día de la beatificación de Juan Pablo II.



Ese día, fue con su familia  a la Misa dominical. En el centro del barrio se estaba celebrando una procesión. “En ese momento estaba pasando una carroza con la imagen de Jesús Sacramentado y sentí un frío en el cuerpo. Me bajé del coche y fui hasta allí”. Entonces, el sacerdote que acompañaba a la procesión declamaba una oración: “¡Oh, Señor! Haz una sanación”.



“Le pedimos a nuestro papa Juan Pablo que nos ayudara a pedirle a Dios que me ayudara”. Y en ese preciso instante, algo empezó a cambiar. “Salí de ese parque con la fe de que yo fui la sanada”, expresó Floribeth.



Días después fue al santuario de la Virgen de Ujarrás para rezar, consciente de que el templo había recibido un relicario con muestras de sangre del nuevo Beato. “De nuevo, un milagro”, apostilla. Sin embargo, cuando llegó ya había terminado la exposición. Sin embargo, el P. Dónald Solano hizo una excepción. “Me la enseñó y la toqué. Seis meses después me hicieron otro examen en el cerebro y me indicaron que el aneurisma había desaparecido para la honra y la gloria de mi Dios”, afirmó Floribeth.



Según publicó el diario “La Nación” de Costa Rica, el neurocirujano Alejandro Vargas Román, que atendió a Floribeth Mora durante su enfermedad, confirmó que no encontró explicación científica a la desaparición repentina del aneurisma que padecía, cuando analizaron exámenes posteriores a aquel 1 de mayo de 2011.

Año Jubilar Teresiano




El Santo Padre concede

la gracia de Año Jubilar Teresiano

por el Centenario de Santa Teresa

Con motivo del 400 aniversario de la beatificación de Santa Teresa, que celebramos este 24 de abril de 2014, el Obispado de Ávila quiere comunicar el Decreto de la Penitenciaría Apostólica, por el cual el papa Francisco concede la gracia de Año Jubilar Teresiano en España, desde el día 15 de octubre de 2014 hasta el 15 de octubre de 2015, con el fin de celebrar con solemnidad el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Con él, se concederá la Indulgencia Plenaria a los fieles verdaderamente arrepentidos, con las condiciones acostumbradas: Confesión Sacramental, Comunión Eucarística y Oración por las intenciones del Romano Pontífice. En fechas posteriores, se comunicará oportunamente cuáles serán los templos o santuarios jubilares donde los fieles puedan lucrar la Indulgencia Plenaria.



Asimismo, el Santo Padre ha concedido durante el Año Jubilar la gracia de impartir la Bendición Papal a todos los fieles cristianos presentes, que verdaderamente arrepentidos y movidos por la caridad, hayan asistido a los Ritos Sagrados y cumplan con las condiciones anteriormente citadas.



Cabe recordar que en su día el Obispo de Ávila solicitó la declaración de Año Jubilar por el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, y más tarde, durante la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de noviembre de 2011 el entonces presidente, Cardenal Antonio María Rouco Varela, remitió un escrito al Santo Padre en el que, además de solicitar también este Año Jubilar, se recordaba la vida de santidad de Teresa de Jesús, y la intención de celebrar solemnemente su Centenario con actos litúrgicos especiales y diversas prácticas espirituales, que permitan promover la devoción a la Santa abulense.



(Este comunicado se ha hecho público al término de la Misa de Acción de Gracias, celebrada en la S.A.I. Catedral de Ávila, con motivo del 400 aniversario de la beatificación de Teresa de Jesús. El encargado de anunciar esta importante noticia ha sido el Canciller de la diócesis, D. Miguel García Yuste. Al término de la lectura del comunicado, todos los fieles que se encontraban en la Catedral han irrumpido en aplausos)

Gramática



Recaditos de la RAE en Twitter

Los nombres de títulos  o cargos deben escribirse con minúscula inicial: El papa visitará la India.

25 de abril de 2014

El milagro que hizo Beato a Juan XXIII




El milagro que hizo Beato

a Juan XXIII


  
 ROMA, 25 Abr. 2014   (ACI/EWTN Noticias).- En 1966, Dios escuchó las plegarias de sor Adele Labianca, una religiosa Hija de la Caridad, que pidió un milagro por intercesión del Papa Juan XXIII fallecido tres años atrás.



El milagro ocurrió el 25 de mayo de 1966. Sor Caterina Capitani, una religiosa a la que le diagnosticaron una perforación gástrica hemorrágica con fistulación externa y peritonitis aguda, se encontraba al borde de la muerte. Por ella, sor Adele había rezado en diversas ocasiones al papa Juan.



Sor Adele está en Roma para asistir a la canonización de quien ayudó a salvar la vida de su hermana. Según explicó la religiosa en una conferencia celebrada en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, sor Caterina narró que tuvo una visión con el papa Juan XXIII quien le dijo que la oración de sor Adele había sido tan fuerte, que le habían sacado el milagro del corazón.



“Sor Caterina me has rezado, y también otras muchas religiosas. Pero especialmente una de ellas –sor Adele-. Este milagro me lo habéis sacado del corazón. Ahora todo ha pasado y te has curado”, escuchó sor Caterina.



Sor Caterina solo tenía 23 años cuando ocurrió la sanación milagrosa. El papa Juan había muerto y era tradición rezar el Rosario en su nombre. Pero las cosas empeoraron, una noche tuvo una fiebre muy alta y fue enviada en ambulancia al hospital. “Estaba llena de dolor y moribunda y llegó a pedir el Sacramento de la Unción de Enfermos. Ahora le tocaba confiar en la providencia divina”.



Sor Adele explica que la situación era muy grave, la consternación era evidente en todos los presentes, “estábamos sin esperanza” y “cuando las fuerzas físicas la habían abandonado, ocurrió el milagro”.



El 22 de mayo de 1966 le colocaron sobre las heridas del estómago unas reliquias del papa Juan y más tarde, sor Caterina se levantó sin ningún dolor, era el 25 de mayo de 1966.



Sor Caterina contaba que estaba sola cuando sintió una mano apoyada en el estómago y escuchó una voz. Vio al papa Juan sentado en su cama, vestido de pontífice sonriente y hablándole. Después se levantó anunciando su sanación. “Nadie creía lo que decía. Pero la herida estaba cerrada”, afirmó Sor Adele.



El milagro ocurrió, lo comprobaron las pericias médicas del 8 de junio de 1966 y todos los actos del proceso que establecieron su autenticidad. El proceso de beatificación se cerró el 29 de marzo de 1971. Sin embargo, su beatificación recién se celebró el 3 de septiembre del año 2000.



Sor Caterina vivió el resto de su vida una gran devoción al papa Juan, la difundió y la transmitió. Murió el 3 de abril de 2010 dejando un inmenso testimonio espiritual.