19 de octubre de 2013

Fallece en Miami José Ignacio Rasco



Fallece en Miami
el profesor José Ignacio Rasco
(1925-2013)


El profesor, abogado y líder político José Ignacio Rasco, una de las personalidades intelectuales más reconocidas del exilio cubano, falleció en las primeras horas de este sábado en Miami a los 88 años.

Rasco fue fundador y primer presidente del Partido Demócrata Cristiano en Cuba, en 1959, y su legado de laboriosidad intelectual, vocación democrática y dedicación patriótica quedará como una de las contribuciones significativas para el futuro de Cuba.

Hombre de fe, solidario y familiar, Rasco encarnó la decencia y la honestidad a toda prueba, incluso hasta en los más agrios enfrentamientos con sus antagonistas. Con él, se va también parte de una época cubana.

Formado en el seno de una familia de profundas raíces cristianas, estudió en el Colegio Belén, y se graduó de Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana, centros de formación donde coincidió con Fidel Castro. Desde ese conocimiento cercano de juventud se forjaron sus desacuerdos con el hombre que le obligaría a abandonar su patria en abril de 1960 y rehacer su vida en el exilio. En Cuba, formó junto a su hermano Ramón el bufete Rasco y Bermúdez, y fue profesor del Colegio de Belén y de la Universidad de Villanueva.

A su llegada a Estados Unidos, laboró como especialista económico en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington DC. En Miami fue profesor de ciencias Políticas en el Biscayne College y la Universidad Saint Thomas.
 
En Miami fundó y presidió el Instituto Jacques Maritain, entidad dedicada al estudio de las ideas y de los problemas contemporáneos, y presidió la Editorial Cubana Luis Botifoll, dedicada a la preservación de los clásicos del pensamiento y la literatura cubanos. El Instituto y su propio hogar fueron centros de irradiación de cultura y solidaridad.

Su más reciente libro, Acuerdos, Desacuerdos y Recuerdos, una recopilación de sus trabajos periodísticos, fue presentado el pasado año.
 

En el exilio ejerció el periodismo desde las páginas de Diario Las Américas, donde mantuvo una columna semanal desde la década de los 60.
 
Su esposa, la profesora Estela Pascual de Rasco, pilar de la famila Rasco, falleció en el 2011. Lo sobreviven sus hijos María Lytle y José Ignacio Jr., cinco nietos y cinco bisnietos.

Los servicios funerarios serán en la Funeraria Rivero Caballero de Westchester, en el suroeste de Miami, y el Colegio de Belén dedicará una misa en su memoria.
 Reproducido de cafefuerte.com

Otro cubano íntegro y luchador que muere en la diáspora. Descanse en paz. 

EL DESARME, UN MENÚ CONTUNDENTE



El desarme,
un menú contundente

El menú del Desarme. Así se conoce la que es la celebración gastronómica más importante de las muchas que se celebran en Asturias. Cada 19 de octubre, desde hace más de un siglo, los ovetenses son fieles a la tradición y reunidos con amigos o en familia comen ese día un contundente menú compuesto por garbanzos con bacalao y espinacas y arroz con leche. Al margen de los que se toman en los hogares, en esa fecha se sirven en los restaurantes de la capital asturiana más de 10.000 menús. 

El Desarme es una tradición inspirada en hechos históricos acaecidos en la primera mitad del siglo XIX, allá por 1836, durante las guerras carlistas. Los historiadores no han logrado ponerse de acuerdo sobre el origen real de esta comida. Algunos apuntan a un gran menú de celebración tras repeler los defensores de la ciudad un duro ataque de los carlistas. Otros, la mayoría, apuntan a que esa copiosa comida, y sus efectos posteriores, permitieron desarmar a uno de los bandos en liza.

Sea como fuere, en 1898 el Ayuntamiento de Oviedo declaró el 19 de octubre como el día del Desarme. Y desde entonces se celebra con esta comilona, que inicialmente sólo se centraba en el guiso de garbanzos y a la que posteriormente se unieron los callos y el arroz con leche.

Desde entonces, disfrutar de este contundente menú, siempre en raciones abundantes, a la asturiana, se convirtió en una costumbre que ya es tradición y que atrae a Oviedo a gentes de todos los rincones dispuestas a probarlo. El guiso de garbanzos con bacalao y espinacas es el habitual en toda España durante la Cuaresma. El conocido como potaje de vigilia.

Callos a la asturiana

En cuanto a los callos a la asturiana, se diferencian de otros como los que se hacen en Madrid, fundamentalmente porque se cortan en trozos muy pequeños (cuando un asturiano visita la capital de España suele sorprenderse del gran tamaño en que se presentan) y además no llevan morcilla, o si acaso una cantidad ínfima, pese a que este embutido es ingrediente fundamental en otras regiones. Hay un dicho en Asturias que dice que los callos tienen que ser «pequeñinos, picantinos y pegañosus»

Esta última palabra hace alusión a que unos buenos callos siempre deben ser untuosos, que dejen los labios pegados. Para ello son muy importantes las manitas de cerdo. que son la que aportan el punto de gelatina necesario. 

Y por último, para los supervivientes, el arroz con leche, también a la asturiana, o lo que es lo mismo requemado con azúcar por encima. Un arroz hecho muy despacio y con buena leche para que quede al final casi una crema.

Son más de trescientos los restaurantes y sidrerías de Oviedo que lo ofrecen, muchos de ellos de manera exclusiva. Desde hace unos años, la oferta se extiende dos días más, de forma que quien visite la capital asturiana podrá disfrutar el menú hoy viernes 18, mañana sábado y el domingo. 

Además, las calles de la ciudad serán escenario de diversas actividades. Una compañía teatral, con ropas de la época, recorrerá el casco antiguo, y están previstas numerosas actividades para niños en la plaza del Ayuntamiento. Por su parte, la Cofradía del Desarme celebra su gran capítulo y protagonizará un vistoso desfile con todas las restantes cofradías gastronómicas asturianas.

 Reproducido de ABC, Madrid

18 de octubre de 2013

Quién fue La Chambelona?



¿Quién fue “La Chambelona”?


Por Ciro Bianchi Ross
Reproducido del blog http://havanadc.blogspot.com

He aquí, quizá, el canto popular más repetido de todos los tiempos y se le conoce desde que los liberales la introdujeron en su campaña política de 1916. La cantaron entonces con pareados agresivos y aun insultantes para el presidente García Menocal, y poco después, en febrero del año siguiente, daba nombre a una guerra civil: la llamada “La Guerrita de La Chambelona”, cuando los liberales, capitaneados por José Miguel Gómez, se dispusieron a conquistar por las armas el poder que los conservadores le arrebataron en las elecciones.

Si entonces La Chambelona fue un himno liberal, con el tiempo a todo político rapaz y demagogo se le llamó chambelonero, con independencia del partido al que perteneciera.

¿Qué la inspiró? ¿Se trata de una música original o adaptada? ¿Nació en Camajuaní o en Chambas? ¿Fue Rigoberto Leyva su autor? ¿Surgió realmente en 1916 en la antigua provincia de Las Villas y desde allí se desplazó a La Habana para inundar luego toda la Isla?

VIEJA TONADILLA

Contra la opinión generalizada, dice Fernando Ortiz, la música de La Chambelona no es de origen africano; lo es solo el compás, que ha popularizado una vieja tonadilla española. De la misma opinión es el maestro Helio Orovio: la define como un canto popular en ritmo de conga, que utiliza la estructura de una vieja cancioncilla española mezclada con elementos rítmicos de origen congo. Ortiz añade que el nombre chambelona parece proceder de Chambas y que chambelona, según algunos, quiere decir música de Chambas, toponímico cubano que a su vez proviene de África, de Sierra Leona, específicamente. Esa supuesta procedencia no parece cierta.

A juzgar por lo que, en mayo de 1930, escribió el memorialista Ramón A. Catalá en su columna “Del lejano ayer”, que aparecía en el Diario de la Marina, su estribillo se conocía ya en los años 80 del siglo XIX. Fue en esa época en que el periodista Felipe López Briñas improvisó para el diario habanero “La Lucha” una redondilla que alude a dos gobernadores españoles e ilustra sobre la situación económica del país:

Desde que se fue Chinchilla
y ha venido Polavieja  
yo no como mantequilla  
ni tampoco ropa vieja.  
¡Aé, aé, aé la chambelona!

Con respecto a esta cuarteta, Ortiz puntualiza que no se sabe cuál fue su música, “pero el estribillo fue tomado de una canción entonces de moda, que el periodista aprovechó en su satírica copla”.

La Chambelona aparecerá como canto político en 1908, asegura Fernando Ortiz. Y lo reafirma Juan Manuel García Espinosa en un artículo que publica la revista “Signos” de Santa Clara. Afirma García Espinosa: “La Chambelona se canta en Camajuaní por primera vez en octubre primero de 1908, al tomar oficialmente posesión de la alcaldía el médico Pedro Sánchez del Portal”.

Dice además: “(…) se popularizó después en el terreno de la política, entre los liberales villareños, cuando (…) salió a la luz la misma melodía con una letra titulada La Chambelona, transformación de la original en texto y título, cuya paternidad se disputaban varias personas”. Según García Espinosa, el título original era el de La Chamberona por el sobrenombre que recibía, como veremos después, cierta prostituta de la zona.

Decía en su letra aquella melodía de 1908:

Pedro Sánchez del Portal:  
Un alcalde sin igual  
Elegido en su persona.  
¡Aé, aé, aé la chambelona!  
Todo liberal ya grita:
Yo no tengo la culpita  
Ni tampoco la culpona.  
¡Aé, aé, aé, la chambelona!

Expresa, en Signos, el articulista: “Luego esta letra fue transformada, y se utilizaron diversos textos con el mismo verso final del estribillo. La Chambelona (…) –corrupción de Chamberona- y con la misma melodía de más de treinta años de existencia por entonces (cuando aún no habían nacido los que después se disputarían la paternidad de su música). Como ocurre con muchas creaciones de entraña eminentemente popular, su verdadero autor se pierde en el anonimato de los tiempos. ¿Sería obra del Homero tropical que le sirvió de popularizador?”

EL CIEGO MATEO

Porque por las zonas de Caibarién y Remedios, y también por Yaguajay, se movía un ciego oriundo de Chambas llamado Mateo. Se apoyaba en su bastón, un perro le servía de lazarillo y con una guitarra acompañaba sus canciones. Había sido barbero, pero al perder la visión a consecuencia de una enfermedad venérea, se dio en “inmortalizar” en sus versos a la prostituta que lo “premió”. Le llamaban, como ya se dijo, La Chamberona:

Una bella margarita,  
Lisonjera y retozona  
Con amor me dio una cita.  
¡Merecería una corona!
¡Aé, aé, aé La Chamberona!
Yo no tengo la culpita  
Que la dulce picarona  
Un día de Santa Rita  
Me enredara en la encerrona.  
¡Aé, aé, aé La Chamberona!
Guardaraya muy solita  
Se llevó a la muy bribona  
Con mi corazón -¡maldita!-  
Sin dejarme luz… ¡Ladrona!  
¡Aé, aé, aé La Chamberona!

La versión que sobre el origen de La Chambelona ofrece el periodista Cano Vázquez, si bien coincide con la de García Espinosa, difiere en algunos detalles. Cano Vázquez no menciona a La Chamberona, sino a La Tambelona, una llamativa mulata camagüeyana que traía locos a los hombres de Camajuaní y a la que los trovadores locales, con bandurrias, claves y maracas, cantaban endechas eróticas.

Pero sea esta la verdad o la del ciego Mateo, lo que está fuera de toda duda es que el músico Rigoberto Leyva Matarana (1886-1979) oriundo de Camajuaní y liberal entusiasta, tomó, en 1916, la melodía anónima, le agregó notas de su inspiración, le adaptó versos sectarios y le dio el título por el que se le conoce. La inscribiría a su nombre. Creaba así una conga cuyo arraigo estuvo muy lejos de imaginar.

Por aquellos días, José Miguel Gómez era visita frecuente en Camajuaní, donde vivía su yerno, el coronel Espinosa. En ocasión de una de esas visitas, Leyva y otros músicos interpretaron La Chambelona en su presencia y el ex presidente se entusiasmó.

Fue entonces que llegó a La Habana. Una tropa de liberales procedente de Las Villas descendió del tren en la Estación Central y, cantándola y bailándola, se echó a la calle con la intención de llegar a la calle Morro, donde residía Alfredo Zayas, candidato presidencial, por los liberales, en las próximas elecciones.

La Policía adujo que aquello era “cosas de negros” e intentó detener la manifestación. No era esa la verdadera causa: aquel piquete de liberales, con los versos de La Chambelona, insultaba al general García Menocal, Presidente de la República, y a su esposa, la Primera Dama, Mariana Seba. Vano fue el intento de las autoridades por paralizar la marcha. A partir de ahí La Chambelona prendió en la nación como una llama en un polvorín,

CANTO POPULAR

Pero ¡ojo! Aquel himno liberal, adaptando sus versos, lo cantaron también los afiliados al partido contrario. Lo dice García Espinosa en su artículo publicado en “Signos”. En las elecciones de 1916 por el gobierno de Las Villas, cantaban los conservadores:

Carrillo se sentará
En la provincial poltrona.
¡Aé, aé, aé, la chambelona!

Y ripostaban los liberales:
Yo no tengo la culpita  
Ni tampoco la culpona:  
Pedro Sánchez del Portal  
Ocupará la poltrona.
¡Aé, aé, aé la chambelona! 

Remitido por María Dominicis

Frase de sabiduría


Hay dos maneras de conquistar y esclavizar un país. Una es mediante la espada. La otra es por sus deudas.
- John Adams