24 de septiembre de 2014

Santa María de la Merced

Santa María de la Merced

María Teresa Villaverde Trujillo
ashiningworld@cox.net

 
Los Mercedarios se dedicaron al rescate de los desprovistos de libertad: presos, refugiados, encarcelados, perseguidos. San Pedro Nolasco, fundador de los Mercedarios, nació cerca de Toulouse, en Francia, hacia el año 1180. En su adolescencia se instaló en la ciudad de Barcelona. El primer testimonio de su presencia en aquella ciudad data de 1203, cuando entristecido al ver el estado miserable en que eran reducidos los cristianos convertidos en esclavos de los moros, -entonces dueños de gran parte de España- se hizo comerciante para viajar fácilmente por el territorio ocupado y comprar esclavos. Pero, a pesar de todos sus esfuerzos, no dejaba de aumentar el número de esclavos. Pedro llegó a pensar en retirarse del mundo para llevar una vida contemplativa, pues se sentía impotente para frenar la situación.

Durante una de sus noches de oración, del 1 al 2 de agosto de 1218, la Virgen María le inspiró para que fundara una orden religiosa que se dedicaría especialmente a la redención de los esclavos que además de haber perdido la libertad, estaban en peligro debido a los sufrimientos por las presiones para que abjuraran de su fe y asumieran el Islam.

La Orden fue aprobada por el Papa Gregorio IX el 17 de enero de 1235 y en el año 1272 los redactores de la constitución establecieron que la Orden asumiría el nombre de "Santa María de la Merced". La Real, Celestial y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos es más conocida como “Orden de la Merced o Padres mercedarios”

Ilustración: Imagen de Nuestra Señora de la Misericordia. A su derecha, San Ramón Nonato y a su izquierda, San Pedro Nolasco, que con la guía espiritual de San Raimundo de Peñafort, fundó la Orden Mercedaria.

Maria Teresa Villaverde Trujillo
ashiningworld@cox.net

Rescatado de nuestros archivos.
Publicado anteriormente el 24 de septiembre de 2010

Creyentes o no, tengamos hoy una oración o un pensamiento especial para nuestros hermanos que sufren prisión en las cárceles cubanas, y por todos los encarcelados en el mundo.


23 de septiembre de 2014

La ingenua utopía de Julio Cortázar

La ingenua utopía de Julio Cortázar

Ernesto Santana Zaldívar

LA HABANA, Cuba - En este año se celebra el centenario de algunos de los escritores latinoamericanos más importantes del siglo XX. Sin embargo, mientras Julio Cortázar se marchó hace ya treinta años, en Chile el antipoeta Nicanor Parra, sigue dando guerra y diciendo lo que le viene en gana, disgústese quien se disguste.

En 1970 Parra se consideraba miembro de la izquierda latinoamericana, pero entonces la jefatura revolucionaria de Cuba decidió expulsarlo de esa selecta vanguardia, porque había asistido a una recepción en Washington. Alejo Carpentier hubiera sentido que dejaba de existir como escritor si le hubiese ocurrido lo mismo. El chileno, por el contrario, se sintió liberado de un peso, pues, como declaró en unos versos, “No soy derechista ni izquierdista, yo simplemente rompo con todo”.

Cuarenta años después, fue invitado por aquella misma jefatura revolucionaria a asistir con la mandataria Michelle Bachelet a la Feria Internacional del Libro de La Habana, en una edición dedicada a la República de Chile, pero Nicanor Parra, sin revuelo pero sin dudarlo, rechazó la invitación.

Ese otro grande de las letras iberoamericanas, Julio Cortázar, que tanto despreciaba las falsedades burguesas, la politiquería y la prepotencia de los señores, carecía de ese don de ruptura. De hecho, su coraje y su genialidad como creador de la palabra no tienen correspondencia con su activismo político.

Claro que no es el único, entre los tantos artistas del continente, aunque jamás llegó a ser un hipócrita ni un oportunista. Si bien no asumió una postura vertical y firme como Vargas Llosa, de ninguna manera llegó a los extremos de un Gabriel García Márquez.

El autor de esa gran novela que es Rayuela, y de muchos de los mejores cuentos de la literatura mundial —que sabía mezclar realismo y fantasía con el más límpido estilo— tuvo, según Vargas Llosa, un espíritu adolescente, una voracidad cosmopolita, y un candor que siempre lo acompañaron.

A Octavio Paz, el premio Nobel mexicano, le parecía que en algunos momentos las tentativas literarias de Cortázar y las suyas se habían cruzado: “él en la prosa y yo en la poesía, dijo. “Me parece que es el escritor latinoamericano con el cual tengo más afinidad literaria, en esta tentativa por encontrar ciertos cruces entre el texto literario, el texto poético y otras formas de expresión”.

La bella utopía

Muy amigo de Roberto Fernández Retamar, cuando le escribe para tratar sobre la “situación del intelectual latinoamericano, Cortázar le asegura que, si tuviera que enumerar las causas por las cuales se alegraba de haberse ido de su país, “creo que la principal sería el haber seguido desde Europa, con una visión desnacionalizada, la revolución cubana. Para afirmarme en esta convicción me basta, de cuando en cuando, asegura el escritor, hablar con amigos argentinos que pasan por París con la más triste ignorancia de lo que de veras ocurre en Cuba.

Seguramente por ese candor del que hablaba Vargas Llosa —y que el escritor Plinio Apuleyo Mendoza consideraba “a veces alarmante, Cortázar pudo llegarse a creer que entonces, en 1967, él sí estaba muy bien informado de “lo que de veras ocurre en Cuba, y por eso, naturalmente, sentía que la revolución cubana era “una encarnación de la causa del hombre como por fin había llegado a concebirla y desearla.

Igual que muchos otros intelectuales, tuvo la certeza de que “el socialismo, que hasta entonces me había parecido una corriente histórica aceptable e incluso necesaria, era la única corriente de los tiempos modernos que se basaba en el hecho humano esencial, en el inconcebiblemente difícil y simple principio de que la humanidad empezará en verdad a merecer su nombre el día en que haya cesado la explotación del hombre por el hombre”.

Pocos meses después de redactar esa carta, la noticia de la muerte de Che Guevara en Bolivia lo llenaría de consternación. Su compatriota representaba para él, como para tantos, un paradigma de la revolución continental, una leyenda viviente junto a la cual él se consideraba, casi culpablemente, un simple intelectual, como sugieren sus versos: No nos vimos nunca / pero no importaba, / mi hermano despierto / mientras yo dormía.

La explosión Padilla

Duro despertar sería el de Cortázar, y muchos otros, cuatro años más tarde, en 1971, cuando estalló el caso Padilla, dividiendo en dos bandos a los escritores de lengua española. El autor de Rayuela firmó la primera carta de protesta, que recibió una réplica insultante de Fidel Castro, pero se negó a firmar la segunda, que era aún más fuerte. Principalmente, de un lado quedaron García Márquez y Cortázar, y del otro Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Jorge Semprún y Juan Goytisolo.

Para no firmar esa segunda misiva, Cortázar argumentó que se trataba de “una carta de ruptura” y que personalmente, pese a las objeciones que tenía con las autoridades de la Isla, seguía creyendo “que la revolución cubana merece, en su esencia, una fidelidad que no excluya la crítica, una presencia siempre posible para colaborar al triunfo de su lado positivo que, lo creo de veras, sigue existiendo a pesar de esta ofensiva de mediocridad y medievalismo”.

En los meses siguientes, Cortázar hizo incansables y patéticas gestiones para reconciliarse con Fidel Castro. Llegó incluso a aparecerse en la embajada cubana en París para donar una vieja máquina de escribir y un bulto de ropa usada, como humilde contribución para aliviar las carencias ocasionadas por el bloqueo económico de Estados Unidos. Ni siquiera lo recibieron.

Pero ni el hecho de que no llegó a firmar la segunda carta, ni un poema con el que intentaba recuperar la gracia revolucionaria (Buenos días, Fidel, buenos días, Haydée, mi casa, mi caimancito herido…), ninguno de sus intentos de acercamiento, nada bastó para que lo perdonaran y la condena se mantuvo durante varios años. Cuando, en 1973, una editorial habanera publicó las Narraciones completas de Edgar Allan Poe, en tres tomos, no se mencionó siquiera que la magnífica traducción y las enjundiosas notas eran suyas.

Julio Cortázar es uno de los más notables ejemplos de la confusión y parálisis que produjo la revolución cubana sobre un vasto sector de la intelectualidad de América Latina. Un hombre de izquierdas como Cortázar tuvo que pagar un alto precio moral por no atreverse a reconocer que había sido víctima de la manipulación y el engaño de Fidel Castro y su revolución.

Reproducido de Cubanet.com

Otoño, poema de Juan Ramón Jiménez


Otoño

Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento. 

Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!

¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!

En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
la excelsitud de su verdad divina. 

Juan Ramón Jiménez

22 de septiembre de 2014

Carucha Camejo, maestra del guiñol cubano


Carucha Camejo,
maestra del guiñol cubano

Marlene María Pérez Mateo

La mas vieja organización dentro del mundo del teatro, la Unión Internacional de la Marioneta, fundada en Praga en 1929, homenajeó con su mas alta presea: “Miembro de Honor”, en el 2001 a la cubana Caridad Hilda Camejo Gonzalez, conocida mas coloquialmente como Carucha Camejo.

Siendo la mayor de cuatro hermanos: Pepe, Berta y Perucho, nació Carucha en La Habana el 18 de noviembre de 1927. Años después, siendo aun niña, en el Parque Emilia de Córdova (biografiada ya en esta secuencia) fue testigo y público de una función de titiriteros ambulantes. Tal hecho le marcó para siempre. La sencilla presentación le “bautizó” en la que sería su profesión y vida: el teatro de marionetas.

Estudio en la Academia Municipal de Arte Dramático de la Habana. Hacia 1947 con solo 20 años de edad participa en puestas en escenas de Lorca, Benavente, Moliere, Sartre y Wilder. Fue fundadora de la televisión cubana en 1950 compartiendo tal primicia con sus viajes a través del mundo en las llamadas misiones culturales en lugares recónditos y poco accesibles en favor de los menos favorecidos. Recibe en cuatro ocasiones  trofeos como animadora, además de su labor histriónica.

 Fue en 1956,  el momento donde deja su marca indeleble: funda el Guiñol Nacional de Cuba, institución que al darle vida creó una estructura y organización dentro del mundo de arte dramático de la marioneta y los títeres. Ello da pie a la adaptación de clásicos y también al debut de principiantes y la creación novel. De su pluma  y trabajo nacen las adaptaciones de: El Cartero del Rey, de Tagore; La Celestina de Rojas; La loca de Chaillot, de Jean Giraudoux, y La castiza reina de Valle Inclán. Tal lista es en si misma ilustradora. Un salto aun mayor llegó al adaptar la obra poética del ruso Maiakoski al Teatro Guiñol.

En 1970 emigró a los Estados Unidos donde residió hasta su muerte acaecida el en 2012. Regresó a Cuba en dos ocasiones 1994 y en el 2001, siendo homenajeada en  su 74 cumpleaños por la Institución a la cual diera vida décadas antes.

Carucha fue de esas personas para las que un suceso causal o no, marca  de tal modo y da directriz y guía al resto de un hacer y del vivir. Como escribiera Gustavo Adolfo Becquer “ ..una voz como a Lázaro espera/ que le diga levantate y anda..” . Y anduvo muy bien.

Agradecería la ayuda de los lectores para encontrar algún material fílmico de Carucha, será un regalo muy valorado

Marlene María Pérez Mateo
Secuencia : Esas si son cubanas
Julio 4, 2014

20 de septiembre de 2014

La timba y el pan con timba

La timba y el pan con timba:
¿Intercambio cultural?

Camilo Ernesto Olivera Peidro

LA HABANA, Cuba. Cubanet - -El éxito de Bailando, tema de la autoría de Descemer Bueno, disparó de nuevo en la Isla el nacionalismo musical. Con todo este asunto del mal llamado intercambio cultural Cuba-EEUU, la oligarquía geriátrica verde olivo encontró a sus Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, en Descemer, Gente de Zona y Buena Fe. La maniobra de exportación ideológica es hacia el Norte.

La timba y el pan con timba

En septiembre de 1990, desapareció el pan que se ofertaba en venta libre. A partir de ese momento, se raciono a uno por persona y anotado en la libreta de abastecimiento. Le llamaban Toma 1, en irónica referencia a un programa que exhibía películas de cierto vuelo artístico en la TV nacional.

En 1991, Cuba quedo a la deriva y en los inicios de una fuerte crisis económica. Su madrina económica, la URSS, dijo definitivamente adiós.

Hace un tiempo tuve que hacer silencio frente a un chiste de humor negro que expresaba: si el Titanic hubiera estado lleno de cubanos, y la orquesta sobre cubierta tocara Timba, la mayoría se hubiera ahogado bailando.

“Somos lo que hay, lo que se vende como pan caliente
(Manolín, el Médico de la salsa).

Manolín y su orquesta, lograron cobrar el precio de entrada más alto, para un concierto en Cuba, en la década de los noventa. Fue en 1994, el lugar: Palacio de la Salsa del Hotel Riviera. Puerta: 40 dólares estadounidenses. En ese momento cada USD equivalía a casi 200 Pesos Cubanos (CUP).

Carlos Manuel y su Clan, prácticamente se chuparon el presupuesto para pago de agrupaciones de la Dirección de Cultura en la provincia Las Tunas. Cobraron 90 000 pesos por un solo concierto. Este record fue roto más adelante por las orquestas Van Van y Charanga Habanera.

Manolín llegó a Miami diciendo que era perseguido. Carlos Manuel arribó expresando más o menos lo mismo. Para el primero, la ciudad del sol se convirtió en la jaula de su mediocridad. Para ser artista cubano con éxito en Miami, hay que trascender Miami. Carlos Manuel, estuvo un tiempito llenando el cabaré del Hotel Fontainbleau de Miami Beach. Pero le dio por hacer esperar al público, y hasta se embarcó en una disputa mediática estéril con Marc Anthony que lo sepultó.

Pero en Cuba, el público quería creer que Manolín era una estrella en los EEUU. Y del fiasco de Carlos Manuel, se supo gracias a los distribuidores clandestinos de casetes VHS con programas de la TV Miamense.

Ese era el consuelo para los cubanos en medio de los apagones, el hambre y el calor. Seguir presumiendo que la isla era el ombligo del mundo, que la Timba arrasaba el mercado internacional, cuando Paulito y su Élite tocaban en tugurios en Italia. Mientras aquí se tenía derecho a un solo pan, sin timba.

 “Mi cabeza está vacía y yo no puedo más”
(Descemer Bueno y Gente de Zona)

Según una fuente que pidió anonimato, el Ministerio de Cultura se encuentra al borde del cero presupuesto. Pero no falla el dinero para mandar a Miami a los artistas amaestrados y “apolíticos”.

El festival HabanaArte, que se celebra por estos días en la capital, es una pantalla para tapar el déficit. Los próximos meses, son de una incertidumbre aterradora para varias instituciones culturales.

Mientras tanto, la música sigue sonando. Todos sabemos que este barco se hunde. Creemos que todavía queda tiempo para seguir bailando. La cabeza está vacía y la Timba ahora se llama Cubatón.

“Déjame entrar, déjame entrar” (Buena Fe)

La memoria musical del exilio histórico se ancló en La Habana de los 50s y 60s. Los que llegaron después de 1980, aferraron la suya, también, a su visión de la isla que dejaron atrás. Quienes arribaron desde 1994, no comparten la herencia de los que llegaron en el 80. Mucho menos la música de los 60s.

Cada generación, en la emigración, es un país dentro de otro. A estas alturas ya es de ilusos soñar con un exilio unido, que diga no a las manipulaciones de un intercambio cultural que viene por un solo lado. En Miami, teatros y centros nocturnos están invadidos por los heraldos culturales del régimen cubano. La música es un modo de manipular al exilio desde Cuba.

19 de septiembre de 2014

Rosa María Payá pide apoyo internacional


Rosa María Payá pide apoyo internacional
para que Cuba responda pedido de plebiscito

LA HABANA, 18 Sep. 14 / 05:58 pm (ACI).- Rosa María Payá, hija del fundador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), hizo un llamado a los participantes del primer Parlamento Iberoamericano de Juventud a promover a través de sus organizaciones y gobiernos “un llamado de atención al gobierno cubano para que responda al llamado ciudadano de plebiscito del Proyecto Varela”.

“Apoyen la ejecución de un plebiscito sobre la realización de elecciones libres y plurales en la isla”, expresó la joven líder en un video enviado al evento que se realiza en Zaragoza (España) hasta el viernes 19 y que reúne a representantes de 18 países.

La hija de Oswaldo Payá recordó que en Cuba no hay elecciones libres y plurales en más de 60 años y que “gran parte de la oposición y miles de ciudadanos cubanos, amparados en un derecho constitucional, han pedido un plebiscito para que se le pregunte al pueblo sobre cambios en las leyes que garanticen sus derechos”.

Este pedido se realizó a través del Proyecto Varela, impulsado por el MCL y que es respaldado por 25.000 firmas, recogidas en todo el país pese a la represión que el régimen comunista emprendió contra sus miembros.

El 10 de mayo de 2002 Oswaldo Payá y otros miembros del MCL presentaron a la Asamblea del Poder Popular más de 11.000 firmas que respaldan el Proyecto Varela. En octubre de 2003 se entregaron otras 14.000 firmas. Sin embargo, hasta la fecha el Gobierno no ha respondido a esta demanda.

En su mensaje, Rosa María Payá denunció que en los últimos quince años en el continente “han florecido los gobiernos populistas, con múltiples casos de intentos por perpetuarse”.

“Hoy, su solidaridad efectiva es fundamental. No solo para ayudar a promover una transición a la democracia en los casos críticos que tenemos en la región, si no, para ayudar a preservar la libertad y el bien común en toda Iberoamérica. Si algo ha demostrado el totalitarismo cubano es su capacidad de pervertir y de deteriorar el estado de derecho de los países hermanos. Venezuela es un triste ejemplo”, expresó.

Asimismo, criticó al régimen de Raúl Castro por disfrazarse “de aperturista” y pretender “hacer negocios con el mundo entero, sin responder a los reclamos de libertad de su propio pueblo y empobrecido pueblo, y arreciando la represión y la violencia contra los miembros de la oposición”.

En ese sentido, recordó también a los jóvenes venezolanos muertos durante la represión del Gobierno de Nicolás Maduro y criticó que “los opresores del pueblo cubano” sean tratados “como legítimos gobernantes, a pesar de no haber sido jamás electos por los ciudadanos”.

Apoyen la liberación de los presos políticos en Cuba y en Venezuela, y la detención de la violencia contra los interlocutores libres que en los sistemas totalitarios son llamados ‘disidentes’. Cada acción represiva debe tener una consecuencia internacional”, expresó Rosa María Payá.

En ese sentido, recordó, “estamos promoviendo una investigación sobre el atentado que acabó con la vida  de mi padre y del joven Harold Cepero. Ayúdennos a realizar esta investigación. Ayúdennos a detener la impunidad. Si su solidaridad es efectiva, va a ser una acción en favor de la preservación de la calidad de la democracia en toda la región”.
 
Vídeo de YouTube en ACI:




18 de septiembre de 2014

Atahualpa y el ajedrez

Atahualpa y el ajedrez
Cuentan que el último emperador inca del actual Perú, Atahualpa, era un hombre muy inteligente pero poco diestro en el arte de la guerra, que necesitó trece batallas para derrotar a su predecesor en el cargo de emperador. Su reinado comenzó en 1532 y fue tan breve como desafortunado, pues el 15 noviembre de ese mismo año fue arrestado por las tropas de Francisco Pizarro.

Explica Ramón J. Sender en su libro «Túpac Amaru» (Navona), que Atahualpa debía ser un hombre muy listo, pues aprendió a jugar al ajedrez solo, sin que nadie le enseñara, solamente observando cómo lo hacían sus captores.

Una tarde, un grupo de capitanes encargados de su custodia en el Palacio Real se entretenía jugando al ajedrez. Lo hacían sobre un tablero pintado en la mesa y con figuritas hechas de barro. Esa tarde, mientras Hernando de Soto y Alonso Riquelme jugaban, Hernando de Soto se decidió a mover un caballo cuando el emperador inca le tocó el hombro y le dijo: «No capitán. La torre. Mejor la torre». Hernando se fio se aquel indio y pocos movimientos después dio jaque mate a Riquelme.

Las lágrimas de Pizarro

Tal y como relata el libro de Ramón J. Sender, hay quien cree que el inca no habría sido condenado a muerte de no haber aprendido los secretos del ajedrez. Su sentencia fue acordada por votación en un tribunal de 24 jueces, uno de los cuales era Riquelme, perdedor aquella tarde en la partida de ajedrez. El tribunal de 24 jueces impuso la pena capital a Atahualpa por 13 votos a 11.

Riquelme fue uno de los que votó a favor de aquella ejecución. De no haberlo hecho, la votación habría dado un empate a doce y Atahualpa habría salvado la vida.

Cuentan que Pizarro, a sus 54 años, rompió llorar por tener que ejecutar a aquel hombre, que había llegado a ser su amigo.
 
Reproducido de ABC, Madrid