1 de mayo de 2014

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En que fechas se celebrará a san Juan XXIII y a san Juan Pablo II



¿En qué fechas se celebrará a san Juan XXIII
y san Juan Pablo II?

VATICANO, 30 Abr. 14 / 06:26 am (ACI/EWTN Noticias).- La Iglesia   Católica cuenta con dos nuevos santos desde el domingo 27 de abril: san Juan Pablo II,    el papa de la familia, y san Juan XXIII, el papa de la docilidad al Espíritu, ambos testigos de la misericordia.
    La fecha de celebración universal de san Juan XXIII será el 3 de junio, ya que fue en la misma fecha de 1963 falleció a los 81 años de edad. Sin embargo, en la diócesis de Bérgamo (Italia) se le recuerda el 11 de octubre, porque fue el 11 de octubre de 1962 la fecha en la inauguró el Concilio Vaticano II que él convocó.
San Juan XXIII no es el único santo con dos fechas distintas de celebración. Por ejemplo, la fiesta de santa Rosa de Lima - primera santa de América - se celebra en el Perú el 30 de agosto, mientras que el resto del mundo la recuerda el 23 del mismo mes.
    La fecha para la fiesta de san Juan Pablo II será el 22 de octubre, en recuerdo del inicio de su pontificado en 1978.
    Normalmente, la Iglesia prefiere la fecha de defunción del santo, es decir, la fecha de su partida a la vida eterna, para figurarla en su Santoral.

Recaditos de la RAE: tuitear



Recaditos de la RAE

Tuitear: La próxima edición del Diccionario de la Real Academia incluirá las voces «(re)tuit», «(re)tuitear» y «tuitero, -ra».

30 de abril de 2014

Recaditos de la RAE: Múnich





Recaditos de la RAE


Múnich. El nombre de la ciudad de Alemania que en alemán se escribe München se ha incorporado al español a través de las adaptaciones francesa e inglesa de este topónimo, ya que la ch en posición final es ajena al sistema español. Puesto que la pronunciación llana [múnik o múnich] es hoy la más extendida, debe escribirse Múnich, con tilde, de acuerdo con las reglas de acentuación del español, a las que debe someterse como topónimo.   
       El gentilicio correspondiente es muniqués (pl. muniqueses). Debe evitarse la pronunciación con diptongo [miúnik], propia del inglés.

Siete clases de españoles




Siete clases de españoles



Por Pío Baroja



Corría el año 1904 y aquella tertulia, que había abierto el gallego Ramón María del Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, hervía por las noches con la flor y nata de los intelectuales de la Generación del 98 y los artistas más significados, entre ellos Ignacio Zuloaga, Gutiérrez Solana, Santiago Rusiñol, Mateo Inurria, Chicharro, Beltrán Masses o Rafael Penagos.

          Y aquella tarde noche del 13 de mayo de 1904 el que sorprendió a todos los presentes fue Pío Baroja. Porque cuando se estaba hablando de los españoles y de las distintas clases de españoles, el novelista vasco sorprendió a todos y dijo:

           “La verdad es que en España hay siete clases de españoles... sí, como los siete pecados capitales. A saber:

 1.   Los que no saben;

2.   Los que no quieren saber;

3.   Los que odian el saber;

4.   Los que sufren por no saber;

5.   Los que aparentan que saben;

6.   Los que triunfan sin saber, y

7.   Los que viven gracias a que los demás no saben.


Estos últimos se llaman a sí mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales”.

 


29 de abril de 2014

Claudio Brindis de Salas, el paganini cubano


CLAUDIO BRINDIS DE SALAS:

EL PAGANINI CUBANO


Ana Dolores García
Claudio José Domingo Brindis de Salas forma, conjuntamente con el pianista y compositor Ignacio Cervantes y con el violinista y compositor José White, la trilogía de los grandes músicos cubanos del siglo XIX.

   Murió en Buenos Aires, indigente y desconocido, el 2 de junio de 1911. Sin embargo, su vida estuvo marcada por el éxito y la fama.

    Había nacido en La Habana, cincuenta y ocho años atrás, el 4 de agosto de 1852 en el Nº 822 de la calle Águila.  Una sencilla tarja en su fachada señala el acontecimiento, homenaje rendido en 1929 por la Orquesta Sinfónica de La Habana. Su padre, de igual nombre, violinista, contrabajista, compositor y director de orquesta, y de quien indudablemente heredó su gran talento musical, le inició en el estudio del violín.    
    Brindis de Salas -padre-, era el director de la orquesta “La Concha de Oro”, la más popular de las orquestas habaneras que, según un cronista de la época, llegó a contar alguna vez con casi cien músicos para la interpretación de contradanzas, rigodones y otras piezas bailables de aquellos años. 

   Claudio Brindis de Salas -hijo-, con apenas 11 años ofreció su primer concierto en el Liceo de La Habana. En él también tomó parte Ignacio Cervantes. Apenas un año después realizó junto a su padre y un hermano –igualmente violinista-, una gira por las ciudades de Matanzas, Cárdenas, Cienfuegos, Santa Clara y Güines, causando asombro y admiración por su temprana edad.  

   Fue enviado a París para continuar allí sus estudios de violín con los más prestigiosos maestros, entre ellos Camilo Ernesto Sivori, alumno de Nicolo Paganini, con quien perfeccionó su técnica.  Se le abrieron de par en par las puertas del Conservatorio de París, donde obtuvo, por su depurada ejecución, un codiciado Primer Premio.

   Después de cosechar clamorosos éxitos en la capital francesa, se lanzó a una gira por las principales ciudades de Europa. Italia, Alemania, España, Rusia e Inglaterra se rindieron a su virtuosismo, por el que los críticos comenzaron a llamarle “El Paganini Negro” y también “El Rey de las Octavas”.

   El diario "Le Temps" de París señalaba “que nadie como Brindis de Salas, sabía apoderarse de su auditorio y dominarlo tan completamente”. Y en Florencia, "Courriere Italiano" decía: "... el joven negro maravilló y llenó de entusiasmo al auditorio: es violinista de actividad admirable, tiene un “portamento” de arco ligerísimo y al mismo tiempo una energía que lleva impreso el ímpetu, característico de su raza: siente, y siente con una pasión que le chispea en las pupilas, que son de una expresión electrizante".

   Francia le concedió la Legión de Honor y el Emperador Guillermo II de Alemania le otorgó la ciudadanía alemana y el título de Barón de Salas, lo condecoró con la Cruz del Águila Negra y lo nombró Violinista de Cámara del Emperador. Allí casó con una dama de la nobleza alemana.

   Brindis de Salas regresó a América en 1875, coronado ya con la aureola de la fama. Actuó en varios países de la América Central y en Venezuela, y regresó a Cuba en 1877, realizando una gira por las principales ciudades de la Isla y actuando en La Habana en los teatros Tacón y el actual Payret.  De Cuba saltó a México para presentarse en Veracruz, Ciudad México y otras ciudades. Fue nombrado Director del Conservatorio de Haití, cargo que desempeñó por poco tiempo, y en la República Dominicana ofreció varios conciertos para recaudar fondos a favor de la causa independentista cubana.

    Lo encontramos de nuevo en Cuba en 1886 de regreso de otro viaje a Europa, deleitando al público habanero con sus magistrales conciertos.  Lázaro Rodríguez Corrales,

(http://www2.glauco.it/vitral/vitral26/memcult.htm) relata un incidente  sucedido a Brindis de Salas durante su estancia en La Habana:

   “A la salida de una de sus memorables apariciones, penetró "el rey de las octavas", haciéndose acompañar de unos amigos blancos admiradores suyos, en uno de los cafés más exclusivos que había en La Habana.

   Pidió cada quien qué tomar, y cuando lo hizo Brindis, el dependiente, que no le conocía, le respondió con aspereza: "Yo no sirvo sino a los caballeros, no a los negros". Brindis de Salas se irguió como picado por un tábano, y ya en pie, esbelto y colérico, se llevó la mano a la solapa del frac, y señalando un botón rojo que llevaba en ella, exclamó lleno de ira: "¡Pues yo soy Caballero de la Legión de Honor, y no hay aquí tal vez ninguno que pueda decir lo mismo!"  A pesar de que, advertido el dependiente acerca de quién era aquel negro trató de excusarse, Brindis rehusó ocupar su puesto, y abandonó el café”.

   Siguieron sus giras de conciertos por Europa y América del Sur. Mientras, su esposa demandó el divorcio en 1898, incapaz de soportar una vida tan andariega y excéntrica, y quedó en Alemania con los tres hijos habidos del matrimonio, también violinistas.

   Entonces comenzó el declive, provocado además por la miseria, la edad y una incipiente tuberculosis que lo llevó a la muerte en Buenos Aires, recluido en una Casa de Asistencia Pública, el 2 de junio de 1911.

   Sus restos fueron trasladados a Cuba diecinueve años más tarde, el 26 de mayo de 1930, y descansan en la ciudad que lo vio nacer, en el Mausoleo de la Solidaridad Musical del Cementerio de Colón.

   Eduardo Manet, novelista y dramaturgo cubano residente en Francia, obtuvo  en París el Premio Telegramme por su novela  “Maestro”,  sobre la vida  de Claudio José Brindis de Salas.



Fuentes:

Tony Évora, “Orígenes de la Música Cubana, los Amores de las Cuerdas y el Tambor”.

Elena Pérez Sanjurjo, “Historia de la Música Cubana”.

Reinaldo Cosano Alén, “Brindis de Salas Sigue Olvidado”, Lux Info Press

(www.cubanet.org)

Lázaro Rodríguez Corrales, “Brindis de Salas, Raíz de Nuestra Cultura Nacional”,  http://www2.glauco.it/vitral/vitral26/memcult.htm

http://www.elateje.com/0309/entrevistas030905.htm

Ana Dolores García ©