2 de abril de 2014

La Habana, la pobreza detrás del glamur



La Habana,
la pobreza detrás del glamur

Por Iván García

Justo frente al parque Córdoba, en el barrio habanero de La Víbora, está enclavada una paladar de lujo llamada Villa Hernández. Es una casona despampanante, construida a principios del siglo XX y renovada al detalle por su dueño.

En la entrada, un amable portero muestra al cliente el menú en una carta revestida de cuero negro. Una piña colada cuesta casi cinco dólares. Y una comida para tres personas no baja de 70 cuc, el salario de cuatro meses de Zaida, empleada de un comedor situado a dos cuadras del glamur de Villa Hernández y al cual acuden jubilados, ancianos y pobres de los alrededores.

“No es un comedor, es un restaurante estatal para personas de bajos recursos. Le llaman 'la Ruta 15' y el menú habitual es arroz blanco, un infame potaje de chícharos y croquetas”, cuenta Zaida.

Al igual que la mayoría de los vecinos de la zona, ella jamás se han sentado en una banqueta del bar de Villa Hernández a beber un mojito o "picar" tapas de jamón serrano.

A una cuadra de la paladar, en la esquina de Acosta y Gelabert, en una casa de puntal alto en peligro de derrumbe, viven apiñadas 17 familias. La gente se las ha agenciado para transformar antiguas habitaciones en viviendas.

El método para ganar espacio es levantar barbacoas (pisos intermedios) de madera o concreto fundido. Cada cual, a su aire o según sus posibilidades económicas, ha construido baños y cocinas sin el asesoramiento de un ingeniero o arquitecto.

Hasta en el antiguo sótano, donde antaño existió un establo de animales, han acondicionado un sitio que solo con mucha imaginación se puede llamar morada.

Los vecinos del lugar ven a la paladar Villa Hernández como un territorio extranjero. “Me han contado que se come muy bien. Me da vergüenza entrar y preguntar sobre la oferta. ¿Para qué, si no tengo dinero? Por el fin de año pusieron adornos bonitos y un Santa Claus grandísimo. A mis hijos les he dicho que ese tipo de paladares no están al alcance de nuestros bolsillos”, dice Remigio.
Como pequeños islotes, en La Habana han surgido casas de alquiler, gimnasios, bares de tapas, cafés y restaurantes privados muy parecidos a los que un cubano pobre solo ve en filmes extranjeros.

Existe una Habana nocturna con demasiadas luces, elegantes diseños y aire acondicionado excesivo, que suele ser la carta de presentación del aparente éxito de las controvertidas reformas económicas promovidas por Raúl Castro.

Es bueno que surjan pequeños negocios privados. La mayoría de la población aprueba cortar de cuajo la dependencia con el Estado, gestor principal de la miseria socializada que se vive en Cuba.

Pero los ancianos, jubilados, profesionales y trabajadores estatales se preguntan cuándo acontecerán reformas salariales justas, que permitan a un obrero adquirir un electrodoméstico o tomarse una cerveza en un bar privado.

“De eso se trata. Casi todos en Cuba aprobamos que la gente abra negocios. A fin de cuentas, en materia económica, el Gobierno ha demostrado una letal ineficacia. Pero hay dos discursos: uno se vende a potenciales inversores extranjeros y otro interno, que sigue machacando el compromiso con el marxismo y gobernar para favorecer las capas más pobres”, señala Amado, ingeniero.

En el campo de los negocios, el Gobierno ha abierto la puerta, pero no del todo. En los lineamientos económicos promulgados, se reconoce que los pequeños negocios están diseñados de manera que la gente no acumule grandes capitales.

Un sector numeroso de funcionarios del partido y la prensa oficial, en cada emprendedor privado cree ver un futuro delincuente.

De momento, al trabajo por cuenta propia lo cercan con altos tributos, la dilatación de la apertura de un mercado mayorista y una legión de inspectores estatales que exigen un sinfín de parámetros, como si estuviese anclado en Manhattan o Zürich y no en una nación donde escasea desde la pasta dental y el desodorante hasta los huevos y la sal.

La pobreza como elemento de venta
El régimen aprovecha la pobreza para vender la marca Cuba. “Se ha creado una mercadotecnia que muestra a una isla entremezclada con imágenes de solares, mulatas bailando reguetón, jóvenes alegres tomando ron, autos estadounidenses de los años 50, el hotel Nacional y paladares de lujo”, dice Carlos, sociólogo.

Gerentes exitosos, como Enrique Núñez, dueño de La Guarida, enclavada en el barrio mayoritariamente negro de San Leopoldo, en el centro de La Habana, también se benefician del entorno para crecer en sus negocios.

La Guarida fue una de las locaciones de la película Fresa y Chocolate, del fallecido director Tomás Gutiérrez Alea. Allí, entre otros muchos, han cenado la Reina Sofía de España, Diego Armando Maradona y congresistas estadounidenses.
El ruinoso edificio multifamiliar donde está situada, con sábanas puestas a secar en balcones interiores y mulatos y negros desempleados jugando dominó al pie de la escalera, se ha convertido en el sello particular de La Guarida.

“Sí, es vergonzoso. Pero montar negocios gastronómicos o de hospedaje en barrios ruinosos repletos de buscavidas y jineteras, resulta un valor agregado que funciona. Quizás eso pasa porque La Habana todavía no es una ciudad violenta o peligrosa como Caracas. Y a los europeos ingenuos les gusta ese toque de modernidad rodeada de miseria africana”, apunta el propietario de un bar en la parte antigua de la ciudad.

Mientras la propaganda gubernamental sobredimensiona las aperturas económicas, Zaida se pregunta si algún día su salario en el comedor estatal le permitirá tomarse un daiquirí en Villa Hernández. Para ella, de momento, es más fácil que en Cuba nieve.

Reproducido de Diario Las Américas, Miami.

Frías, la ciudad mas pequeña de España



Frías,
la ciudad mas pequeña 
de España

Asentada en un extraordinario paraje natural, Frías es un poderoso imán para el turismo, y la reina indiscutible de la comarca de Las Merindades.

Frías es uno de esos lugares a los que “hay que ir”, porque no pilla de camino a ningún sitio, pero no siempre ha sido así. En la Edad Media era un paso natural de la meseta castellana hacia el norte de la península, lo que explica su impresionante puente fortificado sobre el Ebro, el único autorizado
en la zona durante el reinado de Alfonso VIII para el paso de animales y gentes.

La estrategia de la época convirtió a Frías en un asentamiento importante y el viejo bastión, tal vez de origen musulmán, que se actualizó y amplió hasta convertirse en un castillo roquero de primer orden capaz de garantizar la seguridad de sus habitantes y la estabilidad en la linde fronteriza.

Esta localidad burgalesa, alejada y mal comunicada con la capital, tuvo fueros propios, privilegios tributarios y, ya en el Siglo XV, Juan II le otorgó el título de ciudad. La ganadería y  la Agricultura unidas  al   comercio,  la   hicieron desarrollarse y crecer hasta alcanzar, allá por el 1600, más de 2000 habitantes. Pero el tiempo y el progreso fueron, poco a poco, limando sus beneficios e importancia, si bien respetaron su trazado medieval y su aspecto antiguo, lo que le ha valido diversos títulos, desde Conjunto Pintoresco a Conjunto Histórico y, recientemente, el de “Pueblo de Cuento” concedido por la prestigiosa revista norteamericana Condé Nast Traveler.

En Frías hay que ver el castillo, las casas colgantes, y pasear por sus calles medievales. También hay que acercarse a la Iglesia de San Vicente, más interesante por dentro que por fuera y con una peculiaridad, pues para contemplar su pórtico románico hay que desplazarse a la orilla del río Hudson en Nueva York, al recinto donde el Metropolitan Museum atesora claustros y pórticos medievales españoles.

La ciudad de Frías fue cuna de emigrantes por los avatares de la historia, que la fueron despoblando hasta diezmarla y, en época de vacas flacas, con el ocaso de la agricultura y la ganadería muchos
fredenses, como señala un impreso municipal, destacaron «Por su carácter emprendedor y colonizador, desplazándose a América en busca de fortuna».

En este siglo, ya sin fueros propios, privilegios tributarios ni arciprestazgo, Frías mantiene la cabeza alta y muestra los méritos atesorados a lo largo de los siglos, ejerciendo como poderoso imán con su urbanismo, su gastronomía o la peculiar “Fiesta del Capitán”, que se celebra en junio y conmemora el levantamiento popular contra el Conde de Haro, quien “poco a poco fue quitando los fueros, además de ir subiendo los impuestos, lo que colmó la paciencia de los vecinos, que se negaban a pagarlos cuatro años después de haber perdido sus libertades”.

Carlos Ortega, Carta de España

1 de abril de 2014

Origen del April fool´s day




EL ORIGEN
DEL “APRIL FOOL´S DAY”


Se cree que la celebración del "April Fool´s Day" comenzó en Francia alrededor del año 1582, cuando la reforma del calendario bajo el reinado de Carlos IX. En aquella fecha fue puesto en vigor el Calendario Gregoriano (aún vigente), en el que se determinó el 1 de enero como fecha de comienzo de año. Con anterioridad a la implantación del calendario Gregoriano, el comienzo del año nuevo se celebraba con una semana entera de festejos que comenzaba el 25 de marzo y concluía el 1 de abril.

Por aquellos tiempos los medios de comunicación eran escasos y muchos pueblos se enteraron de este cambio varios años después. Otros, más rebeldes, se negaron a aceptarlo y continuaron festejando en el último día de la primitiva semana de celebración (1 de abril), el comienzo de un nuevo año. A estas gentes se les comenzó a llamar “tontos”, a mandarles invitaciones para fiestas inexistentes, y a gastarles bromas. También empezaron a llamarles “peces de abril”, (poisson d'Avril) en referencia a un conocido pez que resultaba muy fácil de pescar.

Con el paso de los años se fue creando una tradición que eventualmente se extendió a Inglaterra y Escocia, y tanto ingleses como franceses se encargaron de llevarla a sus colonias de América.

Muchos países tienen sus propias variantes. En Escocia, por ejemplo, la celebración de “April Fool´s Day” dura actualmente dos días.

En Inglaterra las bromas se hacen solamente durante la mañana de ese día porque se considera de mala suerte el gastar una broma después del mediodía.

En Roma la fecha es conocida como “Festival de Hilaria” (25 de marzo) y también se le llama “Día romano de la risa”.

En Portugal lo celebran el domingo y el lunes anteriores al comienzo de la cuaresma. Y una de las bromas consiste en tirarle harina a los amigos.

En la India también se unen a esta tradición popular que podemos relacionarla igualmente con el arribo de la primavera, ya que celebran el “Festival Huli” el 31 de marzo.

Rescatado de nuestros archivos

31 de marzo de 2014

Conga Cubana, poema


CONGA CUBANA

Poema costumbrista

Ada Bezos
 
De embrión africano y raíces eternas
de ritos divinos y antiguas deidades
cautivos trajeron a las nuevas tierras
los ritmos sonoros de años ancestrales.

Noches orilleras de gentes en velo
diablillos que salen, duendes que se asoman…
Desde ya muy lejos se escuchan los ecos
de calles que hierven, cueros que redoblan.

La trompeta ‒aguda− solitaria, entona
dando dos, tres, pases ‒rompiendo el tumulto.
Como altos peñascos enfilan ahora
esfinges de ébano flotando sin rumbo.

Los cuerpos se mueven con fluidez de arena
los miembros apuntando al suelo impregnado
de Olofi, el Orisha de entidad suprema,
y Orula, que media ámbitos sagrados.

Con bongos del Congo, del “bembé” que añoran
van hipnotizados con ron y tabaco.
Los pañuelos rojos sus frentes adornan
y trajes de blanco que evocan los santos.

Farolas erguidas por cintos ceñidos
súbitos gigantes del cielo apropiados
hombres y mujeres intensos en sus giros,
infantes temiendo sus flecos dorados.

Tumbadoras y el quinto vienen azotando
con bombos, sartenes, y rejas de arado.
Los que con disfraces se lucen brincando
en sus convulsivas marañas de antaño.

"¡Julián…muchacho, ven pa’ca!
Muéstrale al padrino tu capa pintá….
que vea que ere negro fiiino… de veldá
y templa eso cuero……dale fuego yaaa
que pronto la conga se va a comenzá."

"Cuidao en la cumbancha…..
Si el punzón se asoma – va a corré la sangre
la revancha es propia,
por eso la jara mejor que se pooonga….
¡Con un solo un planazo… se acaba la bronca!!!"

Van repiqueteando al clamor del toque
zarandeo candente brota de sus venas
y ni un esqueleto resiste el derroche
del compás que excita, provoca, y libera.

¡Mira como arrasan en mar de sudores!
‒ van codo con codo en largo cortejo‒
con los pies marcando medidos temblores
en cutaras rotas, chancletas de viejo.

Cencerros, campanas alzan el barullo
cuando altos “vibratos” la trompeta logra
el tumulto alcanza frenesí de cultos
y el vaivén continuo en un rapto se torna.

Que no es un paseo, ni solemne canto.
¡Es vida! que nutre terrestres reflejos!
Misteriosa fuerza que atrae a los tantos
erotismo en brechas de furor y anhelos.

"OYE, OYE , por ahí vienen, oye!!

Oye colega no te asustes cuando veas,
Oye colega no te asustes cuando veas,
Al alacrán cortando caña
Al alacrán cortando caña…
Son cosas de mi país, hermano...
Son cosas de mi país, hermano………..

¡Pa’l carnaval de Oriente me voy!
¡Pa’l carnaval de Oriente me voy!
Donde mejor se puede gozar……."
(repite)

Y la conga pasa sin saber el tiempo
Negros, blancos juntos en su algarabía
‒que el suelo no sabe distinguir sus muertos
y del mismo vientre nacimos un día.‒

Cuando en el rebote de los años siento
nostalgia de patria, aliento de memorias…
¡Ay!!!!.... Como quisiera volver a mi pueblo,
¡y ver a mi negro, que de ella hizo gloria!

Ilustración: Conga cubana, óleo de Héctor Molné