19 de marzo de 2014

Suicidio en el paraíso?


 
¿Suicidio en el Paraíso?

Roberto Cazorla,
Madrid

Me extrañó que el periódico “El País”, vocero oficial de la izquierda española haya publicado un estupendo trabajo del escritor cubano, ensayista y codirector de la revista “Encuentro”, Rafael Rojas, en el que hace un estudio sobre el suicidio en Cuba. El suicidio, algo terrible que según los comunistas es una de las lacras del capitalismo.

Existen casi tres millones de cubanos exiliados en todo el mundo. Lo han hecho aquellos que tienen lo que hay que tener bien puesto. No todos pueden desprenderse de lo que hasta ahora creían que les pertenecía: un fragmento de la patria que los vio nacer. Como dice Rojas, «El cubano manifiesta su incertidumbre y sus angustias de muchas maneras. Huir en balsas, camiones flotantes, cajas de correo aéreo, trenes de aterrizaje. Pero sólo en los últimos 25 años se han suicidado 70,000 de las más diversas formas: incinerados, ahorcados, desangrados, apuñalados, atropellados en la carretera, precipitados al vacío o, simplemente, de un tiro en la sien».

Y es que el comunismo, señores, es el “lazarillo” que con más fidelidad conduce al hombre al suicidio. No todos tienen el valor que se necesita para soportar la miseria material y moral, dos de los factores en los que se sostiene el sistema. No todos pueden soportar ser vigilados las 24 horas del día, ni vivir a expensas de lo que dicta el ser más repulsivo el planeta: Fidel Castro. Y, como todos no pueden escaparse de la gigantesca cárcel que es Cuba, adquieren el pasaporte que les permite viajar al otro mundo. Según Rojas, «en los últimos 50 años (el sátrapa lleva 55 gobernando) se han suicidado 100,000 cubanos. El propio Ministro de Salud Pública de la isla subrayó que la tasa de suicidios en Cuba había rebasado los 20 por cada 100,000 habitantes. Lo que revelaba que, en menos de una década, el índice de muertes por esa causa se había duplicado, y que Cuba no era solamente uno de los países latinoamericanos donde más personas se mataban al año, sino la nación con más suicidios per capita del hemisferio occidental. Los cubanos, según esa estadística infernal, se mataban más que los norteamericanos, la mayoría de los europeos, asiáticos y africanos».

En su libro “Mea Cuba”, Guillermo Cabrera Infante dedica un espacio a los grandes suicidios políticos del siglo XX, comenzando por el alcalde habanero Manuel Fernández Supervielle, pasando por Eduardo Chibás hasta el magistrado comunista [a quien el propio Fidel nombró Presidente de “su” república] y la heroína Haydée Santa-María.

También Eliseo Alberto en su libro “Dos cubalibres”, habla de escritores y artistas suicidas más recientes, como los poetas Raúl Hernández Novás y Ángel Escobar, los narradores Guillermo Rosales y Miguel Collazo, la pintora Belkis Ayón y la historiadora Raquel Mendieta. Supongo que cada uno de ellos vendió su alma al diablo y, como exige el sistema, habrán trepado dejando atrás decenas de víctimas. Las ahogó la conciencia. Un día hicieron recuento y comprendieron que de la única manera en que estarían en paz consigo mismos sería suicidándose. (¡Quien la hace, la paga!).

En su libro “To die in Cuba. Suicide and Society” el historiador y profesor Louis A. Pérez Jr. afirma: «Entre cubanos ese impulso de aniquilación no es atribuible únicamente al establecimiento de un orden comunista en el Caribe, sino a una experiencia traumática de la Historia y a un ejerció patológicamente afectivo de la vida social y política».

No estoy de acuerdo. Suponiendo que esa tendencia hubiese existido desde mucho antes, se trataría de la época del capitalismo, cuando en Cuba gobernaban “los malos”. Pero que el número de suicidas se haya triplicado con el comunismo, sistema perfectísimo y humano que convirtió la isla en un paraíso, es la mayor contradicción. ¿Cómo se puede suicidar alguien que tiene todos sus problemas morales y materiales resueltos? ¿Cómo puede ocurrir cuando se es libre como los pájaros?

Rafael Rojas termina su fantástico artículo diciendo: «No hay estadística más reveladora del carácter sombrío del socialismo cubano que esos 100,000 suicidas en medio siglo».

Lo que más me gusta de todo esto es que este trabajo lo han leído los malévolos comunistas que, antes que el pan, todas las mañanas compran “El País”. Esos que tanto admiran al “caballo” cubano. ¡Que profundicen y se j...!

Reproducido de LibreOnline.com
Remitido por Joe Noda

La orden de atacarme viene de Cuba



María Corina Machado:
"La orden de atacarme
viene de Cuba"


CARACAS/EFE mar 18 2014 23:06 - La diputada opositora María Corina Machado, a la que hoy el chavismo denunció ante la Fiscalía para su eventual enjuiciamiento por la violencia en las protestas, señaló que la acusación en su contra vino de Cuba y llamó a los países de la región a asumir lo que ocurre en Venezuela.

"Tengo muy claro de dónde viene la orden de atacarme, esta orden viene directamente desde La Habana, Cuba, porque el régimen cubano necesita una Venezuela sometida para poder preservar esa tiranía que tanto daño y tantas vidas ha cobrado en esa isla caribeña", indicó Machado en una declaración pública.

Machado se pronunció después de que el chavismo presentara este martes ante la Fiscalía General documentos que demostrarían la presunta responsabilidad de la diputada en los actos de violencia ligados a las protestas que se desarrollan desde el día 12 de febrero y que han dejado 29 muertos.

El presidente de la Asamblea Nacional, el oficialista Diosdado Cabello, dijo que se ha solicitado al Ministerio Público "una investigación inmediata, pertinentemente rápida" contra Machado "por los delitos de instigación a delinquir, traición a la patria, terrorismo, homicidio, hacer llamados a la violencia de manera irresponsable".

"Estoy convencida de que este ataque hacía mi es producto de un régimen aterrado frente a un movimiento ciudadano que no tiene precedente en la historia", indicó Machado.

Añadió que "hoy queremos nuevamente insistir a todos los gobiernos democráticos de América Latina que es hora de que asuman con firmeza, con determinación, con coherencia y valentía lo que ocurre en Venezuela".

Machado pidió a esos países que dejen a un lado sus intereses económicos y geopolíticos y "sean leales a los ideales democráticos".

La diputada agregó que el movimiento de protesta ciudadana "es invencible, no tiene marcha atrás y va a luchar y continuar hasta conquistar nuestra democracia y nuestra libertad".

"Nunca este régimen ha estado tan débil en estos 15 años, nunca su desesperación ha sido mayor y nunca como hoy los venezolanos que luchamos por la democracia y la libertad hemos estado tan cerca de la victoria", señaló.

Machado ha encabezado junto a Leopoldo López, que este martes cumplió un mes detenido también acusado por la violencia de las protestas, la iniciativa "La Salida" con la que reclaman el fin del Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de manera pacífica y en el marco de la Constitución.

Los actos de violencia vinculados a las protestas contra las políticas del Gobierno de Maduro han dejado 29 muertos y más de 350 heridos.

Reproducido del Diario Las Américas, Miami

El camino de san José



El camino de san José

Por Javier Leoz

Fue un camino de OÍDOS ABIERTOS a la voz del ángel (Mt 2,13ss). ¿Percibimos en nuestra vida cristiana las señales que Dios nos envía?

Fue un camino de VIGILANCIA ACTIVA. Yo dormía, pero mi corazón estaba vigilante (Cant 5,2).¿Dejamos para Dios los últimos minutos del día antes de descansar? ¿Tal vez ni los primeros ni los del final  de la jornada?

Fue un camino de VOLUNTAD DE DIOS. Sus ojos, siempre, mirando hacia el cielo. Su corazón, siempre, inclinado hacia Dios (Mt 1,24; 2,14). ¿Qué prevalece en nuestros senderos? ¿Nuestro criterio o la luz del cielo que ilumina nuestras oscuridades?

Fue un camino de ACOGIDA A CRISTO. Los suyos, los que esperaban a Jesús, no lo recibieron. José, por el contrario, abrió las manos para el Dios Humanado (Jn 1,11). ¿Sabemos acoger al Dios que viene a nuestro encuentro en la pequeñez de lo que nos rodea?

Fue un camino de OBEDIENCIA. Sin entender ni comprender demasiado se fió del anuncio del Ángel. Las apariencias engañan y, en José, pudo más el Misterio que lo que le atenazaba. ¿Nos fiamos demasiado de las formas en detrimento de nuestra fe?

Fue un camino de SILENCIO. Las grandes  decisiones se toman en la almohada de la serenidad. José, sin decir demasiado, con su vida lo dijo y lo hizo todo. ¿Somos proclives a las palabras con ruido o  a las obras con silencio?

Fue un camino de SENCILLEZ. Su vida, lejos de toda ostentación o riqueza, tenía el resorte de la sobriedad. Sólo así, José, supo vivir, sentir y proclamar a Dios como su riqueza. ¿Cómo nos tomamos nuestra vida? ¿Con aparatosidad o con lo esencial? ¿Rodeados de superficialidad o con profundidad?

Fue un camino de CONTEMPLACIÓN. Sólo, desde el mirar frente a frente a Dios, José supo salir victorioso de horas de dudas, combates e incertidumbre. Supo templar su alma con la voz del ángel y desde su intuición personal. ¿Dirigimos nuestras miradas a Dios en momentos decisivos o tan sólo en los instantes de abismo?

Fue un camino de NÓMADA. No tuvo miedo a dejar su pobre comodidad para proteger al que tenía que venir al mundo en portal de pobreza. Egipto, entre otras cosas, representa la hazaña de un José valiente y audaz en su afán de protector de Cristo. ¿Guardamos a Jesús antes que exponerlo a su aniquilación por los Herodes de los nuevos tiempos?

Fue un camino de FE. Como los profetas y los patriarcas, José, creyó. Y su fe fue una fe probada y consolidada. No se quedó en buenos gestos o en estériles palabras. Antepuso la voluntad de Dios a sus propios intereses. ¿Qué prevalece en nuestra vida? ¿La fe o la duda? ¿La comodidad o el testimonio de nuestra fe?

Fue un camino de PATERNIDAD. Vivió, con firme compromiso, su responsabilidad en el crecimiento humano y espiritual de Jesús. ¿Somos conscientes de que, el crecimiento del Reino de los Cielos en la tierra, depende también de lo que hacemos o no hacemos nosotros aquí y ahora?

Fue un camino de ORACIÓN. Ni una sola palabra dice el Evangelio sobre la vida espiritual de José. Pero, su trayectoria asentada en el Antiguo Testamento, nos hace pensar que su vida era vida de Dios, vida de Sagrada Escritura, vida contemplativa y cimentada en las promesas del Nacimiento del Salvador. ¿Es nuestra existencia una presencia en Dios y con Dios por la oración?

Fue un camino de REFERENCIA. Ante Jesús, el testimonio de José, fue un libro del cual aprendió las primeras lecciones de su vida. ¿Somos para los demás hojas que enseñen, indiquen o iluminen las sendas de la verdad, la justicia o la paz a los demás?

Fue un camino de ENSEÑANZA. Lo que creía lo ponía en práctica. Fue esposo, padre adoptivo, ciudadano del cielo en la tierra, consejero, maestro, rector del primer seminario de Nazaret, instructor, confidente, creyente y compañero de fe. ¿Enseñamos de palabra y de obra aquello que decimos tener en el corazón? ¿Está Dios en el centro del corazón de nuestra vida o, por el contrario, en la periferia de nuestro pensamiento?

Fue un camino de AUTORIDAD sin imposiciones. Aquello que creyó lo practicó y, ello, fue el mejor cayado para dirigir a Jesús y el mejor corazón para acoger y acompañar a María en su misión de ser Madre de Cristo. ¿Vencen nuestras palabras o convencen nuestros actos?

Reproducido de revistaecclesia.com

18 de marzo de 2014

Simplicidad


Simplicidad


Por Luis Fernando Veríssimo

Cada semana una novedad. La última fue que  la pizza previene el cáncer de esófago. Esto es muy gracioso: el tomate previene esto, la cebolla previene aquello, el chocolate hace bien, el chocolate hace mal, un vaso de vino diario no da problemas, cualquier trago de alcohol es nocivo, tome agua en abundancia, pero no exagere...

Ante esa profusión de descubrimientos, encuentro más seguro no cambiar los hábitos. Sé perfectamente lo que hace bien y lo que hace mal para mi salud:

 El placer hace mucho bien.
Dormir, no me deja ningún cnsancio.
Leer un buen libro me hace sentir nuevo.
Viajar me pone tenso antes de salir,
pero después rejuvenezco unos cinco años.
Los viajes en avión no me hinchan las piernas,
me hinchan el cerebro
y vuelvo lleno de ideas.
Pelear me provoca arritmia cardíaca.

Ver a las personas teniendo arranques de estupidez
me da náuseas.
Ver a la gente tirando latas de cerveza por la ventanilla del auto
me hace perder la fe en el ser humano.
Y las noticias... Los médicos deberían prohibirlas. ¡Cómo duelen!

Caminar hace bien, hacer el amor hace bien, bailar hacer bien.
Quedarse en silencio cuando una discusión es muy acalorada,
hace mucho bien:
usted ejercita su autocontrol y aún mucho más,
al otro día se levanta sin sentirse arrepentido por nada.

Levantarse en la mañana arrepentido de lo que se dijo o se hizo ayer,
eso sí es perjudicial para la salud.
Y pasar el resto del día sin coraje para pedir disculpas, peor todavía.

No pedir perdón por nuestros errores,
guardar penas, ser pesimistas,
tener prejuicios o ser falso moralista, 
eso, no hay tomate ni mozzarella que lo arregle.

Ir al cine, conseguir un lugar central en las filas del fondo,
no tner nadie que moleste su visión,
ningñun celular que suene
y que la película sea espectacular,
¡GUAU!

El cine es mejor para la salud que las palomitas de maíz.
El ejercicio es mejor que la cirugía.
El humor es mejor que el rencor.
Los amigos son mejores que la gente influyente.
Economizar es mejor que deber.
Preguntar es mejor que dudar.
Soñar es lo mejor de todo,
es mucho mejor que nada.

Que tengan buen día y mejor semana.


Luis Fernando Veríssimo es un escritor y periodista brasileño conocido por sus crónicas y textos de humor, especialmente referidos a la satirización de las costumbres.