12 de septiembre de 2013

La Estelada catalana



La “Estelada” catalana


Cada 11 de septiembre, Cataluña celebra la Diada, su fiesta oficial en la que se conmemora la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas al mando del duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión Española en 1713.

Durante este día, es fácil ver ondear la ‘estelada’, la bandera símbolo del independentismo catalán. Su nacimiento se remonta a principios del siglo XX, se cree que en 1908.

El creador de dicha bandera fue Vicenç Albert Ballester, un activista del partido “Unión Catalanista” que vivió en Cuba y tomó a la isla caribeña como modelo de lucha por su reciente independencia del Estado español. La presencia de estrellas de cinco puntas, en semejanza con la bandera cubana es común en muchas banderas independentistas de todo el mundo, como la estelada aragonesa o la valenciana.

En el diseño se observa una fusión de la bandera de Aragón, con sus cuatro barras características, con el triángulo estrellado inspirado en la bandera cubana. No ha quedado fijada la orientación de la estrella y a veces tiene un lado paralelo con el borde corto de la bandera y a veces lo tiene con el borde largo. Sus dimensiones tampoco han quedado fijadas, pero suelen hacerse dos de ancho por tres de largo.

La ‘estelada’ no es una bandera oficial y de ella han salido diferentes versiones. La denominada ‘estelada blava’ (estrellada azul), es la original y se encuentra en publicaciones de 1918, es utilizada por sectores del nacionalismo catalán e independentistas de ideología no marxista.


Reproducido de la página de Facebook “Cuba en la memoria”

11 de septiembre de 2013

Aniversario


La historia del Cuatro Latas


La historia del Cuatro Latas  


La historia del Cuatro Latas  
(Coche Renault 4) del Papa Francisco


Por Juan Vicente Boo en el Diario ABC, 10 septiembre 2013.

El misterio del “Cuatro latas”   está resuelto. El último y sorprendente «papamóvil», es un Renault 4 del 1984, con 300.000 kilómetros a sus espaldas, pero en buen uso. El Papa  lo condujo personalmente el sábado pasado de regreso a Casa Santa Marta después de acercarse a una de las puertas del Vaticano para saludar a 50 peregrinos de Verona a los que la Guardia Suiza no había dejado entrar.

Dos horas antes del comienzo de la jornada mundial de oración por la paz en Siria en la plaza de San Pedro, la agencia AFP distribuía una serie de curiosas fotos en las que se veía al Papa subiéndose de copiloto en un viejo “Cuatro Latas”, curiosamente de color blanco perla, típico de los “papamóviles”.

El semanario italiano “Famiglia Cristiana” revela que el Renault 4 es un regalo del sacerdote Renzo Zocca, de 70 años, quien lo utilizó durante buena parte de los 25 años en que fue párroco del barrio obrero de Saval en Verona, «y nunca me dejó tirado». Lo recibió de segunda mano del vicepresidente del club de fútbol «Verona Calcio», del que fue capellán, y todavía lleva una pegatina del club.

Como Jorge Bergoglio siempre ha sentido pasión por los barrios periféricos, don Renzo le escribió el pasado 15 de julio para contarle su experiencia y ofrecerle un coche que testimoniaba sus años de trabajo en una barriada obrera en la que tenía que hacer frente a los traficantes de droga.

Para su sorpresa, el 10 de agosto el Papa le llamó por teléfono para darle las gracias y sugerirle que mejor vendiese el coche y entregase el precio a alguna obra de caridad. Según don Renzo, «Yo le respondí que ese coche lo había dado ya todo a los pobres, y le confirme mi propósito de entregárselo. Me preguntó si tenía otro coche, y cuando le dije que tenía otro más reciente, lo aceptó».

Cita con el Papa Francisco
Aparte de hacer sus propias llamadas, el Papa Francisco organiza personalmente sus citas, y así le dijo a don Renzo: «Espera que cojo la agenda. Sentí pasar algunas páginas, y me dice: ‘yo puedo el 5, el 6 o el 7 de septiembre a las 3, 4 o 5 de la tarde. ¿Cuándo quieres venir?’».
Así surgió la cita para el sábado 7 a las 3 de la tarde. Un centenar de peregrinos de Verona viajaron con el párroco para ver al Papa. El Renault 4, recién revisado, lo trajeron montado sobre una grúa, por si acaso…

Cuando el Papa llegó al lugar del encuentro, contiguo al Aula Pablo VI, don Renzo le dijo que la Guardia Suiza había dejado pasar sólo a 50 peregrinos por razones de seguridad, mientras que los otros 50 se habían quedado delante de la verja.

Según el párroco, «Su respuesta fue, ‘pues vamos allá. Nos subimos cuatro. Yo conducía. Él iba al lado, y detrás el mecánico Stefano y mi ayudante». ¡Imagine la emoción de los 50 peregrinos cuando vieron acercarse el R4 y que descendía el Papa!».

Al despedirse, junto a la verja, «yo le di las llaves y él se puso al volante. Me había dicho que él también había tenido un R4 y que nunca le había fallado. Le vi alejarse en ese viejo coche como si fuese la cosa más natural del mundo…».

El vehículo, recién revisado y en buen uso, tiene una doble alimentación a gasolina o a gas, así como el registro de coches de época, por lo que podría circular también fuera del Vaticano. La Gendarmería Vaticana espera que el Papa no llegue a hacerlo, y que continúe utilizando el Ford Focus azul, como pasajero.

Reproducido de revistaecclesia.com

10 de septiembre de 2013

ESPAÑA SIGUE ESPERANDO



ESPAÑA SIGUE ESPERANDO

Elsa M. Rodríguez

Una vez más España sufre una decepción a nivel internacional. Esta vez no han valido todos los esfuerzos de sus funcionarios de gobierno, ni del Príncipe Felipe, ni de sus jugadores famosos como Gasol y Nadal, o de sus artistas. Como con anterioridad con los fracasos en sus aspiraciones para ser anfitriones de los juegos del 2012 y luego del 2016, España tampoco ha conseguido esa oportunidad para el 2020.

El pueblo español nunca se había sentido tan unido como ahora, todos, hasta aquellos que son nativos de regiones que aspiran a no ser parte del país, apoyaron esta iniciativa. Hubiese sido un tremendo logro para el país, que necesita de cosas así, especialmente por la crisis económica en la que están sumergidos y por los problemas internos que se manejan día a día, como el de las aspiraciones independentistas de la comunidad catalana. Pero la Comisión Olímpica Internacional dijo NO, Tokio será la sede de los juegos del 2020.

Los españoles se están acostumbrando a perder. No parecen avanzar mucho en su problema con Inglaterra por la disputa de toda la vida relacionada con el Peñón de Gibraltar, y tampoco han tenido mucha suerte desde hace muchos años en el Festival de Eurovisión. Cada año se preparan con la que consideran la mejor canción y el mejor intérprete y luego resulta que tal pareciera que los países del Europa del Este se unieran para apoyarse unos a otros, y cada año España cae más bajo en la lista de aspirantes al triunfo eurovisivo.

No importa, los españoles son fuertes y tienen ilusiones, seguirán luchando, para las olimpiadas del 2024 aunque les será más difícil conseguir ser la sede, porque también estará París optando por lo mismo, pero hay que seguir, no queda otra. ¡Arriba España! y no es una consigna franquista, es simplemente lo que le deseamos a la Madre Patria.

Elsa M.Rodríguez

8 de septiembre de 2013

Virgen de la Caridad


 

VIRGEN DE LA CARIDAD

por Carlos Cabezas
  


Tres embarcaciones condujeron a los conquistadores españoles hasta el Nuevo Mundo. Una de ellas –la nao capitana llamada Santa María- jamás regresó al Viejo Continente, quedando destruida en la isla La Española. Tal parece con ello, que la Santísima Virgen nos simbolizó su deseo de permanecer para siempre entre nuestros pueblos, marianos por excelencia.

Como todas las naciones de América también Cuba tiene una devoción especial por la Madre del Redentor. Todo comenzó en los albores del siglo XVII, cuando tres hombres bregaban después de una tormenta por la Bahía de Nipe en busca de sal. Un resplandor blanco que les pareció un ave, yacía sobre las aguas. Al acercarse hallaron una pequeña imagen de Nuestra Señora flotando sobre una tabla, con un letrero que decía: “YO SOY LA VIRGEN DE LA CARIDAD”.

El hecho milagroso no fue el hallazgo de una imagen seca después que amainó la tempestad, la cual pudo ser lanzada al mar -como era costumbre en esa época- implorando protección ante el mal tiempo. El milagro consistió en que María decidió unirse para siempre con el pueblo cubano bajo el título de la Virgen del Amor, porque Caridad es Amor.

Pronto su culto se propagó y fue venerada, estando presente en todo el quehacer cubano. La devoción pasó a formar parte de los valores del pueblo, siendo el estandarte de las ansias espirituales de un país que daba los primeros pasos para convertirse en nación, buscando su independencia económica y libertad político-social. Su presencia en Cuba ha sido visible durante estos cuatro siglos como madre de todos.

María de la Caridad se fue a la manigua combatiendo junto a sus hijos al colonialismo español. Padeció con su pueblo –junto a los esclavos, prisioneros y la impedimenta mambisa- y murió con cada uno que ofrendaba la vida en aras del ideal patrio. Pero también resucitó imbricada a la nueva república que, esperanzada y llena de ilusiones a pesar de sus sombras, hizo presente que el sacrificio no fue en vano.

Miembros del Ejército Libertador encabezados por el general Jesús Rabí, pidieron a la Santa Sede que declarara a esta Virgen Mambisa, Patrona de Cuba. Así surgió una nueva era en la pequeña nación de gran corazón. Pero la Virgen –cuyo palpitar late al unísono de sus hijos- vio venir días grises y difíciles, que desembocaron en una más que prolongada noche oscura.

El odio, antítesis del amor que ella predica, se apoderó del poder y luego de los hombres, para controlar sus mentes y acciones. Se entabló una batalla férrea entre las fuerzas del bien y del mal, se dividió a su pueblo utilizando la lucha de clases antagónicas motivada por el odio. Hubo separación geográfica en las familias, unas veces como escape para alcanzar la libertad personal y otras impuesta en un destierro vil forzando a los principales adversarios a vivir exiliados. El mar se convirtió en un muro divisorio, imagen de lo que acontecía dentro del archipiélago convertido en un gran Gulag.

Por momentos interminables, luego por años, los paredones de fusilamiento no pudieron ocultar el grito agónico y viril de sus hijos e hijas asesinados, dando vivas a Cristo Rey. Las cárceles crecieron tanto, que el terruño se convirtió en una gran prisión. El cubano ha sido perseguido, reprimido, golpeado y vejado, pero el manto de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre no deja de abarcar a uno solo, dándonos a todos sitio en su barca.

Desde su Basílica en El Cobre nos mira para ser bañados del amor que irradia, pero ella no permanece estática, se traslada a donde quiera que estemos. Lo mismo está junto a los héroes que murieron por la Patria, que en la cárcel con los opositores y prisioneros de conciencia. Ella marcha por las calles o templos codo a codo con las Damas de Blanco reprimidas y golpeadas. Cura con su amor a disidentes y opositores que han sido hasta macheteados. Toma de la mano a opositores y damas de blanco muertos de manera sospechosa en un hospital o en un falso accidente de tránsito asesinados impunemente. Se une al balsero que llega a tierras libres y a los muchos que son presas de la mar endemoniada. Pero en especial, ella es el otro yo de los combatientes que se aferraron al fusil y todavía aspiran al mismo como vía redentora. Porque junto a la cruz lloró la muerte de su hijo y sintió el dolor de un puñal atravesándole el corazón, pero comprendió que esa sangre –la de su único hijo- fue necesaria para la salvación de todos.

¡Madre, mira a tus hijos que sufren de una tiranía cruel!, danos sitio en tu barca protegiéndonos bajo tu manto para ser junto a ti amor.