11 de septiembre de 2013
La historia del Cuatro Latas
La historia del Cuatro Latas
La
historia del Cuatro Latas
(Coche Renault 4) del Papa
Francisco
Por Juan Vicente Boo en el Diario ABC, 10
septiembre 2013.
El misterio del “Cuatro latas” está resuelto. El último y sorprendente
«papamóvil», es un Renault 4 del 1984, con 300.000 kilómetros a sus
espaldas, pero en buen uso. El Papa lo condujo personalmente el sábado
pasado de regreso a Casa Santa Marta después de acercarse a una de las puertas
del Vaticano para saludar a 50 peregrinos de Verona a los que la Guardia Suiza
no había dejado entrar.
Dos horas antes del comienzo de la jornada
mundial de oración por la paz en Siria en la plaza de San Pedro, la agencia AFP
distribuía una serie de curiosas fotos en las que se veía al Papa subiéndose
de copiloto en un viejo “Cuatro Latas”, curiosamente de color
blanco perla, típico de los “papamóviles”.
El semanario italiano “Famiglia Cristiana” revela
que el Renault 4 es un regalo del sacerdote Renzo Zocca, de 70
años, quien lo utilizó durante buena parte de los 25 años en que fue párroco
del barrio obrero de Saval en Verona, «y nunca me dejó tirado». Lo recibió de
segunda mano del vicepresidente del club de fútbol «Verona Calcio», del que fue
capellán, y todavía lleva una pegatina del club.
Como Jorge Bergoglio siempre ha sentido pasión
por los barrios periféricos, don Renzo le escribió el pasado 15 de julio para
contarle su experiencia y ofrecerle un coche que testimoniaba sus años de
trabajo en una barriada obrera en la que tenía que hacer frente a los
traficantes de droga.
Para su sorpresa, el 10 de agosto el Papa le
llamó por teléfono para darle las gracias y sugerirle que mejor vendiese el
coche y entregase el precio a alguna obra de caridad. Según don Renzo, «Yo le
respondí que ese coche lo había dado ya todo a los pobres, y le confirme mi
propósito de entregárselo. Me preguntó si tenía otro coche, y cuando le dije
que tenía otro más reciente, lo aceptó».
Cita con el Papa Francisco
Aparte de hacer sus propias llamadas, el Papa
Francisco organiza personalmente sus citas, y así le dijo a don Renzo: «Espera
que cojo la agenda. Sentí pasar algunas páginas, y me dice: ‘yo puedo el 5, el
6 o el 7 de septiembre a las 3, 4 o 5 de la tarde. ¿Cuándo quieres venir?’».
Así surgió la cita para el sábado 7 a
las 3 de la tarde. Un centenar de peregrinos de Verona viajaron con el párroco
para ver al Papa. El Renault 4, recién revisado, lo trajeron montado sobre una
grúa, por si acaso…
Cuando el Papa llegó al lugar del encuentro,
contiguo al Aula Pablo VI, don Renzo le dijo que la Guardia Suiza había dejado
pasar sólo a 50 peregrinos por razones de seguridad, mientras que
los otros 50 se habían quedado delante de la verja.
Según el párroco, «Su respuesta fue, ‘pues vamos
allá. Nos subimos cuatro. Yo conducía. Él iba al lado, y detrás el mecánico
Stefano y mi ayudante». ¡Imagine la emoción de los 50 peregrinos cuando vieron
acercarse el R4 y que descendía el Papa!».
Al despedirse, junto a la verja, «yo le
di las llaves y él se puso al volante. Me había dicho que él también había
tenido un R4 y que nunca le había fallado. Le vi alejarse en ese viejo coche
como si fuese la cosa más natural del mundo…».
El vehículo, recién revisado y en buen uso, tiene
una doble alimentación a gasolina o a gas, así como el registro de coches de
época, por lo que podría circular también fuera del Vaticano. La Gendarmería
Vaticana espera que el Papa no llegue a hacerlo, y que continúe utilizando el Ford
Focus azul, como pasajero.
Reproducido
de revistaecclesia.com
10 de septiembre de 2013
ESPAÑA SIGUE ESPERANDO
ESPAÑA SIGUE ESPERANDO
Elsa
M. Rodríguez
Una
vez más España sufre una decepción a nivel internacional. Esta vez no han
valido todos los esfuerzos de sus funcionarios de gobierno, ni del Príncipe
Felipe, ni de sus jugadores famosos como Gasol y Nadal, o de sus artistas. Como
con anterioridad con los fracasos en sus
aspiraciones para ser anfitriones de los juegos del 2012 y luego del
2016, España tampoco ha conseguido esa oportunidad para el 2020.
El
pueblo español nunca se había sentido tan unido como ahora, todos, hasta
aquellos que son nativos de regiones que aspiran a no ser parte del país,
apoyaron esta iniciativa. Hubiese sido un tremendo logro para el país, que
necesita de cosas así, especialmente por la crisis económica en la que están
sumergidos y por los problemas internos que se manejan día a día, como el de
las aspiraciones independentistas de la comunidad catalana. Pero la Comisión
Olímpica Internacional dijo NO, Tokio será la sede de los juegos del 2020.
Los
españoles se están acostumbrando a perder. No parecen avanzar mucho en su
problema con Inglaterra por la disputa de toda la vida relacionada con el Peñón
de Gibraltar, y tampoco han tenido mucha suerte desde hace muchos años en el
Festival de Eurovisión. Cada año se preparan con la que consideran la mejor
canción y el mejor intérprete y luego resulta que tal pareciera que los países
del Europa del Este se unieran para apoyarse unos a otros, y cada año España
cae más bajo en la lista de aspirantes al triunfo eurovisivo.
No
importa, los españoles son fuertes y tienen ilusiones, seguirán luchando, para
las olimpiadas del 2024 aunque les será más difícil conseguir ser la sede,
porque también estará París optando por lo mismo, pero hay que seguir, no queda
otra. ¡Arriba España! y no es una consigna franquista, es simplemente lo que le
deseamos a la Madre Patria.
Elsa
M.Rodríguez
8 de septiembre de 2013
Virgen de la Caridad
VIRGEN DE LA CARIDAD
por Carlos Cabezas
Tres embarcaciones condujeron a los conquistadores españoles hasta el
Nuevo Mundo. Una de ellas –la nao capitana llamada Santa María- jamás regresó
al Viejo Continente, quedando destruida en la isla La Española. Tal parece con
ello, que la Santísima Virgen nos simbolizó su deseo de permanecer para siempre
entre nuestros pueblos, marianos por excelencia.
Como todas las naciones de América también Cuba tiene una devoción
especial por la Madre del Redentor. Todo comenzó en los albores del siglo XVII,
cuando tres hombres bregaban después de una tormenta por la Bahía de Nipe en
busca de sal. Un resplandor blanco que les pareció un ave, yacía sobre las
aguas. Al acercarse hallaron una pequeña imagen de Nuestra Señora flotando
sobre una tabla, con un letrero que decía: “YO SOY LA VIRGEN DE LA CARIDAD”.
El hecho milagroso no fue el hallazgo de una imagen seca después que
amainó la tempestad, la cual pudo ser lanzada al mar -como era costumbre en esa
época- implorando protección ante el mal tiempo. El milagro consistió en que
María decidió unirse para siempre con el pueblo cubano bajo el título de la
Virgen del Amor, porque Caridad es Amor.
Pronto su culto se propagó y fue venerada, estando presente en todo el
quehacer cubano. La devoción pasó a formar parte de los valores del pueblo,
siendo el estandarte de las ansias espirituales de un país que daba los
primeros pasos para convertirse en nación, buscando su independencia económica
y libertad político-social. Su presencia en Cuba ha sido visible durante estos
cuatro siglos como madre de todos.
María de la Caridad se fue a la manigua combatiendo junto a sus hijos
al colonialismo español. Padeció con su pueblo –junto a los esclavos,
prisioneros y la impedimenta mambisa- y murió con cada uno que ofrendaba la
vida en aras del ideal patrio. Pero también resucitó imbricada a la nueva
república que, esperanzada y llena de ilusiones a pesar de sus sombras, hizo
presente que el sacrificio no fue en vano.
Miembros del Ejército Libertador encabezados por el general Jesús
Rabí, pidieron a la Santa Sede que declarara a esta Virgen Mambisa, Patrona de
Cuba. Así surgió una nueva era en la pequeña nación de gran corazón. Pero la
Virgen –cuyo palpitar late al unísono de sus hijos- vio venir días grises y
difíciles, que desembocaron en una más que prolongada noche oscura.
El odio, antítesis del amor que ella predica, se apoderó del poder y
luego de los hombres, para controlar sus mentes y acciones. Se entabló una
batalla férrea entre las fuerzas del bien y del mal, se dividió a su pueblo
utilizando la lucha de clases antagónicas motivada por el odio. Hubo separación
geográfica en las familias, unas veces como escape para alcanzar la libertad
personal y otras impuesta en un destierro vil forzando a los principales
adversarios a vivir exiliados. El mar se convirtió en un muro divisorio, imagen
de lo que acontecía dentro del archipiélago convertido en un gran Gulag.
Por momentos interminables, luego por años, los paredones de
fusilamiento no pudieron ocultar el grito agónico y viril de sus hijos e hijas
asesinados, dando vivas a Cristo Rey. Las cárceles crecieron tanto, que el
terruño se convirtió en una gran prisión. El cubano ha sido perseguido,
reprimido, golpeado y vejado, pero el manto de Nuestra Señora de la Caridad del
Cobre no deja de abarcar a uno solo, dándonos a todos sitio en su barca.
Desde su Basílica en El Cobre nos mira para ser bañados del amor que
irradia, pero ella no permanece estática, se traslada a donde quiera que
estemos. Lo mismo está junto a los héroes que murieron por la Patria, que en la
cárcel con los opositores y prisioneros de conciencia. Ella marcha por las calles
o templos codo a codo con las Damas de Blanco reprimidas y golpeadas. Cura con
su amor a disidentes y opositores que han sido hasta macheteados. Toma de la
mano a opositores y damas de blanco muertos de manera sospechosa en un hospital
o en un falso accidente de tránsito asesinados impunemente. Se une al balsero
que llega a tierras libres y a los muchos que son presas de la mar endemoniada.
Pero en especial, ella es el otro yo de los combatientes que se aferraron al
fusil y todavía aspiran al mismo como vía redentora. Porque junto a la cruz
lloró la muerte de su hijo y sintió el dolor de un puñal atravesándole el
corazón, pero comprendió que esa sangre –la de su único hijo- fue necesaria
para la salvación de todos.
¡Madre, mira a tus hijos que sufren de una tiranía cruel!, danos sitio
en tu barca protegiéndonos bajo tu manto para ser junto a ti amor.
7 de septiembre de 2013
La Virgen de Regla
Según la Historia
Sacra escrita por el P. Fr. Diego de Carmona Bohórquez, la
imagen de la Virgen de Regla fue mandada a construir por el mismo san Agustín,
doctor de la Iglesia, siendo obispo de Hipona (Norte de Africa). El santo
tenía la imagen en su oratorio. La imagen de Nra. Señora de Regla, según
se cree, siempre fue de color negro. Así nos recuerda a los Cantares de
Salomón: "Negra soy, pero hermosa hija de Jerusalén".
Trece años después de la muerte de san Agustín
(443), Hipona fue atacada por los vándalos, y el diácono san Cipriano y otros
monjes de la orden de los agustinos se vieron obligados a escapar a España. Al
llegar colocaron la imagen frente al mar. Allí creció la devoción en el Monasterio de Regla. (Sur de España, Chipiona, hoy Andalucía)
En el siglo VIII los monjes tuvieron que huir del
lugar por la invasión de los moros y ocultaron la imagen cerca del monasterio.
En el siglo XIII, tras la victoria de Alfonso el Sabio contra los moros, la Santísima Virgen, en
una visión a un canónigo regular de la catedral de León, le mostró el lugar
donde se hallaba enterrada su imagen y le pidió que fuese a desenterrarla para
retornarla a su antiguo santuario. El canónigo obedeció y, cuando se encontraba
en el lugar y descansando bajo una higuera, escuchó una voz angelical que del
centro de la tierra le decía: "Este es mi lugar ". Allí el canónigo encontró el depósito sagrado,
se restituyó la imagen a su propio templo y se labró una pequeña capilla en el
sitio.
Algunos dicen que el nombre de la Virgen de
Regla es por razón de ser ella la custodia de la regla o norma de los frailes
Agustinos. Esto no es de extrañar ya que el mismo san Agustín era un gran
devoto de la Virgen María.
Desde su precioso santuario frente al mar en Chipiona, la Virgen de Regla cada 8 de septiembre sale en imponente
procesión con miles de devotos. Y desde España, sus devotos, principalmente los
frailes agustinos, propagaron la veneración por muchas partes del mundo.
Esta devoción llegó a su apogeo en el siglo XVIII. Hoy día se venera en
España, Cuba, Miami (USA), México, República Dominicana, Filipinas y los Países
Bajos.
Regla, pequeña ciudad vecina a La Habana
lleva el
nombre de esta devoción Mariana, pero a la Virgen de Regla se le conoce y
venera por toda la isla. Nunca, a pesar de la opresión comunista y la
falta de formación religiosa, faltan peregrinos a la iglesia de la Virgen de
Regla. Allí se edificó una ermita de mampostería donde se
entronizó una imagen de la Virgen de Regla proveniente de España, llevada allí por el
sargento mayor Pedro de Aranda, siendo objeto de mucha devoción desde entonces.
Fue proclamada Patrona del lugar el 23 de diciembre de 1714.
Pintura de Ninoska Pérez Castellón |
En Miami
Los exilados cubanos llevaron a Miami la devoción
a la Virgen de Regla, aunque no hay en esta ciudad ninguna iglesia católica
dedicada a ella. Varias iglesias cismáticas (separadas de la Iglesia católica) llevan el nombre de la
Virgen de Regla, como la
llamada Ermita de la Virgen de Regla que es una
parroquia de rito occidental de la Arquidiócesis de Norteamérica (Diócesis de
Miami y el Sudeste) del Patriarcado Ortodoxo Griego de Antioquía y Todo el
Oriente. (No católica). Es el único templo en la
Iglesia ortodoxa consagrado a santa María de Regla. El 7 de septiembre ese templo estará abierto todo el
día. Liturgia vespertina a las 7 pm, seguida de la Procesión anual con la
imagen de la Virgen de Regla por las calles de la Pequeña Habana.
En la santería
La santería mezcla devociones del catolicismo con las de religiones
africanas, originando el fenómeno del sincretismo religioso. Ello ha dado lugar
a la identificación de la Virgen de Regla, de la fe católica, con la diosa u orisha "Yemayá”,
diosa de la maternidad o con "Olokún”, diosa de la profundidad, ambas del
panteón yoruba, religión practicada por los esclavos llavados a Cuba y el
Caribe desde África
Fuentes: corazones.org
wikipedia.org.
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