23 de julio de 2013
CUARTO ANIVERSARIO
Este blog ha completado ayer su cuarto año. Hoy comienza otro con nombre recién entrenado aunque sigue siendo el mismo en la medida que me alcance el tiempo para escribir o agregar comentarios. Agradezco a todos sus lectores, los amigos y los que sin serlo directamente ya lo son desde el momento en que se interesan en leerlo.
FRASE DE SABIDURIÍA
"Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor".
(San Agustín 354 – 430)
22 de julio de 2013
EL LEGADO DE HAROLD CEPERO
Felice Gorordo **
Todos nosotros de Raíces de Esperanza que
llamamos a Oswaldo y a Harold “amigos y héroes”, tenemos la responsabilidad de
honrar humildemente su memoria y asegurar que nunca olvidemos su legado.
Tanto Oswaldo como Harold eran mis héroes
personales, y para muchos de nosotros eran verdaderos gigantes entre los
individuos que sirven de inspiración por medio de su ejemplo, con su valentía,
compasión, esperanza y paz. Conocí a Oswaldo en mi primer viaje a Cuba hace ya
9 años. En cierta manera, fui en busca de él; fui para conocer a esta figura
inspiradora, para saber que era real. Me siento sumamente afortunado de haber
compartido con él varias veces luego de ese increíble viaje que cambió mi vida
para siempre. Era una fuente de inspiración infinita en ese entonces, y
continúa siéndolo hoy. Oswaldo era un hombre humilde y me mostró el poder de la
humildad y la compasión, aun cuando sientes que estás siendo perseguido. Sin importar
la dificultad de las circunstancias que confrontaban él y su familia, tenía un
sentido imperecedero de esperanza y perseverancia que alimentaba el fuego de su
movimiento, de sus seguidores y de un sinnúmero de otros que creen en el
inigualable “poder de los impotentes”.
Liderando el Movimiento Cristiano Liberación y
una campaña de petición de firmas para su proyecto original –el proyecto
Varela– Oswaldo comprobó que un número creciente de cubanos no sólo estaban
listos para un cambio: estaban decididos a lograrlo. A pesar de que se
utilizaron constantemente tácticas intimidatorias contra él y su familia,
Oswaldo nunca permitió que se le distrajera de su labor para realizar su meta
de que una sociedad civil se desenvolviera en Cuba.
Harold fue tanto un héroe como un hermano, un
amigo cuya solidaridad y amor fraternal continuaban reforzándose a pesar de la
distancia y el tiempo. La primera vez que supe de Harold fue cuando lo arriesgó
todo simplemente por defender sus creencias; arriesgó su carrera, su bienestar
y hasta su vida. Cuando se le amenazó con expulsarlo de su universidad por
haber firmado orgullosamente en apoyo al Proyecto Varela, Harold defendió
valientemente sus convicciones, dispuesto a renunciar a sus estudios para
defender en lo que creía. Pero no se detuvo ahí: lo llevó más allá compartiendo
su historia con otros para que ellos también supieran que negar lo que creen es
un castigo mucho mayor del castigo que se le puede imponer a uno por defender
sus creencias.
Fue en gran parte su ejemplo, su sacrificio, su
coraje y su compromiso infalible que me llevaron a regresar a Cuba una y otra
vez. Como todo amigo, el tiempo no era ningún problema. Sin importar cuánto
tiempo pasara, siempre continuábamos donde nos quedamos la última vez que nos vimos.
Mis recuerdos favoritos de Harold eran de él paseándose por los campos de caña
de azúcar de su querida provincia, o la disminución de la piedra caliza en el
muro del Malecón, hablando acerca de la familia, la fe, el amor y la pérdida, y
su pasión por el béisbol y los Beatles. A pesar de tener muy pocas posesiones,
Harold fue también una de las personas más compasivas y generosas que conocí.
Gracias a él mi armario está lleno de artículos de colección del equipo cubano
de béisbol los Industriales, después que le conté que era el equipo favorito de
béisbol de mi abuelo.
Harold también tenía un sentido de paz interna
completamente contagioso. Nunca he comprendido verdaderamente lo que es el
sufrimiento. Mi fe me provee un poco de contexto para entender lo que es, pero
siempre he tenido problemas con su significado, y uno de mis últimos recuerdos
de Harold fue una conversación que tuvimos acerca de lo que el sufrimiento
significaba para él.
Unos meses después, Harold me envió un regalo a
través de una amistad mutua. Era un viejo disco LP (de los 60 o los 70), que
traía dos canciones llamadas Imagine y Let It Be, cantadas por John Lennon. He
escuchado estas canciones varias veces desde que supe la noticia, y todavía no
puedo encontrarle el sentido a esta tragedia, pero encuentro consuelo al
imaginarlo acogido por los “brazos de nuestra Madre María”. Puedo imaginarlo
viéndonos desde arriba ahora, mientras murmura unas palabras sabias para
traernos algún tipo de paz.
Harold dedicó su vida entera a difundir un
mensaje de amor, esperanza y paz. Tanto él como Oswaldo inspiraron al pueblo
cubano a tomar el control de sus vidas. Tanto Oswaldo y Harold eran soñadores.
Soñaban con un día en el cual los cubanos llegaran a ser los autores de su
futuro y trabajaron arduamente con eterno amor para realizar ese sueño. Ahora
depende de nosotros asegurar que su memoria no perezca, y hacer sus sueños
realidad.
**Cofundador de Raíces de Esperanza, una
organización internacional sin fines de lucro enfocada en apoyar a la juventud
cubana.
Reproducido de El Nuevo Herald
21 de julio de 2013
QUIÉN SOY, MARTA O MARÍA, O LAS DOS?
Soy Marta cuando me afano por
lo inmediato
Tú eres María cuando me haces
ver
el fondo de las cosas
el fondo de las cosas
Soy Marta cuando pienso
que en el “hacer” está el todo
que en el “hacer” está el todo
Tú eres María cuando en el
silencio
me descubres el valor del silencio
me descubres el valor del silencio
Soy Marta cuando olvido
que tengo corazón y alma
que tengo corazón y alma
Tú eres María cuando me haces
descubrir
la vida interna que llevo dentro
la vida interna que llevo dentro
Soy Marta cuando me desgasto
sin saber por qué ni cuando
sin saber por qué ni cuando
Tú eres María cuando me enseñas
a guardar energías para lo alto
a guardar energías para lo alto
Soy Marta cuando vivo sin freno
ni medida
Tú eres María cuando me invitas
a la paz y al sosiego
a la paz y al sosiego
Soy Marta cuando digo que creo
en Jesús
y no le escucho
y no le escucho
Tú eres María cuando me invitas
a escuchar para saber si creo
a escuchar para saber si creo
Soy Marta cuando vivo perdido
en lo aparente
Tú eres María cuando me haces
buscar
lo trascendente
lo trascendente
Soy Marta cuando lo exterior me
llena de ansiedad
Tú eres María cuando me
recuerdas
que en el interior está la felicidad
que en el interior está la felicidad
Soy Marta cuando pienso
que la fortaleza está en lo que realizo
que la fortaleza está en lo que realizo
Tú eres María cuando me
recuerdas
que Dios es inspirador de todo
que Dios es inspirador de todo
Soy Marta por poner todo mi
esfuerzo
en los medios y trabajo
en los medios y trabajo
Tú eres María si me haces ver
que todo eso
es secundario frente al Maestro
es secundario frente al Maestro
Soy Marta cuando me dejo llevar
por lo aparentemente válido
por lo aparentemente válido
Tú eres María si me enseñas
el tesoro de lo contemplativo
el tesoro de lo contemplativo
Soy Marta cuando me agobian
los problemas de cada día
los problemas de cada día
Tú eres María cuando me enseñas
la fortaleza de Dios y de su Palabra
la fortaleza de Dios y de su Palabra
Soy Marta si pierdo el control
por lo que me empuja
por lo que me empuja
Tú eres María si me induces
al equilibrio y a la esperanza
al equilibrio y a la esperanza
Soy Marta cuando busco y no
alcanzo,
cuando trabajo a tiempo y destiempo,
cuando trabajo a tiempo y destiempo,
cuando pongo el acento
en la pura materialidad.
en la pura materialidad.
Tú eres María cuando,
simplemente,
me invitas a pararme un poco
me invitas a pararme un poco
y ese poco, que es mucho,
es ni más ni menos que JESÚS
es ni más ni menos que JESÚS
Javier Leoz, betania.es
20 de julio de 2013
HOMILÍA DEL PBRO. J.L.MENÉNDEZ EN EL 1ER. ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE PAYÁ Y CEPERO
19 de julio de 2013
AZULES Y NARANJAS
Azules y Naranjas
César
Vidal
La Razón, Madrid
No
es para nadie un secreto que, dentro de Estados Unidos, prefiero el sur al
norte, y entre los estados sureños, siento una especial admiración por Texas.
Podría estar tiempo y tiempo hablando del estado de la estrella solitaria, pero
lo sucedido en su Congreso hace apenas unas horas demuestra cómo los texanos, que
comenzaron a cruzar senderos de libertad en El Álamo, están dispuestos a seguir
por esos caminos pese a quien pese.
En medio de un debate parlamentario que el
partido demócrata intentó obstruir con las peores tácticas del filibusterismo,
los republicanos han sacado adelante una reforma más que importante de la
normativa relacionada con el aborto.
A partir de ahora, en Texas no se podrán
practicar abortos después de la vigésima semana, todos tendrán que llevarse a
cabo en centros quirúrgicos y, además, las mujeres, finalmente, verán
reconocido su derecho a ser informadas de las consecuencias del aborto, un
derecho que los grupos feministas y abortistas llevan negándoles décadas.
Para
muchos, la batalla librada en el congreso texano ha revestido las características
de una lucha entre la luz y las tinieblas. Para los que hemos podido presenciar
lo que sucedió resulta difícil minimizar esa impresión. Los manifestantes
pro-vida vestidos de color azul, y los pro-abortistas de naranja, actuaron,
desde luego, de manera bien significativa.
Mientras que los primeros entonaban
«Amazing Grace» –un himno evangélico clásico escrito en el s. XVIII por John
Newton, el gran emancipador de los esclavos negros–, los segundos gritaban
«Traemos el infierno con nosotros» y «¡Viva Satanás!».
Si los primeros sí
estaban convencidos de las palabras de la canción que afirman que se puede
pasar de la ceguera a la visión por la gracia de Dios, uno desearía creer que
los segundos tan sólo pretendían asustar y no estaban expresando sus verdaderos
puntos de vista. Con todo, ambas formas de expresarse resultan más que
significativas.
Los primeros estaban afirmando lo que creen millones de
personas, que un día, la Humanidad contemplará el aborto como algo que sucedía
en el pasado y que ha desaparecido como antaño fue abolida la lacra de la
esclavitud; los segundos, pretendiendo mofarse, estaban indicando la realidad
de millones de seres exterminados con una profusión que complacería al señor
del Abismo.
Ambos han dejado de manifiesto que no hay crimen, injusticia o
atrocidad, por masiva que pueda resultar su práctica, que sea irreversible.
Cuando la gente sencilla y convencida se une para practicar el bien no son
pocas las veces que consigue sus objetivos.
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