26 de junio de 2013

DENTRO DE CADA CRISTIANO HAY UN JUDÍO



«Dentro de cada cristiano hay un judío»

Por Henrique Cymerman

Corresponsal en Jerusalén
La Vanguardia, Barcelona
Martes 25 de junio de 2013

"La amistad entre el rabino Abraham Skorka y yo es un ejemplo de que el diálogo en el mundo es posible y que la amistad es posible. Ese es mi principal mensaje", declaró a La Vanguardia el papa Francisco, tres meses después de su elección como jefe de la Iglesia católica. El rabino argentino, con el que le une una larga y estrecha amistad, contestó al Pontífice: "Ese es el mejor de los mensajes que podemos dar. Y que algún día se pueda juntar a Roma y a Jerusalén en una nueva realidad de paz".

El pasado abril, este corresponsal dio una serie de conferencias en Buenos Aires sobre Oriente Medio. Al final del acto principal me hicieron una pregunta que me dejó estupefacto: "¿Te gustaría encontrarte con el papa Francisco en el Vaticano? Ambos queremos hacer la revolución". Era Skorka, jefe del seminario rabínico conservador judío de Buenos Aires y líder de la comunidad Bnei Tikva. Pocos entienden tan bien la forma de pensar del Francisco como este judío argentino.

Su relación empezó en 1990, en un acto en el que se conmemoraba la independencia de Argentina. El rabino y el actual Papa, que en esos años se convertiría en arzobispo de Buenos Aires, se dieron la mano. "El momento clave en nuestra relación fue cuando todo empezó con un chiste de Jorge Mario Bergoglio. Yo quería saludarle y comentarle una cuestión teológica de su discurso, pero él, que es un acérrimo seguidor del equipo de fútbol San Lorenzo y que sabía que yo soy del River, me miró con cara muy seria y me dijo: 'Según parece, este año ustedes van a comer cazuela de gallina'. Y es que los fans del River son llamados gallinas, ya que durante un cuarto de siglo no tuvieron mucho éxito... En este chiste había un mensaje y era que al arzobispo no le gustaban los protocolos y que su puerta estaba abierta", cuenta Skorka.

El día en que Bergoglio fue elegido Papa, el rabino y su esposa lo seguían por televisión: "Todo el tiempo yo le decía a mi mujer: 'Mi amigo Jorge Mario va a ser Papa'. Y ella decía: '¡No, no, no puede ser!', como diciendo: '¡Pobre, ya tiene muchos años! ¡Ya hizo mucho!'. Pero yo insistía: 'No, él va a ser', un poco en broma y mucho en serio. No me extrañó, pero me sacudió el corazón, la mente y el corazón".

Al día siguiente, el móvil del rabino sonó en la calle, en Buenos Aires, y al otro lado escuchó la voz de su amigo. "Hola, rabino Abraham. Estoy en el Vaticano y no me dejan volver", le dijo con humor el Papa. Bergoglio que pensaba que pronto se iría a una casa de retiros, pero el destino quiso algo distinto. Aunque el rabino insiste: "Cada broma en él tiene un doble sentido. Es una persona realmente humilde. Hay mucha gente que me dice: ¿Él se hace o es?. Él es. No hay una cuestión hipócrita en él".

Días después de la conferencia, el rabino llamó a este corresponsal para comunicar que el Papa nos esperaba el 13 de junio, fecha en la que se cumplían tres meses de la fumata blanca. Incrédulo aún, nos encontramos en Castel Gandolfo, en la residencia de verano del Pontífice. Allí, Skorka y diez rabinos más participaban en un congreso judeocristiano con 20 sacerdotes de todo el mundo bajo el patrocinio de Francisco. De allí partimos en coche hacia el Vaticano y, por el camino, bromeé con Skorka acerca de la confluencia de varios argentinos en puestos de éxito, como el nuevo Pontífice, la reina Máxima de Holanda o Leo Messi. "Es una cuestión paradójica -respondió-. En Argentina hay mucha gente brillante. Lo puedo decir por mi querido amigo, el papa Francisco; brillante también en deporte, como Messi... Lo que no logramos hacer son equipos brillantes. O sea, una sociedad donde el brillo de cada uno pueda asociarse con el brillo del otro y crear una sociedad maravillosa, plena de brillo. En eso no somos buenos, todavía".

Al llegar al Vaticano, pregunté al rabino si había entregado a alguien los nombres y datos de los que le acompañábamos. "No, el Papa me dijo cómo llegar y eso es todo. Él sabe que vengo contigo". Al entrar en el Vaticano, la Guardia Suiza nos paró. "Tenemos una cita personal con el Papa", dijimos. "¿Usted también?", me preguntaron. "No, yo soy periodista, pero acompaño al rabino". Normalmente, los periodistas no entran en la casa de Santa Marta, donde vive el Santo Padre, pero tras hacer una llamada se abrieron las puertas de par en par y nos invitaron a entrar. Así ocurrió en dos puestos de control más, hasta llegar al hogar del papa Francisco.

Nos hicieron esperar en un sala y, de repente, surgió una figura amable y humilde, con una simple cruz de plata al pecho y despojada de los clásicos ornamentos dorados y zapatos rojos. Tras abrazarse largamente con el rabino y saludarnos uno a uno, dijo: "Queridos amigos, bienvenidos. ¡Qué alegría! Bendito sea Dios y ojalá traiga la paz". Y añadió: "Nuestra amistad que dura ya tantos años y es tan profunda es la prueba de que el dialogo entre religiones y seres humanos es posible". A lo lejos nos seguía un cardenal que observaba con curiosidad y sorpresa.

El Papa y Skorka se retiraron a comer y yo esperé el final de su encuentro. A los pocos minutos apareció el Pontífice exclamando: "¡Me acabo de enterar de que ustedes esperan al rabino! Por favor, acompáñenme para que les den algo de comer en mi comedor". Y guiñando el ojo añadió: "¡Aunque sea un sándwich!".

"¿Y usted nos lleva?", pregunté mientras caminábamos por los pasillos de la residencia entre las caras sorprendidas de los residentes de Santa Marta. "Les invito a comer. Son vicios de párroco", comentó el Papa.

Tras felicitarle por la clasificación de su equipo de toda la vida, el San Lorenzo, para la copa de Sudamérica, él, que aún no conocía la noticia, se entusiasmó por momentos y contestó: "Llevo siempre su foto en la camisa, sobre el corazón". Y añadió: "El otro día vi a un adepto de mi equipo en la plaza de San Pedro y le hice la señal de tres a cero, que fue el resultado de la victoria de nuestro club".

Entramos en el comedor, en el que Francisco comparte mesa con sacerdotes de todos los rangos y países, y pidió a las monjas que se ocuparan de nosotros y nos dieran de comer. Las miradas sorprendidas de los comensales demostraban, una vez más, que para algunos no es fácil acostumbrarse al cambio de estilo en la era de Francisco, a este fin del papado medieval (sobre todo si se compara con su predecesor, Benedicto XVI, que no se movía de un sitio a otro sin estar acompañado por su séquito).

Desde el momento en que se conocieron en Buenos Aires, el entonces arzobispo Bergoglio y el rabino Skorka se fueron acercando gradualmente y empezaron a encontrarse varias veces al mes. Debatían cuestiones teológicas, sobre las relaciones entre judaísmo y cristianismo, la forma de luchar contra el fanatismo y el antisemitismo y temas de actualidad mundial. "A menudo el arzobispo venía a verme a mi comunidad en metro. Él siempre quiere estar junto a la gente y, cuidado, eso a veces le exponía e incluso recibía insultos. Y sin embargo siempre viajaba en metro", destaca el rabino. A lo largo de los años, ambos decidieron plasmar sus diálogos y opiniones en un libro conjunto, Sobre el cielo y la tierra, en el que debaten cuestiones como Dios, el diablo, el fundamentalismo, la muerte, el divorcio, conflictos como el árabe-israelí y el holocausto.

Sobre el holocausto, el Papa plantea algo que puede generar polémica en ciertos sectores de la Iglesia y que el rabino Skorka subraya: "Él dice que hay que abrir los archivos para tratar de entender, realmente, cuál fue la actitud de la Iglesia. Por un lado analizamos la shoah, y él toma una postura que la podría tomar un judío: fue un crimen único en la historia de la humanidad, un evento especialmente dramático. Ni siquiera todos los judíos tienen este punto tan claro como lo tiene él. Y por otro lado analizamos la actitud de Pío XII con total claridad, porque nosotros hablamos sin barreras. No entiendo bien qué es lo que ocurrió, cómo pudo callar. El Papa dice que hay que abrir los archivos, hay que investigar, hay que saber la verdad y, en el caso de que haya culpa, asumir la culpa. Ambos creemos que el antisemitismo y otras formas de racismo son un pecado". Francisco llegó a comentar a este diario que "dentro de cada cristiano hay un judío", a lo que el rabino añadió: "Este es probablemente el mejor amigo del pueblo judío en la historia del Vaticano".

En los últimos años, Bergoglio y Skorka grabaron, además, 30 programas de televisión para el arzobispado de la capital argentina, en los que debatieron sobre distintas cuestiones religiosas y de actualidad. Lo que más sorprendió al rabino fue cuando el periodista argentino Sergio Rubín, que escribió una biografía autorizada del Papa, El jesuita, le llamara para pedirle que escribiese el prólogo del libro. Skorka replicó sorprendido: "¿Yo? ¿Un judío?". Y el escritor comentó: "Eso fue lo que decidió Su Santidad". El rabino añade: "Cuando más tarde le pregunté al papa Francisco por qué me eligió a mí, dijo simplemente: 'Porque me salió del corazón'".

En sus encuentros con líderes europeos, el Papa comenta que la crisis en Europa no es sólo económica sino, ante todo, humana, y les pide que resuelvan rápidamente el drama de los millones de jóvenes desempleados. El rabino Skorka reconoce que, en el fondo, "el papa Francisco es un revolucionario" y, en Argentina, su biógrafo le llegó a llamar "el che Francisco". Cuando pregunté a Skorka si ante tanto cambio le preocupa la integridad física del Papa, contestó. "Claro que sí, me preocupa mucho pero los dos somos hombres de fe y estoy seguro de que Dios lo va a cuidar".

Mientras comíamos en el comedor del Papa, uno de los jóvenes que trabaja en el lugar se dirigió a nosotros: "El Santo Padre pide que le avisen cuando terminen de comer para que se pueda reunir con ustedes". Tras esperar tres minutos en la sala de visitas de Santa Marta, Francisco y el rabino aparecieron, dando inicio a una larga conversación informal de casi una hora de duración.

Primero, el Papa dedicó libros a la Biblioteca Nacional de Jerusalén y al presidente de Israel y Nobel de la Paz, Shimon Peres. Luego le pregunté si pretende seguir los pasos de Juan Pablo II y visitar Tierra Santa, Israel y la ciudad palestina de Belén.
El Papa contestó que Peres le ha invitado y que Skorka le propuso hacerlo conjuntamente, como un acto de entendimiento entre el cristianismo y el judaísmo. "Juntos pero cada uno en su creencia -subrayó el rabino-, pero ese sería el sueño de mi vida". El Papa comentó que lo está estudiando y que la idea sería hacerlo a principios del 2014.

Lo más probable es que, de celebrarse esa visita, sea en febrero o, en cualquier caso, antes del final de la presidencia de Peres, en julio del año que viene. El presidente israelí está convencido de que Francisco puede contribuir de forma notable al acercamiento entre israelíes y palestinos y a la lucha contra el terrorismo. Quizá encabezando una conferencia internacional de líderes religiosos de las principales creencias para que, con su fuerza moral, rechacen aquellos que asesinan en nombre de Dios y declaren que el terrorismo se opone a la fe.

En uno de los programas del arzobispado, Bergoglio declaró: "El fanatismo es un problema ideológico, es una construcción mental que se impone en todo el ser hasta tal punto que yo diría que hasta llega a negar que somos de carne y espíritu. La carne pasa a un lado, domina lo ideológico. Lo que vemos en los casos tanto de los kamikazes como de los guerrilleros suicidas es cómo la propia vida no tiene sentido sino que lo que tiene sentido es la idea que yo me hice. Es un problema ideológico donde el detalle pasa a ser el eje central".

En las próximas semanas, el presidente palestino, Mahmud Abbas, tiene previsto desplazarse a Roma para reunirse con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, y para mantener una audiencia con el Pontífice. Según declararon a este diario fuentes de la Muqata, la sede palestina de Ramala, la intención es presentar una invitación oficial a Francisco. "Su política será muy equilibrada -insiste Skorka- y tomará en cuenta los derechos de los árabes. Él entiende la importancia del Estado de Israel para el pueblo judío, pero que nadie piense que no tendrá una postura ecuánime en todo lo que concierne a la solución del conflicto".

Al despedirse de nosotros, el papa Francisco tuvo tiempo para otro gesto de humildad y humor a la vez: "A los invitados hay que acompañarles hasta la calle por dos motivos: para asegurarse de que se van y para que no se lleven nada que no les pertenece".

Y añadió: "Por favor rezad por mí. Lo necesito".

HASTA QUE SAN JUAN BAJE EL DEDO



San Juan Bautista, Leonardo Da Vinci, Museo del Louvre


Hasta que San Juan baje el dedo


Por Marlene María Pérez Mateo

“Hasta que San Juan baje el dedo” es una expresión tan vieja como simbólica. Su origen está entre lo evangélico y lo popular.

 Primero se refiere al hecho acaecido en el río Jordán, donde el Bautista  identifica a Jesús como el Mesías. De ello ha derivado que en las múltiples representaciones del santo aparezca con el dedo apuntando hacia el cielo en clara referencia a la divinidad de Cristo. La más famosa de ella es la de Da Vinci, 1510. Lo segundo hace denotar la imposibilidad o la nulidad de que algo ocurra. Existe una versión latina de la frase usada oficialmente por primera vez  en Colombia en 1867 en la novela María del escritor Jorge Isaac: Hasta que San Juan agache el dedo.

San Juan es probablemente el único santo que se celebra su nacimiento y no su muerte. El calendario gregoriano hizo coincidir tal fecha con el solsticio de verano y las fiestas previamente celebradas en honor al sol .De ello se ha derivado la permanencia aun hoy de ritos tales como las hogueras, los baños de playa nocturnos, el corte de cabello, las veladas musicales, la supuesta aparición de hadas y seres fantásticos. También el cancionero infantil nos menciona en uno de sus cantos: “Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan...”    Fecha carnavalesca tiene lugar por estos días en Camagüey, Cuba y otros lugares.

Parece ser cierto que las lunas de junio son las más bellas del año muy en especial las del 24.Celebremos tal hecho y todo lo que a él acompañe, no está de más; pero no olvidemos poner lo mejor de nuestra mirada en el hijo de Isabel y Zacarías: Juan el Bautista.

 Marlene María Pérez Mateo
Junio 24, 2013

25 de junio de 2013

LOS RITUALES DE LA NOCHE DE SAN JUAN




Los rituales de la noche de San Juan


Miles de  hogueras   iluminan la noche de San Juan y el aire se impregna del delicioso olor que llega desde las parrillas. Se cultiva el culto al cuerpo, pero bien entendido. Que no falte de nada.

Todos los años, el 23 de junio a las 12 de la noche, los más supersticiosos y los más fiesteros realizan varios rituales para aprovechar las energías mágicas de la noche de San Juan. Pero, ¿de dónde viene esta magia? Todo se relaciona con San Juan el Bautista y el solsticio del 21 de junio.

El 24, se celebra el nacimiento de San Juan, quien preparó a la humanidad para la llegada de Jesús. Su nacimiento ocurrió en una fecha muy cercana a un solsticio (de invierno para el hemisferio sur, y de verano para el hemisferio norte), lo que quiere decir que lo que está en juego son poderosas energías solares actuando en la Tierra.

Pasar por encima de las hogueras que se encienden esta noche o meterse en el mar y saltar olas, son sólo algunas de esas leyendas que permiten, según se dice, que se cumplan algunos de los deseos que pedimos durante esta noche tan llllena de magia.  

El fuego dará protección todo el año a aquellos que se atrevan a saltar por encima de las llamas. En Galicia  el ritual marca que es necesario saltar nueve veces mientras que en Alicante y Valencia siete es el número mágico.

Si cuando se está saltando al fuego se arroja una trenza hecha con flores o cintas de colores a la persona amada y esta la recoge antes de que caiga, habrá felicidad entre ambos y buena fortuna.

El agua es otro elemento importante. Darse un baño en el mar durante la noche de San Juan, asegura salud para todo el año. Si se saltan nueve olas dando la espalda al mar, se consigue también la eliminación de energías negativas y aumentar la fertilidad femenina.

En Andalucía la gente se lava la cara a medianoche con la intención de mantenerse sanos o guapos (según las versiones) todo el año. Un detalle: esa noche nadie puede mirarse al espejo después de bañarse si se quiere que el hechizo sea efectivo.

Las plantas juegan un papel importante en esta noche de rituales. En Galicia se recogen plantas aromáticas de varias clases que se dejan en agua para lavarse en la mañana siguiente; se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras. También se hacen dibujos o manchas de tinta para adivinar el futuro, ya que esa noche todo es posible.

Otros rituales para tus propósitos
La tradición nos proporciona varios rituales mágicos relacionados con la noche de San Juan. Estos son algunos de ellos:

Para conseguir un deseo pon bajo tu almohada una rama de hiedra común y un papel blanco con un mensaje positivo escrito. Antes de irte a dormir enciende una vela blanca, deja que se consuma. Introduce junto al papel y la hiedra la cera que haya quedado y acuéstate. Al día siguiente quema el papel y entierra todos los elementos bajo tierra para que haga fructificar tus esperanzas.

Si lo que deseas es encontrar el amor antes de las doce de la noche de San Juan enciende dos velas rojas en tu dormitorio. Escribe en un papel tu nombre y el de la persona a la que deseas atraer. En el caso de que no conozcas a nadie concreto pon las iniciales A. G. (alma gemela). Luego pon a cocer hasta llegar a ebullición: tres partes de milenrama, tres partes de lavanda, tres partes de verbena, 12 pétalos de rosa roja y una parte de jengibre. Una vez hecho esto, cuela la infusión y déjala enfriar. Después rocía con ella tu dormitorio. Dobla el papel con el resto de la cera y guárdalo bajo la almohada. Es posible que tengas algún sueño profético sobre tu futuro sentimental.

Para tener sueños proféticos recoge 9 flores de cualquier clase y colócalas bajo tu almohada. Acuéstate y pide que el sueño te revele algún aspecto que desees conocer sobre tu futuro.

Pide un deseo: pon muérdago bajo tu almohada y se convertirá en realidad.

El agua de manantial recogida la mañana siguiente a la noche de San Juan tiene propiedades curativas y ahuyenta el mal de ojo. Asimismo, lavarse la cara y el pelo con esta agua o la de rocío de la noche de San Juan asegura salud y belleza para el resto del año.

Hacer una cruz en los árboles a medianoche hace que las promesas hechas junto a ellos se mantengan toda la vida.

Para conseguir que un deseo se cumpla la víspera de San Juan se planta una hortensia en una maceta. Si florece, las aspiraciones se harán realidad.

La fertilidad de la tierra se consigue enterrando en ella un pedazo de vela que haya ardido durante la noche de San Juan.

ABC, Madrid

FRASE DE SABIDURÍA

"Sean siempre como el mar que rompiéndose contra los escollos, encuentra siempre la fuerza de reintentarlo"  

- James Douglas "Jim" Morrison (1943 – 1971)

24 de junio de 2013

EL ELMIRANTE ESPAÑOL COJO, MANCO Y TUERTO QUE VENCIÓ A iNGLATERRA




El almirante español, cojo, manco y tuerto
que venció a Inglaterra.

 Esta historia, digna de salir en cualquier película de la conocida saga “Piratas del Caribe”, es una de las muchas en las que se ha demostrado la capacidad estratégica de la marina española de la época. Sin embargo, se suma a las docenas de hazañas que han caído en el olvido.

Cojo, manco, y tuerto
Blas de Lezo nació Guipúzcoa en 1687. Su carrera militar empezó en 1704, siendo todavía un adolescente. Tenía 17 años cuando se enroló de guardiamarina al servicio de la escuadra francesa al mando del conde de Toulouse. Ese mismo año se quedaría cojo. La pierna la perdió en la batalla de Vélez-Málaga, la más importante de la Guerra de Sucesión, en la que se enfrentaron las escuadras anglo-holandesa y la franco-española.  

El ojo lo perdió dos años más tarde, en la misma guerra En esta acción y tras el impacto de un cañonazo en la fortificación, una esquirla se le alojó en su ojo izquierdo, que explotó en el acto.  

Finalmente, cuando tenía 26 años, el marino participó en varios combates y bombardeos a la plaza de Barcelona. En uno de ellos, el 11 de septiembre de 1714, se acercó demasiado a las defensas enemigas y recibió un balazo de mosquete en el antebrazo derecho que le rompió varios tendones y le dejó manco para toda su vida.  Así, y tras quedarse cojo, tuerto y sin mano, Blas de Lezo pasó a ser conocido como el «Almirante Patapalo» o el «Mediohombre». Su leyenda había comenzado.

Una vez finalizada la Guerra de Sucesión, una de sus misiones más destacadas fue la de acabar con los corsarios y piratas de los llamados Mares del Sur (Perú

El mayor reto de Lezo 
El mayor desafío de Blas de Lezo se sucedió sin duda en Colombia, donde tuvo que defender Cartagena de Indias (el centro del comercio americano y donde confluían las riquezas de las colonias españolas) de los ingleses, ansiosos de conquistar el territorio. En este caso, los británicos aprovecharon una afrenta a su imperio para intentar tomar la ciudad.

Los preparativos se iniciaron, y los ingleses no escatimaron en gastos al mando del Almirante inglés Edward Vernon Los ingleses contaban con 195 navíos, 3.000 cañones y unos 25.000 ingleses. Por el contrario, Blas de Lezo no disponía de un gran número de soldados ni barcos para defender la ciudad.

Pero, lo que tenía a su favor el «Almirante Patapalo» era un terreno que podía ser utilizado por un gran estratega como él. Y es que la entrada por mar a Cartagena de Indias sólo se podía llevar a cabo mediante dos estrechos accesos.  


Comienza la batalla
El 13 de marzo de 1741 apareció la flota de guerra y para el día 15 toda la armada enemiga se había desplegado en plan de cerco.  La batalla comenzó en el mar. Tras comprobar que no podían acceder a la bahía, los ingleses comenzaron un bombardeo incesante contra los fuertes del puerto.

Vernon se cree vencedor
Los ingleses habían conseguido acabar con varias fortalezas y asentarse en las bahías de Cartagena de Indias tras pasar los obstáculos puestos por los españoles. Sin duda, sentían la victoria cerca. «Vernon entró entonces triunfante en la bahía con su buque Almirante ydando la batalla por ganada y envió   una corbeta a Inglaterra con un mensaje en el que anunciaba su gran victoria sobre los españoles.

La noticia fue recibida con grandes festejos entre la población y, debido al júbilo, se mandó acuñar una moneda conmemorativa para recordar la gran victoria.   En ella, se podía leer «El orgullo español humillado por Vernon» y. además, se apreciaba un grabado de Blas de Lezo arrodillado frente al inglés.

La victoria del «Mediohombre»
Vernon estaba decidido, la hora de la victoria había llegado. Por ello, quiso darle el broche final tomando el símbolo de la resistencia española: el castillo de San Felipe, donde resistían únicamente seis centenares de soldados. Sin embargo, el asalto desde el frente era un suicidio, por lo que el inglés se decidió a dar la vuelta a la fortaleza y asaltar por la espalda a los españoles. Para ello atravesaron la selva, lo que provocó la muerte por enfermedad de cientos de soldados, pero al fin llegaron y Vernon ordenó el ataque.

Los ingleses se organizaron en tres grupos para atacar el fuerte.   Sin embargo, los asaltantes se llevaron una gran sorpresa: las escalas no eran lo suficientemente largas para alcanzar la parte superior de las murallas. El ‘Almirante Patapalo’ había ordenado cavar un foso cerca de los muros para aumentar su altura y evitar el asalto.

Los españoles aprovecharon entonces y acabaron con cientos de ingleses. La batalla acababa de dar un giro inesperado debido al ingenio de un solo hombre, o más bien, «Mediohombre».

La mentira del inglés
A Vernon todavía le quedaba un último mal trago: informar en Inglaterra de que la había perdido la batalla. «El rey Jorge II prohibió todo tipo de publicación sobre la batalla»,

Vernon fue relevado y expulsado de la Marina en 1746, aunque la arrogancia y el orgullo inglés hizo que le enterraran en la Abadía de Westminster, panteón de los héroes, y en su tumba pusieron: «Sometió a Charges, y en Cartagena conquistó hasta donde la fuerza naval pudo llevar la victoria»; lo que era la forma más humillante de ocultar tan vergonzosa derrota.
Fuente: abc.Madrid