23 de mayo de 2013

TERRORISMO EN LONDRES


«VAMOS A EMPEZAR
UNA GUERRA EN LONDRES ESTA NOCHE»

abc.com

El suceso tuvo lugar en el barrio de Woolwich, en la calle John Wilson, en los aledaños de un conocido cuartel de la artillería montada real. Dos individuos armados con cuchillos, machetes y una pistola atacaron a un hombre pasadas las dos de la tarde, a unos 300-400 metros del perímetro de seguridad de las instalaciones militares. Al parecer, los agresores embistieron primero a su víctima con un coche. Varios testigos explicaron a los medios británicos que los dos atacantes cantaban «Allahu Akbar» (Alá es grande) mientras agredían al hombre a base de cuchilladas y machetazos.

Horas después, la prensa publicaba una conversación entre Ingrid Loyau-Kennett, una mujer que veía desde un autobús todo lo sucedido, y uno de los supuestos asesinos del soldado fallecido ayer en Londres.   «Vamos a empezar una guerra con Londres esta noche», asegura que le dijeron.

La conversación, publicada por medios como The Telegraph o The Guardian, narra lo sucedido entre esta líder de una escuela infantil de «scouts» y el supuesto agresor. «Cuando vi al hombre en el suelo pensé que había sido un accidente, después vi que estaba muerto».

El relato, sobrecogedor por lo normal que parece en la imagen, sigue: «entonces vi a un hombre negro, con una pistola en una mano y un cuchillo de carnicero en la otra. Le veía muy nervioso y me dijo que no me acercara al cuerpo del hombre. No sentí realmente nada en ese momento. No me asusté porque no le veía borracho, ni estaba bajo el influjo de drogas. Era alguien normal. Pude hablar con él y él quería hablar con alguien, y eso fue lo que hice».

Entonces, continúa el relato, «pensé, está bien, no sé qué está pasando aquí y él estaba manchado de sangre. Pensé que lo mejor era seguir hablando con él antes de que empezara a atacar a alguien más. Pensé, también, que este tipo de persona tiene un mensaje y le pregunté que qué quería.

La respuesta: «Vamos a empezar una guerra con Londres esta noche«. La mujer asegura a The Telegraph  que le preguntó «si él había hecho eso y su respuesta fue que sí. Entonces le pregunté que por qué lo había hecho y su respuesta fue que le había matado porque el soldado mató musulmanes en Afganistán».

Además, Ingrid asegura que «no estaba drogado, bebido o fumado, solamente decepcionado. Era totalmente capaz de tomar decisiones por sí mismo y dispuesto a hacer todo lo que quería», termina.

CASTILLOS A LO LARGO DEL RÍO RIN (2ª PARTE)


CASTILLOS

A LO LARGO DEL RÍO RIN


II - Alsacia, Strasburgo y el Black Forest


Por Mayra Montes



3/31/13 Nos embarcamos alrededor de la 4:00 pm; nuestra habitación era la número 327. Es muy confortable, decorada con mucho gusto y muy amplia. El baño es muy amplio. El SS Antoinette es parte de la línea Uniworld. No hay juegos de azar, ni fotógrafos, ni  rocas para escalar, pero el servicio es de primera. Todos los tripulantes saludan afablemente, uno recibe un aperitivo y una pequeña toalla húmeda cada vez que sale y entra de la embarcación. Una vez que desempacamos, fuimos a cenar y nos reunimos con nuestros amigos de California Herminia y Manolo. Ya habíamos acordado con anticipación que haríamos juntos este viaje. 

El servicio en el restaurante era excelente y la comida extraordinaria. Todos los vinos, la cerveza y las sodas estaban incluidos en las comidas, la hora de cenar no estaba restringida, era abierta de 7:00 pm a 9:0 pm. La comida principal consistía siempre de  tres (3) platos principales, sin embargo si no era del agrado de los huéspedes, siempre había la opción de pedir un “prime beef.” Nuestro camarero se llamaba Luis, oriundo de Portugal. Era muy simpático, hablaba español y siempre estaba jaraneando con nosotros. Estaba siempre dispuesto a darnos nuestros gustos y antojos.

Después de cenar, fuimos al Grand Salón. Había una pareja de músicos, él tocaba el piano y ella cantaba y bailaba. Bailamos hasta tarde en la noche incluyendo música latina. Inmediatamente, los músicos se hicieron amigos nuestros y los demás pasajeros presentes se percataron de nuestra destreza para el baile. Herminia y Manolo son excelentes bailadores. Hicimos una línea de conga y los músicos estaban encantados.

4/1/13  En este día, comenzando en la ciudad medieval de Bresach, atravesamos el río Rin hacia la otra orilla y procedimos hacia el camino de los vinos de Alsacia. Recorrimos diversos viñedos y visitamos pequeñas poblaciones medievales subyugantes como Keyserberg y Riqeuwihr cuyas casas construidas con vigas de madera semi torcidas, y ventanas que semejaban cajas, parecían como una ilustración en un cuento de hadas.

Durante la cena, Luis, nuestro camarero se comportó tan encantador como siempre. El nos recomendó  que nos sentáramos en la segunda mesa después de la entrada al restaurante ya que anoche, sin saberlo, nos habíamos sentado en la mesa del Capitán. El no estaba allí. Después de cenar fuimos al Grand Salón. Apenas entramos, los músicos, el pianista y su linda esposa bailarina-cantante comenzaron a tocar música para que nuestros amigos y nosotros bailáramos. Tocaron salsa, mambo, rumba, samba y hasta música española. Mi amiga Herminia cautivó a la audiencia al utilizar el saco de su esposo Manolo como si fuera una capa de un toreador y sacando una flor de un florero que estaba en la mesa y poniéndosela a Manolo en la boca. Fue graciosísimo, para morirse de risa. Tony y Manolo decidieron mostrar su gratitud a los músicos y le ofrecieron al pianista un “shot” de vodka. Como buen polaco, lo aceptó de buena gana y lo bautizó como su “gasolina.”   

4/2/13 Al día siguiente por la mañana visitamos Strasburgo. Este pueblo de la región de Alsacia es conocido como “Encrucijada de Europa” y es considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Visitamos la catedral, una
edificación inmensa de estilo gótico que tomó 300 años en construir. Abordamos una pequeña embarcación y navegamos por una zona conocida como “Pequeña Francia” con sus pintorescas casas de vigas semi torcidas y ventanas que parecen cajas. También navegamos por la zona donde están numerosos edificios super modernos de la Unión Europea. Strasburgo es una de las 3 ciudades europeas donde países pertenecientes a la Unión se reúnen para hablar de cuestiones que atañen a los diferentes integrantes de la Unión así como a temas relacionados con los Derechos Humanos Universales.  

Esa tarde fuimos al “Black Forest.” Esta famosa región de Alemania es una inmensa extensión de tierra repleta de pequeñas colinas cubiertas con un tupido bosque de diversos tipos de pinos. Los alemanes visitan esta zona en sus vacaciones para relajarse, esquiar o simplemente admirar la naturaleza. Sin embargo, el “Black Forest” es
famoso por dos cosas: la creación del reloj “cuckoo” con su pajarito que anuncia las horas y la confección del “Black Forest Cake” un pastel de chocolate, cerezas y “kirsh” el licor que se extrae de las cerezas. Compramos un “cuckoo” en una fábrica de la zona donde la familia lleva generaciones haciéndolos y donde exhibían uno del tamaño de una casa. Después fuimos a Vogtsbauernhof, un museo al aire libre que consistía en varias edificaciones de madera rústica que representaban una finca de una familia rural de clase media y reflejaba la condiciones de vida de la época y como trabajaban para sustentarse.

Como de costumbre, la cena fue excelente; el plato principal era langosta. Una vez más, después de cenar fuimos al Grand Salón y bailamos al ritmo de las piezas que tocaron el pianista Greg y su esposa bailarina-cantante, Margarita. Había un nuevo artista a bordo, un guitarrista tocando en “The Leopard Room.” Herminia y yo fuimos a averiguar y no había nadie bailando solo tomando tragos por lo que retornamos al Grand Salón. En nuestro recorrido también vimos la piscina, la cual estaba cubierta y con agua templada. No había nadie en ella.

MUJERES CAMAGÜEYANAS, ANA JOSEFA DE AGÜERO.


Mujeres camagüeyanas:
Ana Josefa de Agüero

 Por  Frank de Varona

Ana Josefa de Agüero fue una de esas valientes mujeres camagüeyanas que fueron grandes luchadoras por la independencia de Cuba. Por sus ideas le costó ver el fusilamiento de su amado esposo, la pérdida por confiscación de todos sus bienes, el exilio y por un tiempo la pérdida de su razón. Su sacrificio por su amada y sufrida patria fue total porque dio todo por alcanzar la libertad de Cuba, a la que nunca pudo ver.

Ana Josefa nació en Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey, en el seno de una familia de abolengo y acaudalada en 1818. En su ciudad natal contrajo matrimonio con su primo hermano Joaquín de Agüero y Agüero. Su esposo, que con el tiempo se convirtió en un prócer y uno de los primeros cubanos en luchar y morir por la independencia de Cuba, nació el 15 de noviembre de 1816. Fueron sus padres Miguel Antonio de Agüero y Luisa Agüero. El padre de Joaquín era un rico hacendado y provenía de una familia de mucho abolengo.

Joaquín de Agüero estudió primero en Puerto Príncipe y después en la Habana donde obtuvo el título de Bachiller de Leyes. No pudo ejercer como abogado al enfermarse su padre y tener que regresar a Puerto Príncipe para hacerse cargo de las fincas y negocios de la familia.

Ana Josefa fue muy feliz en su matrimonio con Joaquín y tuvieron tres hijos. Poco después de contraer matrimonio murieron sus suegros. Su esposo Joaquín de Agüero heredó una gran fortuna y ocho esclavos. Inmediatamente Ana Josefa animó a su esposo a darles la libertad a los esclavos que había heredado. Al hacerlo, el matrimonio se ganó la enemistad de las autoridades españolas que querían mantener la esclavitud en Cuba.

En 1842 Ana Josefa y Joaquín fundaron una escuela gratuita en Guáimaro para niños pobres. La mayoría de estos niños eran hijos de los esclavos que él había liberado. Ana enseñó a estos niños a leer y escribir para prepararlos a una vida en libertad. Por este noble gesto la Sociedad Económica de Amigos del País nombró a su esposo socio honorario.

Con la colaboración y apoyo de Ana Josefa, su esposo fundó con un grupo de patriotas camagüeyanos la Sociedad Libertadora de Puerto Príncipe. Los miembros de esta sociedad comenzaron a conspirar contra el gobierno español que oprimía a los cubanos. Adquirieron una imprenta e inundaron de panfletos revolucionarios toda la provincia. Ana Josefa y un grupo de valientes mujeres camagüeyanas apoyaron a sus esposos y familiares y donaron sus ricas joyas de oro y piedras preciosas para recaudar fondos para la revolución.

El 3 de mayo de 1851 el gobernador de Puerto Príncipe, Lemery, dio la orden de arresto de los 12 principales organizadores de la insurrección. Casi todos fueron hechos prisioneros y enviados presos a España. Joaquín de Agüero decidió alzarse en la manigua y cuando se despidió de su esposa Ana Josefa ésta lo abrazó diciéndole «Ve, cumple con tu deber, y que cuando vuelva a abrazarte seas un hombre libre». Este levantamiento fue 17 años antes del Grito de Yara del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes. A Camagüey le corresponde el honor de haber iniciado la lucha por la independencia de Cuba.

Con unos 44 hombres Joaquín de Agüero lanzó su grito de independencia en la loma de San Carlos en la finca San Francisco de Jucaral, partido de Cascorro. Agüero les habló a sus soldados diciendo «Este es el momento más grande de mi vida y sólo se puede comparar con el día en que di libertad a mis esclavos».

Agüero decidió atacar a Tunas, pero ni él ni sus hombres, tenían experiencia militar. Al atacar a Tunas en la oscuridad de la noche los patriotas, sin reconocerse, pelearon entre sí. Mientras Agüero y sus hombres eran perseguidos por los españoles, su esposa Ana Josefa y otras mujeres camagüeyanas preparaban vendas para los heridos y la bandera que debía enarbolar Joaquín de Agüero. A ella se debe la gloria de quizás haber sido la diseñadora de la primera bandera de la estrella solitaria que se hizo en nuestra patria.

Ana Josefa, quien siempre apoyó la independencia de Cuba, escribió una carta a su esposo el 30 de junio de 1851. Entre otras cosas decía «Mi bien, mi soldado, me parece que ninguna ofrenda puedo hacerle más grata ni más oportuna que la bandera de nuestra patria, así es con placer indecible la proyecté y la trabajé ayer».

Un traidor entregó a Agüero y sus soldados a los españoles. Después de su captura fueron torturados mientras los llevaban a Puerto Príncipe y encerrados en el calabozo del cuartel de la Vigía.

Los prisioneros fueron sometidos a un consejo de guerra y condenados al garrote. La sociedad camagüeyana acudió ante el gobernador a interceder por los prisioneros pero sus súplicas fueron ignoradas.

El verdugo que hacía funcionar el garrote fue envenenado por un camagüeyano y arrojado a la plaza mayor. Entonces los españoles decidieron fusilar a Joaquín de Agüero y a tres de sus compañeros, Tomás Betancourt, Fernando de Zayas y Miguel Benavides. A las seis de la mañana del 12 de agosto de 1851 en la Sabana de Arroyo Méndez fueron fusilados Joaquín de Agüero y los otros tres patriotas camagüeyanos por la espalda. Fernando de Zayas antes de ser fusilado les gritó a los camagüeyanos que presenciaban la ejecución «Pueblo de Camagüey muero por la libertad de Cuba».

Toda la ciudad de Camagüey guardó luto. Para protestar el martirio de estos patriotas se sembraron cuatro palmas en su memoria en la plaza pública de Puerto Príncipe. Las principales familias se fueron al campo y las camagüeyanas se cortaron el cabello en señal de protesta. Después circuló por Puerto Príncipe una cuarteta que decía:

Aquella camagüeyana
que no se cortase el pelo,
no es digna en nuestro suelo
la miremos como hermana.

Después del fusilamiento de Joaquín de Agüero y los otros tres patriotas,  todos sus bienes fueron confiscados por el gobierno de España. Ana Josefa perdió el uso de la razón por varios días debido a su gran dolor. Cuando salió de ese estado, Ana Josefa se volvió en una anciana de cabellos blancos, como la reina de Francia María Antonieta al conocer que su esposo el rey Luis XVI había sido guillotinado.

Ana Josefa partió con sus hijos al exilio en Nueva York y allí siguió luchando por la libertad de Cuba. Como muchas mujeres camagüeyanas que partieron al exilio en los Estados Unidos después la implantación del tiránico gobierno comunista en Cuba, Ana Josefa vivió en la pobreza mientras trabajaba duramente para mantener y educar a sus hijos. Ella siempre repetía la frase de su esposo en la víspera de su fusilamiento, «Y ese pueblo ¿Qué hace?» Ana Josefa murió en esa ciudad el 25 de diciembre de 1868 poco después del comienzo de la Guerra de los Diez Años.

Su esposo, el insigne patriota Joaquín de Agüero y Agüero,
ha sido honrado con una plaza y un obelisco en el lugar donde fue fusilado. Una calle y un colegio en Camagüey llevan su nombre y la República de Cuba creó un sello aéreo de 12 centavos en su honor. Este patriota camagüeyano fue uno de los primeros en entregar su vida por la independencia de Cuba.

Hoy en día hay muchas mujeres cubanas que luchan y han luchado por la libertad de Cuba. Muchas valientes mujeres cubanas han sufrido largos años de prisión con golpizas, humillaciones y todo tipo de abusos y maltratos. Las Damas de Blanco han sufrido ataques con cuchillos. arrestos, golpizas y han sido escupidas y arrastradas por el piso por las turbas monstruosas de Seguridad del Estado por solo marchar pacíficamente por las calles de varias ciudades de Cuba reclamando la liberación de todos los presos políticos.

Ana Josefa de Agüero debe siempre ser recordada por todos los cubanos por su amor a la patria y su independencia, su valentía y su entrega completa a Cuba.

Reproducido del blog http://eichikawa.com
Remitido por María del Carmen Expósito