25 de marzo de 2013

MADRES Y ABUELAS DE ANTES



Madres y abuelas de antes


Estimado Sr. Director

Me encantaban aquellas madres de antes, de cuando yo era niña. Esas madres que como la mía, cuando íbamos de visita a casas de familiares o amigos y, cuando después de un rato de estar sentada, comenzaba yo a impacientarme y dar muestras de aburrimiento, pararme, pedir agua, etc., bastaba una mirada de mi madre, una sola e infinita mirada, para que me sentara bien y me quedara quieta. ¡Y, si por casualidad, se me ocurría decir un impertinente “¡me quiero ir a mi casa”!, mi madre se acercaba a mi suavemente y me susurraba al oído las palabras mágicas: “¡espera que llegues a casa!”. Y ese susurro mágico bastaba para que inmediatamente me callara y no molestara más en toda la duración de la visita.

No había gritos, ni regaños en casas ajenas o en la calle: ¡solamente una mirada o un susurro le bastaban a mi madre para mantenerme firme como un soldado!

Y ¿qué me dicen de aquellas abuelas de antes, como mi abuela paterna, que era asturiana y divina? Mi abuela tenía tiempo para todo: jugaba conmigo a las muñecas, me dejaba recortar figuras del libro de colorear; de cualquier retazo de tela me hacía una bata para la muñeca. Y hasta me bajaba los dobladillos de los uniformes del colegio que al crecer se iban quedando cortos. Y, en vez de hacerme cuentos de hadas y princesas, mi abuela me contaba cómo había sido su niñez en su España nativa y me enseñaba refranes españoles, que según ella decía, eran como sentencias. Además mi abuela siempre me daba una peseta para que la pusiera en mi alcancía; y ¡los domingos me hacía arroz con leche, natilla o flan!. Y lo más especial de todo y que tanto recuerdo, es que cuando mi madre me iba a recoger a casa de mi abuela y le preguntaba ¿cómo me había portado?, mi abuela siempre le respondía: “Divinamente, como un angelito”, aunque yo no me hubiera portado tan bien.

Los tiempos han cambiado y ahora las madres y muchas abuelas trabajan en la calle, tienen títulos universitarios y profesiones que requieren una buena parte de su tiempo. Ya no pueden compartir mucho tiempo con sus hijos, y menos hacer visitas como antes. Y es que también los niños de hoy pasan muchas horas frente a la tele o jugando video-juegos, cosas que no existían cuando yo era niña. ¡Y tal vez por eso y por mil razones más, guardo un recuerdo tan entrañable de las mamás y las abuelitas de antes, de aquel tiempo pasado cuando yo era una niña en mi querida Habana.


Publicado en el Diario Las Américas
 

Martha Pardiño
Miami, FL

24 de marzo de 2013

PARÉNTESIS

PARÉNTESIS

Esta Gaceta de Puerto Príncipe y su editora comienzan hoy un paréntesis de descanso y vacaciones hasta el día 11 del próximo mes de abril

Siempre quedará la lista de temas de nuestro archivo en el que podrán encontrar  artículos de interés que no hayan leído.

Aprovecho para felicitar a todos desde ahora por la Celebración de la Pascua del Señor Jesús. Que Él nos siga prodigando sus bendiciones en este tiempo especial en el que  nuestra Iglesia gana en sencillez y humildad, y las gentes se renuevan en la fe y la esperanza de un Cristo Resucitado: ¡Una feliz y santa Pascua de Resurrección!
Lola



EL ROSARIO CHÁVEZ


El 'merchandising' de su muerte 


  El rosario de Chávez

El polémico rosario rojo con la imagen de Chávez


Jacobo G. García | Daniel Lozano | Caracas
El Mundo, Madrid
«A diez bolos, a diez bolos, llévese la foto». 

El vendedor ambulante oferta por medio dólar (al cambio paralelo) la última instantánea  de Chávez con vida. Esa en la que el líder bolivariano está con chándal junto a sus hijas en el hospital de La Habana.

El macabro suvenir es uno más de los tantos que estos días se venden en torno al Cuartel de la Montaña de la colonia 23 de enero donde descansan,  o eso intentan, los restos de Hugo Chávez.  

Decenas de buhoneros llenan las calles de alrededor explotando su imagen. Sin embargo, la foto más vendida es otra en la que Chávez, bajo la lluvia, pronuncia uno de sus últimos discursos durante la campaña electoral de octubre. Aquel día estaba eufórico, y así es como lo quieren recordar sus simpatizantes. La otra que triunfa es la del mandatario enfundado en su traje militar con la boina roja de costado.

Y junto a las fotografías, camisetas, gorras, paraguas, granos de arroz con su nombre, pendientes lapiceros, 'intumbables', platos, vasos, brazaletes de duelo... todo esto y mucho más se consigue en versión bolivariana. Poco a poco se cuelan también las imágenes de Nicolás Maduro.

El último acierto del marketing bolivariano, antes de la muerte de Chávez  lo  fueron dos ojos en una camiseta, la mirada de Chávez, y un eslogan. Al precio de unos cinco dólares puede llevarse una camiseta con la inmortal mirada.

Pero el proceso de endiosamiento estalló muy lejos de la 23 de enero. Lo hizo en Twitter. Las redes sociales divulgaron la imagen de un rosario de Chávez que ha indignado a muchos.

Kit de la capilla ardiente

En el centro de un rosario tradicional pintado de rojo, donde debería aparecer la fotografía de la Divina Pastora está el rostro del mandatario. El rosario habría sido entregado como parte del 'kit de la capilla ardiente' durante las exequias del desaparecido mandatario.

La Iglesia que ha repudiado el invento por boca del Padre Chulalo de Barquisimeto (Lara) y provocó un editorial de rechazo del diario 'El Universal' de Caracas: "Se quiere establecer la imagen póstuma del Presidente para propósitos políticos con el objetivo de crear un nuevo mito del Estado venezolano llevando su imagen a un plano trascendental y religioso".

"Se trata de una irreverente e inaceptable utilización de una de las formas de oración más antiguas del cristianismo la cual se remonta a los tiempos del Imperio Romano, cuando se adornaba con rosas a los dioses como símbolo de los corazones de sus fieles", señaló este domingo el periódico.

Fue el remate a un peculiar funeral que por momentos parece un cierre de campaña, otras el carnaval de Barlovento y otras la procesión de la Divina Pastora.

FRASE DE SABIDURÍA

Nuestro Dios está en el cielo. Sus ídolos [de ellos], en cambio, son plata y oro, hechura de manos humanas: tienen boca y no hablan; tienen ojos y no ven; tienen orejas y no oyen; tienen nariz y no huelen; tienen manos y no tocan; tienen pies y no andan; no tiene voz su garganta. Sean como ellos los que confían en ellos.

- Salmo 115

23 de marzo de 2013

14 AUDIENCIAS PIDIÓ BERGOGLIO A CRISTINA Y ELLA NO LO RECIBIO


14 AUDIENCIAS PIDIÓ BERGOGLIO A CRISTINA
Y ELLA NO LO RECIBIÓ

Por  Roberto García

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Diario Perfil). Nunca lo recibió. Nunca quiso recibirlo en su gobierno. A pesar de que Jorge Bergoglio, según se contaba en sus inmediaciones, al menos en catorce oportunidades intentó conseguir audiencia con la Presidenta. Y nadie imagina que esos pedidos de diálogo estuvieran vinculados a nimios problemas personales o a intereses espurios. Curiosamente ahora, en este viaje a Roma de Cristina de Kirchner, se vuelve paradojal aquel olímpico desprecio para recibir a ese curita de parroquia que oficiaba en la Catedral. 

Más: podría decirse que Ella disfrutaría como una elegida si en el trámite de la asunción papal fuera distinguida con una deferencia, una entrevista, y sobre todo una fotografía. Sabrá Dios, y en todo caso su vicario católico, lo que habrá de ocurrir este martes si Ella vuela. La etapa previa estuvo regida por una felicitación gélida a Francisco, encabezada en “mi nombre” y luego en “el del pueblo”, para más tarde aconsejarlo en un discurso sobre cómo dirigir la Iglesia Católica al tiempo que lo reconocía como delegado religioso latinoamericano, salteándose su origen argentino. Demasiadas prevenciones, atajos y subterfugios para observar un hecho universal, referido a 1.200 millones de católicos, como si ello estuviera relacionado con su gestión.

Explicable la reserva: se debe admitir que el matrimonio Kirchner se revolvía contra Bergoglio desde los tiempos en que gobernaba Néstor, sobre todo después de una homilía (2004) en la que el cardenal aludió, entre otros puntos sensibles, a la corrupción. Por aquella época, enfurecido, el jefe de Estado llegó a hablar de que el Diablo podía estar bajo una sotana, ordenó revisar los aportes del Estado a la Iglesia y, como represalia pública, suspendió el tedéum en la Catedral para volver afónica la voz de Bergoglio. Y, en compensación oral, le cedió ese rubro estelar a un obispo favorito de provincia (Maccarone, Santiago del Estero), el mismo que luego –videos mediante, tan salaces como el de algunas actrices de moda– debió ser exiliado por debilidades sexuales frecuentes en otros sacerdotes del mundo.

Fracasó esa experiencia sustituta con un cura de perfil más progresista que Bergoglio, pero tampoco prosperó inclinarse por otro de tendencia más de derecha y al borde de la jubilación (tarea de cooptación encarnada por Julio De Vido, igual a la que realiza con los intendentes), un prelado que rondó en ocasiones por la Casa Rosada y en sus visitas proveía de vírgenes de Luján de yeso, de tamaños diversos, que Cristina luego obsequiaba a invitados o viajeros (Hugo Chávez se llevó una, por ejemplo). No les alcanzó para exhibirlo, era demasiado ortodoxo. Al menos, en relación con Bergoglio. Y este párroco, ya apartado de su función por la edad, cada tanto asiste en el consejo espiritual a la hermana de Néstor, la ministra Alicia, futura candidata a una diputación bonaerense.

Nada alivió el desencuentro con Bergoglio. Se hizo intensa la ofensiva oficial para provocar algún tipo de división en la Iglesia, esa especialidad característica del kirchnerismo. Lo denunciaron con razón y sin ella por su pasado en períodos militares, no aparecían los que hoy lo defienden como si entonces evitaran exponerse. Típico de la Argentina. Mientras, Bergoglio podía compartir habitación con un anciano dinosaurio y menemista como su colega Ogñenovich, al mismo tiempo que derivaba la mayor parte de las ayudas económicas al padre Pepe en las villas, supuestamente de izquierda por su vocación social. Y, en el orden interno, ni una fisura: controlaba la institución con mano férrea, imponía control sobre su tropa pastoral, era implacable en el ejercicio del poder. Casi como Néstor. No es casual, ambos eran de raíz peronista.

Hasta pocas horas antes del imprevisto ascenso papal, todavía Cristina sostuvo su interminable reyerta y en un discurso precisó que ella era católica devota pero disidente de la jerarquía local. El día previo a la designación del ahora Francisco, le ocuparon su tribuna: la Catedral. No era la primera vez aunque resultó un asalto más benigno que otros desbordes de adláteres de Cristina que, debe suponerse, Ella desconocía.

Tanta incompatibilidad, claro, explica la indigestión dolorosa: se entroniza en Roma un enemigo al que, por otra parte, se sospechaba fuera de juego porque ya había pedido su retiro del cargo. Doble estupor. Ahora, a pesar de la distancia y del cambio de prioridades, el que fuera padre Bergoglio constituye una amenaza al poder kirchnerista. Al menos, así lo observan en bandadas los habitués de la Casa Rosada.

Miran con temor a mediano plazo: si el papa Francisco viene en julio a la Argentina, como complemento de un viaje a Brasil por un congreso de juventudes, habrá que aguardar concentraciones masivas, un fervor celestial alineado tras su figura. Y no precisamente favorable al Gobierno, aunque el Pontífice evite referencias domésticas. Pero esos episodios suman y restan en la etapa previa a las elecciones de octubre.

Tan evidente esa realidad como el recuerdo de otro papa que, luego de ser ungido, volvió a su tierra polaca, hizo más líder a un sindicalista como Lech Walesa y sin duda contribuyó al desmoronamiento del gobierno comunista. Repasar la historia a veces genera estremecedoras pesadillas, hasta en los iniciados en el “relato”.

Remitido por Joe Noda