11 de marzo de 2013

CARDENAL DOLAN REVELA NOMBRE MÁS DICHO ENTRE LOS CARDENALES


Cardenal Dolan revela
nombre más dicho
entre  cardenales ante el Cónclave

ROMA, 11 Mar. 13 / 11:19 am (ACI/EWTN Noticias).- El Arzobispo de Nueva York y Presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, el Cardenal Timothy Dolan, reveló a la prensa el nombre más mentado entre los cardenales  en los días previos al Cónclave que se inicia este martes 12 de marzo.

En una misiva enviada a los fieles de su arquidiócesis, el Cardenal Dolan contó que una periodista "preguntó si el nuevo Papa traería un cambio radical a la Iglesia.   La vi sorprendida cuando le respondí ‘¡Sí!’ Y allí al menos tuve toda su atención".

"Luego le expliqué que es un ‘gran momento’ de la Iglesia para el cambio, principalmente un cambio en el corazón humana, al que Jesús llama al arrepentimiento y la conversión. El ‘trabajo’ del Obispo de Roma es conservar la fe, las verdades reveladas a nosotros por Dios, especialmente a través de su Hijo".

El Arzobispo dijo que la periodista preguntó luego "¿hay algunos nombres?" de candidatos al Papado. "Claro", contesta, "pero ¡el nombre más dicho es el santísimo nombre de Jesús!"

Por ello el Cardenal Dolan hizo una exhortación a "decir su Santo Nombre y pedirle que nos envíe su gracia y su misericordia. ¡Gracias!"

En el mensaje publicado el 8 de marzo, el Purpurado dice a sus fieles que "¡los extraño! Ya son 10 días desde que dejé la arquidiócesis, y como dice la canción, ¡quiero ir a casa! Los extrañaré especialmente el día de San Patricio, la Fiesta del gran Patrón de nuestra arquidiócesis y nuestra renovada catedral. Hasta el momento no he podido encontrar pan irlandés, carne en conserva o whiskey. (No me malentiendan: ¡Me encanta la comida y el vino de Roma!)
"
El Cardenal Dolan agradece además a todos "por sus oraciones. ¡Las necesitamos! ¡Las sentimos! ¡Sigan rezando! Un veteran me dijo que los días de paso entre un Pontífice y la elección del nuevo son como los días en Jerusalén luego de la Ascensión de Nuestro Señor al Cielo.    "Toda la Iglesia rezaba, rezaba mucho y por largo rato, unida con los apóstoles y la Madre de Jesús, encerrados en el cenáculo, ¡esperando el supremo don del Espíritu Santo! Eso sucede ahora", afirma.

"Y nosotros los cardenales estamos rezando mucho. Todos los días comenzamos con la oración más efectiva de todas, el Santo Sacrificio de la Misa”. precisó.

LA DOLCE VITA DE LOS CHÁVEZ



La “dolce vita” de los Chávez


Ludmila Vinogradoff / Caracas
abc.es

Le gustaba llevar relojes de marca del tipo Patek Phillip y trajes de firma a la medida, mientras predicaba por televisión su “socialismo siglo XXI” y abrazaba a los niños y ancianos para conquistar el corazón de los desposeídos. En los 14 años que gobernó a Venezuela, Hugo Chávez no se privó de ningún placer mundano como son los innumerables viajes que hizo alrededor del planeta, hospedarse en los hoteles más caros, tener vehículos y llevar joyas costosas.

Así lo relata a ABC el sastre Giovanni Scutaro, quien en los primeros años de su gobierno le cambió sus trajes sencillos de liquiliqui(traje típico llanero de cuello Mao) y uniforme militar por conjuntos de última moda de cachemir, corbatas de seda y finas camisas de marca española. Los zapatos también de firma.

La influencia del apellido Chávez ha dado luz verde para gastar

Su numerosa familia compuesta por sus padres, seis hermanos, cuatros hijos y varios nietos y una larga lista de sobrinos y ahijados, tampoco quiso quedarse atrás. La influencia del apellido Chávez les ha dado luz verde para gastar a manos llenas el presupuesto público. Sus preferencias especialmente por los entretenimientos y espectáculos “Made in USA” han contrastado con el discurso “antiimperialista” de su líder.

Sin ningún rubor ni tapujo, las hijas Rosinés y María Gabriela han colgado sus fotografías en las redes sociales mostrando cómo disfrutan de la vida privilegiada por llevar el apellido presidencial. En sus viajes al exterior se codearon con la élite política y artística internacional. No se perdieron ningún estreno de artistas como Justin Bieber o Madonna, mientras el común de los venezolanos no sueña con esas banalidades ni viajar en primera clase porque tiene los dólares restringidos por el control de cambio de la oficina de CADIVI.

María Gabriela tiene debilidad por los coches de carrera

María Gabriela, la hija predilecta del líder, también tiene debilidad por los coches de carrera. Con fondos de la petrolera estatal financió al piloto criollo Pastor Maldonado en los circuitos de la Fórmula1. Estos caprichos elitistas han sido criticados por la base chavista, especialmente por los 17.000 damnificados que esperan en refugios desde hace dos años que les den una vivienda.

Predicar para otros

El diputado opositor Carlos Berrisbeitía  estima que Chávez habría gastado más de 350 millones de dólares en sus viajes al exterior durante 14 años, en los que siempre llevó una nutrida delegación incluyendo a su familia. «Ningún otro jefe de Estado del continente americano ha derrochado tanto».

La «familia real» como denominan a los Chávez en Barinas, era una familia humilde que surgió prácticamente de la nada y que nunca aplicó la prédica del mandatario de que «ser rico es malo». Tal vez pensó que eso era para los pobres y que el ejemplo no empieza por casa.

«Ningún otro jefe de Estado del continente ha derrochado tanto»

Lo cierto es que la prensa extranjera estima que Chávez ha dejado una herencia incalculable para su familia. Las cifras hablan de unos 2.000 millones de dólares, una fortuna que habría amasado la familia presidencial, según publicó hace dos semanas Jerry Brewer, presidente de la ONG Criminal Justice International Associates (CJIA) de Virginia del Norte.

Al pie de monte andino está situado Barinas, de 35.200 kilómetros cuadrados con una población de 800.000 habitantes, estado natal de Chávez, convertido en el feudo de su familia porque lo ha gobernado su padre Hugo de los Reyes y su hermano mayor Adán en estos 14 años de era chavista. Al parecer la fortuna sólo ha tocado la puerta del clan presidencial en Barinas, pues éste figura entre los estados más pobres de Venezuela.

El feudo de 45.000 hectáreas de la «familia real» en Barinas incluye una fortuna de 17 fincas, 10 vehículos tipo Hummer, residencias veraniegas, joyas con esmeraldas, rubíes y relojes de oro de 24 kilates, ropa de marcas como Coco Channel. Lo dice el diputado Wilmer Azuaje que los conoce como la palma de su mano.

El patrimonio familiar alcanza un valor de 535 millones de dólares, de los cuales 265 millones de dólares están depositados en cuentas bancarias en el exterior, afirma Azuaje.

La madre, Elena Frías, ha cambiado mucho de estilo desde que su hijo ascendió a la Presidencia. Sus fotografías la delatan. De mostrarse como una mujer humilde y sencilla al comenzar el gobierno ha pasado a ser una señora encopetada y enjoyada cuyo rostro muestra a la legua que ha pasado muchas veces por el quirófano.

La ostentación de Elena Frías casa con su carácter fuerte y lleno de temple. Es la madre del que ideó “la revolución bolivariana y el socialismo del siglo XXI”. Lo muestra la crónica “En busca de la mamá de Chávez” en la Antología de Crónica Latinoamericana Actual, editado por Alfaguara. En el año 2008, la cuenta bancaria de Elena contaba con 16,3 millones de dólares, que ahora deben haber aumentado, según el diario mexicano La Razón.
Reproducido de ABC, Madrid.

EL MISTERIO DE LOS CÍRCULOS EN LOS CAMPOS DE CULTIVO


El misterio de los círculos

en los campos de cultivo

Los círculos en el pasto o círculos en las cosechas, son dibujos que aparecen en campos de cultivo de trigo, maíz u otros cereales.  El registro más antiguo de un círculo en un cultivo se encuentra en Inglaterra, en un folleto publicado el 22 de agosto de 1678, con el nombre de “The Mowing-Devil” (El diablo cosechador), que muestra a un demonio cortando un gran círculo en el cultivo. El agricultor que dio testimonio para el artículo publicado aseguró haber visto al mismo Diablo segando el trigo.  

El fenómeno actual comenzó en el año 1991, cuando aparecieron los primeros círculos en Winchester (Reino Unido)  y los medios informativos se hicieron eco de la noticia.  Estos primeros círculos eran simples, de apenas 9 o 10 metros de diámetro, pero con el paso de los años se volvieron más complejos y numerosos. Ya en los años ochenta  el fenómeno se trasladó a otros países como Alemania, Nueva Zelanda, etc.   

Desde la primera aparición de los círculos en los cultivos se ha especulado con varias opciones sobre la autoría de los mismos. Una es la de procedencia extraterrestre, que intentarían contactar a través de estas figuras. Otra opción es la creación humana, que realizaría los círculos por las noches sin ser vistos.

Esta hipótesis baraja que los círculos son simplemente creados por el hombre durante la noche con diversos fines como burla, manera de ganar dinero, diversión, creatividad, etc. Es la hipótesis que comparten escépticos y la mayoría de auto declarados "hacedores de círculos" y agricultores afectados.

«Los extraterrestres parecen estar al tanto de las leyes británicas, porque ningún ovni ni ningún orbitrón de plasma se ha dejado caer por la campiña inglesa durante el brote de fiebre aftosa», ironizaba Michael Wright el 17 de junio de 2001, en The Sunday Times. Una vez levantada la prohibición de acceso a carreteras y caminos rurales impuesta para evitar la difusión del mal, los pictogramas florecieron. A mediados de agosto, Tim Carson, un granjero de Wiltshire, descubrió una figura en su propiedad y tuvo claro, desde el primer momento, que no era cosa de marcianos. «Recibí una llamada en la que me preguntaron si los caminos estaban ya abiertos al público. Dije que sí y aquella noche apareció un círculo de los sembrados», declaró en una entrevista a la BBC de Londres. 

En 1991 Doug Bower y Dave Chorley se adjudican la autoría de los primeros círculos aparecidos durante mediados de los años setenta,  mostrando detalladamente a la prensa cómo los realizaron.  

El condado de Wiltshire -en el que se levantan los monumentos megalíticos de Stonehenge y Avebury- es la Disneylandia de la cerealogía, que debe su nombre a Ceres, la diosa romana de la agricultura. Allí comenzó todo a mediados de la década de 1970 y allí se encontró la otra formación que, junto a las de Chibolton, causó sensación el año pasado: una espiral de seis brazos, compuesta por 409 círculos y que ocupaba 45.000 metros cuadrados de un trigal de Milk Hill.

John Lundberg, un diseñador gráfico londinense de 33 años, calcula que el complejo pictograma pudo exigir de sus creadores unas tres horas de intenso trabajo nocturno. Lo dice con conocimiento de causa: forma parte de uno de los grupos que, desde hace años, reivindican la paternidad de los círculos.

«Cuando, en 1991, Doug Bower y Dave Chorley confesaron que habían estado haciendo círculos durante quince años, el interés popular cayó en picado. Entonces -recuerda Lundberg-, nos propusimos elevarlo otra vez haciendo formaciones tan grandes y complejas que la gente volviera a preguntarse: ‘¿Es posible que estas cosas sean obra humana?’».  

Desde que el diario The Wiltshire Times se hizo eco del primer pictograma hace veintidós años, la complejidad de las formaciones ha ido en aumento. Las primeras llevaban a Bower y Chorley pocos minutos. Eran fáciles de hacer: uno de ellos se plantaba sobre el terreno, a modo de poste, con una cuerda o cinta de agrimensor a cuyo otro extremo estaba su cómplice. Este último caminaba entonces alrededor de su compañero, cual brazo móvil de un compás humano, dibujando un círculo de plantas tumbadas. Aplastaba el cereal con los pies, apoyándolos en un tablón que sujetaba con las manos, gracias a sendas cuerdas. Los dibujos de ahora son bastante más complicados, pero la técnica es la misma.

Bromistas impenitentes
Los dos vecinos de Southampton se lo pasaron en grande durante tres lustros. Diseñaban figuras cada vez más llamativas no sólo para superarse en su arte, sino también para entusiasmar o crear dolores de cabeza a los cereálogos, un peculiar tgrupo e científicos que recorría la campiña a la caza de dibujos. Bower llegó a acompañar a los expertos en sus visitas a los pictogramas y tomar nota de sus teorías para hacerlas realidad o ponerlas en entredicho. Así, cuando un cereálogo achacaba que las plantas aparecieran tumbadas siempre en un mismo sentido a la acción de tornados o vórtices de plasma, la pareja creaba una figura con el cereal aplastado en sentido contrario o con círculos satélites.

Dentro de la comunidad cerealógica destacaron pronto tres personajes por su capacidad de rentabilizar el fenómeno: los ingenieros Colin Andrews y Pat Delgado, y el meteorólogo Terence Meaden. Las continuas bromas de Bower y Chorley les volvieron locos. Al final, en septiembre de 1991, todo se fue abajo. Unos periodistas del diario Today enseñaron a Delgado una figura y éste se deshizo en elogios. «¡Es fantástico!», dijo, antes de añadir que no podía ser obra humana. Cuando los reporteros le presentaron a los dos artistas, dos sesentones, la tierra se abrió bajo los pies del cereálogo. «La gran broma ha terminado. Dos espabilados nos han engañado», concluyó. Pero la broma no había hecho nada más que comenzar.

«Lo que me fascina son los mitos y el folclore que han surgido alrededor de los círculos», afirma John Lundberg, quien no se considera un bromista, sino un artista. Los sucesores de Bower y Chorley utilizan ordenadores para sus diseños, pero los trasladan al campo con los mismos útiles que sus maestros: cinta de agrimensor, tablones, cuerdas, brújulas, linternas… En el verano de 2002, siguiendo la estela de Señales, (la última película de M. Night Shyamalan), miles de turistas invadieron los campos de Wiltshire y Hampshire para admirar sus obras de arte. El taquillazo de Hollywood llenó los bolsillos de los agricultores -cobran por entrar a sus propiedades-, las agencias de viajes y los cereálogos que tan mal lo pasaron hace diez años. El negocio de los círculos volvió a ser redondo.

Un arte y un negocio típicamente británicos

Son tan ingleses como los estrafalarios sombreros de Isabel II y el té de las cinco. De hecho, nacieron en una noche de verano de 1975 o 1976 después de que cayeran varias pintas en un pub, el Percy Hobbs de Winchester. Doug Bower y Dave Chorley paseaban por un camino hablando de ovnis cuando el primero, que había vivido en Australia, recordó que en 1966 se había atribuido un círculo de hierba aplastada descubierto cerca de Queensland al aterrizaje de un platillo volante. «¿Qué crees que ocurriría si hiciéramos un círculo por aquí?», preguntó a su compañero señalando un trigal. Así comenzó todo.

Al principio, la pareja empleó para aplastar el cereal la barra metálica con la que Bower atrancaba la puerta trasera de su tienda de marcos. Con el tiempo, se fabricaron las herramientas que aún siguen utilizando los hacedores de círculos del siglo XXI. Y tuvieron que dar explicaciones a Ilene, la esposa de Bower. En 1984, la mujer se encaró a su marido. Creía que tenía una aventura. Sólo así podían explicarse sus repetidas salidas nocturnas. El hombre le dijo a qué dedicaba las escapadas, pero ella no le creyó hasta que le acompañó a él y a su cómplice en una de sus expediciones.

Fuentes: wikipedia.org
Luis Alfonso Gámez (Publicado originalmente en el diario “El Correo”.

FRASE DE SABIDURÍA

La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta.
- Sócrates (Atenas, 470 a.C-id, 399 a.C)

10 de marzo de 2013

EL CÓNCLAVE Y EL MUNDO



El Cónclave y el Mundo


La Iglesia católica es una institución con dos mil años de historia. Comparado con ella, un país como Estados Unidos, por poner un ejemplo, acabaría de entrar en la adolescencia. Además, la Iglesia es responsable de algunos de los avances más decisivos de la historia de la humanidad. Apenas nada en Europa es inteligible sin ella: desde nuestras instituciones más básicas –universidad, hospital, parlamento– hasta el mismo calendario, diseñado por astrónomos pontificios. Quizá por ello resulten poco acertados los intentos de explicar lo que sucederá el martes, cuando se cierren las puertas de la Capilla Sixtina, en términos de pugna entre «conservadores» y «progresistas». Lo cierto es que esta dicotomía, aún útil en lo político, es completamente ajena a un cónclave. En este sentido se han pronunciado a menudo, no sólo los dos últimos papas, sino numerosos cardenales durante las congregaciones generales celebradas la pasada semana.

Este cónclave es, desde determinados puntos de vista, único. En primer lugar, porque será el que cuente con mayor número de electores de la historia, 115, venidos de las cuatro esquinas del mundo en representación de prácticamente todas las naciones y culturas del planeta; signo de la universalidad de una Iglesia que nunca ha tenido tantos miembros como ahora.

En segundo lugar, este cónclave es especial porque la atmósfera emocional en la que tendrá lugar no estará marcada por el luto por el último Pontífice. Así ha sido casi siempre y así fue en 2005, cuando Roma recibió a 74 jefes de Estado durante el funeral de Juan Pablo II (más de los que acudieron al de Winston Chur-chill, John F. Kennedy y Charles de Gaulle juntos). En aquel cónclave fue elegido Joseph Ratzinger, y qué injustos y miopes parecen –después de su humilde y ejemplar despedida– los numerosos comentarios que intentaron pintarle como «el Rottweiler de Dios».

También son ahora numerosas las voces que hablan de la «gran crisis» que atraviesa la Iglesia, asediada por un mundo que, se dice, cada vez la entiende menos y debilitada internamente por la disensión y los escándalos. Pero cabe en verdad preguntarse: ¿cuándo no ha habido crisis en la Iglesia? ¿Es más dramático el ambiente en el que se desarrollará el cónclave del próximo martes que, pongamos por caso, el de hace doscientos años, cuando Pío VII estaba preso por Napoleón? ¿O cuando su predecesor, Pío VI, lo estaba a manos del Directorio? ¿O como cuando Decio y Diocleciano reprimían a sangre y fuego a cualquier cristiano que se se preciara de serlo en público? ¿Entendía el mundo mejor a la Iglesia entonces?

Un prestigioso columnista preguntaba hace poco a sus lectores en «The Wall Street Journal»: «¿Cuándo fue la última vez que alguien leyó una noticia sobre un sacerdote católico que no estuviera en relación con los abusos sexuales?». Esta pregunta retórica pone de manifiesto la gran disparidad existente entre el trabajo realizado por millones de sacerdotes, religiosos y laicos en el mundo –llevando una palabra de consuelo, cuando no un pedazo de pan, a millones de personas de todo el mundo–, y la ínfima y muchas veces sesgada fracción de esa crucial labor que alcanza dimensión mediática. Quizá sea este trabajo callado, precisamente en nuestra España de hoy, el que ha permitido que nuestro tejido social no se haya rasgado, a pesar de estar siendo sometido a tensiones que hace tan sólo una década parecían insostenibles.

Los cardenales encargados de elegir al sucesor de Benedicto XVI no son «espíritus débiles», por utilizar la sagaz expresión usada, en otro contexto, por el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, la semana pasada. Saben que esta incomprensión, más o menos acentuada, no ha faltado nunca y es, en realidad, análoga a la soportada por toda institución investida de autoridad. No deja de ser un gesto cargado de sabiduría que se encierren con llave –no otra cosa significa cónclave– para, dejando fuera el ruido del mundo, tomar la mejor decisión posible desde la serenidad. A la serenidad también invita cierta frase pronunciada por el fundador de la Iglesia cuando todos sus miembros cabían, literalmente, en una habitación y la inmensidad de la cúpula de San Pedro era un sueño inconcebible: «No temáis. Yo he vencido al mundo».

Editorial del diario La Razón, Madrid
10 de marzo de 2013