14 de febrero de 2013

AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE


 Amor constante 
más allá de la muerte


Francisco de Quevedo
 
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria, en donde ardía.
Nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

MITOLOGÍA


 (El nacimiento de Venus, Boticelli, detalle)
Venus, la diosa del amor

Venus era una importante diosa de la mitología romana  relacionada principalmente con el amor, la belleza y la fertilidad, y la   que desempeñaba un papel principal en muchas fiestas y mitos religiosos romanos.   

Desde el siglo III a. C., la creciente helenización (asimilación de la cultura griega  por las clases altas romanas) la identificó como equivalente de la diosa riega Afrodita. Como con la mayoría de las demás deidades del panteón romano, el concepto literario de Venus está recubierto por las ropas tomadas de los mitos griegos literarios de su equivalente, Afrodita. La anterior diosa etrusca o latina de la vegetación y los jardines pasó a ser relacionada deliberadamente con la griega Afrodita.

Culto
Se sabe que en año 293 a.C. le fue dedicado el templo más antiguo del que se tiene constancia, y en el mes se instituyó la fiesta llamada la “Vinalia Rustica”.   En el ÑO 215 a.C.  le fue dedicado un templo fuera de la Porta Collina en la Colina Caitolina   para conmemorar la derrota romana en la Batalla del Lago Trasimeno.  

Venus en el arte clásico
La Venus de Milo
El arte romano y helenístico produjo muchas variaciones sobre la diosa, a menudo creadas bajo el influjo de Praxiteles.   Muchos desnudos femeninos de esta época de escultura cuyos temas son desconocidos se suelen llamar en la moderna historia del arte «Venus», incluso si originalmente pudieran haber sido el retrato de una mujer mortal más que una imagen de culto  de la diosa. El ejemplo más conocido es el de La Venus de Milo que se encuentra en el Museo del Louvre, Francia, que data del año 130 a.C.


Venus en el arte posclásico
Venus del Espejo, Diego Velázquez
Venus se convirtió en un tema popular en la pintura y la escultura del Renacimiento europeo. Como una figura «clásica» cuyo estado natural era la desnudez,  era socialmente aceptable representarla sin ropas. Como la diosa de la salud sexual, estaba justificado cierto grado de belleza erótica en sus retratos, que resultaba atractivo para muchos artistas y sus mecenas. Con el tiempo, “venus” llegó a aludir a cualquier representación artística de una mujer desnuda en el arte posclásico, incluso si no había indicios de que se tratase de la diosa. Entre otros muchos ejemplos se destacan “El nacimiento de Venus”, de Boticelli (c 1485-1486), la "Venus del espejo”, de Diego Velázquez, (c.1644) y “Olimpia”, de Eduardo Manet (1863).

Venus en la leyenda y la ópera: Tannhäuser
La leyenda medieval alemana de Tnnhäuser  conservó el mito de Venus mucho después de que su culto fuera desterrado por el cristianismo.  


Esta leyenda  apareció por primera vez en el siglo XVI, en una canción que narra la historia de un caballero que había vagado por el mundo hasta llegar a Venusberg (en alemán montaña de Venus), el reino de la diosa del amor, Venus, donde disfruta de los placeres de aquel mundo secreto. Sin embargo, cansado de los placeres que le provee la diosa, se arrepiente y decide volver al mundo real. Venus intenta impedirlo, y Tannhäuser evoca a la Virgen María con lo cual regresa bruscamente al mundo real. 

Dispuesto a rehacer su vida, Tannhäuser hace una peregrinación a Roma para pedir el perdón de sus pecados, pero el Papa, escandalizado con su relato, le dice que su bastón reseco de madera se llenará de brotes antes de que Jesús perdone a un pecador como Tannhäuser. Amargado y desilusionado, Tannhäuser vuelve a Venusberg.

Poco después, el bastón del Papa se llena de brotes. El pontífice envía apresuradamente mensajeros que intentan encontrar a Tannhäuser y traerlo de regreso al Vaticano para que sea perdonado, pero el poeta ha desaparecido para siempre.

La leyenda de Tannhäuser fue recogida por el músico alemán Richard Wagner y es el tema  del primer acto de una ópera suya del mismo nombre.

Fuente: Wikipedia.org

FELICITACIÓN


FRASE DE SABIDURÍA

El tiempo no te hace perder a tus amigos, te hace entender cuáles son los de verdad.
- Anónimo

13 de febrero de 2013

RAÚL Y FIDEL SOBRE EL PAPA...


(Caricatura de O. Santana)

LAS 10 JOYAS DE LA ARQUITECTURA VALENCIANA


Las 10 joyas de la arquitectura valenciana:

El Edificio Rialto


El edificio Rialto es una de las representaciones más claras del art decó en la Comunidad Valenciana. Sede del Instituto Valenciano de Cinematografía, fue construido en 1939 tomando como inspiración el cine Universum de Berlín, de Erich Mendelsohn. 

Diseñado por el arquitecto Cayetano Borso di Carminati (1900-1972), este edificio se caracteriza por su fachada asimétrica de hierro y cristal y por sus interiores de escayolas con grandes molduras curvas.


Fue inaugurado en vísperas de la Guerra Civil, y su primera proyección fue la comedia «Sombrero de Copa» (1935).


A mediados de los años ochenta, el Rialto fue remozado por los arquitectos Cristina y Camilo Grau García.

LOS ORÍGENES DE LA CUARESMA



Los orígenes de la Cuaresma


La celebración de la Pascua del Señor, constituye, sin duda, la fiesta primordial del año litúrgico. De aquí que, cuando en el siglo II, la Iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo, advirtió la necesidad de una preparación adecuada, por medio de la oración y del ayuno, según el modo prescrito por el Señor. Surgió así la piadosa costumbre del ayuno  del viernes y sábado santos, como preparación al Domingo de Resurrección.

LOS PRIMEROS PASOS

Paso a paso, mediante un proceso de sedimentación, este período de preparación pascual fue consolidándose hasta llegar a constituir la realidad litúrgica que hoy conocemos como Tiempo de Cuaresma. Influyeron también, sin duda, las exigencias del catecumenado y la disciplina penitencial para la reconciliación de los penitentes.

La primitiva celebración de la Pascua del Señor conoció la costumbre de un ayuno preparatorio el viernes y sábado previos a dicha conmemoración. Por otra parte, en el siglo III, la Iglesia de Alejandría, de hondas y mutuas relaciones con la sede romana, vivía una semana de ayuno previo a las fiestas pascuales.

EN EL SIGLO IV SE CONSOLIDA
LA ESTRUCTURA CUARESMAL DE CUARENTA DÍAS

De todos modos, como en otros ámbitos de la vida de la Iglesia, habrá que esperar hasta el siglo IV  para encontrar los primeros atisbos de una estructura orgánica de este tiempo litúrgico. Sin embargo, mientras en esta época aparece ya consolidada en casi todas las Iglesias la institución de la cuaresma de cuarenta días, el período de preparación pascual se circunscribía en  Roma a tres semanas de ayuno diario, excepto sábados y domingos. Este ayuno prepascual de tres semanas se mantuvo poco tiempo en vigor, pues a finales del siglo IV, la Urbe conocía ya la estructura cuaresmal de cuarenta días.

El período cuaresmal de seis semanas de duración nació probablemente vinculado a la práctica penitencial: los penitentes comenzaban su preparación más intensa el sexto domingo antes de Pascua y vivían un ayuno prolongado hasta el día de la reconciliación, que acaecía durante la asamblea eucarística del Jueves Santo. Como este período de penitencia duraba cuarenta días, recibió el nombre de Quadragesima o cuaresma.

¿POR QUÉ LA CENIZA?

Hacia finales del siglo V, el miércoles y viernes previos al primer domingo de cuaresma comenzaron a celebrarse cómo si formaran parte del período penitencial, probablemente como medio de compensar los domingos y días en los que se rompía el ayuno. Dicho miércoles, los penitentes por la imposición de la ceniza, ingresaban en el orden que regulaba la penitencia canónica. Cuando la institución penitencial desapareció, el rito se extendió a toda la comunidad cristiana: este es el origen del Miércoles de Ceniza o «Feria IV anerum».
El proceso de alargamiento del período penitencial continuó de forma irremediable. Esta anticipación del ayuno cuaresmal no es una práctica exclusivamente romana: se encuentra también en Oriente, y en diversas regiones de Occidente.

¿POR QUÉ CUARENTA DÍAS?

El significado teológico de la Cuaresma es muy rico. Su estructura de cuarentena conlleva un enfoque doctrinal peculiar.

En efecto, cuando el ayuno se limitaba a dos días —o una semana a lo sumo—, esta costumbre litúrgica podía justificarse simplemente por la tristeza de la Iglesia ante la ausencia del Esposo, o por el cli­ma de ansiosa espera; mientras que el ayuno cuares­mal supone desde el principio unas connotaciones propias, impuestas por el significado simbólico del número cuarenta.

En primer lugar, no debe pasarse por alto que toda la tradición occidental inicia la Cuaresma con la lectura del evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto: el período cuaresmal constituye, pues, una experiencia de desierto, que al igual que en el caso del Señor, se prolonga durante cuarenta días.

En la Cuaresma, la Iglesia vive un combate espiritual intenso, como tiempo de ayuno y de prueba. Así lo manifiestan también los cuarenta años de peregrinación del pueblo de Israel por el Sinaí. Otros simbolismos enriquecen el número cuarenta, como se advierte en el Antiguo y Nuevo Testamento. Así, la cuarentena evoca la idea de preparación: cuarenta días de Moisés y Elías previos al encuentro de Yahveh; cuarenta días empleados por Jonás para alcanzar la penitencia y el perdón; cuarenta días de ayuno de Jesús antes del comienzo de su ministerio público. La Cuaresma es un período de preparación para la celebración de las solemnidades pascuales: iniciación cristiana y reconciliación de los penitentes.

 El Concilio Vaticano II (cfr. SC 109) ha señalado que la Cuaresma posee una doble dimensión, bautismal y penitencial, y ha subrayado su carácter de tiempo de preparación para la Pascua en un clima de atenta escucha a la Palabra de Dios y oración incesante.

El período cuaresmal concluye la mañana del Jueves Santo con la Misa crismalMissa Chrismalis— que el obispo concelebra con sus presbíteros. Esta Misa manifiesta la comunión del obispo y sus presbíteros en el único e idéntico sacerdocio y ministerio de Cristo. Durante la celebración se bendicen, además, los santos óleos y se consagra el crisma.

El tiempo de Cuaresma se extiende desde el miércoles de Ceniza hasta la Misa de la cena del Señor del Jueves Santo, exclusive. El miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia; los viernes de Cuaresma se observa la abstinencia de carne. El Viernes Santo también se viven el ayuno y la abstinencia.
Reproducido de primeroscristianos.com