25 de noviembre de 2012

TRES ADIOSES


 TRES ADIOSES


Un fallo cardiaco acabó ayer sábado con la vida de Ignacio Fernández Sánchez Leblanc, Tony Leblanc, Goya de Honor en 1993 y Goya al mejor actor de reparto por su papel  en "Torrente, el brazo tonto de la ley".

Fue un imprescindible de aquellas películas de la sobremesa en blanco y negro de los sesenta y setenta, y de los primeros programas de variedades de Televisión Española, en donde inmortalizaría a personajes muy conocidos de la época.

Nacido en Madrid en 1922, a Tony Leblanc desde muy pequeño le dio por la danza, sobre todo el claqué -llegó a ser campeón de España-, pero su padre decidió que había que llevar dinero a casa y le puso a trabajar como botones y ascensorista en el Museo del Prado, en donde el trabajaba como conserje.

En plena Guerra Civil hacía bulto en los espectáculos de Pastora Imperio, incluso trabajó de extras en alguna que otra película y a principios de los cuarenta hizo de "boy" en las revistas de Celia Gámez, consolidando su carrera como actor de teatro

Aunque hizo algún que otro papel dramático para el cine  lo suyo fue lo de ejercer de galán cómic. Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes en 2002, Tony Leblanc trabajó en más de 150 largometrajes, pero a mediados de los años 70 decidió alejarse de los escenarios por diversos problemas de salud, que se complicaron con un accidente de coche a mediados de los ochenta que lo dejó incapacitado durante muchos años, tiempo durante el que se dedicó a escribir.

Fue Santiago Segura el que le obligó, en cierta medida, a ponerse de nuevo delante de las cámaras, ya que el actor y director le eligió para encarnar a su padre paralítico en "Torrente, el brazo tonto de la ley" en 1998, papel por el que recibiría su segundo Goya.

Su última aparición en la gran pantalla fue en "Torrente 4: Lethal Crisis (Crisis Letal)", en 2011. En los últimos años de su vida, Tony Leblanc volvió a atrapar a los televidentes con su papel de Cervan, el quiosquero de la serie de TVE, "Cuéntame".

Pero otro de los papeles que Tony Leblanc, mejor dicho Ignacio Fernández, ha bordado en su vida ha sido el de padre de una familia numerosa de ocho hijos, fruto del matrimonio con Isabel Páez, a la que desde siempre se le ha visto muy unido y enamorado.



Larry Hagman murió el pasado jueves  debido a las complicaciones surgidas en su batalla contra el cáncer.   Nacido en 1931 en Forth Worth (Texas), se hizo mundialmente famoso por su papel central como John Ross Ewing, más conocido como "J.R.", en la serie de televisión "Dallas", en la que encarnaba a un hombre de negocios sin escrúpulos, malicioso y manipulador.

El actor estaba casado desde 1954 con la decoradora sueca Maj Axelsson, con quien tenía un hijo y una hija. En su comunicado, la familia del actor destacó   que "Larry había vuelto a su querida Dallas para recrear el papel que más había amado". Desde el 13 de junio pasado, a pesar de la edad, había vuelto a dar vida a J.R. para la nueva serie "Dallas 2.0", producida por la cadena de televisión por cable TNT.



Héctor Camacho Matías, más conocido como "Macho Camacho", fue un     boxeador puertorriqueño ganador del título de campeón mundial   de siete diferentes pesos.  Durante su carrera boxística de 30 años fue reconocido por su rapidez en el ring y por su estilo extravagante. 
  
El pasado 20 de noviembre recibió un disparo en la cabeza cuando viajaba en el automóvil de un amigo, Alberto Yamil Mojica,  para quien aparentemente estaba dirigido el atentado por un ajuste de cuentas,  y que resultó muerto en el mismo. La policía encontró nueve bolsitas de cocaína en posesión de Mojica, y una décima bolsa abierta en el automóvil donde fue baleado Camacho.
 
Camacho recibió un solo impacto de bala en la mandíbula izquierda que le fracturó las vértebras cervicales  5 y 6, y terminó alojándose en el hombro derecho. Además, el proyectil lesionó la arteria carótida, afectando el flujo de sangre al cerebro

En un primer momento los médicos anunciaron que Camacho podría sobrevivir pero quedaría paralítico. Posteriormente los médicos informaron que había sufrido muerte cerebral y que no podría hacerse nada más por él. Ayer 24 de noviembre sufrió un segundo paro cardiaco que terminó con su vida.

JESÚS DE NAZARET REY DEL AMOR


 Jesús de Nazaret,
Rey del Amor

Gracias, Señor, por ser nuestro Rey  
porque tu reino es la justicia  
porque tu reino es el servicio  
porque tus armas son el perdón  
porque tus armas son el amor  
porque tus armas son la misericordia  
porque tu castillo es nuestro corazón    
porque tu corona no es de oro  
porque tus vestidos no son de seda  
porque tus pies van descalzos  
porque tu trono es una cruz  
porque nos esperas al final de los tiempos  
porque eres el centro de nuestra vida.  

Javier Leoz, betania.es
 Foto: óleo, Salvador Dalí

VOLVERÉ A MI CALLE

Volveré a mi calle

Marcia Pacheco Socarrás

Volveré a mi calle
preguntándome quién soy,
me quedaré en ese paso de viento
tan afilado
tan en víspera
sólo llevaré un ramo de kikalias 
para los amigos que ya no estarán
y en el claroscuro de la puerta mayor
pondré mi pié vacilante
en esa misma tierra donde cada aurora
fue mi vida.

Marcia Pacheco Socarrás, poetisa cubana residente en Venezuela. De su primer libro Kikalia.
Reproducido de la Revista "El Camagüeyano Libre".

FRASE DE SABIDURÍA

El valor del voto reside en el grado de información y capacitación de los votantes. El analfabeto ignorante se informa a través de otro, de modo que su voto se basa en las conclusiones o intereses del tercero. Lo cual actúa contra los intereses del votante legítimo que decide por sí mismo.
- Emilio A Cosío, (1926-2011) Escritor y humorista cubano.

24 de noviembre de 2012

UNA TORRE EIFFEL EN CAMAGUEY



¿Una torre Eiffel en Camagüey?


P. Willy Pino

El siguiente artículo fue publicado hace años en el Boletín Diocesano de Camagüey por el P. Willy Pino, hoy obispo de Guantánamo-Baracoa, cuando estaba a punto de terminarse la restauración del templo del Sagrado Corazón de Jesús en Camagüey.

A pesar de no ser de las construcciones más antiguas de la ciudad de Camagüey, la bella iglesia del Sagrado Corazón de Jesús ha vuelto a ser noticia. Este edificio religioso, de estilo neo-gótico, se comenzó a construir en 1914 bajo la dirección de 3 maestros de obra catalanes que seguían el proyecto de dos arquitectos, también catalanes, y fue concluida en 1918.

Su elevada torre central, coronada por una cruz, tiene 53 metros de alto; solo la mencionada cruz, desde su base hasta la parte superior, mide 3 metros. Las dos torrecillas laterales se elevan a 43 metros de altura.

Pero este hermoso templo venía deteriorándose desde hace años. Debido a su imponente altura, las auras que sobrevuelan la ciudad encontraron en el techo y las torres de esta iglesia un lugar donde descansar de sus vuelos, abrir en toda su extensión sus grandes alas, jugar entre ellas y… ¡correr las tejas provocando goteras y más goteras!

Como consecuencia de todo ello, la madera del techo estaba en gran parte podrida o comida por el comején. Otro elemento que explica los daños del templo está relacionado con el ciclón Flora. Por las lluvias  de este fenómeno meteorológico, todo el falso techo de ladrillos se llenó de agua, lo que provocó que se agrietaran los contrafuertes laterales de la iglesia. Y un tercer elemento más, según los especialistas, fueron las emanaciones de humo con azufre por la chimenea de la antigua Planta Eléctrica de la ciudad que provocaron un proceso de corrosión en las armaduras metálicas de las tres torres. Se hacía imprescindible una reparación general y urgente que, gracias a Dios, pudo comenzarse en marzo de 2001.

Fue necesario reunir 17 metros cúbicos de madera para poder hacer todo el andamiaje alrededor de la torre principal. Al terminarse, aquel andamio donde trabajarían los obreros parecía una verdadera Torre Eiffel de madera en pleno corazón de Camagüey. Necesario fue, además, hacer un techo nuevo completo y que permitiera asegurar cada una de las tejas del techo. Y, lo más delicado y con riesgos, fue desvestir las tres torres, dejando al descubierto sus estructuras metálicas, sustituir las dañadas por la corrosión del azufre, protegerlas y pintarlas y, por último, nuevamente revestirlas.  Esta vez no fueron artistas catalanes  sino cubanos, algunos de ellos tal vez descendientes de aquellos.

Altar lateral  con la imagen de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre



¿Quiénes fueron los héroes de esta reparación que está casi terminada? habría que mencionar a Ávalos y Enrique en la parte técnica; a Pepe Robert, maestro de obra al frente su pequeña brigada (Alfredo, Yornan, Aníbal, Wilber, José Raúl, Israel, Orlando y Raúl) y dos soldadores, (Norberto y Dadier, con sus ayudantes José Luis y Santiago). Pero no puedo dejar  de mencionar a Samuel, Ringo, Joseíto, Alexey, Roberto Carlos, Ismael y otros que ayudaron en las torrecillas laterales, y ¡por supuesto! a las incansables cocineras y al siempre activo Juancito Boutros.

¿Qué hubo sustos?  Pues sí, y éstos de hoy si fueron de verdad. No como aquel del 27 de febrero de 1945 en que una avioneta accidentada por poco se estrella contra la iglesia y fue a parar al techo y biblioteca de las escuelas Pías. Esta vez fue un incendio accidental en el andamiaje de madera de una de las torrecillas laterales. Era sábado por la tarde y dos hechos se confabularon para provocarlo: por un lado, una chispa producto de las soldaduras que cayó sobre una tabla del andamio, y por otro lado, el fuerte aire que batía a esas horas de la tarde. Ya los obreros se habían ido, pero gracias a la observación de los vecinos que vieron el humo salir, los bomberos pudieron actuar, y todo quedó en 4 ó 5 tablas chamuscadas. Fue más el susto que los daños.

Y el otro “sofocón” también tuvo como responsable al viento. Igualmente en horas de la tarde, y afortunadamente cuando los obreros ya se habían marchado, una manga de aire fuerte levantó el andamio metálico que estaba colocado alrededor de la cruz de la torre central y lo dejó inclinado peligrosamente hacia la calle. Avisados los obreros pudieron, gracias a la inventiva de Enrique, volver a colocarlo en posición. Entonces se decidió soldar las piezas entre sí, y poder así vencer el aire.

Esta obra está a punto determinarse. Ahora solo faltará encontrar un lugar a donde trasladar el comedor y los talleres de los trabajadores que reparan las iglesias de la provincia y que, durante todo este tiempo ha estado funcionando en esta misma iglesia del Sagrado Corazón. Mientras tanto, los obreros acondicionan sus herramientas porque ya se habla de próximas obras: las iglesias de San Juan de Dios, La Merced y La Soledad.

Y le quedan, pues, pocos días a nuestra camagüeyana torre de madera y no de hierro como la Eiffel de París, pero tan sorprendente como aquella. A medida que se va quitando el andamiaje, va quedando al descubierto una iglesia renovada.

Ojalá que así vaya pasando también en los corazones de todos los que formamos la Iglesia (con mayúscula). Que cada pequeña o grande iglesia que se renueva sea la parte visible de una renovación mayor: la nuestra.

Reproducido del Boletín Diocesano de Camagüey, Nº 51.
Fotos de Google Images