21 de noviembre de 2012

Pescadores valencianos, de sorolla, vendido en mas de 5 millones de euros



“Pescadores Valencianos”, 
de Joaquín Sorolla,
vendido  en Sotheby´s
 
Pescadores valencianos”, uno de los primeros óleos que Joaquín Sorolla pintó en el exterior, ha sido vendido hoy por 3,73 millones de libras (4,65 millones de euros) en la sala de subastas londinense Sotheby's, batiendo su récord en libras. El óleo superó el récord de cotización en libras del artista español, por delante de "La hora del baño" (1904), que se remató en 2003 en la misma sala de Londres por 3,7 millones de libras, si bien entonces la cotización en euros fue mayor (5,32 millones de euros al cambio de entonces).

La obra, adquirida por una fundación europea, superó en la subasta su precio estimado, que se había situado entre 1 y 1,5 millones de libras (de 1,25 a 1,87 millones de euros) y fue la estrella de una venta de 124 lotes de pintura europea de los siglos XIX y XX. El cuadro que Sorolla (1863-1923) pintó en la playa de su Valencia natal, en 1895, resultaría clave para su posterior reconocimiento internacional.

Un año antes, el español había creado 'Vuelta a la pesca', una pintura de gran formato que exhibió en el Salón de París de 1895 y fue adquirida después por el Museo de Luxemburgo (en la actualidad se encuentra en el Museo D'Orsay de la capital francesa). Tras ese éxito, Sorolla mostró en la Exposición Internacional de Arte de Berlín, en 1896, "Pescadores valencianos", uno de los primeros cuadros que pintaba en el exterior y que resultó galardonado por unanimidad con una medalla de oro.

El comprador

La obra fue adquirida por la Nationalgalerie de Berlín, en cuyas paredes colgó durante 34 años junto a obras de Manet, Renoir y Monet, entre otros, para pasar después a manos privadas, cuando el consejo del museo decidió en 1930 deshacerse de todos los trabajos que no fueran de origen alemán.

Desde entonces, el lienzo, de 65 por 87 centímetros y en un estado de conservación "excelente", según la sala de subastas, ha sido incluido en diversas exposiciones en Europa y Estados Unidos, entre ellas la retrospectiva que dedicó al autor el Museo del Prado, en 2009.

El óleo rinde un homenaje al quehacer de los pescadores de la tierra natal del pintor y capta con destreza el reflejo de un sol radiante en la espuma del mar, describe Sotheby's. En esa misma subasta quedó sin comprador el cuadro “La Oterito” del español Ignacio Zuloaga, un 'provocador' desnudo que salía por vez primera al mercado por un precio estimado de entre 500.000 y 700.000 libras (de 750.000 a 875.000 euros).

Por otra parte, 'Julia', un retrato en el que el también español Ramón Casas plasmó en 1908 a su musa, amante y finalmente esposa, Julia Peraire, se remató por 283.250 libras (354.000 euros).

Reproducido de diariovasco.com

FRASE DE SABIDURÍA

El optimista cree en los demás y el pesimista sólo cree en sí mismo.
 -Gilbert Keith Chesterton 1874-1936, Escritor británico

20 de noviembre de 2012

EL SON ES LO MÁS SUBLIME PARA EL ALMA DIVERTIR...


Teodora Ginés según pintura de autor desconocido

"El son es lo más sublime 
para el alma divertir,

se debiera de morir 
quien por bueno no lo estime".
(Ignacio Piñeiro)


Por: Marlene María Pérez Mateo

    “Salsa” es definida por la Real Academia de la Lengua Española como: “Cosa que mueve o excita al gusto,/ género de música,/ composición o mezcla de varias sustancias para aderezar o condimentar la comida”

   Hacia la octava década del siglo XX la industria musical adoptó la palabra “salsa” por accidente, conveniencia y con grandes fines de homogenización, para calificar  a un grupo de ritmos musicales que tenían como denominador común: la cadencia, el tempo, el estilo de las letras, la nacionalidad de sus intérpretes, bailarines y creadores y su origen antillano. De esa manera el mercado creó una gigante sombrilla donde cabe todo lo a veces bueno, lo excelente, lo quizás malo y también lo pésimo.  Esta batidora mega-fónica se ha universalizado y erigido en  categoría. “-Yo canto, bailo o compongo música salsa”- es una expresión muy socorrida en debutantes y veteranos en el mundo artístico.  Resulta curioso algo que no existe en cierta medida,  se le otorga gran referencia.

   En 1930, Ignacio Piñeiro  notabilísimo artista cubano, en un viaje en tren a Chicago compuso el archiconocido “Échale salsita”.  Algunos han utilizado esta coincidencia de palabras para achacar a Piñeiro y de cierta manera justificar la existencia del vocablo y su utilización. La reputación del creador sería suficiente para acuñar el término pero no fue así. La canción no es mas que un pregón (versificación de expresiones que popularizan y ayudan a la comercialización de un producto) y se refiere a un vendedor de longanizas, una especie de embutidos muy populares entonces.

                     “ no hay butifarra en el mundo
                       como las que hace el Congo.
                       Congo vive orgullecido,
                       sus butifarras olorosas
                       son las mas ricas y sabrosas
                       que yo en mi Cuba he comido”

    Guaracha, cha-cha-cha, mambo, mozambique, conga, guaguancó.... caen en el saco de la identidad perdida entre los que dicen llamarse expertos. En el medio de tanto desparpajo se sienta plácido y sereno el son cubano. Tronco matriz y central de la sonoridad caribeña. Autentico patriarca de extensa y larga estirpe. Definirlo, quererlo y saber un poco de él es un viaje a la sabia, cultural, social e histórica sincrética de la identidad cubana. 

   Cubano, no, cubanísimo es este señor de salones, solares, patios, cocinas de la abuela y de cuanto lugar podamos ima ginar. Es que el cubano tiene ritmo hasta para llamar a la puerta.

    El primer son nació hacia el siglo XVI y la responsable que a su vez se inmortalizo con su creación fue una mujer. Su nombre Teodora Ginés. Mulata liberta nacida en Santiago de los Caballeros, República Dominicana (entonces La Hispaniola). Emigra y se radica en otro Santiago en este caso de Cuba. Allí con su hermana Micaela ejercían juntas la profesión musical en fiestas e iglesias. Tocaba la bandola, instrumento muy similar a la bandolina  y dentro de la familia  de  las cuerdas. Conformaron la orquesta de la Catedral de Oriente, unidas al sevillano Pascual Ochoa (violinista), el malagueño Pedro Almanza y el portugués Jacome Viceira, ambos tocadores de pífano. Así consta en un censo de 1582.  La membrecía de esta agrupación artística que dio lugar a este nacimiento “subgeneris” es en sí misma prueba, y notifica a una Cuba receptora y acogedora de emigrantes ya desde aquellos siglos.

    En este contexto nace el son de la “Ma' Teodora” (Mamá Teodora). Breve, sencillo en un compás de 2 por 3, primero de su tipo hasta ahora conocido. Con todas las características reconocibles en el son:  cadencia, coros y estribillos.

                           ¿Dónde está la Ma' Teodora?
                             Rajando la leña está.
                             ¿Con su palo y su bandola?
                             Rajando la leña está.
                            ¿Dónde está que no la veo?
                             Rajando la leña está.  

 A decir de Don Fernando Ortiz “Cuba es un ajiaco” y diría yo “…y  qué buen ajiaco” (con el debido respeto).

Marlene María Pérez Mateo
Serie Música Cubana

Celia Cruz canta el Son de M´a Teodora en:
http://www.youtube.com/watch?v=x18xzEvlmcl                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         

LA HISTORIA DE LA CORONA DE ARAGÓN Y EL REINO CATALÁN

El Rey Pedro III de Aragón, a quien ahora los catalanes llaman Pere II


La Historia de la Corona de Aragón
“cocinada” por el nacionalismo catalán


Roberto Pérez, Zaragoza
ABC, Madrid

La historia de la Corona de Aragón es una de las materias que vienen saliendo damnificadas por la «construcción nacional» del independentismo catalán. A lo largo de los años, Aragón se ha quejado de la insistente voluntad de reescribir la historia para acomodarla a las tesis independentistas de Cataluña. Uno de los episodios más recientes ha sido la difusión, a través de un portal oficial vinculado a la Generalitat, de la idea del «Reino de Cataluña», obviando que en realidad fue un territorio más dentro de la Corona de Aragón. Pero ha sido un episodio más dentro de una ya larga lista de polémicas históricas que, en Aragón, son sentidas como agravio a la memoria de la Corona de Aragón y, por extensión, a la historia del propio Reino de España.

«Reino de Cataluña»

Mes pasado, mediados de octubre: en una página web turística vinculada a la Generalitat (cataloniatours.cat), se difunden ante todo el mundo varias rutas turísticas ligadas al pasado de esa región. Y una de ellas se basa en la «casa real catalana». Hasta ahora, el nacionalismo vecino solía hablar de la «Corona catalano-aragonesa», un concepto que historiadores e instituciones aragonesas han insistido desde hace años en denunciar como una falsedad histórica de asombroso calibre.

Ahora, la Generalitat dirigida por CiU -partido entre cuyas cabezas visibles se cuenta al oscense, de Alcampell, Josep Antoni Duran i Lleida- da un paso más y habla abiertamente de la «casa real catalana». Obvia por completo el nombre de Aragón, y no parece un olvido sin más. Así lo hace cuando, en esta web, al referirse a finales del siglo XV apunta que «es en aquella época esplendorosa que nace la concepción de la nación catalana como una unidad territorial y lingüística, entre países hermanos y de igual a igual, que reúne el Principado de Andorra, el Principado de Cataluña, el País Valenciano y las Islas Baleares». Ni mención a Aragón, pese a que la realidad de aquel momento era que la actual Cataluña era un territorio más de la Corona de Aragón, junto a lo que hoy son la Comunidad Valenciana y Baleares.

Como ha recordado en reiteradas ocasiones el historiador Domingo Buesa, nunca existió un Reino de Cataluña, sino un Condado de Barcelona. Y éste accedió a la condición de territorio real en el siglo XII, «cuando la reina Petronila de Aragón se casó con el conde Ramón Berenguer IV de Barcelona, y el hijo de ambos, Alfonso II, fue el primer rey de la Corona de Aragón».

El rey Pedro III, «rebautizado»

Más episodios. Año 2009: Cataluña provoca otra disputa con Aragón a vueltas con la historia, cuando la Generalitat «rebautizó» al rey Pedro III de Aragón como «Pere II». Tampoco era una mera catalanización del nombre del rey aragonés. Tras la maniobra había un objetivo más amplio, que engarza con la vocación nacionalista por ir construyendo su relato de la inexistente Corona catalana: «encontrado» un rey por la vía de la catalanización de su nombre y del ordinal (Pedro segundo, en vez de Pedro tercero, para engarzarlo con el orden del supuesto linaje real catalán), quedaría argumentada la existencia de una Corona a la catalana. En aquel momento surgió en Aragón un amplio movimiento de contestación social y política. El PAR acusó al nacionalismo catalán de «profanar» la historia de Aragón y, por ende, la de España.

Archivo de la Corona

Sin embargo, la insistencia con la que el nacionalismo catalán trata de ningunear su pasado como un territorio más de la Corona de Aragón contrasta con el especial celo que, a lo largo de los años, los sucesivos gobiernos nacionalistas de la Generalitat han puesto para blindar y cerrar el paso a la gestión compartida del Archivo de la Corona de Aragón, que tiene su sede física en Barcelona.

El Archivo de la Corona de Aragón es de titularidad estatal. Hace tiempo se instauró una fórmula de gestión compartida, para que Cataluña no tuviera sobre dicho archivo más voz que cualquier otro de los territorios que formaron parte de la Corona aragonesa. Se creó el patronato del Archivo de la Corona de Aragón, órgano del que forman parte los actuales gobiernos autonómicos de las comunidades cuyos territorios formaron parte en la histórica Corona: Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares. Pero quedó en papel mojado. La Generalitat ha presionado, y conseguido, para mantener bloqueado ese patronato.
Lo cierto es, sin embargo, que los sucesivos gobiernos centrales han preferido aparcar la polémica con una salomónica decisión: no convocar al patronato del Archivo de la Corona de Aragón. Y así se está desde hace años.

El Principado de Gerona, aragonés

La historia, eso sí, deja datos curiosos. Por ejemplo, el hecho de que el título de Príncipe de Gerona -que ostentan los herederos al trono de España, actualmente Don Felipe- es un título nacido y perteneciente a la historia de la Corona de Aragón, no de Cataluña.

El Principado de Girona remonta su origen al año 1351. Fue instituido inicialmente como Ducado por el rey Pedro IV de Aragón en el año 1351. Medio siglo después, Fernando I de Antequera, primer rey de Aragón de la dinastía de los Trastámaras, elevó la categoría a la dignidad de Principado en 1416 con el que distinguir al heredero a la Corona de Aragón. El infante Don Alonso (futuro rey Alfonso V) fue el primero en recibir el título de Príncipe de Gerona. Desde entonces, la tradición se mantuvo, con la celebración de la ceremonia en la que se juraba al heredero al trono y se le investía con el título de Príncipe de Gerona. La ceremonia, por cierto, siempre se hacía en Zaragoza en primer lugar, y luego solía repetirse en otros territorios que formaban parte de la Corona de Aragón.

Hay quienes abogan, caso concreto del PAR, por que las Cortes aragonesas aprueben una ley de derechos históricos que, entre otras cosas, recoja aspectos como el título del Príncipe de Gerona ligado, como lo estuvo, a la honda historia de la Corona de Aragón. Una pretendida ley de derechos históricos que el PAR también cree que serviría para plantar cara a la persistente «manipulación» de la historia por parte del nacionalismo catalán.

Reproducido de ABC, Madrid