6 de noviembre de 2012

LA TORRE DE LONDRES



La Torre de Londres

La Torre de Londres es oficialmente  Palacio Real y Fortaleza de su Majestad, la actual Reina de Inglaterra, y a la vez  un castillo histórico  junto al río Támesis en el centro londinense.   Fue fundado en 1066  y a partir de 1100 el castillo fue usado como prisión.

En realidad, la Torre es en sí un complejo de varios edificios y torres, que en su conjunto  ha estado siempre presente en los sucesos importantes de la historia de Inglaterra.

A pesar de ser usado desde sus inicios como residencia real, y de compartir su espacio esporádicamente con prisioneros de las guerras del Reino, a finales del  siglo XV quedó convertido definitivamente en prisión. Ese fue el mayor uso que le fue dado por la dinastía de los Tudor, que encerraron en sus torres y aposentos a sus enemigos y convictos de traición simplemente por no aceptar la religión anglicana impuesta por Enrique VIII. Siempre estuvo reservada para personajes de alto rango, aristócratas y clérigos, o militares y  reyes enemigos capturados en combates.

Siglos después, La Torre de Londres se convirtió en un símbolo de tortura y muerte. La decapitación de muchos de sus inquilinos abonó esa popular creencia, pero en realidad no era precisamente dentro de ella donde se llevaba a cabo la casi totalidad de ellas, sino en una colina cercana, la llamada “Tower Hill”. En las propias dependencias de la Torre sólo se ejecutó a siete personas hasta comienzos del siglo XX, sin embargo fueron 112 las ejecuciones que se realizaron durante  400 años anteriores en la “Tower Hill”.

Durante las Guerras Mundiales del siglo XX la Torre se utilizó nuevamente como prisión y se llevaron a cabo las ejecuciones de doce espías alemanes. La Torre de Londres fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988, “por tratarse de una fortaleza del Medioevo normando excepcionalmente bien conservada y por su significación como centro de poder ininterrumpido durante siglos y siglos de historia británica y europea."

Sus prisioneros eran ubicados donde hubiera espacio. Mientras que algunos tenían poca libertad de movimiento, a otros se les permitía deambular por todo el complejo. Así mismo, las condenas que cumplían podían ser breves o largas. William Penn, el posterior fundador de Pennsilvania, fue prisionero en ella durante ocho meses por sus convicciones religiosas. El duque Carlos de Orleans,  sobrino del rey de Francia, derrotado en una batalla, pasó veinticinco años en la Torre  hasta que se pagó un exorbitante rescate por su liberación. De igual modo, el cortesano, explorador y escritor sir Walter Raleigh fue ajusticiado tras permanecer prisionero durante trece años. 
Tras la muerte de Enrique VIII, su hijo Eduardo VI siguió encarcelando y ejecutando a quienes en la corte no aceptaban el anglicanismo. Le sucedió su hermana María Tudor, católica, quien no dudó en aplicar la misma pena a quienes consideraba enemigos. Su propia hermana, Isabel, se vio encerrada en la Torre durante semanas, pero una vez convertida en reina actuó con la misma crueldad de sus hermanos e hizo otro tanto con la católica María Tudor.  

Como se ha dicho, la mayoría de las ejecuciones fueron públicas y se celebraron en la “Tower Hill”, en particular la de los criminales comunes, aunque a veces también llevaron hasta allí a personajes importantes como Tomas Moro. Los nobles y, sobre todo, las mujeres, eran ejecutados de forma privada en la Torre Verde, en el interior del complejo, y enterrados en la Capilla Real de San Pedro ad Vincula. Algunos de los nobles ejecutados en el exterior de la Torre están enterrados también en esta capilla.

Las leyendas acerca de La Torre de Londres son numerosas. Son dos las más populares: la primera, la que asegura que se puede ver a Ana Bolena, decapitada por traición a su esposo Enrique VIII, pasearse por la torre con su cabeza bajo el brazo.

La otra leyenda popular se refiere a los cuervos que  cohabitan la fortaleza, considerados como altamente importantes y necesarios, pues la leyenda narra que si los cuervos alguna vez dejan la Torre de Londres, el poderío de la Torre y del Reino caerá.

¿Cuál es el origen de esta leyenda? Como en estos casos, incierto. La historia más aceptada es que al iniciar las primeras ejecuciones y matanzas de enemigos de la corona en la Torre, los cuervos llegaron atraídos por el olor de los cadáveres, y desde ese momento, nunca más se alejaron.

Existe, sí, una nota histórica curiosa sobre los cuervos de la Torre que data de mediados del siglo XVII:

Eran los tiempos en que la Torre Blanca (la más interna de toda la fortaleza) era utilizada por el astrónomo John Flamsteed como Observatorio Real. Muchísimos cuervos revoloteaban alrededor de la Torre interfiriendo con los trabajos de observación de Flamsteed. Éste fue a lamentarse ante el Rey Carlos II, quien en un primer momento decidió remover todos los cuervos de la Torre; pero luego de pensarlo un poco, para no ir en contra de la leyenda, prefirió mudar el observatorio astronómico Real a Greenwich, y decretó que un mínimo de 6 cuervos deben estar siempre en el precinto de la Torre de Londres para evitar que la leyenda se cumpla. 

Fuentes:

wikipedia.org  -  http://www.conociendolondres.com

FRASE DE SABIDURÍA

La fe hace posible lo que por razón natural no lo es.
- Santa Teresa de Jesús (1515-1582). Escritora mística española

5 de noviembre de 2012

ESTÁS EN MI CORAZÓN (ERNESTO LECUONA)

 
Estás en mi corazón (Ernesto Lecuona)

Del porqué de estas páginas.



Marlene María Pérez Mateo
Fecha Junio 21,2012- Septiembre 6,2012

   «Nuestra música es un símbolo, una señal de fuerza, un hilo de comunión con nuestro suelo, una esperanza... Y uno de los lenguajes secretos de Dios»,  Daina Chaviano

Los clásicos de siglo de oro hispanoamericano acompañaban los títulos de sus obras con una explicación, muchas veces no muy breve, sobre sus contenidos.

Me propongo de primera mano algo así como imitarlos. Tremenda osadía, no. Creo que vale el empeño y la razón: la música cubana. En la isla se nace, se vive y se muere con ritmo. Llamamos a la puerta,  discamos el teléfono, percutimos con los útiles de cocina o sobre una mesa cuando esperamos, total, llevamos el compás. Una conocida suramericana me preguntó en una ocasión el porqué en todas las películas sobre o de Cuba que ella había visto, siempre había un piano en las salas de las casas. ¿Era ello una constante en la realidad?, me cuestionaba  curiosa. Lo es, le respondí, mas no siempre. Quizás fue el medio que los realizadores cinematográficos utilizaron para ejemplificar la presencia de la música en el devenir de sus narraciones, concluí como respuesta. El ejemplo habla por si mismo. 

Muchos buenos expertos o no en música, han tratado de dar luz en medio de lo lúgubre, la desinformación y el desconocimiento sobre tal temática que hoy nos ocupa. 

Con tales antecedentes; es mi empeño con una serie de artículos para la publicación bitácórica “La Gaceta de Puerto Príncipe sumarme al empeño osado y bello. ¿Tendré yo algo que decir nuevo y mejor, teniendo en cuenta a tal universo a estudiar?  No lo sé. Voy desde mi perspectiva y eso sí, con jubilo, a departir sobre algo motivador y propio. Puede llegar a faltar algún epígrafe o  dato. Soy una arriesgada en esta “plaza” mas no  me justifico. Son unas semblanzas, unas reflexiones con la cronología no del tiempo físico sino del tiempo “emotivo”, cuando tan mágicos resortes han llegado a circundar mi vida.  Bienvenidos a cuantos decidan de buena fe acercarse a estos párrafos.

Decía San Agustín «El que canta ora dos veces». El pueblo cubano entonces cabe decir ha orado mucho. Quizás  no de manera muy reverente en ocasiones o dentro de los cánones; pero lo ha hecho. Vaya pues en alas de mariposa cada una de estas líneas al buen sentir de todos los artífices de este sueño: LA MUSICA DE CUBA.

"Estás en mi corazón", en un vídeo de youtube, interpretado por su propio autor, Ernesto Lecuona

  http://www.youtube.com/watch?v=XBFbBtS4na4

FRASE DE SABIDURÍA

Se es filósofo por mandato de los años, pues no queda al viejo otra alternativa que meditar sobre los disparates que ya no puede disfrutar.
- Emilio A. Cosío, (1926-2011), Escritor y humorista cubano)

4 de noviembre de 2012

NOMBRES DEL DANUBIO


El Danubio a su paso por Budapest, capital de Hungría

Nombres del Danubio

Ana Dolores García

El río Danubio, a más de ser uno de los más populares del mundo, inmortalizado por Johann Strauss (hijo) con un conocidísimo vals es, además, el segundo río más largo de Europa, superado solamente por el Volga, que recorre Rusia en el extremo este del continente.

En los orígenes de su nombre juega la raíz “danu” presente en numerosos ríos de la región oriental europea y que significa río, corriente de agua. No es extraño tampoco que su nombre se derive de la diosa Danubis, identificada con los ríos por tracios y dacios, pueblos indoeuropeos que se expandieron por la región en tiempos anteriores a Cristo. Luego llegaron los romanos latinizando el nombre y convirtiéndolo en Danubio o Danuvio y en un principio lo establecieron como límite natural de sus fronteras.

Nacido en la región de la Selva Negra, en el suroeste de Alemania, su cuenca atraviesa Europa de oeste a este hasta desembocar el río en el Mar Negro formando un amplio delta.  En ese recorrido embellece paisajes de numerosos países: Alemania, Austria, Eslovaquia, Hungría, Croacia, Serbia, Bulgaria, Moldavia, Ucrania y Rumanía, donde finalmente se adentra en el mar. Su cuenca es aún más amplia y alcanza la República Checa, Suiza, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina y Montenegro.  Favorece las economías de todos ellos al resultar ser una formidable vía de comunicación fluvial.

Son países que, al igual que con la sucesión de siglos fueron desarrollando características étnicas y lenguas diferentes, se acostumbraron a nombrar al Danubio a su modo. Así, en Alemania y Austria le llaman Donau, en Eslovaquia, Dunaj y en Hungría Duna. Por su parte, croatas, serbios, búlgaros y ucranianos prefieren llamarlo Dunav, mientras que los rumanos se decantan por Dunârea. Es allí, en Rumanía, al llegar al delta, cuando el río sirve de frontera natural con Rusia y recibe su último nombre dado por los rusos: Dunay.

Esos, no pocos, siete, son sus nombres “oficiales”. Además, en español e italiano lo conocemos por Danubio y en inglés por Danube…  

Fuentes:
wikipedia.org
Antonio M. Rivera, Geomundo