1 de octubre de 2012

JULIE ANDREWS


1 de octubre: Julie Elizabeth Andrews.
Nacida en Walton-on-Thames, Surrey, Inglaterra, el 1 de octubre de 1935. Actriz y cantante británica conocida especialmente por sus papeles en Mary Poppins (1964) y Sonrisas y Lágrimas (The Sound of Music) en 1965. Fue ganadora de un Oscar por Mary Poppins y de 3 premios Globo por Mary Poppins, The Sound of Music and Victor & Victory. En 2000, recibió el título de Dama del Imperio Británico de manos de la reina Isabel II. Según propios comentarios, no volvió a los escenarios para cantar debido a una enfermedad en su laringe, de la que había sido operada en 1998.  

POR QUE LAS HOJAS DE LOS ÁRBOLES CAMBIAN DE COLOR EN OTOÑO



¿Por qué las hojas de los árboles 
cambian de color en otoño?


Los días comienzan a ser más cortos, y, poco a poco, vemos como las noches se enfrían, y en cuestión de semanas, dejaremos la chaquetilla  para ponernos el abrigo.

Para algunos, es una época melancólica, y a la vez, una curiosa metáfora, pues ver como los árboles van perdiendo sus hojas hasta quedar desnudos,  mientras estas, de tonos ocres, terminan por cubrir los suelos de calles y parques.

Es en esta época cuando surge una cuestión que muchos se plantean: ¿Por qué las hojas de los árboles se vuelven marrones?

La respuesta está ante los ojos de todos nosotros:

En el periodo otoñal, las hojas tienen una pérdida de nutrientes altísima, pues la precipitación es escasa y los días comienzan a ser más cortos y menos luminosos, haciendo que la actividad de la fotosíntesis pierda intensidad, con lo que los arboles tienen menos cantidad de nutrientes, y las hojas pierden su componente clorofílico, sustancia que les aporta su característico color verde.

Con la caída de los niveles de clorofila, las células de una capa de la hoja se pierden, y estas son las asignadas de transportar los nutrientes de la hoja al árbol, haciendo que poco a poco, el tejido celular de dicha capa desaparezca y la hoja termine por separarse de la matriz arbórea.

Un dato interesante del verdor de las hojas consiste en que habitualmente estas contienen colores ocres, pero suele ser ensombrecido por la clorofila, y,  cuando esta desaparece, los colores marrones y amarillos emergen, confiriéndole al otoño ese cariz, que uniéndose con la caída de la luz y el acortamiento de los días hacen de él una estación mucho mas melancólica y tristona. 

Fuente: National Geographic

FRASE DE SABIDURÍA

La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
- Miguel de Unamuno (1864-1936) Dilósofo y escritor español

30 de septiembre de 2012

SAN JERÓNIMO


30 de septiembre: san Jerónimo

Eusebio Hierónimo de Estridón  o san Jerónimo para los católicos,  nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 340; estudió en Roma y allí fue bautizado. Su espíritu es enciclopédico: su obra literaria nos revela al filósofo, al retórico, al gramático, al dialéctico, capaz de pensar y escribir en latín, en griego, en hebreo; escritor rico, puro y robusto al mismo tiempo. Doctor de la Iglesia y uno de los cuatro grandes Padres Latinos A él se debe la traducción al latín del Antiguo y del Nuevo Testamento, que llegó a ser, con el titulo de Vulgata, la Biblia oficial de la Iglesia Católica hasta 1979.

NTRA SRA DE LA CARIDAD DEL COBRE EN NUEVA YORK



Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
en Nueva York

Ana Dolores García

En la ciudad de Nueva York,  bien cerca del concurrido Broadway y en una pequeña iglesia casi desconocida por los turistas, se encuentra una preciosa imagen de Santa María de la Caridad del Cobre, tan desconocida para los cubanos que visitan la ciudad como para cualquier otro turista extranjero.

Esa pequeña iglesia es “Our Lady of Esperanza” y el conocer su historia es también de interés para todos los hispanos que viven o visitan la gran manzana, porque su construcción se debió a la gestión de una dama hispana, doña Manuela de Laverrerie de Barril, esposa del Cónsul General de España en Nueva York.

La señora Laverrerie logró convencer al magnate ferroviario y presidente de la “Hispanic Society of America”, Archer Milton Huntington, que hiciera donación de terrenos y dineros para levantar  un templo en el Alto Manhattan en beneficio de los numerosos católicos hispanos de Nueva York.

El templo antes de la adición de 1924
La iglesia quedó inaugurada en 1912 en una suave colina conocida como Audubon Park, y contó con una espléndida donación del rey Alfonso XIII de España: la lámpara del Santísimo. 

Su primer párroco lo fue el P. Adrian Buisson, de origen francés-español. El aumento sostenido de la feligresía obligó a la ampliación del templo en el año 1924, mediante la adición de una extensión al frente del edificio.

Aunque la iglesia comparte  sitio con el Audubon Terrace Museum Complex, es una entidad completamente independiente. Todo el Complejo fue catalogado en 1979 como Distrito Histórico de la Ciudad de Nueva York.  

La imagen de nuestra Patrona

Cuatro años después de la inauguración del templo, en 1916, un cubano residente en el área, Leoncio Serpa, propuso al párroco la idea de donar una imagen de la patrona de Cuba, que sería costeada y ofrecida como regalo por el pueblo cubano.  Aceptada la idea por el P. Buisson, Serpa se dio a la tarea de dirigir la cuestación a través del importante periódico habanero “Diario de la Marina”, cuyo director, Nicolás Rivero, encabezó personalmente la cuestación.

A la par que se producían las generosas donaciones, se encomendó a un escultor español, Ramón Mate, que tallara una réplica de la imagen en su taller de Barcelona. La talla fue hecha en una sola pieza de madera dura cubana (¿caoba?) y remitida primeramente a La Habana. Allí fue bendecida por   Mons. Pedro L. González Estrada, Obispo de la Habana, durante una Eucaristía que contó con la asistencia de un gran número de feligreses.     

La imagen fue enviada entonces a Nueva York y entronizada temporalmente en el altar mayor de la iglesia Our Lady of Esperanza en junio de 1920.  Apenas dos meses después, el 12 de septiembre del propio año, en la Festividad del Dulce Nombre de María, la imagen fue entronizada  en un nicho preparado especialmente para ella sobre el tabernáculo del altar mayor, ante la presencia de hispanos de todas partes de la ciudad y de autoridades civiles y diplomáticas.  

Actual fachada de la iglesia
Se considera esta imagen con “uno de los más bellos ejemplos de talla en madera que existen en Nueva York”. 
Pequeña, como la original que se encuentra en el Cobre, mide sólo 18 pulgadas. Su rostro sonriente y los brazos abiertos del Niño invitando a la confianza, dejan en quien la contempla una perdurable impresión.
Un amplio manto blanco cae desde sus hombros hasta sus pies y, al estilo de lo usado en el siglo XV, su cuello va adornado con un collar doble de muselina. Su brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús, mientras que en la mano derecha muestra la cruz.  
La imagen de María descansa sobre una nube sostenida por tres hermosos querubines y a sus pies brilla una plateada luna creciente con sus cuernos dirigidos hacia abajo. También un brillante sol  extiende sus rayos sobre sus hombros y la envuelve en gloria. Sobre el sol, 12 estrellas, colocadas en forma de halo, que sostienen el monograma mariano.
Es la representación de lo escrito en el Libro del Apocalipsis: “Y un gran signo aparecerá en los cielos. Una mujer vestida del sol y calzada de la luna, y en su cabeza una corona de doce estrellas…”.
Iglesia Católica Our Lady of Esperanza
624 West 156th Street, near Broadway
New York, NY, 10032

Nota: Muchas gracias a Rogelio Zelada por enviar esta bella foto de la imagen.

REFLEXION



…En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:
-- Maestro, hemos visto a uno 
que echaba demonios en tu nombre,
y se lo hemos querido impedir
 porque no es de los nuestros….
Marcos, cap. 9


¿SOY DE LOS TUYOS, SEÑOR?

Todo lo que digo ¿habla de Ti, Señor?
Todo lo que hago, ¿es por Ti, Señor?
Ayúdame, Señor, hoy más que nunca
a sentirme...más tuyo.
Siento que estoy lejos,
cada día más lejos de ser tuyo.
Por eso, en medio de tanta lucha,
combate, indecisión, debilidad,
desánimo o prueba…..me pregunto:
¿Soy de los tuyos, Señor?

Javier Leoz, betania.es