30 de abril de 2012

NO ES CASUALIDAD

NO ES CASUALIDAD 

por Roberto Jiménez

Ayer amanecimos en el pueblo con la noticia de un incendio más en un negocio. Pero... el negocio esta vez resulta que es una agencia de viajes a Cuba, que organizó alguna o algunas de las llamadas peregrinaciones con motivo de la reciente visita del Papa a la isla. Lo curioso del caso es que sin apenas haber sido apagadas las llamas --y que, por supuesto, no se haya emitido resultado de alguna investigación oficial--, ya hay medios locales y la dueña de la agencia que sugieren un atentado como origen del siniestro, en represalia por las susodichas peregrinaciones. 

Yo no sé si es cierto o no que algún cabeza caliente el exilio haya sonado par de cocteles molotov a los cristales del negocio, o si se trate de una autoagresion más de las que los agentes de la tiranía se suelen recetar en Miami para inculparnos a todos los pertenecientes a la "mafia" miamense. Pero de lo que sí no tengo la menor duda es de que este flamígero incidente no ocurre casualmente a renglón seguido de las miserables declaraciones del cardenal cubano Jaime Ortega Alamino, en la universidad de Harvard, acusando a nuestro exilio de haber elucubrado la presencia de opositores en templos de la isla para protestar contra la tiranía a propósito de la visita de SS Benedicto XVI. 

El viaje del purpurado y su avanzada de laicos elitistas a EEUU está claramente dirigida a servir de voceros del régimen castrista, continuando con su inveterada obsesión de desligtimizar a este exilio, porque no ha dejado de enfrentársele durante todo el negro período de nuestra tragedia nacional causada por su despiadado totalitarismo.

Si todo un cardenal de la Iglesia se ha prestado a arrojar falso fango ante un público internacional sobre la memoria de un santo pastor como Monseñor Agustín Román, genuino representante de la dignidad de la Iglesia, del exilio y de todo nuestro pueblo, ¿cómo dudar que el fueguito de marras forme parte de la misma campaña castrista que trajo a este país a Jaime y sus super laicos genuflexos ante el regimen ?

Recibido de María del Carmen Expósito

TERESA CABARRÚS 5ª PARTE



Teresa Cabarrús

Quinta parte
El hueco dejado por Tallien en el corazón de Teresa será ocupado por el poderoso Paul Barras. En su castillo de Grosbois, Teresa ocupará el lugar de «señora de la casa». Ella fue una de las más genuinas representantes de las llamadas merveilleuses, aquellas hermosas mujeres que jugaron un papel preponderante en la sociedad francesa de finales del siglo XVIII: marcaban la moda no sólo en el vestir, sino también en las costumbres, gustos y preferencias decorativas.

Teresa vivía con Barras cuando conoció al entonces joven oficial Napoleón Bonaparte. El militar atravesaba por una situación económica difícil y Teresa le ayudó. Además, ella había salvado la vida a la que un día se convertiría en su esposa. Teresa Cabarrús y Josefina de Beauharnais se habían hecho amigas en la prisión de la Force. A pesar de estos lazos de amistad, cuando Napoleón se convirtió en emperador se olvidó de Teresa. La Cabarrús fue la gran ausente de todas las celebraciones oficiales. ¿Por qué Napoleón la rehuye? ¿Le recordaba Teresa unos años que deseaba olvidar? ¿Existían otras razones?

Ha quedado recogido en algunos textos que la Cabarrús había rechazado las insinuaciones de aquel joven oficial que, prendado de su belleza, le propuso relaciones. Es posible que el emperador Napoleón Bonaparte no desease recordar ciertos aspectos de su vida pasada ni de la de su mujer. Quería romper con el pasado y Teresa era un testigo desagradable. Le recordaba demasiado aquella etapa que él deseaba olvidar. A pesar de que ella le había ayudado cuando casi nadie le conocía, o tal vez por ello, Napoleón la marginó socialmente.

Después de Barras, pasó a los brazos del banquero Gabriel Ouvrard, con quien tuvo hijos, y finalmente, volvió a probar fortuna en el matrimonio con el que sería su tercer esposo, François-Joseph de Riquet, conde de Caramán y príncipe de Chimay. Cuando el aristócrata conoció a Teresa Cabarrús, ésta seguía siendo una mujer muy hermosa, pero tenía treinta años, varios hijos y dos divorcios. Aun así, se enamoró de ella y, en contra de la opinión de su familia, que se oponía a aquella relación, se casó por lo civil con Teresa. Años más tarde, al morir el marqués de Fontenay, primer marido de Teresa, formalizarían su unión celebrando el sacramento del matrimonio.

Teresa convirtió Chimay en un lugar acogedor y atractivo. Organizaba extraordinarias veladas musicales para complacer a su marido, apasionado melómano. Pero tampoco la felicidad del matrimonio Caramán-Cabarrús fue muy duradera, no porque el amor entre ellos hubiera desaparecido, sino porque la sociedad nunca le perdonó a Teresa su pasado.

Y François de Riquet sufría con los desplantes que les hacían. Muchas familias dejaron de invitarles y cuando el conde de Caramán fue distinguido con un cargo por el Gobierno holandés, acudió a la corte acompañado de sus hijos. Teresa se quedó sola en Chimay. A ella no la aceptaban.

Tomado de
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(Continuará mañana)

FRASE DE SABIDURÍA

Solo es pobre aquel que siempre desea mas
- Mariano Aguiló (1825-1897) Poeta español

29 de abril de 2012

TERESA CABARRÚS 4ª PARTE



Teresa Cabarrús
Cuarta Parte
Interesada o desinteresadamente, lo que nadie pone en duda es que Teresa Cabarrús salvó la vida a muchos ciudadanos y ciudadanas. De ahí que las denuncias sobre su influencia en las decisiones que tomaba Tallien llenasen documentos que salían insistentemente para París. Tallien lo sabía pero confiaba en poder demostrar que Teresa era uno de los suyos. La oportunidad se le presenta en los festejos que organizan para celebrar un nuevo triunfo de la república, la toma de Tolón.

La iglesia de Nôtre-Dame de Burdeos, entonces Templo de la Razón, era el lugar en donde se impartía la doctrina de los valores políticos y aquel fue el escenario de la celebración. En el Templo de la Razón, Teresa Cabarrús leyó un discurso sobre educación en el que figuraba como autora. Tallien esperaba que la manifestación política -dentro de la más pura ortodoxia revolucionaria- reflejada en el discurso, que él mismo había elaborado, aminoraría los recelos hacia Teresa. Pero no fue así, y Tallien hubo de viajar a París para defenderse de las acusaciones formuladas por el mismo Maximilien Robespierre.

¿Qué hizo Teresa?, pues siguió insistiendo con discursos políticos. Presentó una declaración en la que se confesaba como sincera republicana y pedía un mayor protagonismo para las mujeres en las labores humanitarias. Incluso se dice que llegó a comprar una fábrica de pólvora para armar a los ejércitos de la república, para intentar convencer a los miembros de la Convención de la firmeza de sus ideas republicanas. No obtuvo el eco deseado y en mayo de 1794, avisada por algunos dirigentes políticos que eran buenos amigos, Teresa abandonó Burdeos y viajó clandestinamente a París para reunirse con Tallien, aunque antes de llegar fue detenida por orden directa de Robespierre.

Teresa Cabarrús sería llevada a la prisión de la Force. Sólo un paso la separaba del cadalso y escribe una dura carta a Tallien en un intento de hacerle reaccionar, porque si en las 48 horas siguientes no sucede algo definitivo, ella será llevada a la guillotina: «El jefe de la policía sale de aquí; ha venido a anunciarme que mañana subiré al Tribunal, esto es, al cadalso. Ello se parece muy poco al sueño que he tenido esta noche. Robespierre no existía y las prisiones estaban abiertas; mas, por vuestra insigne cobardía, pronto no se encontrará en Francia una persona capaz de realizarlo».

Tallien le contestó inmediatamente: Procure usted ser tan prudente como yo seré osado, y tranquilícese usted.

Ante la crítica situación de su amada, Tallien adelantó el golpe contra el dictador. El mismo Tallien acusó a Robespierre con tal fuerza, vehemencia, ante la Convención, que los miembros de ésta consideraron innecesario escuchar a Robespierre en su defensa. El golpe de Thermidor había triunfado, Robespierre seria conducido a la guillotina. Francia quedaba libre del tirano. Los franceses le dieron entonces a Teresa Cabarrús un nuevo nombre: ¡Nuestra Señora de Thermidor!. Tras estos sucesos, Teresa inició de nuevo su agitada vida social y su salón adquirió celebridad.

Teresa y Tallien se casaron por lo civil en París. Ella deseaba para su marido un lugar destacado en la política e intentará ayudarle. Sin embargo, Tallien no sabrá o no podrá responder a las aspiraciones de Teresa. La armonía matrimonial se rompe. Tienen hijos. Él la sigue amando, pero su estrella se va apagando en el universo de Teresa. Ella necesita seguir brillando y su marido ya no puede ofrecerle ninguna proyección. Tallien se convertirá en un recuerdo en la vida de Teresa.

Tomado de
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(Continuará mañana)