17 de abril de 2012

BRIGADA 2506, BAHÍA DE COCHINOS



Brigada de Asalto 2506:
 Bahía de Cochinos


Col.(Ret.) Orlando Rodríguez Alvarez

Este simple resumen de hechos, está dedicado a las nuevas generaciones de cubanos que llegan al exilio y que aprendieron historia de Cuba en los libros de cuentos de Fidel Castro.

Los miembros de la Brigada 2506 fueron reclutados (Miami etc.), entrenados, armados (Guatemala/Retahuledo/Helvetia etc.), transportados (Nicaragua/Puerto Cabezas) y escoltados hasta su destino final Playa Girón-Cuba por agencias y medios controlados por el gobierno de los EEUU.

La Brigada 2506 en realidad era un batallón reforzado de unos 1500 hombres. En proporción, más de la tercera parte, unos 600 hombres, eran elementos de apoyo asignados en las áreas de logística, sanidad, transportación, comunicaciones, administración etc.

La misión primaria consistía, en conducir operaciones anfibias y de paracaidistas y establecer y defender una cabeza de playa en Bahía de Cochinos /Playa Girón y sostenerla por 72 horas hasta que el Consejo Civil arribara, se constituyeran y pidieran ayuda a los EEUU y otros países Latinoamericanos y desde la base establecida continuar las operaciones.

De la tropa de combate de unos 900 hombres, alrededor de 300 fueron neutralizados al ser hundidos los barcos en los que eran transportados, el resto unos 600 hombres fueron distribuidos en diferentes frentes en playa de Girón y sus alrededores.

La fuerza de unos 168 hombres que se suponía que desembarcara por la provincia de Oriente, indispensable para desviar tropas y la atención sobre las operaciones de Girón, abortó la misión por estar comprometida el área de desembarco y se regresó sin poder participar en las operaciones militares.


Un ataque simulado “finta” con equipos de sonidos, simulando una batalla por el área de Pinar del Río también para desviar la atención, no dio los resultados esperados.


Durante el desembarco en Girón dos de los viejos y depauperados barcos comerciales que transportaban personal, abastecimientos, armas, municiones, comunicaciones, hospitales, transporte, gasolina alimentos etc. fueron hundidos por “héroes” de la Fuerza Aérea revolucionaria cubana, porque eran blancos fáciles, estacionarios, desarmados e indefensos.

Una gran mayoría de los miembros de la B-2506, desembarcaron nadando hasta la playa, porque sus barcos fueron hundidos, los motores fuera de borda de los botecitos de desembarco no funcionaban, los arrecifes o el coral no les permitía llegar hasta la orilla. Como consecuencia muchos se vieron forzados a abandonar sus armas, municiones y la mochila con los pertrechos para no hundirse por el peso del equipo y ahogarse o para no ser ametrallados en el mar por los “héroes” de la Fuerza Aérea revolucionaria cubana.

En el medio de la operación todo el apoyo prometido por las agencias del Gobierno de los EEUU fue suspendido por el presidente J. F. Kennedy. sin que la jefatura ni los miembros de la brigada fueran notificados. Mas de la mitad de las misiones de apoyo de la Fuerza Aérea (B-26) de la B-2506 fueron cancelados en el medio de la operación antes de terminar de neutralizar los blancos asignados (aviones, tanques, camiones, depósitos de municiones, gasolina, puentes, carreteras etc.) necesarios para proteger y aislar el área de operaciones. Los líderes del Consejo Civil de la B-2506 fueron retenidos y aislados por nuestros amigos.

Los pocos aviones (B-26) de la B-2506 que pudieron despegar desobedeciendo las órdenes del poder de decisión americano, lo hicieron a sabiendas de que iban a una muerte segura porque no tenían cobertura de protección ninguna. Entregaron sus vidas por defender y proteger a sus hermanos de lucha de las oleadas de miles y miles de milicianos, soldados y policías que se lanzaban sobre los miembros de la B-2506 abandonados a su suerte por sus amigos, en las arenas de Girón. Estos sí fueron verdaderos héroes, derribados en el aire por falsos “héroes” de la robolución en sus aviones de combate, porque los aviones B-26 de la B-2506, eran blancos fáciles, lentos, pesados por la sobrecarga de combustible y completamente desarmados e indefensos. Situación muy parecida, en diferentes circunstancias al criminal asesinato de los Hermanos al Rescate que volaban avionetas Cesnas desarmadas en misiones de búsqueda y rescate para salvar las vidas de las familias que escapaban de Cuba en busca de libertad, y fueron derribados en aguas internacionales por otros “héroes” de barro de la revolución cubana, en sus aviones Jet (MIG-21) de combate por ordenes personales de Fidel Castro.

Los miembros de los equipos de infiltración que ya se encontraban en Cuba con las misiones de brindar apoyo durante el desembarco, obstaculizar las vías de acceso a las áreas de operaciones, establecer comunicaciones con elementos de apoyo de la resistencia interna, ayudar en la movilización de la población civil etc. nunca fueron avisados del desembarco por los poderes de decisión y coordinación americanos y fueron abandonados a su suerte como lo fueron los miembros de la B-2506 en las arenas de Girón.

Fidel Castro, para evitar la sublevación interna y el apoyo popular a la Brigada, movilizando todos sus recursos nacionales, ordenó la detención masiva de cientos de miles de hombres y mujeres a lo largo de toda la isla, los que fueron concentrados en campos deportivos, bases militares, parques, teatros etc. en condiciones de higiene deplorables. Durante esta operación fueron asesinados cientos de miembros de la resistencia, colaboradores y familiares de los hombres de la B-2506 y de los equipos de infiltración.

Conclusión:
Unos 400 hombres distribuidos en pequeños grupos en diferentes frentes sostuvieron la mayor parte de la lucha y con la ayuda de los pocos B-26 de la B-2506 que pudieron llegar a Girón sin ser derribados, repelieron durante tres días a mas de 100,000 soldados y milicianos combatiendo mañana, tarde y noche, sin agua ni comida y la mayoría de las veces, peleando con las armas y las municiones capturadas, entregadas o abandonadas por los militares y milicianos en el campo de batalla.

Miles de milicianos y soldados del régimen de Castro, murieron en la lucha, cientos fueron capturados y al final dejados en libertad.


Cuando Fidel Castro se dio cuenta que los miembros de la B-2506 seguían luchando con las armas y las municiones de su propia tropa, ordenó la retirada del frente de combate de las mismas y ordenó a todas las piezas de su artillería rusa (122mm) que concentraran todo su fuego en playa de Girón. Seguidamente cuando le informaron de que cada pie cuadrado de la playa había sido cubierto con miles de granadas de la artillería y que posiblemente no habría resistencia porque la mayoría estarían muertos, envió todos sus tanques rusos (T-34), seguidos por la infantería, los que para su sorpresa, algunos fueron destruidos a medida que avanzaban, hasta que se lanzó el último cohete y se disparó la última bala. Entonces llegó la orden de retirada, que se dejaran en libertad a los prisioneros y que se tratara de llegar a las alturas de Trinidad o el Escambray para allí reagruparse, esperar reabastecimiento de nuestros aliados y continuar la lucha. Esto nunca sucedió.

Sin agua, sin descanso, sin comida y agotados física y mentalmente después de tantos días de lucha, muy pocos pudieron penetrar los diferentes anillos de seguridad tendidos alrededor de Girón y de La Ciénaga de Zapata por más de 150,000 soldados y milicianos. Muchos de los heridos que no pudieron retirarse, fueron ejecutados en la playa por órdenes de Ramiro Valdez y otros fueron hacinados y asfixiados en la “rastra de la muerte” por Osmani Cienfuegos por órdenes de Raúl Castro.

A medida que los miembros de la B-2506 iban siendo capturados, los milicianos se sorprendían de que eran cubanos, porque sus jefes les habían dicho que eran soldados americanos que venían a invadir a Cuba. Después de establecida la identidad de cubanos, por lo general, los milicianos protegieron la vida de los brigadistas capturados, no permitieron maltratos y velaron por su bienestar físico. En realidad era la demostración sana de cordialidad del típico guajiro cubano.

Aun cuando estaban presos, bajo las peores circunstancias de maltrato físico y mental y las constantes amenazas de fusilamiento, ninguno de los hombres de la Brigada traicionó a los que los habían abandonado y siempre se mantuvieron y se mantienen firmes en los principios de libertad, democracia y unidad por los que desembarcaron en Cuba, con el propósito de restablecer un estado de derecho, ley, justicia y respeto a los derechos humanos del pueblo cubano.

A pesar de haber sido abandonados por sus amigos, haber perdido mas del 85% de todos sus abastecimientos y de no haber recibido el apoyo prometido, los hombres de La Gloriosa Brigada 2506 cumplieron con su misión y sostuvieron la cabeza de playa por las 72 horas establecidas y se han mantenido fieles hasta el día de hoy a sus principios de Libertad, Democracia y Unidad.

Nunca en la historia de La América, tan pocos se han enfrentado a tantos en condiciones tan desiguales por tanto tiempo y sobrevivieron para seguir luchando y contar la verdad al mundo.

Los miembros que quedamos de la Brigada de Asalto 2506 jamás abandonaremos a nuestra madre patria y no descansaremos en paz hasta que en una Cuba libre en un estado de derecho, llevemos ante los tribunales de justicia, donde quiera que se escondan a todos los que violaron los derechos humanos de nuestro pueblo e implantaron y dirigieron el sistema déspota y totalitario que ha asesinado y encarcelado a miles de nuestros familiares y compatriotas, destruido y hundido en la mas horrible miseria nuestra patria, dividido nuestras familias, convertido a Cuba en un gran cuartel militar, a la isla en una inmensa cárcel, y a nuestro pueblo en esclavos, mendigos y vagabundos. Mas de dos millones de cubanos de una población de once millones se encuentran exiliados y errantes por todo el mundo, miles han muerto en el mar tratando de llegar a tierras de libertad y el resto de los hombres y mujeres de las nuevas generaciones se encuentran buscando la primera oportunidad para escapar de ese infierno.

Por encima de todos y de todo Cuba será libre por la propia voluntad de los cubanos.

Por una Cuba libre, independiente, soberana, democrática y unida en el mejor interés de la familia, el pueblo y la nación cubana.
 

COL (Ret.). Orlando Rodríguez Álvarez

Reproducido de los archivos de La Gaceta de Puerto Príncipe.

EL CAMARERO DEL TITANIC



El camarero
del Titanic

Por José Aguado  

Se ha publicado el libro «Los diez del Titanic», en el que los periodistas Javier Reyero, Cristina Mosquera y Nacho Montero reconstruyen las vidas de los diez españoles que viajaron en el Titanic. 
Los diez españoles del Titanic

Víctor y Josefa, recién casados, viajan por Europa sin pensar en los gastos. Son ricos y están de luna de miel. Se han gastado unas 290.000 pesetas (de las de 1912) en los hoteles más caros y en los mejores restaurantes de Biarritz, Montecarlo, Londres y París. Con ellos viaja Fermina, la doncella de Josefa, que era modista en Cuenca y que lo más lejos que había llegado era a Madrid. La madre de Josefa le propuso ir de acompañante en el viaje de novios de la pareja y Fermina se atrevió.

Mientras ellos viven a todo lujo, en Londres un John intenta sobrevivir, que en realidad es Jean, que en realidad es Juan Monros. Es hijo de unos barceloneses que se mudaron a París. Juan, después, se marchó a Londres a buscarse la vida. Va de pensión en pensión, empeñando lo que tiene y buscando trabajos con los que subsistir. Es un chico joven, de apenas 20 años, con una ventaja respecto a otros: sabe español, francés e inglés.

Emili Pallás, por su parte, es un hombre que ha decidido comenzar de cero: ha vendido el pequeño comercio que tenía en Barcelona para, con el dinero logrado, rehacer su vida en otra parte. La Habana le parece un buen lugar.

De allí vuelve Servando Oviés, asturiano, que vive en Cuba vinculado al mundo textil y que está de viaje por Europa. Tras cenar con sus familiares españoles en Asturias, se ha marchado a París en busca de telas. Regresa con 12 baúles de lencería. Ha oído que un nuevo barco espectacular va a partir de Europa hacia el otro lado del Atlántico. Ha oído hablar del «Titanic».

Servando toma el tren de París al puerto de Chesburgo, mientras Víctor y su mujer ven unos folletos de publicidad del famoso viaje intercontinental. Contra cualquier mal augurio puede su felicidad. Se han olvidado del consejo que les dio la madre de Víctor antes de partir de luna de miel: «No cojáis barcos», advirtió, porque había tenido un presentimiento, temerosa del mar.

Como no quieren desagradar a su madre, pero tampoco les apetece perderse el viaje que promete el «Titanic» urden un plan: desde París, un mayordomo o el portero del hotel irá mandando postales a su madre simulando que siguen de turismo por tierra firme.

En las postales hablarán de la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo... En realidad, la pareja y su doncella se han embarcado en el barco, rumbo a Nueva York, para continuar con su manirrota luna de miel.

Juan Monros no tiene tanta capacidad de decisión. Sin dinero, las estrecheces no permiten tantas elecciones. Al enterarse del viaje que emprende el «Titanic», no piensa en un crucero de placer, sino en un modo de ganarse la vida sin sobresaltos durante algún tiempo.

Carece de experiencia en el mar y Gatti, el hombre encargado de contratar a los camareros de la tripulación, es un hombre muy exigente, de acuerdo con lo que requiere en el «Titanic». Busca a los hosteleros más famosos o a los mejores chefs.

¿Un aventurero?

Y Juan no es nada de eso. Es un aventurero que ha conseguido sobrevivir en un país extraño. Pero sí tiene amigos. Dos de ellos logran convencer a Gatti para que le dé un puesto en la tripulación. Sin duda, ayudan sus conocimientos de otras lenguas. Va a ser un viaje internacional, con pasajeros de muchos países, y entender a los clientes es un punto a favor de Juan. El otro y definitivo punto es que, al final, no todos los contratados han llegado a tiempo o, definitivamente, no se han presentado para trabajar en el barco como habían prometido. La inexperiencia de Juan ya no es importante. Hay un sitio para él: por fin va a poder llegar a Nueva York y conocer allí a unos primos.

Es 10 de abril cuando el «Titanic» sale de Southampton y pasa por Cherburgo (Francia) y Queenstown, en Irlanda. Tras recoger a los últimos pasajeros, comienza la travesía. 


Los más de 2.000 viajeros están divididos en primera, segunda y tercera clase, según el camarote que ocupan. En el barco va gente con dinero, en viaje de placer, como Víctor y María Josefa; pero sobre todo abundan los embarcados en la tercera clase, para los que es quizá la última oportunidad en la vida. Se marchan al otro mundo, con todas sus posesiones en los bolsillos o en los baúles.

Juan es uno de ellos. Poco o nada va a disfrutar de las distracciones del barco. Se oye la orquesta y entre los que juegan al «whist», algunos buscavidas despluman al resto. Para los camareros, el trabajo es incansable. Atienden el lujo de los demás durante el día y por la noche tienen que conformarse con los camarotes de tercera. En la tripulación también existen esas diferencias sociales tan decisivas en la noche crítica.

Noche del 14 de abril


A más de veinte nudos, el «Titanic» sigue su ruta. La noche del 14 de abril, Víctor y Josefa están en su camarote, y en el contiguo se encuentra Fermina, cosiendo la ballena de su corsé. De repente, un golpe. Víctor sube rápidamente para ver qué ha sucedido. Es un momento histórico, pero él no lo sabe: el barco ha chocado contra un témpano y en menos de dos horas se va a hundir. Son las 23:40 de la noche. La temperatura del agua no supera los 2 grados.

El capitán Smith ordena sacar los botes salvavidas y que sean las mujeres y los niños los primeros en salvarse. «Pepita, que seas muy feliz», le dice Víctor a su mujer cuando ésta embarca en el bote. Dice la leyenda que Víctor iba a subir con ella, pero que en el último momento dejó su sitio a una mujer con un niño. No es seguro. Es probable que no tuviera muchas opciones de salvarse porque no había sitio para los hombres.

Fermina, la doncella, grita con la furia de quien se ha quedado sin bote y sabe que le va la vida en ello. Entre varios la agarran como a un saco de paja y la lanzan al salvavidas donde iba su señora. Fermina no llevaba puesto más que el camisón.

Emili Pallás también ha salido disparado de su camarote. En un momento en el que la vida depende de la rapidez, no se le ocurre coger sus cosas, todo lo que había ahorrado para comenzar su nueva vida. Otros sí lo hacen. En cubierta tiene un problema: él es un hombre y primero van las mujeres y los niños. Emili no entiende de reglas: salta a un bote, se rompe la rodilla, pero escapa.

Juan Monros no tiene tanta suerte. Él es hombre, de la tripulación. No hay salida. Primero, mujeres y niños. Los de primera clase, antes que los de segunda y tercera. Después los hombres y más tarde, la tripulación. Los camareros como Juan, sin pedigrí, se quedan encerrados en el barco. A las 2:20 del 15 de abril, el «Titanic» se ha hundido.

Josefa y Fermina llegarán a Nueva York con el buque Carpathia, que ha recogido algunos pasajeros. Allí también llega Pallás y todos los que han conseguido salvarse. De Víctor no se sabe nada, pero la familia decide comprar un cadáver y un certificado de defunción, para que Josefa pudiese ser viuda oficial. Volverán a España, Josefa volverá a casarse y Fermina pondrá una pensión en Madrid.

Tampoco hay noticias de Oviés. Sin embargo, un despacho de abogados, para demandar a la compañía, desentierra el cuerpo de un marinero y lo hace pasar por Oviés. Aunque no se lleva los 75.000 dólares que pide, sí que consigue dinero.

La madre de Juan, mientras, envía una carta a la empresa, en la que pregunta por su hijo. Nada. Con el tiempo, le llega otra carta: se ha recuperado el cuerpo, pero se encuentra en un estado de descomposición tal que lo han devuelto al mar, como se hace en esas situaciones. Tiene derecho a cuatro días de indemnización. Los cuatro días de trabajo.

Víctor Peñasco, María Josefa y Fermina

Joaquina Ocaña, familiar de Fermina, aún guarda recuerdos de ellos. Víctor Peñasco murió en el naufragio. Su mujer, Josefa, y la doncella Fermina Oliva sobrevivieron. Una familiar de esta última, Joaquina Ocaña, cuenta que Fermina narró el naufragio a sus padres y ellos se lo contaron a ella. Como muchos otros cuerpos, el de Víctor Peñasco nunca fue encontrado y al parecer la familia tuvo que hacer pasar el cadáver de otra víctima por el del Víctor y, además, comprar el certificado de defunción.  En él se confirma la muerte de Víctor, el 15 de abril de 1912, ahogado por el naufragio del vapor inglés «Titanic» en el mar. Se dice que fue de muerte súbita. Su lugar de enterramiento es el cementerio de Fairview, Halifax (Nueva Escocia).

Servando Oviés

Murió en el naufragio. Era un asturiano que había emigrado a Cuba cuando adolescente. Involucrado en el negocio textil, había vuelto a España en un viaje de negocios para buscar telas y volver con ellas a La Habana. 

No sobrevivió y su cuerpo nunca fue encontrado. Para cobrar la indemnización, un despacho de abogados cogió el cadáver de un marinero, que había sido enterrado.

Emili Pallás

Sobrevivió. No todos pudieron subir a los botes salvavidas. El catalán Emili Pallás no era de los elegidos, pero era demasiado intrépido como para morir en el naufragio más famoso de la historia. Se tiró a un bote, se escondió en él y, a pesar de romperse un pie, salvó la vida. Tras llegar a EE UU pudo regresar España y continuar viviendo en Lérida. Siempre cojeando.

Además, en el Titanic viajaron también los españoles Julián Padró, Florentina y Asunción Durán y Encarnación Reynaldo que consiguieron salvarse, llegar a Nueva York y continuar con su vida.
 Recogido de larazon.es

VACA MUERTA, EL YACIMIENTO QUE DESATÓ LA HOSTILIDAD DE KIRCHNER


Vaca Muerta, el yacimiento

que desató la hostilidad de Kirchner


Ángel Sastre

La «guerra» con Repsol empezó tras el hallazgo de este pozo petrolífero: “Vaca Muerta”.  

Si uno analiza la historia del desencuentro, los ataques del Ejecutivo [argentino] empezaron justo tras anunciarse el hallazgo de Vaca Muerta, el segundo yacimiento más importante del mundo, entre todos los descubiertos en lo que va de siglo.

Pues bien, el Gobierno de Cristina Fernández Kirchner quiere exprimir la leche a Vaca Muerta. Eso sí, lo quiere al estilo peronista, que no deja de ser una mafia: controlar sin poner un duro.

«Página 12», el diario oficialista y altavoz del Gobierno, sentenciaba estos días que Vaca Muerta debe ser administrado por el Gobierno argentino. Ahora bien, para eso se necesita invertir 27.000 millones de dólares, y no parecen estar por la labor.

Morir de éxito

Según fuentes de YPF** consultadas por LA RAZÓN, cuando se descubrió el yacimiento se informó a la presidenta de que «aquí tiene la solución a los problemas energéticos del país. Si invertimos bien, es posible que para 2015 ya estemos extrayendo crudo». Sin embargo, la presidenta mostró su malestar ante la idea de tener que esperar tres años hasta conseguir el botín. La crisis energética es una patata caliente que ya ha explotado en las manos de Fernández, generando malestar entre los argentinos.

A partir de ahí, la presidenta argentina puede hacer varias barbaridades: nacionalizar YPF sin pagar a Repsol, lo que llevaría a un conflicto judicial internacional. Segundo: intervenir YPF sin comprar el 57% en poder de Repsol, una especie de golpe de Estado contra todo derecho. También puede retirar concesiones a YPF, incluido Vaca Muerta, pero, entonces, volvemos al principio: ¿quién paga?

¿La norteamericana Exxon quiere Vaca Muerta? Sí, por supuesto, un yacimiento de petróleo no convencional de ese calibre apetece a la mayor petrolera del mundo. Para ellos solitos, claro, no para operar para una YPF de titularidad estatal. También han llegado ofrecimientos chinos, indios y venezolanos. La petrolera bolivariana, PDVSA, ofrece un modelo de gestión similar al seguido en la Faja del Orinoco, donde todos operan bajo el control del Gobierno.

El 7 de noviembre de 2011, Repsol anunció el mayor descubrimiento de petróleo de su historia, al confirmar la existencia de elevados volúmenes petrolíferos en uno de los reservorios de hidrocarburos no convencionales más grandes del mundo, denominado Vaca Muerta, en la provincia argentina de Neuquén.

Los resultados de exploración en una primera área de 428 kilómetros cuadrados arrojaban entonces unos recursos recuperables de 927 millones de barriles equivalentes de petróleo, de los cuales 741 millones correspondían a petróleo y el resto a gas. Según Repsol, ese volumen era similar a las reservas probadas de YPF, su filial argentina. Además, nuevas exploraciones que se estaban realizando en otra área de 502 kilómetros cuadrados abren una expectativa de grandes volúmenes de hidrocarburos de alta calidad, que no se cuantificaron oficialmente.

Podríamos estar hablando del mayor yacimiento del mundo capaz de convertir a Argentina en una potencia petrolera de primero orden. Pero para extraer el oro negro necesita a sus aliados de siempre, Repsol YPF. Dejarse seducir por otras petroleras sin experiencia en la zona o intentar la aventura sola podría acabar como el cuento de la lechera, sin petróleo y sin amigos.

*** YPF: Yacimientos Petrolíficos Fiscales.

Extractado de larazon.es

FRASE DE SABIDURÍA

Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma  constituye una dicha, y su fracaso, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.

-Samuel Johnson, (1709-1784) Escritor inglés

16 de abril de 2012

LUGARES, MUNICH, ALEMANIA


 
Munich, Alemania

Daniel Camiroaga

Mas de 70 incursiones aéreas aliadas durante la II Guerra Mundial destruyeron una maravillosa ciudad que quiso ser recordada y reconstruida tal y como fue en los años 30. 

Rechazando cualquier pretensión de modernizarse, ha mantenido tradiciones centenarias, una cultura bien arraigada y la esencia y el encanto que el rey Luis I quiso recrear, imitando la grandeza que Napoleón había dado a París. Moderna pero medieval, rasgada por el color esmeralda del río Isar cuando luce el sol, Munich transmite un encanto por el que te sientes atraído y cálidamente acogido.
 
Contrastes. Flamantes BMW, descapotados en cuanto sale el sol y conducidos por rubias estupendas ceden el paso a señores de grandes bigotes, ataviados con el traje bávaro tradicional. Se vive con pausa, con oficios que emplean y mantienen herramientas de hace décadas, los cuales contrastan en una de las ciudades más prósperas de Alemania, en la que empresas electrónicas, químicas, de instrumental óptico y automoción, hacen que se respire bienestar, dinero y ganas de pasarlo bien. 

Tradicional como pocas, se me antoja también como una de las mas latinas, al menos, la que mas y mejor parece divertirse. Próspera y cosmopolita, sí, pero aún mantiene esa cordialidad propia solo de las pequeñas ciudades de provincia. Millionendorf, el pueblo de un millón de personas. 

Aquí aman la música como en ningún otro sitio, es significativo que cada semana acudan más personas a un concierto que a ver al Bayern, el equipo de fútbol. No en vano, ha mantenido hasta tres filarmónicas consideradas entre las mejores del mundo. Arte y antigüedades; palacios y jardines, vigilados siempre por las monumentales estribaciones de los Alpes.

Es también la Munich de Thomas Mann, con su resplandeciente bóveda de cielo azul brillante y sedoso, que cubre los parques, las columnatas blancas, los monumentos clásicos y las iglesias barrocas, las fuentes, los palacios y sus parques, sus amplias vistas, siempre arboladas…

Tres puertas originales guardaron la ciudad en el Medievo: Senlingertor (1318), la mas antigua, abría el camino para comerciar con Italia. Isartor (1337), al oeste de Marienplatz. Y Karlstor, también conocida popularmente como Stachus, cerca de la estación de tren, auténtico centro de la ciudad. 

En Marienplatz se levanta el nuevo ayuntamiento de estilo gótico. El carrillón de su torre que asoma cada día, a las 11 y a las 12 en punto, sorprendiendo con figuras de proporciones humanas mientras repican rítmicamente las campanas. La catedral, que puede albergar 20.000 fieles, eleva sus torres gemelas coronadas por cúpulas, que se muestran como orgullosas señas de identidad de la ciudad; tanto, que ningún edificio puede sobrepasar su altura. La torre de la iglesia de San Pedro, Alter Peter, como la conocen los muniqueses, es el edificio más antiguo de la ciudad (del año 1180). Si subes sus 302 escalones disfrutaras de unas magníficas vistas con las citadas torres en primer plano. 

El Teatro Nacional, un palacio de mármol impresionante. La Bavarian State Opera, donde Mozart estrenó su primera ópera, el Cuvilliés Theatre, con una capacidad de 2.000 espectadores en su espectacular anfiteatro circular.

Schwabing es quizá uno de los barrios con más encanto, mezcla de Soho y Village, sembrado de cafés, bares, restaurantes y pequeños clubes de jazz. Glockenbachviertel, otro barrio curioso, de ambiente familiar y gay-friendly, repleto de tiendas y cafés, tiene un encanto que cautiva.

El gusto por la buena cerveza es parte del acervo transmitido por los monjes que en el siglo VIII fundaron la ciudad. La Augustiner, la más antigua, junto con Paulaner, Hofbräu, Löwenbräu, Spaten y la Hacker-Pschorr, conforman las seis grandes. Si no viajas durante la Okctoberrfest, pásate por Hofbrauhaus, en Platzl 9, probablemente la cervecería más famosa del mundo, sin duda la más grande y una de las más antiguas, más de 420 años sirviendo cerveza en jarras de a litro, y todos los días, tocan animada música popular Bávara. Sus clientes habituales tienen reservada su mesa favorita todo el año, así que pregunta antes de sentarte.

Mi jefe decía que el mejor café del mundo se toma en Alemania porque importaban siempre las mejores calidades. No le voy a contradecir, porque además se prepara con un mimo especial que solo he visto, tal vez, en Italia. En todo caso, el mejor sitio para tomar un café en Munich es Dallmayr: café, pasteles, quesos, pan. En Dienerstr 14-15, muy cerca de Marienplatz.

Esibach, en English Garden, el parque más grande de Europa, donde incluso existe una zona nudista para tomar el sol y estupendos beer gardens. Hay un pequeño riachuelo artificial, que produce una pequeña pero constante ola, justo detrás del puente de Haus der Kunst, donde se practica surf a diario. Nunca dejo de ir hasta allí antes de volver paseando al hotel. 

El Alte Pinakothek, uno de los museos más antiguos del mundo, exhibe Rembrandt, Van Dyck, Rubens, Miguel Angel, Botticelli, Leonardo, Tiziano, Velázquez, entre otros. Su museo hermano, el Neue Pinakothek, cuelga de sus paredes a la mayoría de los maestros impresionistas franceses. El Deutsches Museum exhibe la más grande y espectacular colección de tecnología del mundo, más de 16.000 artefactos, construidos por Benz, Diesel, Krupp, Siemens, Daimler, Maybach, esas grandes marcas referentes de calidad que nos hace envidiar el talento de este país. 

Aunque no te emocionen los coches, seguro que los clásicos del Museo de BMW te vuelven loco... ¡Es un espectáculo!

Otro de los sitios que aconsejo, donde acuden muchos granjeros de la zona para vender sus productos, es el mercado Viktualienmarkt, especializado en productos bávaros: miel, flores, quesos, salchichas, huevos. 

En verano, el Schabinger Art Market, en Leopoldstrasse, donde los estudiantes exponen a la venta sus primeras obras de arte. Tal vez te decidas a comprar una obra de un futuro artista de nivel mundial. 

Si visitas la ciudad en Navidad, no puedes dejar de visitar el mercadillo de Christkindlmarkt en Marienplatz, todo tipo de adornos y efectos de Navidad.

Entre tanto restaurante de salchichas y codillo, sorprende el Prinz Myshkin, un vegetariano para todo tipo de comensales, con precios muy ajustados, una buenísima comida y una fabulosa puesta en escena. Aquí la comida entra por los ojos.

De recuerdo, unas típicas jarras de cerveza de porcelana de colores azules y blancos bábaros, en Hertie, al otro lado de la estación, o en Orlandostrasse, cerca de Hofbrauhaus.

Si tienes oportunidad, hay dos excursiones que te recomiendo, y que aunque despiertan sentimientos opuestos, son muy interesantes. Una, a quince kilómetros de la ciudad, el campo de concentración de Dachau, su visita te deja acongojado. La otra, a hora y media en coche, el Castillo de Neuschwanstein, construido sobre una imponente roca, que inspiró el palacio de la Cenicienta de Walt Disney. 

No sé por qué, pero en general es mejor pagar en metálico, no suelen poner buena cara cuando sacas la tarjeta de crédito en pequeños establecimientos.

Reproducido de elimparcial.es

FRASE DE SABIDURÍA

¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Solo así podrá cumplirse tu peculiar destino.

-Ludwig van Betoven (1770-1827) Compositor y músico alemán

15 de abril de 2012

PLEGARIA DE RESURRECCIÓN POR MONS AGUSTÍN ROMÁN


Plegaria de Resurrección
por Monseñor Agustín Román    


Por Dagoberto Valdés

Señor Dios de los siglos y de la gloria,
Padre de la luz y de la vida,
unimos nuestras voces desde la Isla
a todos los que peregrinan en la diáspora.
Escucha nuestra plegaria por tu hijo Agustín Román,
Obispo del exilio, de la Isla añorada
y de toda la nación cubana.

Acepta, Padre de los desterrados,
el sacrificio cotidiano de su vida.
Recibe las ardientes lágrimas de sus ojos,
siempre alertas y cordiales.
Acoge el diligente servicio a los pies de tu madre,
Nuestra Señora de la Caridad.
Expande hasta la eternidad su incansable mirada,
al mar que nos une hasta la Isla que sufre.
Erige en pendón de libertad el indómito corazón
que nunca paró de sentir en cubano.
Responde a su única y perseverante súplica 
por la libertad de Cuba,
¡Pero responde pronto!

Mira a los que se quedan por el camino,
compadécete de los que no llegan a ver 

la tierra prometida,
acude a los que te suplican 
para vivir hasta verla libre, próspera y feliz.
Que ningún cubano tenga que ver 
con los ojos del cielo lo que Cuba merece ya.
Para eso, Padre, acoge el sacrificio vespertino
del corazón cansado e indoblegable 
de nuestro Padre Román.
Que su sacerdocio, su destierro, 
su trabajo y sus ruegos
sirvan para unir a los cubanos 
donde quiera que suspiren por la patria.

Te damos gracias y te bendecimos, Señor Jesucristo,
Alfa y Omega de la vida pascual 
de Monseñor Agustín Román
quien  por la innombrable cruz que sufrió en él mismo
y por cuantos sufren en este valle de lágrimas,
pudo escalar a la gloria de tu resurrección.

Que la huella de los clavos del exilio
liberen a Cuba de toda parálisis, rencor y prisión.
Que las punzantes espinas 

que le clavaron de todas partes,
coronen de gloria la digna frente 

de la Nación Cubana.
Que la lanza de la lejanía y la nostalgia
que le atravesó el costado cada mañana,
haga brotar de su pecho resucitado
el agua cristalina que perdona, 

que sane a Cuba y la reconcilie en el amor.

Gloria a ti, Espíritu del Santificador 
y Defensor de los pobres,
porque el que se mete a redentor, sale crucificado…
Pero también resucitado.
Envía Señor, tu Espíritu y renueva la paz de la tierra:
¡De nuestra sufrida tierra cubana!
 
Por la intersección  del Obispo Agustín Román
y las plegarias de cuantos 

no nos cansamos de esperar,
concede a tu Iglesia la fidelidad a Jesucristo
y el servicio desvelado por el bien de su pueblo.
Que el ejemplo de este Padre y Pastor,
que siempre miró al mañana de Cuba,
anime a muchos cubanos y cubanas
a entregarse por el bien y la felicidad de su patria
que despierta ya, crucificada y gloriosa,
a la mañana de su propia resurrección.

Virgen de la Caridad, Reina, 

Madre y Patrona de Cuba,
deposita en la frente cansada 

de tu hijo Monseñor Román
“la rosa de oro” de tu maternal bendición.
Tierna Cachita, arraigada en El Cobre
y exiliada en la Ermita junto al mar,
no te canses, Madre de todos los mambises,
de rogar por Cuba, para que seamos hermanos
y alcancemos pronto la libertad y la paz.
Amén.

Pinar del Río, Cuba,
13 de abril de 2012


Reproducido de cafefuerte.com

EL TITANIC, CIEN AÑOS DE LEYENDA



Titanic, cien años de leyenda
 
El primero y último viaje

El Titanic fue el segundo de un trío de transatlánticos  conocidos como "clase Olympic".   El 10 de abril de 1912, el Titanic inició su viaje inaugural partiendo desde Southhampton (Inglaterra) con destino a Cherburgo, Queenstown, y finalmente a Nueva York. Cuatro días más tarde, a las 23:40 del 14 de abril,  el buque chocó con un iceberg   al sur de las costas de Terranova,  y se hundió a las 2:20 de la mañana del 15 de abril.  El siniestro se saldó con la muerte de 1.517 personas, y hasta esa época se convirtió en el peor desastre marítimo en tiempo de paz

 El Titanic partió hacia Nueva York con 2.227 personas a bordo, y una de las causas del elevado número de víctimas fue que, a pesar de cumplir con todas las normativas marítimas de la época, el barco sólo llevaba botes salvavidas para 1.178 personas, y aún así sólo se salvaron 705. Un elevado número de hombres murió debido al rígido protocolo de salvamento que se siguió en el proceso de evacuación de la nave, conocido como "mujeres y niños primero", y al poco tiempo disponible.

 El buque inició a su viaje inaugural con el capitán Edward John Smith  al mando, quien previamente al viaje expresó que éste iba a ser su último mando antes de jubilarse, porque deseaba estar más tiempo con su esposa y su hija.

El trasatlántico zarpó a las 12:15 p.m., y cuando dejó el muelle su estela hizo que el buque New York, que   estaba atracado en las proximidades, se acercara peligrosamente rompiendo sus amarras y casi chocando ambos barcos.   Este incidente retrasó una hora la partida.

Después de atravesar el Canal de la Mancha, el Titanic hizo escala en Cherburgo (Francia) para que embarcasen más pasajeros, y al día siguiente hizo escala en Queenstown (Irlanda), donde embarcaron pasajeros de tercera clase y el correo.

Entre la primera, segunda y tercera clase, había en total 2.224 pasajeros, quienes disfrutaron de un hermoso palacio flotante, con lujosos comedores, piscina interior, bibliotecas, gimnasio, alumbrado a todas horas y baños turcos

El Titanic tuvo un viaje placentero. Los días transcurrieron sin novedad, pero el 13 de abril empezaron a llegar los primeros informes de avistamiento de bloques de hielo en la ruta; al menos una docena de mensajes pudieron ser recibidos antes de que el telégrafo Marconi fallara por un periodo de 10 horas.

El clima se enfrió a medida que se acercaban a los grandes bancos de Terranova  y el capitán Smith ordenó alterar un poco el rumbo para pasar más hacia el sur de los grandes sectores de icebergs.

El último atardecer del domingo 14 de abril sorprendió al Titanic navegando en aguas muy tranquilas. Cuando la noche, muy helada, cayó, el buque navegaba en una zona de aguas quietas sin oleaje, un verdadero espejo líquido negro, lo cual era un inconveniente para avistar icebergs.

La tragedia

Poco antes de la medianoche si produjo el impacto. A la 1:30 de la madrugada, la proa estaba ya sumergida y a la 1:45 el agua alcanzaba la cubierta de botes; se desató el pánico entre los que quedaban y hubo disparos y confusión.

2 horas y 40 minutos después del impacto con el iceberg, a las 2:20 del lunes 15 de abril, el Titanic se había hundido. El hundimiento se saldó con 1.500 muertos aproximadamente, muertos por ahogamiento o hipotermia,   (de acuerdo con la investigación del Senado de los EEUU, debido a que el buque, aún cumpliendo con la legislación vigente, no llevaba botes salvavidas para todo el pasaje y tripulación. 

Sólo se embarcaron 711 personas de un total de 1.178 plazas disponibles en los botes, dándosele preferencia a la primera y segunda clase, mujeres y niños principalmente. El 75% de la tercera clase pereció. Fue uno de los peores desastres marítimos en tiempos de paz de la historia y sin duda el más famoso.

Se logró recuperar de las aguas  un total de 328 cuerpos, de los cuales 119 fueron devueltos al mar debido a su estado de descomposición avanzada.

Una de las más famosas leyendas del Titanic es la relativa a su banda de música.  Durante el hundimiento, los ocho miembros de la banda, dirigidos por Wallace Hartley, se situaron en el salón de primera clase en un intento por hacer que los pasajeros no perdieran la calma ni la esperanza. Más tarde continuaron tocando en la parte de popa de la cubierta de botes. La banda no dejó de tocar incluso cuando ya era seguro que el buque se hundiría, y tocó hasta el último segundo de vida.

Ninguno de los integrantes de la banda sobrevivió al naufragio, y desde entonces ha habido mucha especulación respecto a cuál fue la última melodía que interpretaron. Algunos testigos dicen que la última canción fue “Nearer, my God, to The” (Más cerca, oh Dios, de ti). Por otro lado, existen tres versiones de dicha canción y nadie exactamente ha podido confirmar cuál de ellas se interpretó, o si realmente fue esa la última. Tal fue el tema escogido en el filme de 1953  sobre la tragedia, protagonizado por Barbara Stanwyck y Robert Warner, que fuera el más popular hasta la realización del más reciente en 1997, ganadora de once premios de la Academia de Hollywood, y de un total de 89 galardones mas 48 nominaciones en festivales cinematográficos alrededor del mundo.   

El cuerpo de Hartley, director de la banda,  fue uno de los que se recuperaron y pudieron ser identificados. Su funeral en Inglaterra contó con la presencia de miles de personas. A pesar de ser considerado como un héroe en su país, la naviera White Star Line, propietaria del buque,  le cobró a su familia por el coste de la pérdida de su uniforme.


Mito y realidad sobre la tragedia del Titanic

El Titanic no era el buque más grande de su época, ya que el Olypmic era de sus mismas dimensiones, eran gemelos. El Olympic era bastante más sobrio y conservador que el Titanic en cuanto su alhajamiento, mientras que el Titanic era más suntuoso. Tampoco era el más veloz, pues era superado por el Mauretania.

Los botes eran insuficientes. El Titanic carecía de botes para 1.022 personas. Fue inicialmente proyectado para llevar el doble de botes (34) llevados en doble corrida, pero fueron retirados por el espacio circulable y en pro de la estética.

El naufragio del Titanic no fue el mayor de la Historia. Al contrario de lo que se suele creer, la mayor tragedia marítima de la historia fue el hundimiento del trasatlántico alemán Wilhelm Gustloff.   

Este desastre sucedió a finales de la Segunda Guerra Mundial.  Cuando el ejército alemán ya estaba muy cerca de su derrota definitiva, millones de civiles alemanes viajaban hacia el oeste huyendo del alcance del Ejército Rojo.  El 30 de enero de 1945, el "Wilhelm Gustloff" zarpó desde el puerto de Gdynia (Polonia) lleno al máximo con más de 10.000 refugiados a bordo. Sin buques de guerra que lo escoltaran y con tan sólo 12 botes salvavidas, era un blanco fácil para los submarinos rusos. El 31 de enero un torpedo lanzado por un submarino soviético S-13 impactó en el barco, que se hundió en menos de una hora. Buques de guerra alemanes rescataron a 960 supervivientes, muchos de los cuales morirían de frío poco después. Se calcula que murieron unas 8.800 personas en total, lo que equivale a seis veces más que en el hundimiento del Titanic.

 ¿Predicción de la catástrofe?

En 1898,  14 años antes del naufragio, se publicó "Futility, or the Wreck of tht titan", una novela corta del escritor estounidense Morgan Robertson.  El libro narraba la historia del Titan, un barco que se creía inhundible y cuyos pasajeros eran gente rica y despreocupada. Lamentablemente para estos, el barco choca en una fría noche de abril  contra algo parecido a un témpano de hielo. Además de hundirse en el mismo mes del año que el Titanic, el Titan tiene casi el mismo peso, longitud y capacidad de pasajeros que éste. Unos creen que se trata de una mera casualidad, pero otros creen que el autor escribió el libro como una predicción de lo que sucedería años después.

Lo que cuentan algunos náufragos

Los hombres que se habían apresurado a ocupar los botes salvavidas los abandonaron sin protestar, obedeciendo a los oficiales, que fueron colocando en las lanchas a las mujeres y a los niños. Tres pasajeros italianos que no quisieron obedecer, fueron muertos a tiros por la oficialidad.(…)

El telegrafista

Pocas veces se habrán dado en el mundo pruebas mas admirables de abnegación y de heroísmo que las que se han visto a bordo del Titanic.(…)

¿Y qué decir del telegrafista, de ese hombre admirable y heroico, que sin titubeo, sin una vacilación, sereno y firme, permaneció impasible al pie de su aparato, transmitiendo sin interrupción, uno tras otro, los radiogramas de petición de auxilio?(…)   Pudo tal vez salvarse y no se salvó. Quizá creyó en aquel momento que su vida, por ser solo una, bien podía sacrificarse sí con ella salvaba las de los demás.

Relato de un naufrago

Mr. Bride, el segundo telegrafista del Titanic, ha hecho el relato siguiente en presencia de Marconi, que se halla actualmente en Nueva York. (…)

«Me sorprendió encontrar al capitán, que nos dijo: “—Hemos chocado con un iceberg.” (…)

»La cubierta estaba llena de gente. No oí reyertas; pero oí decir que las había habido. (…) »El capitán entró en nuestra cámara y nos dijo: “Amigos míos, habéis cumplido perfectamente con vuestro deber. Podéis salir de esta cámara. Ha llegado la hora de que cada hombre cuide de su vida.”  Phillips, sin embargo, seguía telegrafiando. (…)

»En popa la orquesta estaba tocando una pieza de moda: Otoño. Phillips se fue hacia donde estaban los músicos; le perdí de vista. Volví donde había visto la lancha desmontable. Con ayuda de otros pasajeros la iba a poner a flote, cuando una ola nos derribó a todos. Respiré libre y me hallé en el agua, entre cientos de hombres que pugnaban por salvarse. Me alejé nadando lo más de prisa que podía del buque, que se hundía lentamente, con la popa en lo alto. (…)

»Estaba transido de frío y me sentía hundir. Vi una barca, y haciendo un esfuerzo traté de acercarme. Me recogieron. Era la lancha desmontable y estaba llena de náufragos.

»A nuestro lado, en todas direcciones, se veían escenas terribles. Había cientos de hombres que nadaban y desaparecían bajo el agua. No podíamos socorrerlos, porque la embarcación estaba muy recargada y parecía que iba a hundirse. Las olas me pasaban por encima de la cabeza.

»Mientras mirábamos a todos lados, buscando la luz de un barco, uno de los náufragos preguntó: “¿No creéis que debemos “rezar”?” El hombre que hizo esta proposición interrogó a los otros cuál era su religión. Uno dijo: católico; otro, metodista; otro, presbiteriano. Se convino en que el Padrenuestro era la oración más apropiada, y lo rezamos a coro. Parecía que el corazón se nos había subido a la garganta.

»Pocos minutos después vimos que se acercaban unas luces; ya no me ocupaba de nada. El Carpathia nos recogió.

»Cuando iba yo a subir por la escala observé que en el fondo de nuestra barca había un hombre muerto. Era Phillips. Debió morir de frío, de fatiga o de asfixia. »A pesar del dolor fortísimo que sentía en las piernas pude subir por la escala.» (…)