16 de abril de 2012

LUGARES, MUNICH, ALEMANIA


 
Munich, Alemania

Daniel Camiroaga

Mas de 70 incursiones aéreas aliadas durante la II Guerra Mundial destruyeron una maravillosa ciudad que quiso ser recordada y reconstruida tal y como fue en los años 30. 

Rechazando cualquier pretensión de modernizarse, ha mantenido tradiciones centenarias, una cultura bien arraigada y la esencia y el encanto que el rey Luis I quiso recrear, imitando la grandeza que Napoleón había dado a París. Moderna pero medieval, rasgada por el color esmeralda del río Isar cuando luce el sol, Munich transmite un encanto por el que te sientes atraído y cálidamente acogido.
 
Contrastes. Flamantes BMW, descapotados en cuanto sale el sol y conducidos por rubias estupendas ceden el paso a señores de grandes bigotes, ataviados con el traje bávaro tradicional. Se vive con pausa, con oficios que emplean y mantienen herramientas de hace décadas, los cuales contrastan en una de las ciudades más prósperas de Alemania, en la que empresas electrónicas, químicas, de instrumental óptico y automoción, hacen que se respire bienestar, dinero y ganas de pasarlo bien. 

Tradicional como pocas, se me antoja también como una de las mas latinas, al menos, la que mas y mejor parece divertirse. Próspera y cosmopolita, sí, pero aún mantiene esa cordialidad propia solo de las pequeñas ciudades de provincia. Millionendorf, el pueblo de un millón de personas. 

Aquí aman la música como en ningún otro sitio, es significativo que cada semana acudan más personas a un concierto que a ver al Bayern, el equipo de fútbol. No en vano, ha mantenido hasta tres filarmónicas consideradas entre las mejores del mundo. Arte y antigüedades; palacios y jardines, vigilados siempre por las monumentales estribaciones de los Alpes.

Es también la Munich de Thomas Mann, con su resplandeciente bóveda de cielo azul brillante y sedoso, que cubre los parques, las columnatas blancas, los monumentos clásicos y las iglesias barrocas, las fuentes, los palacios y sus parques, sus amplias vistas, siempre arboladas…

Tres puertas originales guardaron la ciudad en el Medievo: Senlingertor (1318), la mas antigua, abría el camino para comerciar con Italia. Isartor (1337), al oeste de Marienplatz. Y Karlstor, también conocida popularmente como Stachus, cerca de la estación de tren, auténtico centro de la ciudad. 

En Marienplatz se levanta el nuevo ayuntamiento de estilo gótico. El carrillón de su torre que asoma cada día, a las 11 y a las 12 en punto, sorprendiendo con figuras de proporciones humanas mientras repican rítmicamente las campanas. La catedral, que puede albergar 20.000 fieles, eleva sus torres gemelas coronadas por cúpulas, que se muestran como orgullosas señas de identidad de la ciudad; tanto, que ningún edificio puede sobrepasar su altura. La torre de la iglesia de San Pedro, Alter Peter, como la conocen los muniqueses, es el edificio más antiguo de la ciudad (del año 1180). Si subes sus 302 escalones disfrutaras de unas magníficas vistas con las citadas torres en primer plano. 

El Teatro Nacional, un palacio de mármol impresionante. La Bavarian State Opera, donde Mozart estrenó su primera ópera, el Cuvilliés Theatre, con una capacidad de 2.000 espectadores en su espectacular anfiteatro circular.

Schwabing es quizá uno de los barrios con más encanto, mezcla de Soho y Village, sembrado de cafés, bares, restaurantes y pequeños clubes de jazz. Glockenbachviertel, otro barrio curioso, de ambiente familiar y gay-friendly, repleto de tiendas y cafés, tiene un encanto que cautiva.

El gusto por la buena cerveza es parte del acervo transmitido por los monjes que en el siglo VIII fundaron la ciudad. La Augustiner, la más antigua, junto con Paulaner, Hofbräu, Löwenbräu, Spaten y la Hacker-Pschorr, conforman las seis grandes. Si no viajas durante la Okctoberrfest, pásate por Hofbrauhaus, en Platzl 9, probablemente la cervecería más famosa del mundo, sin duda la más grande y una de las más antiguas, más de 420 años sirviendo cerveza en jarras de a litro, y todos los días, tocan animada música popular Bávara. Sus clientes habituales tienen reservada su mesa favorita todo el año, así que pregunta antes de sentarte.

Mi jefe decía que el mejor café del mundo se toma en Alemania porque importaban siempre las mejores calidades. No le voy a contradecir, porque además se prepara con un mimo especial que solo he visto, tal vez, en Italia. En todo caso, el mejor sitio para tomar un café en Munich es Dallmayr: café, pasteles, quesos, pan. En Dienerstr 14-15, muy cerca de Marienplatz.

Esibach, en English Garden, el parque más grande de Europa, donde incluso existe una zona nudista para tomar el sol y estupendos beer gardens. Hay un pequeño riachuelo artificial, que produce una pequeña pero constante ola, justo detrás del puente de Haus der Kunst, donde se practica surf a diario. Nunca dejo de ir hasta allí antes de volver paseando al hotel. 

El Alte Pinakothek, uno de los museos más antiguos del mundo, exhibe Rembrandt, Van Dyck, Rubens, Miguel Angel, Botticelli, Leonardo, Tiziano, Velázquez, entre otros. Su museo hermano, el Neue Pinakothek, cuelga de sus paredes a la mayoría de los maestros impresionistas franceses. El Deutsches Museum exhibe la más grande y espectacular colección de tecnología del mundo, más de 16.000 artefactos, construidos por Benz, Diesel, Krupp, Siemens, Daimler, Maybach, esas grandes marcas referentes de calidad que nos hace envidiar el talento de este país. 

Aunque no te emocionen los coches, seguro que los clásicos del Museo de BMW te vuelven loco... ¡Es un espectáculo!

Otro de los sitios que aconsejo, donde acuden muchos granjeros de la zona para vender sus productos, es el mercado Viktualienmarkt, especializado en productos bávaros: miel, flores, quesos, salchichas, huevos. 

En verano, el Schabinger Art Market, en Leopoldstrasse, donde los estudiantes exponen a la venta sus primeras obras de arte. Tal vez te decidas a comprar una obra de un futuro artista de nivel mundial. 

Si visitas la ciudad en Navidad, no puedes dejar de visitar el mercadillo de Christkindlmarkt en Marienplatz, todo tipo de adornos y efectos de Navidad.

Entre tanto restaurante de salchichas y codillo, sorprende el Prinz Myshkin, un vegetariano para todo tipo de comensales, con precios muy ajustados, una buenísima comida y una fabulosa puesta en escena. Aquí la comida entra por los ojos.

De recuerdo, unas típicas jarras de cerveza de porcelana de colores azules y blancos bábaros, en Hertie, al otro lado de la estación, o en Orlandostrasse, cerca de Hofbrauhaus.

Si tienes oportunidad, hay dos excursiones que te recomiendo, y que aunque despiertan sentimientos opuestos, son muy interesantes. Una, a quince kilómetros de la ciudad, el campo de concentración de Dachau, su visita te deja acongojado. La otra, a hora y media en coche, el Castillo de Neuschwanstein, construido sobre una imponente roca, que inspiró el palacio de la Cenicienta de Walt Disney. 

No sé por qué, pero en general es mejor pagar en metálico, no suelen poner buena cara cuando sacas la tarjeta de crédito en pequeños establecimientos.

Reproducido de elimparcial.es

FRASE DE SABIDURÍA

¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Solo así podrá cumplirse tu peculiar destino.

-Ludwig van Betoven (1770-1827) Compositor y músico alemán

15 de abril de 2012

PLEGARIA DE RESURRECCIÓN POR MONS AGUSTÍN ROMÁN


Plegaria de Resurrección
por Monseñor Agustín Román    


Por Dagoberto Valdés

Señor Dios de los siglos y de la gloria,
Padre de la luz y de la vida,
unimos nuestras voces desde la Isla
a todos los que peregrinan en la diáspora.
Escucha nuestra plegaria por tu hijo Agustín Román,
Obispo del exilio, de la Isla añorada
y de toda la nación cubana.

Acepta, Padre de los desterrados,
el sacrificio cotidiano de su vida.
Recibe las ardientes lágrimas de sus ojos,
siempre alertas y cordiales.
Acoge el diligente servicio a los pies de tu madre,
Nuestra Señora de la Caridad.
Expande hasta la eternidad su incansable mirada,
al mar que nos une hasta la Isla que sufre.
Erige en pendón de libertad el indómito corazón
que nunca paró de sentir en cubano.
Responde a su única y perseverante súplica 
por la libertad de Cuba,
¡Pero responde pronto!

Mira a los que se quedan por el camino,
compadécete de los que no llegan a ver 

la tierra prometida,
acude a los que te suplican 
para vivir hasta verla libre, próspera y feliz.
Que ningún cubano tenga que ver 
con los ojos del cielo lo que Cuba merece ya.
Para eso, Padre, acoge el sacrificio vespertino
del corazón cansado e indoblegable 
de nuestro Padre Román.
Que su sacerdocio, su destierro, 
su trabajo y sus ruegos
sirvan para unir a los cubanos 
donde quiera que suspiren por la patria.

Te damos gracias y te bendecimos, Señor Jesucristo,
Alfa y Omega de la vida pascual 
de Monseñor Agustín Román
quien  por la innombrable cruz que sufrió en él mismo
y por cuantos sufren en este valle de lágrimas,
pudo escalar a la gloria de tu resurrección.

Que la huella de los clavos del exilio
liberen a Cuba de toda parálisis, rencor y prisión.
Que las punzantes espinas 

que le clavaron de todas partes,
coronen de gloria la digna frente 

de la Nación Cubana.
Que la lanza de la lejanía y la nostalgia
que le atravesó el costado cada mañana,
haga brotar de su pecho resucitado
el agua cristalina que perdona, 

que sane a Cuba y la reconcilie en el amor.

Gloria a ti, Espíritu del Santificador 
y Defensor de los pobres,
porque el que se mete a redentor, sale crucificado…
Pero también resucitado.
Envía Señor, tu Espíritu y renueva la paz de la tierra:
¡De nuestra sufrida tierra cubana!
 
Por la intersección  del Obispo Agustín Román
y las plegarias de cuantos 

no nos cansamos de esperar,
concede a tu Iglesia la fidelidad a Jesucristo
y el servicio desvelado por el bien de su pueblo.
Que el ejemplo de este Padre y Pastor,
que siempre miró al mañana de Cuba,
anime a muchos cubanos y cubanas
a entregarse por el bien y la felicidad de su patria
que despierta ya, crucificada y gloriosa,
a la mañana de su propia resurrección.

Virgen de la Caridad, Reina, 

Madre y Patrona de Cuba,
deposita en la frente cansada 

de tu hijo Monseñor Román
“la rosa de oro” de tu maternal bendición.
Tierna Cachita, arraigada en El Cobre
y exiliada en la Ermita junto al mar,
no te canses, Madre de todos los mambises,
de rogar por Cuba, para que seamos hermanos
y alcancemos pronto la libertad y la paz.
Amén.

Pinar del Río, Cuba,
13 de abril de 2012


Reproducido de cafefuerte.com

EL TITANIC, CIEN AÑOS DE LEYENDA



Titanic, cien años de leyenda
 
El primero y último viaje

El Titanic fue el segundo de un trío de transatlánticos  conocidos como "clase Olympic".   El 10 de abril de 1912, el Titanic inició su viaje inaugural partiendo desde Southhampton (Inglaterra) con destino a Cherburgo, Queenstown, y finalmente a Nueva York. Cuatro días más tarde, a las 23:40 del 14 de abril,  el buque chocó con un iceberg   al sur de las costas de Terranova,  y se hundió a las 2:20 de la mañana del 15 de abril.  El siniestro se saldó con la muerte de 1.517 personas, y hasta esa época se convirtió en el peor desastre marítimo en tiempo de paz

 El Titanic partió hacia Nueva York con 2.227 personas a bordo, y una de las causas del elevado número de víctimas fue que, a pesar de cumplir con todas las normativas marítimas de la época, el barco sólo llevaba botes salvavidas para 1.178 personas, y aún así sólo se salvaron 705. Un elevado número de hombres murió debido al rígido protocolo de salvamento que se siguió en el proceso de evacuación de la nave, conocido como "mujeres y niños primero", y al poco tiempo disponible.

 El buque inició a su viaje inaugural con el capitán Edward John Smith  al mando, quien previamente al viaje expresó que éste iba a ser su último mando antes de jubilarse, porque deseaba estar más tiempo con su esposa y su hija.

El trasatlántico zarpó a las 12:15 p.m., y cuando dejó el muelle su estela hizo que el buque New York, que   estaba atracado en las proximidades, se acercara peligrosamente rompiendo sus amarras y casi chocando ambos barcos.   Este incidente retrasó una hora la partida.

Después de atravesar el Canal de la Mancha, el Titanic hizo escala en Cherburgo (Francia) para que embarcasen más pasajeros, y al día siguiente hizo escala en Queenstown (Irlanda), donde embarcaron pasajeros de tercera clase y el correo.

Entre la primera, segunda y tercera clase, había en total 2.224 pasajeros, quienes disfrutaron de un hermoso palacio flotante, con lujosos comedores, piscina interior, bibliotecas, gimnasio, alumbrado a todas horas y baños turcos

El Titanic tuvo un viaje placentero. Los días transcurrieron sin novedad, pero el 13 de abril empezaron a llegar los primeros informes de avistamiento de bloques de hielo en la ruta; al menos una docena de mensajes pudieron ser recibidos antes de que el telégrafo Marconi fallara por un periodo de 10 horas.

El clima se enfrió a medida que se acercaban a los grandes bancos de Terranova  y el capitán Smith ordenó alterar un poco el rumbo para pasar más hacia el sur de los grandes sectores de icebergs.

El último atardecer del domingo 14 de abril sorprendió al Titanic navegando en aguas muy tranquilas. Cuando la noche, muy helada, cayó, el buque navegaba en una zona de aguas quietas sin oleaje, un verdadero espejo líquido negro, lo cual era un inconveniente para avistar icebergs.

La tragedia

Poco antes de la medianoche si produjo el impacto. A la 1:30 de la madrugada, la proa estaba ya sumergida y a la 1:45 el agua alcanzaba la cubierta de botes; se desató el pánico entre los que quedaban y hubo disparos y confusión.

2 horas y 40 minutos después del impacto con el iceberg, a las 2:20 del lunes 15 de abril, el Titanic se había hundido. El hundimiento se saldó con 1.500 muertos aproximadamente, muertos por ahogamiento o hipotermia,   (de acuerdo con la investigación del Senado de los EEUU, debido a que el buque, aún cumpliendo con la legislación vigente, no llevaba botes salvavidas para todo el pasaje y tripulación. 

Sólo se embarcaron 711 personas de un total de 1.178 plazas disponibles en los botes, dándosele preferencia a la primera y segunda clase, mujeres y niños principalmente. El 75% de la tercera clase pereció. Fue uno de los peores desastres marítimos en tiempos de paz de la historia y sin duda el más famoso.

Se logró recuperar de las aguas  un total de 328 cuerpos, de los cuales 119 fueron devueltos al mar debido a su estado de descomposición avanzada.

Una de las más famosas leyendas del Titanic es la relativa a su banda de música.  Durante el hundimiento, los ocho miembros de la banda, dirigidos por Wallace Hartley, se situaron en el salón de primera clase en un intento por hacer que los pasajeros no perdieran la calma ni la esperanza. Más tarde continuaron tocando en la parte de popa de la cubierta de botes. La banda no dejó de tocar incluso cuando ya era seguro que el buque se hundiría, y tocó hasta el último segundo de vida.

Ninguno de los integrantes de la banda sobrevivió al naufragio, y desde entonces ha habido mucha especulación respecto a cuál fue la última melodía que interpretaron. Algunos testigos dicen que la última canción fue “Nearer, my God, to The” (Más cerca, oh Dios, de ti). Por otro lado, existen tres versiones de dicha canción y nadie exactamente ha podido confirmar cuál de ellas se interpretó, o si realmente fue esa la última. Tal fue el tema escogido en el filme de 1953  sobre la tragedia, protagonizado por Barbara Stanwyck y Robert Warner, que fuera el más popular hasta la realización del más reciente en 1997, ganadora de once premios de la Academia de Hollywood, y de un total de 89 galardones mas 48 nominaciones en festivales cinematográficos alrededor del mundo.   

El cuerpo de Hartley, director de la banda,  fue uno de los que se recuperaron y pudieron ser identificados. Su funeral en Inglaterra contó con la presencia de miles de personas. A pesar de ser considerado como un héroe en su país, la naviera White Star Line, propietaria del buque,  le cobró a su familia por el coste de la pérdida de su uniforme.


Mito y realidad sobre la tragedia del Titanic

El Titanic no era el buque más grande de su época, ya que el Olypmic era de sus mismas dimensiones, eran gemelos. El Olympic era bastante más sobrio y conservador que el Titanic en cuanto su alhajamiento, mientras que el Titanic era más suntuoso. Tampoco era el más veloz, pues era superado por el Mauretania.

Los botes eran insuficientes. El Titanic carecía de botes para 1.022 personas. Fue inicialmente proyectado para llevar el doble de botes (34) llevados en doble corrida, pero fueron retirados por el espacio circulable y en pro de la estética.

El naufragio del Titanic no fue el mayor de la Historia. Al contrario de lo que se suele creer, la mayor tragedia marítima de la historia fue el hundimiento del trasatlántico alemán Wilhelm Gustloff.   

Este desastre sucedió a finales de la Segunda Guerra Mundial.  Cuando el ejército alemán ya estaba muy cerca de su derrota definitiva, millones de civiles alemanes viajaban hacia el oeste huyendo del alcance del Ejército Rojo.  El 30 de enero de 1945, el "Wilhelm Gustloff" zarpó desde el puerto de Gdynia (Polonia) lleno al máximo con más de 10.000 refugiados a bordo. Sin buques de guerra que lo escoltaran y con tan sólo 12 botes salvavidas, era un blanco fácil para los submarinos rusos. El 31 de enero un torpedo lanzado por un submarino soviético S-13 impactó en el barco, que se hundió en menos de una hora. Buques de guerra alemanes rescataron a 960 supervivientes, muchos de los cuales morirían de frío poco después. Se calcula que murieron unas 8.800 personas en total, lo que equivale a seis veces más que en el hundimiento del Titanic.

 ¿Predicción de la catástrofe?

En 1898,  14 años antes del naufragio, se publicó "Futility, or the Wreck of tht titan", una novela corta del escritor estounidense Morgan Robertson.  El libro narraba la historia del Titan, un barco que se creía inhundible y cuyos pasajeros eran gente rica y despreocupada. Lamentablemente para estos, el barco choca en una fría noche de abril  contra algo parecido a un témpano de hielo. Además de hundirse en el mismo mes del año que el Titanic, el Titan tiene casi el mismo peso, longitud y capacidad de pasajeros que éste. Unos creen que se trata de una mera casualidad, pero otros creen que el autor escribió el libro como una predicción de lo que sucedería años después.

Lo que cuentan algunos náufragos

Los hombres que se habían apresurado a ocupar los botes salvavidas los abandonaron sin protestar, obedeciendo a los oficiales, que fueron colocando en las lanchas a las mujeres y a los niños. Tres pasajeros italianos que no quisieron obedecer, fueron muertos a tiros por la oficialidad.(…)

El telegrafista

Pocas veces se habrán dado en el mundo pruebas mas admirables de abnegación y de heroísmo que las que se han visto a bordo del Titanic.(…)

¿Y qué decir del telegrafista, de ese hombre admirable y heroico, que sin titubeo, sin una vacilación, sereno y firme, permaneció impasible al pie de su aparato, transmitiendo sin interrupción, uno tras otro, los radiogramas de petición de auxilio?(…)   Pudo tal vez salvarse y no se salvó. Quizá creyó en aquel momento que su vida, por ser solo una, bien podía sacrificarse sí con ella salvaba las de los demás.

Relato de un naufrago

Mr. Bride, el segundo telegrafista del Titanic, ha hecho el relato siguiente en presencia de Marconi, que se halla actualmente en Nueva York. (…)

«Me sorprendió encontrar al capitán, que nos dijo: “—Hemos chocado con un iceberg.” (…)

»La cubierta estaba llena de gente. No oí reyertas; pero oí decir que las había habido. (…) »El capitán entró en nuestra cámara y nos dijo: “Amigos míos, habéis cumplido perfectamente con vuestro deber. Podéis salir de esta cámara. Ha llegado la hora de que cada hombre cuide de su vida.”  Phillips, sin embargo, seguía telegrafiando. (…)

»En popa la orquesta estaba tocando una pieza de moda: Otoño. Phillips se fue hacia donde estaban los músicos; le perdí de vista. Volví donde había visto la lancha desmontable. Con ayuda de otros pasajeros la iba a poner a flote, cuando una ola nos derribó a todos. Respiré libre y me hallé en el agua, entre cientos de hombres que pugnaban por salvarse. Me alejé nadando lo más de prisa que podía del buque, que se hundía lentamente, con la popa en lo alto. (…)

»Estaba transido de frío y me sentía hundir. Vi una barca, y haciendo un esfuerzo traté de acercarme. Me recogieron. Era la lancha desmontable y estaba llena de náufragos.

»A nuestro lado, en todas direcciones, se veían escenas terribles. Había cientos de hombres que nadaban y desaparecían bajo el agua. No podíamos socorrerlos, porque la embarcación estaba muy recargada y parecía que iba a hundirse. Las olas me pasaban por encima de la cabeza.

»Mientras mirábamos a todos lados, buscando la luz de un barco, uno de los náufragos preguntó: “¿No creéis que debemos “rezar”?” El hombre que hizo esta proposición interrogó a los otros cuál era su religión. Uno dijo: católico; otro, metodista; otro, presbiteriano. Se convino en que el Padrenuestro era la oración más apropiada, y lo rezamos a coro. Parecía que el corazón se nos había subido a la garganta.

»Pocos minutos después vimos que se acercaban unas luces; ya no me ocupaba de nada. El Carpathia nos recogió.

»Cuando iba yo a subir por la escala observé que en el fondo de nuestra barca había un hombre muerto. Era Phillips. Debió morir de frío, de fatiga o de asfixia. »A pesar del dolor fortísimo que sentía en las piernas pude subir por la escala.» (…)

REFLEXIÓN



Al anochecer de aquel día, 
el día primero de la semana, 
estaban los discípulos en una casa 
con las puertas cerradas, 
por miedo a los judíos. 
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
 - Paz a vosotros.


 San Juan 20, 19…

Dame de tu paz, Señor,
la que nace de un costado
que, traspasado por una lanza,
me enseña que la paz es consecuencia
de una vida entregada, con renuncias,
con valor y con un corazón regalándose.

 Dame de tu paz, Señor,
la paz que, en manos traspasadas por clavos,
me insinúa que la fraternidad
sólo será posible cuando existan brazos abiertos,
ojos que miren con mirada de hermanos,
con pisadas que ayuden e indiquen el camino
a la gente que se encuentra perdida.

No me des la paz que anuncia la televisión.
No me des la paz que se confunde con una tregua.
No me des la paz 
en la que siempre pierden los mismos.
No me des la paz que orquesta el mundo.
Yo, Señor, quiero tu paz:
la paz que respeta a todos,
 la paz que es consecuencia del amor,
la paz que es fuente del calor del corazón,
la paz que es alegría de tu ser resucitado.

Dame de tu paz, Señor,
esa paz que, todavía, muchos no conocen.
Esa paz que algunos no desean 
porque les viene grande.
Esa paz que sólo la puedes ofrecer Tú
desde la cruz y por tu Resurrección.

Dame de tu paz, Señor,
y, si no puedes dármela,
reina en mis entrañas
vive en mi corazón y…
sabré que entonces seré artífice de tu paz.

Javier Leoz,
betania.es