19 de diciembre de 2011

EUROPA DICE ADIÓS A UN GIGANTE MORAL

Europa dice adiós a un gigante moral
La vida de Vaclav Havel parece una obra de arte», dijo hace unos años Milán Kundera. La vida de Vaclav Havel ha sido una obra de arte. Por mucho que, tras la gran gesta liberadora, embarrancaran en la terca, dura y prosaica realidad todos sus sueños de aprovechar el hundimiento del comunismo para crear una república de la excelencia moral y la aristocracia del espíritu. Por muchos que fueran sus desencuentros con una sociedad checa que pronto se negó a seguirle en sus altos propósitos y grandes ideales. Por mucho que haya estado veinte años hasta su muerte ayer pagando su adicción compulsiva al tabaco (durante años se cuidó su afección pulmonar en Lanzarote, donde su gran amigo el Rey Juan Carlos ponía a su disposición una residencia de Patrimonio Nacional) y las durísimas condiciones de trabajo y encarcelamiento que le impuso el régimen comunista. Y que su debilidad física le impidiera en la última década librar todas las batallas que el habría querido aún librar.
Sus fracasos se deben todos a que su ejemplaridad ética y las exigencias de su conciencia y voluntad lo situaban siempre, casi siempre lejos, por encima, de los deseos de una sociedad acomodaticia y tan materialista, ni más ni menos, como todas las sociedades modernas desarrolladas. Pero el «casi» es importante. Porque Vaclav Havel sí logró durante unos meses la plena comunión de su pueblo con sus altísimos ideales y la adaptación entusiasta de la política a las mayores exigencias de un proyecto intelectual de la máxima calidad moral. Fue durante la revolución de 1989. Y fue un momento político lleno de magia en el que el sumo sacerdote fue este hombre de físico frágil pero voluntad y conciencia de granito.
Pocas veces, si acaso alguna, se ha visto tanto respeto a la verdad, tanta autocontención inteligente, tanta generosidad en la victoria, tanta celebración de la libertad humana en madurez responsable como en los meses en los que la sociedad de Checoslovaquia acabó, con el guante de terciopelo que dio nombre a su revolución, con uno de los regímenes comunistas más inflexibles y obcecados de los que cayeron en aquel otoño milagroso de 1989. No hubo tiros, ni excesos, ni venganzas ni una palabra de odio en aquella insurrección liderada por un caballero de la palabra, de la idea de la bondad y la audacia reflexiva.
Havel era una víctima propiciatoria para un régimen comunista. Nacido en 1936 en una familia de la alta burguesía de Praga, cultivada y selecta en su entorno, sobrevivió la ocupación nazi para caer bajo el estalinismo ya en 1948. Con esa familia era lógico que le vetaran el acceso a la universidad. Trabajó en un laboratorio y de taxista, mientras iba a clase nocturna y cursó un estudio de dramaturgia por correspondencia. En un pequeño teatro en la ciudad vieja de Praga consigue su primer éxito. En 1963 «La fiesta en el jardín» se convierte en un triunfo que pronto es internacional. Y cuando surgen las grandes esperanzas de la Primavera de Praga en 1968, Havel ya es un autor reconocido y celebrado.
El aplastamiento por parte de los tanques soviéticos de este último intento de reformar el comunismo desde dentro desata una brutal represión de todos los cuadros reformistas y el mundo cultural e intelectual comprometido con aquel movimiento de esperanza. A Havel le prohíben escribir. Pero él no obedece y es de los pocos que se declaran abiertamente en contra de la llamada «normalización» bajo los ultraortodoxos Husak y Bilak. En 1975 en la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa CSCE de Helsinki, el Pacto de Varsovia firma un compromiso para ciertas concesiones en libertades a cambio de mayor cooperación económica con Occidente. Por supuesto no hay la mínima intención de cumplir. Pero en Praga, un pequeño grupo de intelectuales está dispuesto a recordarle al régimen comunista su compromiso escrito. Y surge Charta77. Integran el núcleo duro Jan Patocka, Zdenek Mlynar, Jiri Hayek, Pavel Kohout y Vaclav Havel. El régimen reacciona con fiereza. Todos son detenidos. Y comienza la larga vida de Havel entrando y saliendo de la cárcel.
Entonces, con su primera larga estancia de cárcel, es cuando comienza a circular en la disidencia la canción «Te tienen en una jaula». Te tienen detrás de barrotes Havlicku (Havelito). Con esa canción ya en tono festivo recibieron centenares de miles de praguenses a Havel al estallar la Revolución de Terciopelo. Pero en los años de plomo de la normalización Havel y todos los demás tienen que alternar sus pasos por la cárcel con trabajos físicos duros que tienen por objeto quebrar su resistencia.
Asumir compromisos
Havel es hasta la caída del régimen el enemigo número uno de los comunistas. Las difamaciones contra él, su mujer y su familia eran continuas en todos los medios oficiales. No había maldad que no se le atribuyera ni tropelía que no se le ocurriera a la Policía política para hacerle la vida imposible. Pero Havel nunca cedió. Muchos de los firmantes de Charta77 no pudieron aguantarlo. Y después de la apertura d elos archivos policiales se vio cuántos de ellos se habían avenido a tratos de colaboración, exhaustos e intimidados. Havel, no. Como el periodista Joachim Fest en el nazismo: «Yo no». Esa fue su consigna de vida. Nada le hizo apartarse de su devoción por la verdad. «Con la verdad, vivir en la verdad, nunca comprometer la verdad», repetía incansablemente. También cuando se fue, ya como flamante presidente de Checoslovaquia —habría de ser el último— y primero de la República Checa, puesto que ocuparía hasta el 2003. La política oficial le haría asumir compromisos. Pero nunca contra la verdad. Y hasta el final, ya retirado en su casa de Hradecek, lejos de Praga, se mantuvo firme en su exigencia moral contra todas las dictaduras, contra todas las violaciones de los derechos humanos. Y contra el peor enemigo moral que para él era la indolencia, la indiferencia ante la injusticia y el atropello por el poder. «El que se acomoda con la injusticia o es indiferente ante la opresión es tan responsable como el que la comete». Havel ha sido un gigante moral de nuestra era.
Reproducido de ABC, Madrid
La causa de la libertad de Cuba ha perdido a uno de sus más preciados amigos. Tal vez la voz que más alto ha denunciado en Europa  el atropello sistemático de los derechos humanos ejercido por la tiranía castrista.
Descanse en paz este hombre honesto que sufrió la persecución y el presidio que los gobiernos comunistas prodigan a quienes se les rebelan, y que no pudieron vencer al líder capaz de llevar a cabo una revolución de terciopelo, a servir de guía y modelo a la nueva nación que surgió con ella.  

OTRA VEZ ES NAVIDAD

Otra vez es Navidad

Elsa M. Rodríguez

Ya llega la Nochebuena,
detrás vendrá Navidad.
Todo es una verbena
con dicha y felicidad
para el que tenga una cena
de abundancia y calidad.

Algunos celebran la fecha
con regocijo y gran dicha,
Y la mayoría olvida
la razón de este alborozo,
sólo ven una comida
que les proporciona gozo.

Regalos, muy arreglados,
tienen los afortunados,
mientras  el que nada tiene
verá todo gris y triste.
nada espera, nada viene,
ni tan siquiera un alpiste.

Si pusiéramos empeño
por remediar estos males
y ayudásemos a otros
cumpliéndoles algún sueño,
alegraríamos sus rostros
usando nuestros caudales.

Sería algo muy bello,
compartir con todo el mundo.
Pondríamos nuestro sello
haciendo algo fecundo
din darnos cuenta nosotros
haríamos felices a otros.

Pero otra vez pasará
Esta Navidad que asoma
A nadie le importará
Si vuela o no la paloma,
Esa paloma de paz
Con su mensaje fugaz.

Esta paz nos llegaría
Si olvidáramos ofensas,
Un mundo de gran pureza
Pronto nos asombraría
Y eso nos daría la certeza
Que limpiamos las conciencias.
.
Navidad, siempre delante
Estarás en nuestras vidas
Cada día y cada año
Para olvidarnos del daño
Dejados por las heridas
Hechas por un semejante.

Esperemos con  confianza
Con fe, amor y esperanza,
mañana no será oscuro
t al como nos parece ahora.
Vendrá una nueva aurora
con paz y amor en el futuro.

Otra vez la Nochebuena
Nos traerá la Navidad
Y en esta noche serena,
Dando amor y caridad
Celebraremos esta cena
Fiesta de la humanidad.


Elsa M. Rodríguez
Diciembre 16 de 2011

FRASE DE SABIDURÍA

El que se acomoda con la injusticia o es indiferente ante la opresión es tan responsable como el que la comete
- Vaclav Havel, (1936-2011), escritor y estadista checo

LO QUE VI POR EVA CANEL

Lo que vi por Eva Canel
      «La discordia es la gran peste del género 
                                               y la tolerancia su único remedio»
                                                                                                         Voltaire

Marlene María Pérez Mateo

Decía un escritor inglés que el pasado es un país extranjero; y por tanto es susceptible  pensar que durante  su visita nos hacemos sus huéspedes. Pues bien arriesgándome en tan extraño periplo conocí a Eva Canel.  Su natal Asturias, no me ha sido ajena. Inicialmente por genealogía personal y luego por historia patria. Entre los mayores de mis mayores, es decir mis abuelos generacionales un buen número de naturales encontraron asturianos en mi país,  Cuba, allende los mares: casa,  refugio, tristezas, alegrías, familia, fortuna, fracaso; en fin la vida. “Asturias, patria querida”, es el himno de la comunidad que un buen músico cubano y mestizo compuso en honor a la tierra de su padre.

 Eva, según referencias, fue ideológicamente monárquica y conservadora, en un momento cuando la América hispano-parlante nacía casi en su totalidad como territorios soberanos. Entre las pocas colonias peninsulares aún se contaba  Cuba. Eva viajó y trabajó cuantiosamente; algo no exactamente común en las mujeres de su tiempo. Reconoció en varias patrias a la suya propia, por eso que llamamos universalidad. En el Nueva York de 1891 conoció  y trabó una entrañable amistad con el Apóstol de la independencia cubana, José Julián Martí y Pérez. A él calificó como el mejor de los líderes por sus valores espirituales, cultura e inteligencia. No lo motivaba, apreció Eva,  el odio, el revanchismo y mucho menos la negación de la historia, en pro de un ideal.  Parecería increíble que dos personas tan dispares en sus  perspectivas y conceptos, se honraran y admiraran tan mutuamente. De esa fraternidad aprendí una gran lección de tolerancia, de armonía y humanismo. Las credenciales de los ya mencionados  en estas líneas, avalan comportamientos de tan alta estatura. 

 Estos y muchos otros trazos me llevaron a aventurarme  en el tiempo con  Eva Canel. Primeramente a su cuna y origen, Coaña. Recinto fronterizo  por ríos, montanas y pueblos. Capital de la Asturias celta, pre-románica. Poblada por cultores del agua y de lo permanente. Punto de tránsito, tráfico y  encuentro. El recinto eonaviego  natal marcó y plantó raíces en la historia familiar y personalidad de esta ilustre nativa.

Se dice de las excavaciones en la región, de los castros coañenses, de la superposición de estructuras rectangulares y circulares, unas sobre otras, en  lo que pudiéramos llamar las capas del tiempo, y que allí coexisten armónicamente. Valdría la pena aprender de estas viejas estructuras, como lo hiciera Eva Canel. Valdría la pena y debemos hacerlo.

Marlene María Pérez Mateo

18 de diciembre de 2011

NAVIDAD EN PRISIÓN

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Navidad en Prisión

María Elena Cruz Varela, prisionera política en las cárceles de Cuba (1991-1993) narra, mediante historias reales y con estilo novelado, la experiencia de una dura etapa en su libro publicado por Ediciones Martínez Roca “Dios en las cárceles cubanas”, del que extraemos la descripción de una de estas Navidades en prisión en 1992.

Ya están listos los preparativos para celebrar la Navidad. Sólo nos faltaba solucionar lo del Niño Jesús, pero Nana encontró un recurso muy fácil. No voy a adelantar de qué se trata.

Elisita es elegida por la mayoría como la madre del niño Jesús. Es tan bonita, tan frágil y, a la vez, tan sólida, que pensamos que así mismo debió de ser el aspecto de la Virgen María cuando Dios la escogió como madre de su Único Hijo. Con el rey Baltazar tampoco hay problemas. Será Marcela, quien jocosa y agradecida comenta: "¡Vaya, es la primera vez que ser negra me sirve para algo!"

Magda, con su media cara aún morada, será Gaspar. Elena será Melchor, y las demás estarán en el escenario, representando a los pastores, camellos, ovejas, bueyes y la burra. Elsa, junto a las que más o menos afinan, está en el coro que Paula pródiga se empeña en dirigir ajustándose, una y otra vez, sus gruesas gafas que, para colmo de males, han perdido el tomillo de una varilla y las tiene remendadas con alambre de cobre.

Llega el día de la gran noche estamos alegres, más disciplinadas que nunca. No queremos echarlo a perder a última hora, porque nos hemos librado de las requisas.
Reina una tranquilidad que casi se puede palpar.


"Esto forma parte de un complot celestial", bromea la doctora Bely, una de las solistas del coro, mientras revisamos los detalles de última hora para que no vaya a aparecer ningún fallo técnico. Las cortinas, sábanas teñidas con violeta de genciana que, a la luz amarillenta de las bombillas, se vuelven de un malva muy especial, se descorren lentamente, como debe ser en un buen teatro.
En el suelo, dormido, José se revuelve intranquilo porque está teniendo un sueño muy raro. En una esquina, el ángel se asoma sólo a medias por dos razones: porque es un sueño de José y para que las maltrechas alas no se vean mucho.

El ángel le habla muy bajito a José, que se despierta sobresaltado, a tiempo de ver cómo el ángel desaparece envuelto en su túnica de sábana blanca. Se presenta el coro con trajes violeta, a tono con las cortinas.

Paula está pasando tremendo trabajo para dirigir. En el teatro no cabe una alma y tiene que pararse como puede sobre las piernas de las que están en primera fila. "Es-ta-ba Jo-sé / el An-gel ve-nía / iSo-ña-baa Ma-rííía/ e ir-se des-pu-eeeés!"


Para el segundo acto, hicimos un establo con pedazos de plástico, de madera, con las colchonetas y las almohadas. En una esquina, José y María junto a bultos que representan a las vacas y las ovejas. La mula está sola, aparte, ramoneando en medio de los haces de paja. Todo está tan bonito que parece un belén de verdad.

Con el entusiasmo se nos han olvidado las guardias. Aparecen los tres Reyes de Oriente vestidos de rojo -mercurio cromo-, verde -azul de metileno con bijol-, y amarillo -sólo bijol-. Avanzan despacio sobre los camellos -palos de escobas con las cabezas de almohadas forradas en sacos de yute.

Las mujeres cantan lo mejor que saben y Paula dirige el coro lo mejor que puede. "iOh pue-ble-ciii-to de Be-lén! / iAfooor-tu-na-aa-do-túúúú!" Y iqué maravilla! Esta vez, Elena-Melchor no se equivoca y apunta rumbo adonde cuelga la estrella, hecha con los papeles plateados de las cajas de cigarrillos. Después viene el coro de la anunciación a los pastores. Las cortinas vuelven a abrirse para mostrarnos a la Virgen María-Elisita, que ya está con los dolores del parto, pero no suelta ni un quejido. Como suponemos le corresponde a la Madre de Jesús, traerá a su hijo al mundo con valor y elegancia. María-Elisita contrae el rostro, se concentra y... i¡iYaaa!!!
En un rincón en penumbras, directamente sobre el pesebre que, con tanta paciencia, ha armado Laura, se enciende una luz, la más brillante de todas, tan fuerte, que es el centro de atención. ¡Ha nacido la Luz del mundo! El coro arranca a cantar "Ha nacido el niño Jesús" y las lágrimas,incontenibles, ruedan por todas las mejillas, casi sin excepción, y digo casi porque en la galera está la jefa de orden interior, una mulata imponente que sustituyó a la oficial Migdalia cuando Xiomara, la de Coco Solo, y sus secuaces, la navajearon detrás de los baños. Ella no llora, pero parece hipnotizada. No nos enteramos de cómo ni cuándo entraron las guardias. El coro continuó cantando y Paula, más que nerviosa, dirigiendo sobre las piernas de dos de las muchachitas, que la sostienen por los tobillos para que no acabe reventada en el suelo.

Al terminar con la última canción, el silencio se podía cortar con unas tijeras. Durante unos segundos, la emoción nos embargó. Después, sonaron los aplausos y los vivas a Cristo Rey. Desde el fondo de la galera, una voz, sola durante breves instantes, irrumpió honda, ronca por la carga de emotividad. "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre..." Inmediatamente, todas nos unimos a la oración prohibida, que, por primera vez, se escucha tan alto en este lugar, dándole resonancias hasta ahora desconocidas. La acústica y la conmoción se encargaron de elevar nuestra plegaria hasta el mismísimo cielo.

La atmósfera es indescriptible. Nos confundimos en un abrazo general, rotundo, olvidando la presencia de las guardias, que continúan petrificadas y nos miran sin rabia, sin desdén, con el estupor reflejado en sus semblantes.

El amanecer nos sorprende exultantes, henchidas de fervor religioso. Un milagro, únicamente un milagro pudo permitimos esta celebración. Otras veces, por menos, se armaba el lío, los golpes, los grifos, las obscenidades, pero esta vez, gracias a la intervención divina, todo transcurrió de maravilla. Sabemos que no se quedará así, que buscarán la manera de cobrárnosla, pero ya no nos importa. Ésta es una victoria, una de las más grandes victorias que Dios nos ha ayudado a obtener. Atentas y  envalentonadas, permanecemos hasta la voz del... ¡de pie!.

Hagan lo que hagan, digan lo que digan no vamos a permitir que nos fastidien lo que hemos vivido esta noche, en que hemos estado tan cerca de Dios.
Remitido por Sonia Agüero
Artículo extraído de la Revista Avemaría, nº 692. Diciembre de 2003.

LA FREGONA

La fregona, entendida como “un todo compuesto por un cubo de material plástico con un escurridor del mismo material que se acopla al cubo y un palo con un mocho con el que se friega el suelo”, fue inventada en España por el riojano Manuel Jalón Corominas (1925-2011), y fue perfeccionándose hasta adquirir el aspecto actual.
Su inventor, tras trabajar 12 años en EEUU en el mantenimiento de aviones a reacción, al regresar a España quiso implantar la tecnología que había visto e inventó la fregona. Fabricó las primeras unidades inspiradas en el modelo americano (con cubo metálico y rodillos), que posteriormente modificó con torcido de algodón.
Posteriormente, en 1964, desarrolló un modelo que fue registrado como “patente de invención con novedad internacional”. Los primeros artículos fueron bautizados como aparatos lavasuelos  hasta que se fue comenzando a llamarlas “fregonas” en 1957.
Previamente a la popular fregona, se utilizaba un paño, trapo, de algodón para limpiar (fregar) los pisos, bien fuera en pisos de losas, hormigón o madera. En otros casos, la persona tenía que arrodillarse o sentarse en el piso pasa pasar el paño con sus manos, mojarlo en el cubo o recipiente con agua y jabón, o algún producto altamente tóxico., exprimirlo y volver a pasarlo. Es por ello que todavía en algunos lugares de Hispanoamérica se le conoce a la acción de limpiar el piso como Trapear (de la palabra trapo).
Desde el año 1893 existe patentado en los EEUU el diseño de una fregona similar a la que conocemos hoy día. En el caso de Puerto Rico, es posible que se haya introducido dicho invento industrial a principios del siglo pasado.  A partir de ese momento es que pudo haberse llamado “mapo”, anglicismo 0nomatopéyico de la palabra “mop”.
Manuel Jalón Corominas, inventor de la fregona, falleció en la madrugada del pasado jueves a los 86 años en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, tras sufrir una parada cardiorrespiratoria.
Fuentes: La Razón, Madrid,
wikipedia.org

FRASE DE SABIDURÍA

Es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel.
- Anatole France, (1844-1924) escritor francés

EL DOMINGO DEL ANUNCIO


El domingo del Anuncio

Envía, oh Señor, tu Ángel con palabras de amor
que, no siempre mi vida, está colmada de paz.
Hoy, cuando siento ya tus pisadas en el horizonte,
siento que te necesito, que te espero,
que no puedo vivir sin un mensaje del cielo.
Vienes por nosotros, Señor, y te damos las gracias.
Siendo Dios, te harás hombre
para que entendamos que en la humanidad
está el camino para llegarnos hasta Ti.

¡Dinos, María, qué responderle a Dios!
¿Qué tenemos que hacer para no perderle?
¿A dónde acudir para sentir su presencia?
¿Cuándo asomarnos a la ventana de nuestro hogar
y decirle: ¡No pases de largo, Jesús!
Manda, Señor, tu Ángel con recados de fe,
que no siempre, nuestra vida, es campo abierto a tu gracia,
que no siempre, nuestros labios, proclaman tu Nombre,
que no siempre, nuestro corazón, está apoyado en Ti.

Entra, oh Señor, por la ventana de nuestros días,
derrama tu poder y tus dones
sobre la debilidad y la frialdad de nuestras respuestas.
Entra, oh Señor, por la ventana de nuestras inquietudes
y transfórmalas en deseo de servirte a Ti,
de amarte y esperarte a Ti.
Como lo hizo María.
Como lo sintió María.
Como lo recibió María.
Como te respondió María:
Aquí estamos, Señor.
¡Te esperamos con las ventanas abiertas!

Javier Leoz, Betania.es
Ilustración: La anunciación, Bartolomé Esteban Murillo.

17 de diciembre de 2011

LAS PAJITAS DEL PESEBRE DE JESÚS


Las Pajitas del Pesebre de Jesús


Por: María Teresa Villaverde Trujillo

ashiningworld@cox.net

Cuento en Tiempo de Adviento
(Autor desconocido)


Una vez un viajero andando por distintos caminos del mundo durante el tiempo del Adviento, llegó a una tierra, la cual le llamó la atención por la belleza de sus arroyos y sus sembrados. Habiendo caminado ya un rato, se encontró con las casas del pueblo, sencillas y con las puertas abiertas de par en par. Muy dificil de creer porque él venía de un lugar muy distinto.

Acercándose a una de las casas tres niños salieron a recibirlo y los padres invitaron al viajero a quedarse con ellos por unos días.

El viajero aprendió muchas cosas: hornear el pan, trabajar la tierra, ordeñar las vacas, etc. Algunos días y en varias ocasiones, el papá, la mamá y los niños se acercaban a una mesita donde habían colocado las figuras de María y José, un burrito marrón y una vaca algo prieta; y dejaban una pajita entre Maria y José. Con el correr de los días el colchoncito de pajitas iba aumentando, se hacía mas mullido y se notable mas confortable.

Cuando llegó el momento de partir, la familia entregó al viajero un pan calentito y frutas para el camino. Lo abrazaron y al despedirle éste les dijo:

-Una cosa quisiera preguntar. ¿Por qué iban dejando esas pajitas a los pies de María y José?

El nIño más pequeño respondió:

-Cada vez que hacemos algo con amor, buscamos una pajita y la llevamos al pesebre. Y así vamos preparando para cuando llegue el niño Jesús, María tenga un lugar para recostarlo. Si amamos poco, el colchón va a ser delgado y por lo mismo frio. Pero amando mucho, Jesús va a estar más cómodo y calentito.

El viajero lo comprendió todo. Sintió ganas de quedarse con esa familia hasta la Nochebuena, pero una voz interior lo hizo alejarse y llevar esta historia por otros pueblos, hablando de lo que pueden hacer las familias de corazones sencillos, tan llenos de amor …


Las Pajas del Pesebre

(Autor: Lope Félix de Vega y Carpio)
-Lope de Vega-

Las pajas del pesebre,
niño de Belén,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

Lloráis entre las pajas
de frío que tenéis,
hermoso niño mío,
y de calor también.

Dormid, cordero santo,
mi vida, no lloréis,
que si os escucha el lobo,
vendrá por vos, mi bien.

Dormid entre las pajas,
que aunque frías las veis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

Las que para abrigaros
tan blandas hoy se ven
serán mañana espinas
en corona cruel.

Mas no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
palabras de pesar
en días de placer.

Que aunque tan grandes deudas
en paja cobréis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

Dejad el tierno llanto,
divino Emanüel,
que perlas entre pajas
se pierden sin por qué.

No piense vuestra madre
que ya Jerusalén
previene sus dolores,
y llore con Joseph.

Que aunque pajas no sean
corona para Rey,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

Diciembre 2009
ashiningworld@cox.net

Ilustración y texto
María Teresa Villaverde Trujillo

LUDWIG VAN BEETHOVEN

Ludwig van Beethoven
(1770-1827)

Hoy, 17 de diciembre, se cumplen 241 años del bautizo de Ludwig van Beethoven. ¿Qué importancia puede tener el que se señale este acontecimiento? Porque es la fecha que más nos acerca a la de su nacimiento: es la única de ellas dos que se sabe con certeza.

Mundialmente se considera la fecha de su nacimiento como el 16 de diciembre, pero ello sólo se basa en las costumbres imperantes en la época de bautizar a un niño al siguiente día de haber nacido. Pero no existe constancia alguna. Lo que sigue nos habla de la familia y el nacimiento de aquel niño que fue Ludwig van Beethoven, el hombre que revolucionaría luego el modo de hacer música. [adg]

La familia de Ludwig van Beethoven, cuyos miembros contaban con una tradición musical naciente, vivía bajo condiciones modestas. Su abuelo paterno, llamado también Ludwig, era descendiente de una familia de campesinos y granjeros originarios de Brabante en la región de Flandes (Bélgica), quienes  se trasladaron a Bonn en el siglo XVIII.

La partícula van de su nombre, contrario a lo que pudiera creerse, no posee orígenes nobles. El apellido Beethoven probablemente pudo haberse derivado de Betuwe, una localidad de Lieja, aunque otra hipótesis apunta a que proviene de Beeth, que quiere decir remolacha y Hoven, que es el plural de Hof, que significa granja. Por lo que Beethoven, querría decir «granjas de remolachas».

En marzo de 1733, el abuelo Ludwig emigró a Bonn en donde trabajó como director y maestro de capilla de la orquesta del príncipe elector de Colonia. El 17 de septiembre de ese mismo año contrajo matrimonio con Maria Josepha Phall. Su hijo y padre de Beethoven, Johann van Beethoven (1740-1792) era músico y tenor de la corte electoral.

El 12 de noviembre de 1767 Johann se casó en la iglesia de San Remigio en Bonn con Maria Magdalena Keverich (19 de diciembre de 1746-1787), una joven viuda e hija de un cocinero de Tréveris. Por ese motivo, el matrimonio contó con la oposición de Ludwig, su padre, que por aquel entonces ya era el prestigioso maestro de capilla de la corte y consideraba a la joven de una clase social inferior a la de su hijo.

Dos años después, en 1769, nació su primer hijo, bautizado como Ludwig Maria van Beethoven. Sin embargo, apenas 6 días después de su bautizo, el niño falleció.

El 17 de diciembre de 1770, fue bautizado su segundo hijo en la iglesia de San Remigio de Bonn, con el nombre de "Ludovicus van Beethoven", tal como se describe en el acta de bautismo. Su fecha de nacimiento, generalmente aceptada como el 16 de diciembre de 1770, no cuenta con documentación histórica que pueda respaldarla.

María Magdalena tuvo aún cinco hijos más, de los que sólo sobrevivieron dos: Kaspar Anton Karl van Beethoven, bautizado el 8 de abril de 1774, y Nikolaus Johann van Beethoven, bautizado el 2 de octubre de 1776.

Los biógrafos no tienen claras las fechas de nacimiento exactas de ninguno de los hijos de María Magdalena Keverich.

Fuente: Wikipedia.org
Ilustración Google
Reproducido de los archivos de La Gaceta de Puerto Príncipe, diciembre 2009.