29 de septiembre de 2011

AZULEJOS





Azulejos

La palabra azulejo proviene del árabe, en cuya lengua significa “piedra pulida”.  Mucho se ha discutido sobre la etimología de esta palabra.  Algunos han sostenido que se deriva de azul, ya que éste es el color que predomina en ellos.   Sin embargo, los árabes españoles tenían el vocablo zulech al que agregaban el artículo para formar azzulech con el que llamaban la losa barnizada que utilizaban en la decoración de sus habitaciones.  
 
Un azulejo es una pieza de cerámica generalmente cuadrada, una de cuyas caras es vidriada, como resultado de la cocción de una sustancia a base de esmalte que la hace brillosa e impermeable.  

Los temas que se dibujan en ellos pueden referirse a hechos o personajes históricos, religiosos, mitológicos, o también presentan elementos decorativos geométricos, muy característicos de la ornamentación árabe.

Desde los tiempos más remotos los orientales adornaban el interior de sus casas con losas de tierra cocida, pintadas por la parte superior y después barnizadas. Los últimos descubrimientos en Nínive, Memrud y Persépolis prueban que era ya una costumbre entre los antiguos asirios, costumbre que luego debió extenderse al resto del mundo árabe y otras naciones orientales. quienes por no usar nunca en lo interior de sus habitaciones el mismo calzado con que salían a la calle, podían impunemente pisar sobre pavimentos de este género. 


Los orientales, al entrar en una casa depositaban en la puerta el calzado que llevan puesto y entran descalzos en ella, y los nichos que aún se ven a la entrada de los alicatados salones de la Alhambra, no tenían otro objeto que servir de receptáculo para el calzado de los visitantes.

 

En el mundo occidental  tuvieron su origen en el siglo XIII  y se introdujeron al tiempo de las Cruzadas  o poco después, por artistas venidos de Oriente, según fragmentos que aún se conservan, ninguno de los cuales es anterior al año 1400. Se cree asimismo que este enlosado reemplazó en todas partes al pavimento de mosaico usado por los romanos. 

Azulejos en un palacio de Lisboa
Mas fácil hubiera sido buscar su origen en España, donde los árabes lo emplearon con profusión, adornando con ellos los patios y frisos de sus mezquitas, como se pueden admirar en los alcázares de Córdoba y Granada.  Desde el espléndido y brillante sofeysafa con que los califas  cordobeses adornaron las paredes del mihrab,  hasta los rudos pavimentos que aun hoy día se usan en Andalucía,  compuestos de piedrecitas de colores, toscamente unidas y formando dibujos, todo revela un origen arábigo, y por otra parte las relaciones entre Francia  y España, durante los siglos medioevales fueron demasiado frecuentes para que un arte tan necesario y ventajoso no se propagase rápidamente por Europa.

El azulejo mudéjar responde tanto en su técnica como en sus temas al gusto y saber de los moros, lo que fue seguido en España con asimilación de gusto por la decoración geométrica y vegetalista, en lo que se denomina como horror vacui, horror al vacío, que en los árabes tenía una sentido religioso, al no poder representar figuras humanas.

Iglesia, Óbidos, Portugal
Inicialmente el azulejo no tuvo una dimensión normalizada, pero en Portugal, a partir del siglo XVI al XIX, y como consecuencia del aumento de la producción por el mayor número de pedidos, el azulejo pasó a tener una medida cuadrada variable de entre 13,5 y 14,5 cm.

Portugal posee maravillosos ejemplos de azulejos que cubren fachadas enteras de edificios, adornan patios, cancelas, o sirven de retablo a los altares de sus templos; se admiran por doquier en iglesias, palacios, casas particulares, o estaciones de trenes… 

En realidad constituyen el aspecto más destacado de la arquitectura portuguesa, y los podemos encontrar en paredes, pisos y hasta techos. No han sido usados simplemente como una forma de arte ornamental, sino que inclusive poseen una función específica por su capacidad para controlar la temperatura de las casas.  Además,  en  sus  dibujos han quedado
plasmados los principales acontecimientos de la Historia y la cultura de Portugal.   


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GOLPEADA BRUTALMENTE EN CUBA MARTHA BEATRIZ ROQUE


GOLPEADA BRUTALMENTE 
MARTHA BEATRIZ ROQUE

 MAR POR CUBA
COMUNICADO


GOLPEADA BRUTALMENTE MARTHA BEATRIZ ROQUE Y OTROS OPOSITORES POR OFICIALES DE LA POLICÍA POLÍTICA DEL RÉGIMEN DE LOS HERMANOS CASTRO.

La Habana 28 de Septiembre de 2011.- La ex presa política Martha Beatriz Roque, dirigente de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios (RCCC), fue brutalmente golpeada en la tarde de ayer martes 27 de septiembre por oficiales del Departamento de la Seguridad del Estado.

«He sido arrestada y maltratada muchas veces durante estos largos años de enfrentamiento contra la dictadura de los Castro, pero nunca antes había sido tan golpeada como hoy”, dijo Martha Beatriz a Sylvia Iriondo, presidenta de MAR por Cuba, en conversación telefónica. En otra declaración a medios de prensa, expresó: “Me duelen los golpes, pero lo que más me duele es la falta de libertad».

Martha Beatriz, en compañía de Berta Soler, una de las principales voceras de las Damas de Blanco, y de Arnaldo Ramos Lauzerique, ex preso político y también activista de la RCCC, se dirigían en un taxi hacia la estación policial situada en la Calle Aguilera, en la barriada de Lawton, para interceder por tres familiares de presos políticos de Palma Soriano a quienes las autoridades policiales les habían incautado dinero, alimento y ropa que era destinada para los recientemente encarcelados miembros de la Resistencia en esa ciudad de la provincia Santiago de Cuba .

A poca distancia de la estación de Aguilera, un vehículo de la Seguridad del Estado aparatosamente se interpuso ante el taxi obligándolo a detenerse y sacando violentamente a los tres pasajeros. A Berta Soler la introdujeron, en medio de golpes e insultos, en un carro patrullero, que la condujo primeramente a una estación de policía en Santiago de las Vegas y posteriormente a otra de la barriada de La Lisa, en Marianao; al otro lado de su lugar de residencia en Ciudad Habana. Fue excarcelada posteriormente luego de que su esposo, el ex preso político Ángel Moya Acosta denunciara su desaparición.

Martha Beatriz y Arnaldo Ramos fueron introducidos a golpes y empujones en el carro de la Seguridad del Estado, donde también viajaban el teniente coronel del MININT (Departamento 21- Enfrentamiento a la Contrarrevolución) conocido como Camilo, y una agente de la policía. Durante todo el trayecto el Tte. Coronel amenazaba e insultaba a los detenidos.

Cuando el vehículo se acercaba a Santos Suárez, donde reside Martha Beatriz, ésta dijo que si la seguían ofendiendo se bajaba del automóvil, y lo hizo, lo que dio lugar a que, delante de transeúntes y vecinos del lugar, el Tte. Coronel la golpeara y la pateara repetidamente. Ramos Lauserique, que gritaba en solidaridad con Martha Beatriz, llamando la atención de que quienes la golpearan eran oficiales de la Seguridad del Estado, fue también salvajemente golpeado, principalmente por los riñones. Los golpes, amenazas y ofensas a los dos detenidos continuaron luego que fueron introducidos nuevamente en el vehículo policial. Cuando llegaron a la vivienda de Martha Beatriz, la sacaron del carro a golpes y empujones.

Martha Beatriz es del criterio de que la intensidad de la represión policial durante las últimas semanas es una señal de que al régimen de los hermanos Castro le queda poco tiempo en poder.

MAR por Cuba condena esta más reciente acción represiva del régimen de los hermanos Castro, que también elevará a gobiernos democráticos y organismos internacionales defensoras de los derechos humanos, para que la Resistencia cubana reciba todo el apoyo internacional que exigen estos tiempos, cuando se incrementan las manifestaciones del pueblo cubano en reclamo de libertad.

 Recibido de María del Carmen Expósito

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FRASE DE SABIDURÍA

 
Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto más alto.
- Antonio Porchia   (1886-1968) Escritor argentino de origen italiano.
 

28 de septiembre de 2011

USTED ES CAMAGÜEYANO SI...


Usted es camagüeyano si….


Si le encantaban el helado y los dulces que vendían los hermanos Freixas en su dulcería “Delicias”,
y también el frozen del teatro Apolo, 
o los helados del "Sol Naciente" que vendían por la calle en sus carritos Hasehawa y Chikui.

Si alguna vez le compró pollitos de colores a Morris.
Si disfrutaba de una piñita o una gaseosa Pijuán.
Si le gustaba montar en tranvía, llenarse de chinches
y esperar en la Plaza de la Merced por el cruce del otro tranvía que venía de Bembeta.

Si le gustaba buscarle la lengua a la “Paloma Rabúa”
o era amigo de “Vertientes”.

Si le gustaban las galletas de campo de La Paloma de Castilla
o si mojaba las galletas de dulce o de soda de La Paloma en el café con leche,

Si en el verano iba en el “tren excursionista” a pasarse un día de playa a Nuevitas, y al regreso compraba en Minas sus famosas empanadillas.

Si de tarde en tarde comía en “La Cubana”, “El Jerezano”, “Rancho Chico” o el Hotel Colón,
o si prefería el carrito de fritas que estaba frente a La Gran Señora, en la Plaza de la Merced, o el carrito de lechón asao junto a esta misma iglesia. 

Si le gustaba retratarse en el “Estudio Santiago” o con “ Puzo”,
o resolvía el apuro utilizando a un fotógrafo ambulante del Casino o el parque Agramonte, o al que retrataba a todos los que pasaban por la calle Estrada Palma y luego les daba un papelito para que encargaran la foto.

Si se atragantó con uno de esos grandes  y deliciosos “vizcondes” que vendían en la cafetería Capri
o saboreaba las yemitas y los dulcecitos de almendra de “La Isla”, que no faltaban en los bautizos,
o el “pan francés” que hacía María Guirado.

Si comió  croquetas “refrozadas” de las que hacía Gonzalo en La Cebada
o un sanguis “con todos los hierros” de los del Baturro,
o un arroz frito en la fonda de los chinos del mercado de Santa Rosa.

Si iba a las retretas del parque Agramonte los domingos en la noche a piropear a las muchachas…
o tiraba fulminantes y "busca piés" en el portal del Gallo.

Si su ayuno de Semana Santa consistía en unas buenas cocas de sardina de La Isla…

Si alguna vez paseó en “plancha” en los desfiles del San Juan
o arrolló con “Los Comandos”, tapiñao debajo de una sábana.

Si jugó pelota en el campito “Guarina”,
comió marañones del Cerro,
o si acompañó un entierro a pie, esquivando lo que iban dejando los caballos que tiraban de la carroza del muerto.

Si compartió un ajiaco con sus vecinos en una noche de San Juan y colaboró cuidando “la soga” durante el día para el coste de las viandas…

Si tomó leche de la finca Taburete.
Si se iba los sábados en la noche a bailar al Aéreo Club
o prefería ir al Copacabana.

Si se limpió los zapatos en uno de los dos sillones que los hermanos Morell atendían  en el portal del Gallo.

Si alguna vez tuvo que pasar la noche en el “vivac” de la calle Avellaneda.

Si escuchaba a Valdés Jiménez por la radio echando pestes de Rubén porque tocaba las campanas de la Soledad,
o sí sabía lo que él quería decir cuando soltaba aquello de «por aquí, por Camagüey» aprovechando que aún no había televisión.

Si se acuerda de los encargos de recados que don Pancho trasmitía a las fincas en su programa de La Hora Selecta Social al mediodía,
y si se acuerda también  que decía que Camagüey era «la ciudad de las iglesias, de los tinajones y de las mujeres más bellas del mundo»,
y que tuvo dos temas distintos para comenzar su programa: Barrilito Cervecero, que después cambió por La Machicha. 

Si bebió la mejor leche malteada de Cuba en el Parque Bar,
o se tomó “una fría” en el bar Correos.

Si se acuerda dónde quedaban Villa Feliz y Villa Clarita

Si estuvo en el teatro Principal cuando durante una obra de teatro de una compañía española se fue rajando un telón lentamente,
o en el teatro Guerrero, cuando sin aire acondicionado y las puertas laterales abiertas, se coló un gato maullando durante un concierto de Andrés Segovia.

Si le había quedado la costumbre de los abuelos de ir todas las tardes a la estación del ferrocarril a ver pasar el tren “central”.
Si era de los que le decía “matazón” a la carnicería o  “cirniendo” cuando lloviznaba,
si se despedía diciendo “abur” y si aún se sabe de memoria el epitafio de Dolores Rondón. 

Si se bañó en los Cangilones y en Arroyón
o en la piscina del Atlético.

Si bailó en el Ferroviario o en La Popular.

Si se tapaba la nariz y la boca al salir del teatro Casablanca de noche para evitar “el cambio de aire frío".

Si cuando iba a La Habana llevaba a sus parientes un pan de Karakas (con K) de Peresosa o un tinajoncito de barro con mantequilla Guarina.

Si usted se acuerda de todo eso,  ¡¡qué viejos somos!!  Pero, je je je…. Quienes no lo recuerden ¡es porque no pudieron vivir esos buenos tiempos!!!!! 

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MEXICO SE RECONCILIA CON LA LEYENDA NEGRA DE HERNÁN CORTÉS


 México se reconcilia 
con la leyenda negra sobre Hernán Cortés

E. Villar, 
La Razón, Madrid

Una serie de televisión, avalada por diversos historiadores, desmonta la imagen del conquistador como un brutal invasor. Ni el Imperio Azteca era una balsa de aceite ni Hernán Cortés un pirómano. Como todo acontecimiento histórico, la conquista de México conviene analizarla sin pasiones y con perspectiva histórica, es decir, con los ojos de aquellos que lo vivieron. Es el desafío que han lanzando una serie de historiadores mexicanos, que proponen revisar y dulcificar la figura del conquistador español.
 
Hernán Cortés ha sido para los mexicanos, durante siglos, un tema tabú más allá de la visión “oficial”, es decir, la de que era un cruel conquistador que provocó muerte y destrucción a su paso, y que sometió a la civilización azteca. Seguramente tuvo mucho de eso, pero también algo más. Ahora, una televisión mexicana se ha propuesto el difícil reto de revisar la imagen del aventurero español e, incluso, dulcificarla.

Estos días se ha comenzado a emitir en México la serie de cuatro capítulos “La conquista”, que lleva la firma del director Nicolás Echevarría y el aval de casi una decena de historiadores que han hecho causa común para ofrecer a sus compatriotas una imagen del odiado/temido conquistador ajena a los maniqueísmos y lugares comunes más frecuentes.

Para empezar, un mito que conviene derribar cuanto antes: Hernán Cortés no fue un invasor que sometió a la fuerza a un imperio, sino más bien un actor que tomó parte en una rebelión de diversos pueblos en contra de la crueldad de los aztecas, que tenían atemorizado al resto de civilizaciones vecinas.

Es cierto que Cortés se aprovechó de ese caldo de cultivo para liderar la revolución y llegar hasta el corazón de Tenochtitlan, someter al emperador Moctezuma e iniciar tres siglos de dominio español, pero también es verdad, como sostiene el documental, que al final incluso defendió a los indígenas y acabó incluso muriendo en la miseria.

El periodista de La Razón Ricardo Coarasa, autor de "Hernán Cortés: los pasos borrados” (Editorial Espejo de Tinta), asegura que el conquistador español «no encabezó en ningún caso una rebelión ya en marcha, sino que se aprovechó inteligentemente para la conquista de las disensiones existentes entre los pueblos sometidos al imperio azteca. Pero ni en Cholula, y mucho menos en Tlaxcala, le recibieron con los brazos abiertos. Sólo después de imponerse por las armas, los indígenas se unieron a Cortés en su expedición a Tenochtitlan, la capital del imperio de Moctezuma».

«Pero sin sus aliados indígenas, que estaban hartos de los impuestos abusivos y de las expediciones para apresar víctimas para sacrificar a los dioses, Cortés no habría podido vencer a los aztecas, sobre todo después de la Noche Triste, cuando muy diezmada su tropa recibió una ayuda providencial en Otumba. La derrota del imperio azteca es, pues, tan española como mexicana –añade Coarasa-, aunque en México cueste aceptarlo. Incluso hoy en día en los pueblos que ayudaron a Cortés, Tlaxcala sin ir más lejos, las estatuas se erigen a los caciques que lo combatieron, no a los que se aliaron con los españoles, vistos todavía como traidores».

El poder para una mujer

El Capitán General de la Nueva España fue además el primero en dar a una mujer, Malinche, un papel importante no sólo en su vida sino en la propia conquista, algo realmente notorio en una sociedad que no estaba preparada aun para semejante desafío.

Según el director Nicolás Echevarría, la serie incide en uno de los temas más sensibles para la intelectualidad mexicana durante siglos, ya que cuestiona lo que él llama el “aztequismo” nacional, que «ha quedado como una ideología oficial desde la Independencia» y reforzado tras la Revolución.

Un chaleco antibalas para Hernán Cortés

¿Realmente es arriesgado este planteamiento en México? En una entrevista con el periódico mexicano Proceso, el director de cine expone una anécdota de hasta qué nada contra corriente: en un desfile del Bicentenario de la Independencia de España, le contaron que el hombre que representaba a Cortés exigió un chaleco antibalas porque tenía un terror espantoso de que alguien le fuese a disparar. «Me pareció fantástico que en lugar de armadura, Cortés ahora lleve un chaleco antibalas. Es una idea muy postmoderna del México de hoy. Hasta la fecha existe este rencor tan espeluznante en contra de este personaje, y en la serie no sale tan mal librado», afirma.

Según los autores del documental en cuatro capítulos, es importante resaltar la importancia que tuvieron los valerosos guerreros que ayudaron a los españoles a derribar la dictadura azteca: «Rompe con todo un concepto creado por los cronistas de la Conquista, por el mismo William H. Prescott, quien hace una enorme apología de Cortés como uno de los grandes capitanes de la historia. Eso de que fueron doscientos o trescientos españoles los que llegaron, conquistaron y terminaron con el gran imperio azteca, no es cierto. Los mexicanos debemos saber que Cortés reunió a súbditos que dependían de los aztecas, y sin esa ayuda, de todos ellos, hubiera sido imposible realizar la conquista en Tenochtitlán».

La conquista de México, en definitiva, fue una lucha de indios contra indios, que los autores de este trabajo comparan, en su importancia, con el nacimiento de Cristo. «En octubre de 1519, Cortés alistaba su salida de Cholula hacia Tenochtitlán, cuando fue enterado de que los aztecas planeaban una emboscada: Moctezuma había cambiado de parecer y deseaba eliminar a los intrusos –explican-. Cortés, con el pretexto de una despedida, reunió a los notables de Cholula, les recriminó su traición y llamó a las tropas cempoaltecas y tlaxcaltecas para que dieran muerte a los supuestos traidores. Con la matanza de Cholula, la expedición de Cortés se convirtió en una guerra de los indígenas contra los indígenas».

Fuente: La Razón, Madrid
Ilustración: http://www.foroxerbar.com 

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