25 de septiembre de 2011

NADA SERIO: LA ONDA VERDE



La onda verde

En la fila del supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de compras ya que las bolsas plásticas no eran buenas para el medio ambiente. La señora pidió disculpas y explicó: «Es que no había esta onda verde en mis tiempos.»

El empleado, algo rudamente, le contestó: «Ese es nuestro problema ahora. Su generación no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro medio ambiente.»

Tiene razón, le replicó la señora,  «nuestra generación no tenía esa onda verde en esos tiempos...

... en aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la planta para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban...

Pero no teníamos onda verde en nuestros tiempos...

...subíamos las gradas, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y oficina. Caminábamos al almacén en lugar de montar en nuestro vehículo de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer dos cuadras...

Pero tiene razón. No teníamos la onda verde en nuestros días...

...Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables. Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas consumidoras de energía sacudiéndose a 220 voltios -- la energía solar y eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos...

Pero este señor está en lo cierto: no teníamos una onda verde en nuestros días...

...en ese entonces teníamos una televisión o radio, en la casa -- no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo (¿se acuerdan?), no una pantallota del tamaño de un estadio. En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hicieran todo por nosotros. Cuando empacábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no plastoformos o bolitas plásticas. En esos tiempos no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el pasto. Usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad...

Pero él está en lo cierto: no había en esos tiempos una onda verde...

...bebíamos de una fuente cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas plásticos cada vez que teníamos que tomar agua. Recargábamos las pluma-fuentes con tinta, en lugar de comprar una nueva, y cambiábamos las hojillas de afeitar en vez de echar a la basura toda la afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo...

Pero no teníamos una onda verde por entonces...

...en aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o un ómnibus y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o caminaban, en lugar de usar a la mamá como un servicio de taxi de 24 horas.

...teníamos un enchufe en cada habitación, no un banco de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales de satélites a kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima...

Así que ¿no les parece insoportable que la actual generación esté lamentándose cuán botarates éramos los viejos por no tener esta onda verde en nuestros tiempos?

(Envíele esto a otra persona mayor a la que piense que le hace falta una lección sobre conservación de parte de algún engreído).

Autor desconocido. Circula  en correos electrónicos.
Recibido en sendos mensajes de Lydia Aguirre y Juan Arrabal
Ilustración: http://www.casasycosastandil.com.ar

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EL DOLOR DEL DESTIERRO




EL  DOLOR DEL DESTIERRO

 
Aunque la separacion ha sido larga hasta alli he llegado a cada amanecer.
...si yo no he salido tan lejos!

Por: Maria Teresa Villaverde Trujillo
ashiningworld@cox.net

 Autor: Agustin Tamargo  


...Los destierros -así se llamaba bellamente antes a lo que ahora se llama exilio- son siempre dolorosos. Desterrarse es perder la tierra propia, flotar en suelo extraño, dejar de respirar el aire que se respiró  desde el nacer. Una experiencia trágica, que sólo conoce el que la padece,  un modo de orfandad. La siente la planta trasplantada aunque no lo puede  decir, la siente el tigre en su jaula del zoológico. Ambos, la planta y el  tigre, siguen viviendo, pero esa ya no es vida, porque en ese existir falta el hálito de la autenticidad. Cuando el desterrado no es una planta  ni una bestia sino un hombre la tortura es peor, agónica, indefinible.  Porque el suelo que no puede tocarse con las manos se lleva dentro del  pecho y entonces ya no es un suelo sino dolor.
El desterrado verdadero no  vive, sobrevive, aferrado a una esperanza que le da vueltas y más vueltas  dentro de la cabeza. A un republicano español exilado en Buenos Aires le preguntó al regreso un periodista de Madrid: ¿Y cuántos años hace que  usted se fue de aquí? Y el exilado respondió: ¿Irme, hijo? ¡Pero si yo  nunca me he ido!
Los hijos levantiscos de los españoles que somos los  cubanos [como yo que soy hija de asturiano, -dice María Teresa y ahora también comprendo yo], entendimos muy bien a aquel español. Lo entendimos entonces y lo  entendemos mejor hoy, cuando nosotros ingresamos en esa trágica familia de  los perseguidos por sus ideas, por sus lealtades y por su amor. La  patria que deja el emigrante es una, la patria de la que arrojan por la fuerza al desterrado es otra. Aquel puede volver, este  no. Y en ese no poder volver, en ese dar con la cabeza todos los días  contra el muro de la nostalgia, el desterrado busca un consuelo, y lo  halla. Ese consuelo es el mundo de recuerdos y añoranzas que  llena su hálito vital, es el embellecimiento mental de todo lo que vivió, o leyó, o presenció.
Cuando la memoria no le basta, el desterrado busca  libros, películas, discos, cartas, todo tipo de documento que pueda  ponerle delante la tierra natal a la que no le permiten volver. Es un modo  de resurrección, una reconstrucción mental de lo que en su día fue  natural. Una manera de no morir.
Los que llevamos en el  destierro muchos, muchos años, ahora es que entendemos lo que habrán sufrido los desterrados cubanos del siglo XIX en el que Cuba estaba convertida de tierra de todos en feudo de pocos, de ámbito histórico en  que se oían muchas voces en sombrío cautiverio en el que se oía la voz de  uno solo, tal como sucede hoy. El destierro actual es más largo  que todos los anteriores y es, desde luego, el peor porque ha sido  impuesto por el hermano contra el hermano. Tan largo ha sido que se juntan en el los hijos de por lo menos tres generaciones. La del treinta, la del  cincuenta y la del ochenta, para simplificarlas. Unos añoran unas cosas,  otros cosas distintas, a veces las contrarias.
El desterrado viejo conoció las persecuciones pero conoció también la pluralidad de la libertad verdadera, la civilizada madurez del que sabe que la razón no la  tiene nunca uno solo sino que la tienen entre todos. El desterrado nuevo no conoció nunca la libertad, sino la opresión, no vio nunca la  justicia sino una igualdad de nombre bajo la que se ocultaban las más  miserables desigualdades y privilegios. El desterrado viejo sabe  que la patria tiene que estar siempre por encima de los hombres y los  partidos, y guarda devoción a figuras, instituciones, leyes y costumbres  que estaban más allá de las diferencias políticas temporales. El  desterrado nuevo, a quien se le ha ocultado cuanto existía antes de nacer él, cree lo que le han enseñado, que todo es bueno o malo, y que bueno es  el que manda y malo el que no se deja mandar.
Esa atmósfera de  falsificación, ese turbio clima que consiste en rechazar lo que no se conoce,  en menos palabras: esa ignorancia de lo que Cuba fue antes del primero de enero de 1959 es el fantasma que más me asusta a mí de nuestro futuro. Es  la execrable manigua que yo creo que hay que chapear todos los días para que el campo quede limpio y fértil para ese mañana cercano en que  tendremos que recomenzar la siembra.
Sí. Los destierros, mundo temporal, hijos de otro mundo permanente, son siempre escuelas donde se  aprende pero también se sufre. El de los cubanos no ha de durar ya mucho, creo yo. Y los que nunca hemos perdido la fe en Cuba, no en sus riquezas materiales sino en sus hombres verdaderos, mantenemos en alto el  gallardete de la fe. 
Una nueva Cuba va a nacer otra vez de  las cenizas de la Cuba vieja cuyos detritus deja por todas partes el  castrismo. Más golpeada, más asustada, más miedosa. Pero más madura también. Porque solo el dolor y la pócima amarga de la verdad son los que  hacen adultos a los hombres. Y el destierro al final es eso: una  escuela.

Una escuela donde todos volvimos a nacer pero crecimos en forma distinta.
-Maria Teresa Villaverde Trujillo-
Septiembre 24, 2011


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REFLEXIÓN: EL DOMINGO DEL «SÍ» Y EL «NO»


 El domingo del «sí» y el  «no»



Mi «sí» de cada día, Señor,
que sea para Ti con las pequeñas cosas que te ofrezco,
y no en aquellas que pienso pero nunca alcanzo.
Que lo veas en el detalle que te entrego
y no en el escaparate del mundo en el cual me pierdo.

Mi «sí» de cada día, Señor,
sea la verdad de mi vida,
y nunca la falsedad en la que me confundo.
Sea pronunciado por el bien como respuesta,
y no ahogado por el mal que me acompaña

Mi «sí» de cada día, Señor,
 sea el llevar a feliz término
cada promesa a mis prójimos,
siendo rico llevando la paz conmigo
y ofreciéndola a los que caminan a mi lado.

 Mi «sí» de cada día, Señor,
 sea darte lo poco o mucho de mi persona:
la verdad de mi existencia,
la sinceridad de mis palabras,
la bondad de mi corazón.

¿Aceptas mi «sí», Señor?
Ayúdame a pronunciarlo, a que sea auténtico,
y, a que nunca, nunca,
me olvide de llevarlo a cabo.

Javier Leoz, WWW.betania.es

FRASE DE SABIDURÍA

Donde hay educación no hay distinción de clases
 - Confucio


24 de septiembre de 2011

LA EDUCACIÓN, TEMA PARA MAESTROS




LA EDUCACIÓN, TEMA PARA MAESTROS

Elsa M. Rodríguez

Aunque las leyes por las que nos regimos todos los ciudadanos de un país son creadas por los políticos que supuestamente escogimos en su día para que nos representaran, muchas veces son el resultado de la determinación y el deseo de algún político con mucho poder en sus manos y que pretende ajustar las cosas de acuerdo a sus convicciones.

Las leyes que controlan el sistema educacional de los Estados Unidos no son una excepción a la regla. Sin embargo, sería conveniente que a la hora de tomar decisiones que puedan afectar el futuro de la educación de nuestros jóvenes se reconociera la experiencia y los conocimientos de aquellos que han dedicado si no una vida entera, gran parte de ella, a la enseñanza. La gente preparada para educar a otros, es decir los maestros, saben muy bien como se debe calificar la aptitud de un alumno para aprender sus materias, y es con ellos con quienes se deberían consultar las medidas a tomar respecto al futuro de la educación. De que un estudiante aprenda correctamente determinados estudios que son básicos para su formación como persona, depende que en el futuro tengamos más gente preparada y con conocimientos para llevar las riendas del país.

Tratar de cambiar las leyes de forma tal que aunque un alumno no muestre ser proficiente al entender una materia sea pasado de grado, puede significar un retroceso en la superación de ese individuo. Así hemos visto a personas cursando estudios a nivel de "Junior College" que no tienen la menor idea de lo que son las fracciones en Matemáticas, por ejemplo, y cuya redacción y gramática en el idioma que hablan corresponde más a niños de primaria que de un nivel superior.

Puede que hoy los niños estén sobrecargados de asignaturas para estudiar, y algo debía hacerse al respecto, pero jamás se debía permitir que estos niños lleguen a graduarse sin haber completado y aprobado con una nota decente las asignaturas que son básicas para cualquier carrera que pueda escoger en el futuro, es decir Matemáticas y Lectura (dominio de su lengua). Rebajar el nivel educacional va en perjuicio de los jóvenes y su futuro, así como de todo el país.

Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL

Ilustración:  http://jazarco4.blogspot.com  


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LIBRE, CANCIÓN DE NINO BRAVO


Nino Bravo



L i b r e

No falta en la listas de reproducción de cualquier fiesta que se precie. La hemos cantado en multitud de ocasiones; su letra y melodía inspiran alegría, libertad e incluso exaltación. Pero una de las canciones más exitosas de la música española, "Libre", de Nino Bravo, esconde también una triste historia en su origen. 

Para ello, tal y como cuenta el autor del blog "Ballesterismo",  debemos trasladarnos hasta el corazón de Europa. Corría el año 1962 cuando el recién estrenado muro de Berlín cobraría su primera víctima y probablemente la más notoria.

 Peter Fechter era un obrero de la construcción alemán que -cansado de esperar- un día intentó escapar de la República Democrática Alemana junto con su amigo Helmut Kulbeik. 

Ambos habían tramado un plan para esconderse en un taller de carpintería cerca del «muro de la vergüenza» donde observarían a los guardias y después saltarían desde una ventana en el momento adecuado hasta el llamado corredor de la muerte (un espacio entre el muro principal y un muro paralelo que recientemente se había empezado a construir). Si todo salía bien, correrían por este corredor hasta una pared cercana al checkpoint Charlie, en el distrito de Kreuzberg en Berlín occidental.

Pero su aventura no tuvo un final feliz, al menos para Fechter, que al tratar de escalar la pared final fue avistado y disparado por los guardias, cayendo de nuevo en el lado este. Estuvo gritando y desangrándose durante cerca de una hora, pero no recibió ayuda médica de ninguna de las partes, que tenían miedo a posibles represalias.

Tras la reunificación alemana, se construyó un monumento en su honor y el de las otras 270 personas que perdieron su vida tratando de buscar la libertad. Una libertad que también supo dedicar Nino Bravo a nuestro amigo Peter Fechter.  

Fuente: ABC, Madrid

Nino Bravo canta "Libre" en:
http://www.youtube.com/watch?v=7812dngARbk

FRASE DE SABIDURÍA

¡La felicidad! No existe palabra con más acepciones; cada uno la entiende a su manera. 
- Cecilia Böhl de Fabe, (1796-1877), escritora nacida en Suiza de ascendencia española, que escribía bajo el seudónimo de Fernán Caballero. 



23 de septiembre de 2011

CAYETANA DE SILVA, LA OTRA DUQUESA DE ALBA



Cayetana de Silva, 

la otra Duquesa de Alba

 María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, XIII Duquesa de Alba, fue una de las mujeres más atrayentes del Madrid de la Ilustración, y la segunda mujer de la Casa de Alba en ostentar el ducado por derecho propio. 
Su belleza ha sido cantada por poetas y músicos, de ella decían que era tan bella que cuando paseaba por la calle todo el mundo la miraba desde las ventanas y hasta los niños dejaban sus juegos para contemplarla. La duquesa tenía un fuerte temperamento y era conocida en los suburbios de Madrid por disfrazarse de maja y participar en las fiestas populares. Protectora de actrices, poetas, pintores y toreros, llegaba a disputarse los favores de los bellos jóvenes con otras cortesanas, incluso con la propia reina. A su muerte circularon rumores que había sido envenenada por María Luisa de Parma.
Nació el 10 de junio de 1762 en Madrid, cuando sus padres ya creían que su matrimonio era estéril y desde pequeña fue frágil, delicada y enfermiza, aunque en su juventud y en su vida adulta compensaría esta condición con un entusiasmo por la vida poco común y un gran encanto personal. Nació en el seno de una familia de rancio abolengo español, entre una de las pocas familias de Grandes de España y de las pocas elegidas por los reyes españoles para su círculo personal. 

Adinerados y con un gran patrimonio, los Alba lo tenían todo, sobre todo una gran posición social en la corte de los Borbones. Su madre se ocupó de su educación intelectual que con el tiempo harían que la duquesa de Alba fuera dueña de una exquisita preparación cultural. Cuando murió su padre don Francisco de Paula de Silva y Álvarez de Toledo, su madre María del Pilar Ana de Silva Bazán y Sarmiento se volvió a casar con Joaquín Pignatelli de Aragón y Moncayo, conde de Fuentes. 

Su abuelo la casó a los doce años de edad con su primo José María Álvarez de Toledo y Gonzaga, XV duque de Medina-Sidonia, que era un joven distinguido, cultivado, melómano y muy bien vinculado con la realeza por su amistad con don Gabriel, el más querido de los hijos del rey Carlos III de España. El matrimonio se convirtió en el más poderoso, acaudalado y titulado del reino, en constante competencia con los duques de Osuna. 
Si algo está comprobado fue que ese matrimonio no fue dichoso. Cayetana era impetuosa, enérgica, vital e impulsiva mientras su esposo era un melancólico al que sólo parecía interesarle la música. La duquesa no pudo tener hijos legítimos con el duque de Alba por lo que ambos adoptaron una niña de ascendencia africana, María de la Luz. Pero a Cayetana la vida de esposa fiel y casera no era para ella, necesitaba disfrutar de la vida y de su posición.
 De muy joven, Cayetana rivalizó en la Corte con María Luisa de Parma, cuando aún era la esposa del príncipe heredero, el futuro Carlos IV. La enemistad entre ellas se atribuye a su lucha por acaparar la atención de Manuel Godoy, que ascendió como político con la protección de la reina pero que también tuvo presuntas relaciones con la duquesa, que era ya viuda. Y se dice que compartió amante con la reina en la persona de Juan Pignatelli, joven libertino próximo al círculo palaciego que se entretenía haciendo juegos peligrosos en una Corte cada vez más podrida, a la que acudían ricos aristócratas desocupados buscando placeres mundanos entre intrigas. 
El odio entre Cayetana y la que luego sería Reina de España fue a más. Retándose ambas en caprichos, travesuras y perversidades cortesanas. Se cuenta que la duquesa y la reina competían por sorprender en atuendo y lujos para lo que importaban vestidos exclusivos de París. En una ocasión, la duquesa plagió un diseño pensado para la reina y vistió con la misma ropa a sus criadas con el único propósito de ridiculizarla. Extravagante y provocadora pero también divertida y cercana al populacho, la duquesa de Alba se ganó la admiración del propio rey.
La Duquesa y Goya

En 1795 surge por primera vez en la trayectoria goyesca el nombre de la duquesa de Alba, que tanta importancia habría de tener para la carrera del pintor. Se ha fantaseado en demasía sobre las relaciones del pintor y la duquesa, no siempre sobre hechos constatables sino por el mero deseo de novelar la vida de ambos personajes. Goya pudo estar enamorado de ella durante un tiempo (ciertos indicios permiten afirmarlo), pero de ello es, por lo menos aventurado, dar el paso de asegurar que hubo una relación amorosa entre ambos.

A la vista de los datos objetivos que es posible manejar, nada indica que la joven noble correspondiera al ya maduro pintor. Se conservan de su mano dos magistrales retratos de la duquesa de Alba, el que la presenta vestida de blanco con cinturón rojo (1795) y el que la muestra de negro (1797) con dos anillos en la mano: en uno de ellos se lee claramente el nombre de Alba y el de Goya en el otro. En este retrato aparecen además, como trazadas en la arena del suelo, "solo Goya", aunque la palabra "solo" fue recubierta de pintura por el propio artista. 


Por otra parte, en uno de los grabados de los Caprichos,  titulado "Sueño de la mentira y la inconstancia", se ve a la duquesa con doble rostro y alas de mariposa. El origen de tales aguafuertes se halla en el álbum de dibujos que realizó Goya en Sanlúcar de Barrameda (1796), donde estuvo visitando a la duquesa de Alba. Pintó también algunos cuadros de gabinete con escenas de su vida cotidiana como La Duquesa de Alba y la Beata, donde ésta aparece de espalda en flagrante travesura sorprendiendo a una anciana ama de compañía de nombre Rafaela Luisa Velázquez y a quien familiarmente llamaban la Beata por responder con rezos exagerados a todo lo que le escandalizaba.  

Cayetana murió el 23 de julio de 1802 a los cuarenta años. Dicen que de unas fiebres, aunque se llegó a especular que fuera envenenada por encargo de la reina María Luisa de Parma, quien habría urdido su muerte junto a su amante Manuel Godoy. De hecho, el rey Carlos IV encargó al propio Godoy una investigación que, como cabía esperar, terminó archivada. 
 
En el año 1945 se exhumaron y estudiaron los restos de la duquesa de Alba para confirmar o descartar la leyenda del envenenamiento por orden de María Luisa de Parma. Se practicó una auténtica autopsia con valor legal. La muerte se debió a una meningoencefalitis de origen tuberculoso, lo que descartaba el presunto crimen. 

Descubrieron también que habían seccionado ambos pies a la altura de los tobillos faltando el pie izquierdo. Se cree que al ser colocada en el ataúd, su altura impedía la correcta postura y tuvieron que serrarle los pies para que cupiese en el féretro. Más importantes son las anomalías óseas. La columna vertebral presenta convexidades. Provocan la inclinación de la pelvis en el lado derecho. El resultado de estas anomalías significa que la duquesa no pudo adoptar la posición de las famosas pinturas de Goya de las majas. Esto, unido a la cara distinta a la de Cayetana, indica que la modelo pudo ser la protegida de Godoy. 

Muerta la duquesa, Godoy llevó a cabo la expropiación de varias de sus propiedades, cuadros y joyas. Un gran número de sus famosos cuadros pasaron a sus manos, como la Venus del espejo de Velázquez y La educación de Cupido de Correggio, y el Palacio de Buenavista dejó de ser residencia de los Alba. Varias de estas obras, incluyendo las dos “majas”,  fueron incautadas a Godoy en 1808, y en 1901 pasaron al Museo del Prado.

El testamento de Cayetana, desaparecido, instituía como herederos universales a sus criados y a su niña adoptada, María de la Luz. Sin embargo, finalmente, toda su fortuna y títulos recayeron en la Casa de Berwick.

Fuentes:
http://mujeresdeleyenda.blogspot.com
http:www.ordenbonaria.com
Ilustraciones:
La duquesa de Alba, Goya. Colección Duque de Alba, Palacio de Liria, Madrid.  
La Duquesa de Alba y la beata, Goya. Museo del Prado
La Duquesa de Alba vestida de negro, Goya. Museo del Prado

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EEEUU REVELA NOMBRES DE ESPÍAS CUBANOS EN 2003


Estados Unidos revela nombres
de espías cubanos expulsados en 2003



En una carta a la misión diplomática cubana en Washington en el 2003, el Departamento de Estado se quejó de que se había cansado de los “numerosos ejemplos de espionaje cubano contra Estados Unidos” y estaba expulsando a siete funcionarios de la misión. 

Lo que no decía la carta es que la comunidad de inteligencia de EEUU estaba indignada de que los espías de La Habana habían estado robando secretos federales sobre los preparativos para la invasión a Irak, y pasándoselos al gobierno de Saddam Hussein.

Tampoco decía que las expulsiones habían perdonado a los jefes de la inteligencia cubana en Washington y las Naciones Unidas, en una clara advertencia de que se les ordenaría abandonar el país también si Cuba expulsaba en represalia a diplomáticos estadounidenses de La Habana. 

La nota, que daba a los siete diplomáticos cubanos 10 días para abandonar el país, fue la mitad de la mayor expulsión de diplomáticos cubanos de que se tiene memoria. Se ordenó asimismo salir del país a otros siete que trabajaban en la misión cubana ante las Naciones Unidas.

Pero, aunque la expulsión de los siete cubanos en Washington y la identidad de los siete expulsados de la misión de la ONU se publicaron en ese momento, los nombres de los declarados “persona non grata” en Washington nunca se hicieron públicos.

La nota del Departamento de Estado del 13 de mayo del 2003 que contenía esos nombres fue desclasificada el martes bajo una solicitud de la Ley de Libertad de Información presentada por Chris Simmons, experto retirado de espionaje cubano del Departamento de Defensa de EEUU. Él jugó un papel clave en el caso de Ana Belén Montes, una agente cubana en el Pentágono que está cumpliendo ahora una condena de 25 años.

“El Departamento de Estado recuerda a la Sección de Intereses de Cuba… que ha informado repetidas veces al gobierno cubano de que actividades inapropiadas e inaceptables contra Estados Unidos… no serán toleradas”, afirma la nota.

“Durante los últimos años ha habido numerosos ejemplos de espionaje de Cuba contra Estados Unidos”, agrega, mencionando los casos en que se encontró culpables a Montes, la Red Avispa de espías radicada en Miami y Mariano Faget, un funcionario del Servicio de Inmigración y Naturalización de EEUU.

A pesar de las repetidas advertencias del Departamento de Estado, “esa conducta se ha continuado, y de un modo que se considera suficientemente perjudicial para los intereses de seguridad de Estados Unidos” para merecer la expulsión de los siete diplomáticos radicados en Washington, señala.

La Sección de Intereses de Cuba en Washington y la Sección de Intereses de EEUU en La Habana no son embajadas porque ambos países no tienen relaciones diplomáticas plenas. No obstante, en ambos casos sus diplomáticos gozan de inmunidad contra el arresto.

La desclasificación de la nota señaló además varios aspectos poco conocidos de las operaciones de inteligencia de Cuba y EEUU, según expertos en Cuba del gobierno y la comunidad de inteligencia de EEUU que pidieron conservar el anonimato para hablar abiertamente sobre el tema.

Las 14 expulsiones se ordenaron a ocho semanas de comenzada la Operación Libertad Iraquí para enviar un mensaje a La Habana de que “pagaría un precio de gravedad” por estar pasando a Hussein y a otros secretos que podrían conllevar la muerte de soldados estadounidenses, dijo uno de los expertos.

Los directores de los centros de inteligencia cubana dentro de las misiones en Washington y Nueva York no fueron expulsados en un “mensaje bastante poco sutil” de que habían sido identificados por la inteligencia estadounidense y serían expulsados si La Habana tomaba represalias, añadió el experto.

No se expulsó a ningún diplomático estadounidense de La Habana y “en base a la falta de respuesta de Cuba, a todos les pareció que ellos habían entendido nuestro mensaje”, según el experto.

La lista identificó a dos de los cubanos expulsados como Raúl Rodríguez Averhoff, quien había sido expulsado de Canadá en 1995 por espiar, y Fernando García Bielsa, quien había tenido contactos con terroristas partidarios de la independencia de Puerto Rico antes de su llegada a Washington.

El Departamento de Estado decide qué diplomáticos extranjeros son aceptados para establecerse en Washington, y sus decisiones “no siempre tienen sentido”, dijo Simmons, un ex alto funcionario de la sección de contrainteligencia sobre Cuba en la Agencia de Inteligencia de Defensa.

La lista oficial de nombres mostró además algunas diferencias con la lista no oficial publicada en el 2003 en reportajes de los medios de prensa sobre las expulsiones. La lista del 2003 parece haber sido entregada a la prensa por funcionarios cubanos.

La lista del 2003 incluía al subdirector de la misión Cosme Torres; su esposa, Lourdes Bassue Webb, quien además servia como agregada cultural; los primeros secretarios García-Bielsa y José Anselmo López Perera; el segundo secretario y portavoz de prensa Juan Hernández Acen; y el tercer secretario Florentino Batista.

La lista oficial no incluyó a Bassue Webb pero sí a García-Bielsa, Torres, López Perera, Acen y Batista así como al segundo secretario Averhoff y el tercer secretario Jorge Ernesto Autie González.

Averhoff está asignado ahora a la embajada de Cuba en Buenos Aires, según Simmons. García-Bielsa fue asignado más tarde a la embajada en Chile. Y la esposa de López Perera, Josefina Vidal, está ahora a cargo del Departamento de Asuntos Norteamericanos del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba. 

Reproducido de El Nuevo Herald, Miami 

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FRASE DE SABIDURIA

Todo lo que es hermoso tiene su instante, y pasa. 
 - Luis Cernuda(1902-1963) poeta y crítico literario español
 

22 de septiembre de 2011

MONUMENTO AL CIMARRÓN



Monumento al cimarrón

 Marlene María Pérez Mateo

      En el 1731 un importante numero de mineros esclavos en el poblado del Cobre, Santiago de Cuba, iniciaron una rebelión. Sus demandas no fueron escuchadas y devinieron en cimarrones (esclavos prófugos del dominio de sus amos).

     
   El cimarrón era en si mismo la mayor encarnación de la rebeldía, la libertad y lo digno. Se agrupaban en los llamados palenques, poblados escondidos en la manigua (lo más intrincado del campo) con un cierto orden social, jerárquico y religioso. En fin una mini-sociedad.

   La rebelión de los esclavos del Cobre duró 123 años, hasta que por decreto real se dispuso su libertad 67 años antes de ser decretada la total abolición de la esclavitud en  Cuba.

   El escultor cubano, Alberto Lescay, unido a un programa organizado por la UNESCO, ha develado en un peñón del poblado oriental del Cobre su “Monumento al Cimarrón“. Se trata de un homenaje de tributo dentro de la llamada “Ruta del esclavo”.

   Es un loable esfuerzo para que cosas así no se olviden. La mina de cobre a cielo abierto más antigua de América se trabajó por mano de obra esclava privada de todo derecho, hasta de lo más indispensable.

Marlene María Pérez Mateo
Septiembre 11, 2011
Reseña #4, A los 400 años