22 de noviembre de 2010


¿QUÉ LOCURA O QUÉ DESATINO ME LLEVA A CONTAR LAS AJENAS FALTAS, TENIENDO TANTO QUE DECIR DE LAS MÍAS?

* MIGUEL DE CERVANTES



PUDÍN DIPLOMÁTICO

* Era en los postres donde las abuelas se lucían. Realmente, donde podían destruir la reputación de cualquier cocinero profesional. No era un asunto de la abundancia de azúcar en Cuba, sino de la abundancia de tiempo. Eran muchas las tardes que las abuelas se las pasaban haciendo alarde de su habilidad en la cocina. Y díganos usted que mejor forma de terminar la comida, o la cena, culminada de halagos y adulaciones bien merecidos.

Entre aquella inmensa variedad de delicias que eran los postres cubanos, el flan siempre tuvo su lugar seguro. No podemos decir que era el preferido, pero sí uno de los postres más aceptados y apreciados de la cocina cubana.

Los cubanos se trajeron al exilio sus recetas de flan por lo que este postre sigue teniendo su lugar seguro en nuestras mesas (y hasta en la de americanos cuando nos invitan). Goya los prepara comercialmente y a menudo nos saca de apuros con sus cajitas. Hay muchos tipos de flan, de leche, de coco, de piña, de melocotones…¡hasta de calabaza!, siempre con los ingredientes básicos: huevos, leche y azúcar. 

El pudín se diferencia de los flanes en que lleva también pan. Sin embargo, hay un pudín que tiene categoría diplomática y muchos lo confunden con el flan. Esa es la receta que llega hoy a esta Gaceta. Puede ser un buen sustituto al socorrido pastel de calabaza en la mesa del Día de Dar Gracias.

Pudín Diplomático

2 tazas de leche
cáscara de limón
1 rajita de canela
6 huevos
1 taza de azúcar blanca
1 cucharadita de vainilla
1/8 cdta. de sal
¼ taza de Triple Sec o licor de naranja
1 taza de coctel de frutas (escurridas)“
Lady fingers” suficientes para cubrir el molde.

Caramelo para bañar el molde:
1 taza de azúcar blanca

Ponga el azúcar a la candela, bien en el mismo molde o en algún otro recipiente con asa. El azúcar se irá disolviendo lentamente mientras la mueve con una cuchara de madera. Cuando desaparezcan los grumos, no deje que el caramelo se ponga muy oscuro. Retírela del fuego e inmediatamente cubra con ella todo el interior del molde.

Caliente la leche con la canela y la cáscara de limón y déjela refrescar luego. Mientras tanto, bata ligeramente los huevos con el azúcar, vainilla, sal y licor. Añada la leche, ya fresca, y mézclelo todo bien. Viértalo en el molde ya bañado con caramelo. (El molde debe tener capacidad para 4 tazas por lo menos). Agregue entonces las frutas, bien escurridas, y sobre ellas coloque los “lady fingers” que deben cubrir toda la superficie.

Se hornea a baño María durante 1 ½ hora aprox. a 350ºF hasta que al introducirle un palillo en el centro este salga seco. Se deja enfriar antes de voltearlo. Luego de voltearlo, se adorna con cerezas. Da 10 raciones.

Adaptado del libro de Nitza Villapoll
www.guije.com

UN CUBANO EN LA CORTE DEL PRESIDENTE MADERO

* El cubano, a espaldas del señor Presidente, le llamaba Pancho: en este caso, la confianza era signo de admiración. Pocas horas antes de morir, en lo que fuera probablemente el último documento que firmara en vida, Francisco I. Madero buscó una fotografía suya, preservada en bonito marco, la despegó del cristal y escribió de puño y letra: “A mi hospitalario y fino amigo Manuel Márquez Sterling, en prueba de mi estimación y agradecimiento”.

El presidente Madero, tan dado a los detalles, necesitaba agradecer la valentía y entereza de ese diplomático cubano que se jugaba su vida en defensa de la suya y que se negaba a dejarlo solo, por más que él se lo suplicara. Madero le entregó el recuerdo de propia mano. “Guárdelo en memoria de esta noche desolada”, le dijo y comenzó a ordenar las sillas.

La situación, en verdad, llevaba sin escapatoria a una celada de jaque mate. Manuel Márquez Sterling y Loret de Mola así debió entenderlo: era un notable ajedrecista. Por esos vaivenes de la Latinoamérica de entonces, el cubano había sido campeón de ajedrez de México entre 1895 y 1901. Fue el latino mejor ubicado en el Torneo de París (1900), que ganara el intratable alemán Emanuel Lasker. Sin embargo, Márquez Sterling aún confiaba en una variante arriesgada que podría salvarlo de un final inmerecido: el buque Cuba los esperaba en Veracruz para llevar hasta La Habana al presidente, familiares y cercanos colaboradores. A la mañana siguiente debían viajar al puerto, única esperanza. Madero alineó tres sillas y se las ofreció de cama al embajador, con cierta pena.

Márquez Sterling comentó al vicepresidente José María Pino Suárez la honda tristeza del presidente, pero fue el gallardo general Felipe Ángeles quién mejor entendió lo que pasaba: “A Don Pancho lo truenan”.

José María y Manuel eran buenos amigos: los dos adoraban el ajedrez y la literatura. El mexicano ya había publicado un par de poemarios líricos, de versos quizás un tanto torpes pero sin duda honrados, y el cubano había encontrado en el periodismo una forma moderna de confesar sus obsesiones. Tenía pulso de novelista. Quién quita que esa “noche desolada” hayan conversado sobre el cubanito José Raúl Capablanca, un niño prodigio que un año antes había derrotado a Frank J. Marshall, el temible campeón de Estados Unidos (tercer puesto en aquel Torneo de París, 1900). “Le ganó a Marshall comiendo helados”.

Manuel Márquez Sterling durmió en su cama de sillas, sin zapatos.

En su libro Los últimos días del Presidente Madero, el cubano escribe: “Tomar el sombrero, tranquilamente, y despedirme, hasta la vista, abandonándolos a la bayoneta del centinela, hubiera sido impropio de mi situación, de mi nombre de cubano, de mi raza caballeresca. Amparar con la bandera de mi patria al presidente a quien, un mes antes, había presentado solemnemente mis credenciales, era cumplir con el honor de nuestro escudo”.

Lo demás, ya es historia. La familia de Madero logró embarcar hacia La Habana, desde Veracruz. El bondadoso Márquez Sterling también volvió a su isla y llegaría a ser presidente de Cuba. Alguna vez le escuché decir al poeta José Lezama Lima que había sido nuestro mejor mandatario, el más digno, porque sólo ejerció su poder… durante seis horas. En su escritorio, puso aquella vieja foto de Madero. ¿Qué hago yo aquí?, le habrá preguntado al retrato. Esa misma noche, ordenó las sillas de su despacho y regresó a casa con Pancho en el bolsillo. Murió en La Habana, a los 62 años. Una calle de México lleva su nombre

Recogido de lavozdeCubalibre.com


SANTA CECILIA Y LA MÚSICA

Hacia la mitad del siglo quinto aparecen las Actas originales del martirio de Santa Cecilia, que informan que Cecilia, una virgen de una familia senatorial y cristiana desde su infancia, fue dada en matrimonio por sus padres a un noble joven pagano, Valeriano. 

Cuando, tras la celebración del matrimonio, la pareja se había retirado a la cámara nupcial, Cecilia dijo a Valeriano que ella se había desposado con un ángel que celosamente guardaba su cuerpo; por consiguiente, Valeriano debía tener el cuidado de no violar su virginidad. Valeriano pidió ver al ángel, después de lo cual Cecilia lo envió al obispo (Papa) Urbano. 

Valeriano fue bautizado por el Papa y regresó como cristiano ante Cecilia. Entonces se apareció un ángel a los dos y los coronó con rosas y azucenas. Cuando Tiburcio, el hermano de Valeriano, se acercó a ellos, también fue ganado para la cristiandad.

Como niños celosos de la Fe ambos hermanos distribuyeron ricas limosnas y enterraron los cuerpos de los confesores que habían muerto por Cristo. El prefecto, Turcio Almaquio, los condenó a muerte; el funcionario del prefecto, Máximo, fue designado para ejecutar la sentencia, pero se convirtió y sufrió el martirio con los dos hermanos. Sus restos fueron enterrados en una tumba por Cecilia. 

La propia Cecilia fue buscada y apresada. Después de una gloriosa profesión de fe, fue condenada a morir asfixiada en el baño de su propia casa. Pero, cuando permaneció ilesa en el ardiente cuarto, el prefecto decidió su decapitación en ese lugar. El ejecutor dejó caer su espada tres veces sin separar la cabeza del tronco y huyó, dejando a la virgen bañada en su propia sangre. 

Vivió tres días, hizo disposiciones en favor de los pobres y dispuso que después de su muerte su casa debía dedicarse como templo. Urbano la enterró entre los obispos y los confesores, es decir, en la catacumba de Calixto. 

El relato en sí no tiene valor histórico; es un romance piadoso, como tantos otros recopilados en los siglos quinto y sexto. La existencia de los mencionados mártires, sin embargo, es un hecho histórico. La relación entre Santa Cecilia y Valeriano, Tiburcio y Máximo, mencionados en las Actas, tienen quizá algún fundamento histórico.

El tiempo en que Cecilia sufrió el martirio no es conocido. De la mención de Urbano nada puede concluirse acerca del tiempo de la composición de las Actas; el autor, sin autoridad alguna, simplemente introdujo el nombre de este confesor a causa de la proximidad de su tumba a la de los otros mártires y lo identificó con la del papa del mismo nombre. El autor del "Liber Pontificalis" usó las Actas para referenciar a Urbano. Las Actas no ofrecen ninguna otra indicación del tiempo del martirio. La única indicación temporal segura es la localización de la tumba en la catacumba de Calixto. 

Las representaciones más antiguas de Santa Cecilia la muestran en la actitud usual de los mártires en el arte cristiano de los primeros siglos: o con la corona del martirio o en actitud de oración. Los cuadros medievales de la santa son muy frecuentes; desde los siglos catorce y quince se le asigna un órgano como atributo, o se le representa  tocando el órgano, evidentemente para expresar lo que se le atribuyó a menudo en los panegíricos y poemas basados en las Actas; por ejemplo, que mientras los músicos tocaban en sus nupcias ella cantó en su corazón solo a Dios ("cantantibus organis illa in corde suo soi domino decantabat"); posiblemente el cantantibus organis fue interpretado erróneamente como si la propia Cecilia fuera la organista. De este modo se relacionó estrechamente a la santa con la música.

http://ec.aciprensa.com/c/cecilia.htm
Ilustración: Santa Cecilia, mármol, Stefano Maderno,
Iglesia Santa Cecilia en Trastevere, Roma


LOS CINCO GRANOS DE MAÍZ

* Luis Mario

* El día de Thanksgiving en Estados Unidos es mucho más que el señalamiento frívolo de una cena familiar: es el día que una nación completa escoge para darle gracias a Dios. Pero en sus tradiciones hay una que se ha ido desvaneciendo con el tiempo. Se trata de colocar cinco granos de maíz a un lado del plato. Desde que se creó la nación estadounidense, se puso en práctica la total libertad de pensamiento y acción. Ese es el significado del primer grano de maíz.

El 21 de noviembre de 1620, el barco mercante Mayflower, con 102 pasajeros a bordo, llega a la bahía de Massachussets. La nave había partido de Plymouth, Inglaterra, el 16 de septiembre del mismo año. Aquellos peregrinos recibieron una gran acogida por parte de los indígenas. A recordarlos a ellos con gratitud se dedica el segundo grano de maíz.

El tercero representa la lucha por los derechos civiles y la libertad, que ha marcado la grandeza de la nación norteamericana. Los recién llegados, habitantes de la Nueva Inglaterra, preservaban con gran tesón la libertad religiosa, y protegían a los creyentes que manifestaban su amor a Dios con cualquier dogma o creencia. El cuarto grano de maíz encarna ese derecho.

Finalmente, el quinto grano, que es el más importante, sirve para recordar el amor de Dios, sin el que no hay nación ni mundo. De ahí que exista ese día todos los años, especialmente creado para darle gracias a Dios.

El primer Thanksgiving se celebró en 1661 en la ciudad de Plymouth. fundada un año antes en tierras norteamericanas. Los peregrinos habían tenido una excelente cosecha, y compartieron su alegría con las tribus indias, que tanto los habían ayudado. Fue precisamente entonces cuando el gobernador de lo que actualmente es el estado de Massachussets, William Bradford, oficializó que hubiera un día anual para compartir la oración de Gracias a Dios, entre colonos y aborígenes, por los alimentos recibidos.

Más de un siglo después, el primer día de enero de 1795, el primer presidente de Estados Unidos, George Washington, proclamó el Día Nacional de Acción de Gracias el 19 de febrero de cada año.Washington escribió entonces que era "un deber, como personas con reverente devoción y agradecimiento, reconocer nuestras obligaciones con el Dios Todopoderoso".

El próximo cambio para celebrar Thanksgiving, llegaría 68 años después, cuando el presidente Abraham Lincoln prolamó en carta al Congreso, el 3 de octubre de 1863, un Día Nacional de Acción de Gracias, que sería el último jueves de noviembre, para "adorar a nuestro Padre Benefactor, quien mora en los cielos".Lincoln invocó las Sagradas Escrituras y dijo: "...aquellas naciones que tienen al Señor como su Dios, son bendecidas. Pero nosotros nos hemos olvidado de Dios. Nos hemos olvidado de la mano que nos preserva en paz, nos multiplica, enriquece y fortalece.

Vanamente nos hemos imaginado, por medio del engaño de nuestros corazones, que todas estas bendiciones fueron producidas por alguna sabiduría superior y por nuestro virtuosismo. Me ha parecido apropiado que Dios sea solemne, reverente y agradecidamente reconocido como en un corazón y una voz por todos los estadounidenses".

Los ateos, los escépticos, podrán ignorar las palabras del decimosexto presidente de Estados Unidos, pero la historia del Siglo XX le ha dado la razón. Nunca antes hubo más naciones que renegaron de Dios, y hoy casi todas han desaparecido del orbe. Las que aún quedan, férreamente vinculadas al ateísmo, como Cuba y Corea del Norte, son ejemplos de naufragio económico, bancarrota de la moral, hambre institucionalizada, infortunios de presos políticos en condiciones aterradoras y manchas de sangre que ahogan los mapas totalitarios.

Este jueves 25 de noviembre de 2010, los cubanos agradecidos celebraremos el Thanksgiving en Estados Unidos. Yo lo haré por cuadragésima quinta vez, y en cada uno de los cinco granitos de maíz veré logros de libertad, de coraje, de grandeza, de progreso, de igualdad; pero, sobre todo, veré un símbolo inequívoco y eterno del amor de Dios.

Publicado en Diario Las Américas, 11-27-2003
Tomado de www.poesialuismario.net.

21 de noviembre de 2010


La edad de oro

*  Augusto Cesar San Martín

*  LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Desde la enseñanza primaria, el currículo del sistema educacional cubano hace un bosquejo de la época colonial y la republicana, la insurrección de Fidel Castro, y culmina con el triunfo “emancipador” de 1959.

Para nosotros, la conversión de los cuarteles en escuelas fue una de las razones por las que debíamos admirar a los gobernantes y tener como primer padre al Líder Máximo al que la gente llamaba El caballo. Niños al fin, respondíamos “al llamado de la patria” cuando nos incorporaron las clases de preparación militar para enfrentar “la posible agresión del imperialismo norteamericano”. Seríamos como el Che. Nos ideologizaban para ser el hombre nuevo de la sociedad comunista.

Las páginas de los libros de historia presentaban imágenes de niños desnutridos que regresarían “si retrocedíamos al capitalismo decadente”. Crecimos mirando el supuesto horror del anterior sistema social en documentales en blanco y negro. En alguno de ellos, los manifestantes rompían los parquímetros, que representaban la privatización de las calles.

Mientras alabábamos a la Rusia protectora y teníamos las luces apagadas en Navidad, nos ocultábamos para ser bautizados por la Iglesia Católica. Los juguetes vendidos solamente una vez al año convirtieron al gobierno en rey mago que a destiempo repartía turnos a nuestros padres para otorgar el derecho a comprar en las tiendas señaladas.

Nos cohibimos de Mickey Mouse, Pluto, Supermán. Eran dibujos animados contrarios al desarrollo (entiéndase ideológico) de la niñez. Tuvimos que conformarnos con el oso Misha, el Tío Estiopa, Kastanka, animados soviéticos que entretenían nuestros infantes cerebros aun cuando los maldijéramos por monótonos y repetitivos.

Todo complementaba la educación comunista impuesta en las escuelas. Como robots intentaron programarnos sin tener en cuenta la evolución del ser humano.

La mayoría de edad nos liberó de la inocencia para revelarnos que los cuarteles convertidos en escuelas no eran más que una maniobra transitoria para justificar la construcción de nuevos centros de interrogatorios que aumentaron cuando las escuelas se restablecieron como cuarteles.

Nos percatamos que los Estados Unidos se burlaban de nuestra preparación militar para enfrentarlos con estrellas ninjas y cócteles Molotov. El Che dejó de ser la imagen a seguir de hombre nuevo para convertirse en el aventurero traicionado por El caballo. Los niños escuálidos saltaron de las páginas de nuestros libros de historia a las calles socialistas, para prostituirse o pedir limosna a los turistas. Retrocedimos más allá del capitalismo: casi llegamos a la Edad de Piedra.

Con el derrumbe del socialismo ruso, tío Estiopa rompió relaciones con la isla y de pronto Mike, Pluto y sus amigos dejaron de ser capciosos y se mezclaron con nuestro Supermán: Elpidio Valdés. Quizás al mismo Elpidio Valdés podríamos preguntarle qué sucedió con el presupuesto revolucionario de la desaparecida merienda escolar, o por qué se han cambiado los otrora parquímetros por “parqueadores estatales” que cobran el derecho de estacionar autos hasta en la calle más desolada.

Si antes era cruel la forma de ideologizar nuestra infancia, hoy resulta patética. En los exámenes finales del curso anterior, en una pregunta se solicitó la comparación de un personaje de La Ilíada con un mártir revolucionario.

Ilustrativa resulta la respuesta que recibí de estudiantes de secundaria básica cuando indagué quién era Napoleón Bonaparte. Si no está sentado, hágalo. La respuesta fue: “un mártir, un internacionalista que vino a luchar en nuestra tierra”.

A mi generación se le inculcó el miedo al capitalismo derrotado que no podía volver. En el presente se evocan las hazañas de quienes tomaron el poder en 1959, para que las actuales generaciones sepan que esos ancianos decrépitos que ostentan el poder, sólo lo abandonarán con la muerte que una vez afrontaron.

El molde ideológico en que nuestro sistema educativo encierra las mentes de los niños, es un modo de robotizar al individuo. La enseñanza primaria se aleja de su propósito cuando obvia la iniciativa e individualidad de los niños y las sustituye con dogmas que confunden a los infantes. El verdadero objetivo no es educar sino formar una nación al servicio del partido y la ideología gobernante.

sanmartinalbistur@yahoo.com


Fiesta de Cristo Rey

*  Desde la cruz, Cristo nos enseña que el camino del servicio, del amor y de la entrega es la mejor forma de ascender un día hasta su presencia. ¿Nos gusta ese trono en forma de cruz? ¿Queremos reinar con El?

Reinaré, contigo, Señor
Cuando más allá de trompetas triunfales
anuncie con mi propia vida y hasta con sangre
que tu reino es justicia, paz y libertad.

Reinaré, contigo, Señor
sin más bandera que el evangelio en la mano.
Sin más fortaleza que el alma bien dispuesta.
Sin más armas que el amor que dinamita el odio.
Sin más corona que el servicio cumplido.

Javier Leoz, Betania.es



LAS HISTÓRICAS TABERNAS DE MADRID

* El ABC de Madrid ha comenzado una serie sobre las antiguas tabernas de Madrid, algunas de las cuales datan del siglo XIX y continúan abiertas al público ofreciendo el mismo servicio de antaño. Es un tema curioso e interesante que muy probablemente haga remontar nuestra memoria a comercios que conocimos en las ciudades de nuestra niñez y adolescencia., aunque no sean tan antiguas, desde luego. Sin más, la primera de esas crónicas del ABC, dedicada a la antiquísima “Casa Alberto”. [adg]

En estos tiempos de cocina molecular, exotismo, minimalismo, deconstrucción, fusión y demás tendencias, la taberna de toda la vida parece haber quedado arrinconada en el panorama gastronómico madrileño. Pero aún existen bastiones que guardan el sabor más castizo. Callos, caracoles, vino de consagrar, torrijas... Suelos de mármol, barras de estaño y zinc, grifos centenarios... Pequeños templos de la conversación en los que perderse pensando en tiempos pasados.

Uno de los rincones fundamentales de este recorrido es “Casa Alberto”, cuya barra lleva viendo desfilar cañas desde 1827. En esta taberna, sita en el número 18 de la calle Huertas, la historia lo invade todo. La antiquísima máquina registradora, la saturadora (sifón) de agua de Seltz con la que antiguamente se hacía el vermú o el grifo de siete caños sirven al visitante como testigos del paso del tiempo. Pero no son los únicos.

«En una de las paredes tenemos lo que fueron taquillas de teatro en las que se dispensaban entradas de la clá» - comenta Alfonso Delgado, dueño del local. «Estas [¿Sabíamos acaso de esas “entradas”, antecedentes de los letreros lumínicos en los estudios de televisión que actualmente “animan” al público asistente con sus mensajes de “aplausos”?]. Esas entradas de la clá eran pases que se vendían a un precio más asequible a cambio de recibir las instrucciones de un director sobre cuándo aplaudir durante la función», añade Alfonso Delgado.

Para regenerar Casa Alberto como la taberna que fue en el siglo XIX, Alfonso llegó a contratar incluso a un historiador, Juan Carlos Osorio, para buscar todas las referencias al local y a lo que allí se servía. Mario Pilar, el jefe de cocina, da algunas pistas de cómo han recuperado platos tales como los caracoles, el bacalao o los huevos a la madrileña. «Hay muchas fuentes. Tenemos recetarios de principios del siglo pasado. Pero basta con echar un vistazo por ejemplo a los escritos de Cervantes y ver qué platos aparecen.» 

Gracias a Elsa M Rodriguez por enterarnos del tema.

NADIE SABE DE LO QUE ES CAPAZ HASTA QUE LO INTENTA.

* PUBLIO SIRO (SIGLO I AC-?) poeta dramático romano. 



20 de noviembre de 2010



LOS HIJOS

* Yoani Sánchez

*  Paso frente a la tele y me quedo prendida de una frase de Zenaida Romeu, directora de la camerata que lleva su nombre. Es martes y la energía de esa mujer, invitada al programa "Con dos que se quieran", me deja sentada frente a la pantalla mientras las papas se queman en la sartén. Responde las preguntas con destreza, con un lenguaje diferente a la cháchara aburrida que tanto abunda en otros espacios. 

En pocos minutos, cuenta de las dificultades para crear una orquesta femenina, de cuánto le molesta la falta de seriedad en algunos artistas y de aquel día en que se peló al calvo para presentarse junto al maestro Michael Legrand. Todo eso y más, narra con una energía que me hace percibirla con la batuta siempre en la mano y la partitura por delante.

Sin embargo, no es su propia historia la que me deja pensando cuando regreso a la espumadera y al fogón, sino la de sus hijos. Ya es el tercer o cuarto invitado al programa de Amaury Pérez que confiesa que su prole vive en otro país. Si no recuerdo mal, también Eusebio Leal habló de su retoño emigrado y pocos días antes Miguel Barnet describía una experiencia similar. 

Todos han mencionado el hecho con naturalidad. Lo han explicado sin reparar en que precisamente ese éxodo masivo de gente joven es la principal evidencia del fracaso nacional. Que los hijos de una generación de escritores, músicos y políticos –incluso los del Ministro de Comunicaciones y del director del periódico Granma– hayan preferido partir, debe poner a estos frente a la duda de si han contribuido a edificar un sistema donde sus propios descendientes no quieren vivir.

La emigración es un fenómeno que ha dejado una silla vacía en casi todas las casas cubanas, pero la alta incidencia de esta en las familias integradas al proceso es muy sintomática. El número de hijos de ministros, líderes partidistas y representantes culturales que se han radicado en el extranjero parece superar al de quienes han salido de estirpes más críticas o contestatarias. ¿Será que al final los disidentes o inconformes les han transmitido un mayor sentido de pertenencia a sus pequeños? ¿Se habrán percatado esos rostros famosos que las criaturas nacidas de ellos los están negando al alejarse?

Miro a Teo por un rato y me pregunto si algún día tendré que hablar de él en la distancia, si en un momento confesaré –frente a una cámara– que no he logrado ayudar a crear un país donde él quiera quedarse.

Yoani Sánchez
desdecuba.com/generaciony

Islandia

* Islandia está localizada en el extremo noroeste de Europa y es el último territorio virgen del viejo continente. El turismo ha crecido en el país un 8,3% con respecto al año anterior, hasta superar los 563.000 visitantes, cuando la población total de Islandia ronda solo los 320.000.

La isla cuenta con 200 volcanes (30 de ellos activos), 700 fuentes termales, 120 glaciares (incluido el tercero más grande del mundo), cientos de géiseres, miles de cascadas, 59 reservas naturales y tres parques nacionales, entre otros atractivos naturales.



No obstante, Islandia tiene mucho más que ofrecer. La capital del país, Reykjavik ("bahía humeante" en islandés), es una de las localidades con más encanto de Europa. El viajero que pasee por sus calles podrá disfrutar de un ambiente tranquilo, que recuerda a la comunidad rural que fue hace años. 

Aquí no hay espacio para atascos y contaminación. Lo que prima son las amplias zonas verdes. No en vano, Reykjavik fue incluida en el ranking de las 15 ciudades más "verdes" del mundo que elabora la influyente revista Grist.

Reykjavik también es una de las muy pocas capitales del mundo en las que se puede disfrutar de diferentes tipos de navegación y vista de animales como ballenas y frailecillos (a 5 minutos caminando del centro).



En el casco antiguo se encuentran los edificios más notables, como el Parlamento, la casa del Gobierno, la Biblioteca y el Teatro Nacional, el Museo Nacional y la Casa Nórdica, proyectada por el prestigioso arquitecto finlandés Alvar Aalto. Si piensa visitar la ciudad, tenga en cuenta que en invierno solo recibe cuatro horas de luz solar y durante la época estival la diferencia entre el día y la noche es inapreciable.

20minutos.es

 .
S.O.S. POR LOS CRISTIANOS

* En medio de la indiferencia de la comunidad internacional, la situación de los cristianos iraquíes se precipita cada día que pasa. En sólo diez días la comunidad fue atacada tres veces en Bagdad y en las periferias de la capital. El 31 de octubre un grupo de terroristas, que reivindicó su pertenecía a Al-Qaeda y a las formaciones locales de la yihad islámica, irrumpió en la catedral de Nuestra Señora del Socorro donde una numerosa comunidad se encontraba reunida para la Misa dominical. Los terroristas comenzaron a disparar a la gente que se encontraba en oración, sin tener en cuenta ni a las personas que estaban de rodillas: fue una masacre, 58 muertos (entre los que se encontraban 8 niños y 3 sacerdotes) y un centenar de heridos.

Otro día, 18 de noviembre, otras dos personas, también en Bagdad, fueron asesinadas frente a sus viviendas, dentro del principal barrio cristiano de la capital, mientras otras nueve fueron heridas. Por último, el 10 de noviembre, con un ataque simultáneo a los barrios tradicionalmente cristianos y a las respectivas iglesias, con granadas dieron muerte a otras 6 personas (33 heridos). 
Según el Patriarca de los Caldeos, Cardenal Emmanuel III Delly, los terroristas de Al-Qaeda “están haciendo la cacería a los cristianos en cada barrio de Bagdad”, con el objetivo de cancelar su presencia definitivamente en el país.

Algunos medios informativos internacionales consideraron esto una exageración, pero una confirmación insospechada a estas palabras llegó propiamente en días pasados gracias a un comunicado emitido por las milicias terroristas, según el cual cada cristiano presente en el país “es considerado un legítimo adversario”. En la misma declaración se hace referencia a la apenas tolerada presencia cristiana en Egipto, “que se debe erradicar para siempre, del mismo modo".

En efecto, las cifras son impresionantes: sólo en Bagdad han sido atacados más de 40 lugares, entre iglesias y monasterios cristianos, de un total de más o menos 65, sin contar las viviendas y las escuelas. 

Frente a este ataque reiterado, el éxodo parece ser la única solución razonable: en el giro de pocos años más de la mitad de la gran comunidad cristiana iraquí prefirió huir al exterior, dejando el país para siempre. Al final de los años 90, los cristianos residentes eran más de un millón mientras que hoy aparecen apenas 400.000, y la cifra tiende a bajar cada día en medio de la indiferencia general.

Muchos posiblemente no saben que se trata de la única población cristiana en el mundo (los caldeos) que habla además el arameo, la lengua de Jesucristo: un testimonio de fe viviente. Un pueblo autóctono, ligado al Iraq de siempre y de antiquísimas raíces: su presencia proviene, en efecto, de la predicación apostólica y precede (obviamente por siglos) a la llegada del Islam.

Pero Iraq no es el único país donde el cristianismo está sufriendo persecuciones inauditas. En Pakistán la semana pasada una joven mujer, madre de tres hijos, fue condenada a muerte porque hablando con sus amigas sobre Jesús había ofendido la figura de Mahoma. Según la ley sobre la blasfemia en vigor en el país, se castiga la ofensa o crítica pública del Corán o del profeta, con la pena capital. Luego de ser golpeada, fue enviada al tribunal que dictó sin miramientos el absurdo veredicto.

De esta misma manera, en años pasados fueron condenadas decenas de personas injustamente, algunas “culpables” por haberse convertido a Cristo. Alrededor de Asia Bibi (nombre de esta mujer) se está naciendo ahora una relevante movilización, pero el episodio subraya una vez más la increíble situación de postración que la pequeñísima comunidad cristiana presente en el país es obligada a vivir.

Tornando al África, en el Congo, uno de los tantos sacerdotes empeñados en el campo de los derechos humanos, don Christian Bakulene, fue asesinado por los grupos armados que buscan impedir por todos los medios el desarrollo democrático y el proceso de pacificación en curso en el país (9 de noviembre). Episodios de violencia, ataques y agresiones continuas contra cristianos laicos, por los mismos motivos, se registran últimamente en India y Vietnam.

Según los últimos datos del OSCE, más del 75% de las persecuciones religiosas en el mundo tienen por objetivo a los cristianos, que más de una vez vienen siendo discriminados y golpeados por el simple hecho de ser tales, es decir, seguidores de Cristo.

Los impresionantes episodios relatados aquí someramente, han sucedido todos en el marco de apenas diez días, y no hacen otra cosa que confirmar lo expresado anteriormente. Esta terrible evidencia es una de las realidades que el Occidente contemporáneo no se cansa de ignorar.

Omar Ebrahime
Osservatorio Internazionale Cardinale Van Thuân
Colaboración: Ramón H. Ramos.

LA CALIDAD NUNCA ES UN ACCIDENTE; SIEMPRE ES EL RESULTADO DE UN ESFUERZO DE LA INTELIGENCIA.

* JOHN RUSKIN (1819-1900) 
crítico y escritor británico.

 

19 de noviembre de 2010


NACIDOS BAJO EL FUEGO
Un ensayo en creación, por ahora una descarga de la memoria.

* Lic. Amelia M. Doval.

Como todos los de mi generación me tocó nacer bajo el fuego imaginario de una guerra creada para justificar la incompetencia, las mentiras, la ineficacia y la despreocupación de un gobierno.

El 1 de Octubre de 1967 vi la luz por primera vez, después, en el transcurso de la vida me enfrentaría a muchos apagones que terminaron en ser casi emblemáticos de un régimen escaso de todo. Se podría hacer un estudio de cuántos de mi generación comenzaron a tener problemas visuales por leer bajo las velas (¡velas en el siglo XX!).

Siete días después mis padres celebraron, no mi nacimiento, sino la muerte en Bolivia de Ernesto Che Guevara; lo que ellos no imaginaron en aquel entonces, fue que además de su firma en los billetes de tres pesos y un Banco Nacional que nunca se terminó de construir, quedaría arraigada su idea que la ropa interior de hombres y mujeres estaban conformadas por una sola pieza que sería a partir de entonces un dilema a resolver y una opción a elegir. En conjunto con este sistema de ahorro vendrían muchos más, incluso el asociar las medias de nylon femeninas y los vestidos con la “burquesía derrotada” y los pañuelos o el traje masculino algo innecesario. Los perfumes un acto de despilfarro.

Pasado el tiempo comenzamos a descubrir que los juguetes no venían con los grandes camellos sino con los grandes trabajos que nuestros padres pasaron entre “colas” y llamadas telefónicas, días sin dormir para que al final nuestra incomprensión infantil dejara a un lado el objeto de su sacrificio. Con el tiempo los juguetes no llegaban en invierno como a todos los niños sino en Julio, porque sería un regalo que el Señor de los Poderes estaba dando; este se vestía de verde aunque tenía barba también. Al final llegaron los sorteos y los tres niveles: básico, no básico y dirigido.

Los que hoy caminamos orgullosos de nuestros hijos o nietos, crecimos con los cambios del mundo. Comenzamos en la escuela usando uniforme gris, saya de pliegues y paraderas almidonadas; después llegó el polyester y aparecieron las sayas azules, blusas rosadas o azules y la nunca desaparecida pañoleta, en aquel entonces blanca y azul. Con los años llegó el uniforme rojo, camisa blanca y pañoleta roja, que por cierto daba un calor tremendo. Los zapatos siempre fueron un dilema, correitas, botas cañeras, kikos plásticos, una historia hasta llegar a los colegiales que en un tiempo, por las carencias, se diseñaron con mitad tela y mitad material, eso, unido a que extendieron la pañoleta hasta noveno grado, nos dejó frustrados.

Hasta la manera de saludar la bandera fue sorprendentemente cambiando del pecho al centro de la frente y de ahí al costado como los militares. Nos costó tiempo y sacrificio graduarnos de preuniversitario, que una vez tuvo trece grados y luego quedó en doce. El sueño de la saya azul con líneas que se aumentaban según los años dejó de ser una ilusión, la borraron de repente para comenzar a usar el mostaza con blanco. Telarte, la escuela de diseño y los rusos, nos dirigían la moda.

En nuestra vida nos acompañó la muerte de Franco, el canal de Panamá, Granada, Chile, Salvador Allende y Pinochet, Argentina, las Malvinas, los tupacmarus. Recuerdo cuando China decidió variar su estrategia de mercado pero, lo más impactante fue la caída del Muro de Berlín y el desplome de la URSS. Con la llegada de la revista Spuknit, El Caimán Barbudo, Bohemia, Mujeres, P´lante o Dedete no imaginábamos que en algún momento El Gramma sería el único, con pocas páginas y menos noticias.

Novedades de Moscú un periódico que nos fue mostrando las primeras señales de cambio a través del debate entre las diferentes tendencias, mientras se le quitaba el velo a una realidad de muertes y odios, “volaba” (sinónimo de venta rápida) en los conocidos y ya desaparecidos estanquillos de periódicos, primos hermanos de las pescaderías azules, traídas de Argentina, contenedores portuarios con aire acondicionado (otra locura revolucionaria); nosotros nos frotábamos las manos pensando que seríamos los próximos liberados, en realidad nos quedamos con las ganas porque ni siguiera pudimos expresarnos y los estudiantes que estaban en el extranjero fueron traídos y reconocidos como revoltosos, alejándolos del contacto con el resto.

Nuestro desarrollo estuvo marcado por los actos de repudio, la embajada de Perú, el Mariel o el dólar penalizado que venían a ser parte de un diario de estudiantes que reconocían la mentira sin poder hablar de ella: la doble moral, el CDR, FMC, guardias, reuniones, el PCC, siglas que dejaban al miedo campear por su respeto. Tarará, el Parque Lenin, con estrella, carros locos y deslizadores competían con perros calientes, galletas de soda con queso crema, maltas, medias noches, almendritas. Los famosos hollejos de naranja, el calor, la leche magnesia de desodorante, betún de zapato para maquillarse, las africanas (un dulce delicioso), alteas, fritas, pan con tortilla, croquetas que se pegaban al cielo de boca pero de un sabor especial.

Festivales de cine, teatro, monólogo, ferias del libro, las conocidas ventas de merolicos callejeros. Ilusiones de apertura política frustradas que dejan agobiada una economía enferma de planes quinquenales, emulaciones, plantillas infladas, robos y despilfarros. Frozzen, una imitación del helado pero nunca como el de Coppelia. Malecón, motos, carnavales, la entrada del turismo.

Robertico con sus inventos, El Camilo Cinfuegos, un club de estudiantes, la playita de 16 para los rebeldes, pizzas callejeras, paladares, peluquerías caseras. Champú de placenta o el único Fiesta, descubrimientos, PABEXPO, Expocuba, Palacio de Convenciones. Hospitales sólo para escogidos. Discusiones lingüísticas. Soledad Bravo, una periodista de moda odiada por todos, querida por el régimen. Una mujer trasmitiendo deportes. La tropical, Tropicana. Los grupos de moda, música electroacústica. Mercedes Sosa en los jardines del Palacio Presidencial, donde nunca va el presidente. Museos, peñas literarias, Casas de Cultura. Fiestas de rock, comienzan las drogas, las pastillas. El Pabellón Cuba. Rampa arriba, Rampa abajo. Los hoteles con sus shows, costumbre de cabarets, club nocturno, aparecen las discotecas aunque ya no somos tan jóvenes para eso.

El Coney Island, viajes a Cuba, los 9550 con sus temas de inteligencia (un programa de televisión), La Gran escena, Escriba y Lea (la cultura en tres profesores eminentes), el programa que ningún joven reconocía ver y todos veíamos, la película del sábado y La Tanda del domingo con el inolvidable Mario Rodríguez Alemán que nos enseñó a pensar como cinéfilos, amando el séptimo arte.

El profesor Calviño, Camilo Egaña. Perspectiva, la música y su historia. Concurso Adolfo Guzmán de música cubana con aquello de “buen timbre, buena voz, pasa a la siguiente vuelta”, Detrás de la Fachada, San Nicolás del Peladero. Los inolvidables “Aaaagamenón”. Los muñéquitos, la Comedia silente de los domingos a las nueve. Nitza Villapol ensuciando platos y Margot fregando en su silencioso sumiso.

La calabacita en dos horarios avisando que debíamos dormir. Aventuras, noticieros, tres minutos. Elecciones del Poder Popular, la Plaza, guardias nocturnas, escuelas al campo, escuelas en el campo. Becas, salidas los sábados o los viernes, entradas los domingos. Festival de la Juventud y los Estudiantes, Angola. Los muertos traídos como espectáculo un 7 de diciembre. Caldosa, aquella comida de los poquitos. Las siete cajas de cerveza si te casabas, con el derecho a un hotel. Primero fueron las fotos, después se filmaban, lo que nunca faltó fue el carro antiguo y todos aportando. Los quince con Primor, el derecho a comprarte un zapato de tacón, no muy alto porque “somos comunistas, detestamos a los burgueses pero, hacemos todo como ellos”. Nada de pinturas en excesos, ni cadenas o sayas cortas para la escuela. Las makarencos, una dotación de jovencitas que estudiaban para maestras de primaria porque ya las que tocaban piano, declamaban a veces mejor que Carbonell, se estaban retirando.

La vida de los nacidos después de la Crisis de Octubre fue un dilema total, conocimos la escasez, vivimos los cambios del mundo libre pero nunca conocimos el antes y nos hemos tenido que conformar con huir para tener un después tardío. La única esperanza es que nuestros hijos en el exilio vivan libre de mentiras escondidas detrás de la palabra sacrificio. Los que crecimos con la caída al barranco de una Cuba que se mostraba orgullosa en el pináculo de la fama, lo único que hemos aprendido con firmeza ha sido la necesidad de estudiar, de aprender, adueñarnos y aferrarnos al conocimiento para a través de él escapar y ser libre.

Siempre escapar, huir, dejar, esas han sido las palabras claves. Estudiar, avanzar, leer, conocer, preguntar es la vía para lograrlo. Primero si creíamos en Dios nos podían botar de la escuela, después apareció la libertad de culto, el Papa llegó a la Habana y comenzó a hablarse en otros términos.

El período especial, una nomenclatura para justificar todo, desde la agresión a Mary Cruz Varela, hasta el maleconazo. El remolcador 13 de Marzo, la crisis de Guantánamo con la salida en masa de una población cansada del hambre, la mentira, las bicicletas, el dolor. Cuba y sus hijos lloran al compás de la música, de la tormenta El Niño, las inundaciones a pesar de las carencia de agua, las enfermedades: el dengue común y el hemorrágico, la neuropatía, el Guillan Barret, la conjuntivitis en sus variantes, la sarna, el piojo. Un deseo de gritar que toma forma creando obras que critican, teatro que dice sin decir demasiado, un cine que se expresa, unos músicos que entonan el odio, una juventud perdiendo lozanía pero ganando compromisos.

Lic. Amelia M. Doval
 
CUANDO SE FUE EL AMOR...

Martha Pardiño


Salió el amor por la ventana abierta,
precursor de impredecible hastío,
y dos lágrimas asomaron a tus ojos
y se congelaron en tu rostro frío.

Tu alma de cristal tan fina y pura,
no pudo resistir tanta tristeza,
y se rompió en mil pedazos de blancura
que se clavaron cual corona en tu cabeza.

Pero el tiempo, que cura del amor las penas,
cubrió tu corazón con flores del olvido,
barrió tu llanto, desató cadenas,
y liberó tu alma de ese amor impío.

Y regresaron a tu jardín las mariposas
a beber de las hojas el rocío,
y en tu pecho rompió la primavera
y un nuevo amor entró por la ventana abierta.

Martha Pardiño
Exilio del 2002


TODO CABE EN LO BREVE. PEQUEÑO ES EL NIÑO Y ENCIERRA AL HOMBRE; ESTRECHO ES EL CEREBRO Y COBIJA EL PENSAMIENTO; NO ES EL OJO MÁS QUE UN PUNTO Y ABARCA LEGUAS.

* ALEJANDRO DUMAS

18 de noviembre de 2010


GRACIAS, MR. BERLANGA

* Elsa M. Rodríguez 
 
* El pasado 13 de Noviembre de 2010 falleció en su domicilio el famoso director de cine y guionista español, nacido el 12 de Junio de 1921 en Valencia, Luis García Berlanga.

De sus numerosas obras hay una, "Bienvenido, Mr. Marshall", que trata de un pueblo español donde se dice que llegará Mr. Marshall a beneficiarlos con ayuda económica, cosa que no era cierta ya que el Plan Marshall nunca incluyó a España. 

El temor a que después de la Segunda Guerra Mundial el comunismo se hiciese fuerte en Europa, especialmente como estaba sucediendo poco a poco en Francia e Italia, fue el motivo por el cual y bajo el gobierno de Harry S. Truman, se decide aplicar el llamado Plan Marshall, que debe su nombre al Secretario de Estado de Estados Unidos en aquellos momentos, George Marshall. 

Este plan estuvo vigente desde 1947 a 1951 y procuró la ayuda para la reconstrucción de los países europeos que habían sido muy afectados por la guerra y para tratar así que el comunismo no se afincara en los mismos.

En aquellos momentos gobernaba España el Generalísimo Francisco Franco Bahamonde, quien había ganado la guerra civil española, precisamente luchando contra los anárquicos y especialmente los comunistas.

Se suele decir en España que Berlanga hizo la película "Bienvenido Mr. Marshall" como una forma de burlarse de la situación española y del dictador Franco, ya que España no se benefició de la ayuda del Plan Marshall. Evidentemente los Estados Unidos cuando ayudaron a otros países europeos, en realidad no lo hicieron por espíritu de sacrificio y cooperación con los necesitados, sino como todo en política es permitido, para evitar que cayeran en las garras del comunismo. Bajo el gobierno de Franco, difícilmente el comunismo podía haberse asentado en España, por lo tanto no necesitaban ayudarles con el Plan Marshall.

Puede que sea cierto que Berlanga filmara esta película como una sátira burlándose del gobierno franquista, pero lo cierto es que el Plan Marshall se creó para detener la influencia soviética en Europa, y en España los soviéticos no tenían nada que hacer estando Franco al mando del país. Berlanga era un magnífico director y guionista, por eso esta película seguirá siempre como una muestra de buen cine. 

Cada cual que interprete como quiera las razones que tuvo para hacerla Berlanga, pero preferiríamos que ahora que está muerto y no nos puede explicar las mismas, no se caiga en conclusiones retorcidas para hacernos creer que Berlanga era de ideas comunistas, cosa que nos han hecho ver de otros artistas españoles de aquella época que fallecieron recientemente, y que al morir, la izquierda española actual han querido presentarlos como seguidores de esa doctrina. De haber sido cierta esta hipótesis en cuanto a la ideología de los actores fallecidos, estos bien podían haberlo manifestado antes de morir ya que todos se fueron de este mundo después del fallecimiento de Franco en 1975.

De cualquier manera, por las razones que fuera, lo cierto es que Berlanga hizo muy buen cine, y la película "Bienvenido, Mr. Marshall" no fue una excepción, considerando los medios económicos y técnicos de que disponían en aquella época. Por eso le damos las gracias a Mr. Berlanga.

Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL
lapupasmiami@att.net 


¡VAYA NOMBRES LOS DE ALGUNOS!

* M. Willy Pino

* Comencemos por reconocer que hay nombres propios para animales. Si oímos hablar de Misifú… todo el mundo sabe que se trata de un gato. Sin embargo, he conocido a algunos cuyos dueños los “bautizaron” como Papá Goriot, Agamenón, Charles Chaplin, Adelita, Kalule y Víctor. Y eso, aunque simpático, me parece que es una falta de respeto con esas personas. 

Los nombres de perros son abundantes: Sultán, Campeón, Motica, etc. No es correcto que haya perros llamados Sissi, Wendy, Carola, Susy, Felipe, Selena y Yoko, que son nombres de personas.

Si de bueyes se trata hay donde escoger: Valiente, Ojinegro, Cazador, etc. Parece algo desafortunado llamar a semejantes animalotes con nombres tan suaves, melosos y medio amanerados como Mariposo, Miraflores, Palomo y Caramelo.

Me acerqué a algunos cocheros de la ciudad para preguntarles los nombres de sus animalitos. Me gustaron Azabache, Pinto y Flecha. No me pareció muy afortunado que a algunos les hayan puesto los nombres de Tomeguín, Adriana, Mariposa, Iliana, Sirena, Diana, Pajarito, Barrabás y Lucifer.

Verdad es que hubo animales famosos cuyos nombres no se olvidan. ¡Cómo no mencionar a King Kong, a la perra Lassie, al canguro Skippy, al delfín Flipper y a la mona Chita de Tarzán! Otros también hicieron Historia: el emperador Calígula tenía un caballo a quien puso por nombre Incitato, lo nombró cónsul y vivió en el palacio. Alejandro Magno fundó en la India una ciudad llamada Bucéfala en el 326 (antes de Cristo) en honor a su caballo Bucéfalo. Pancho Villa le puso al suyo “Siete Leguas”. Y ¡cómo no tener un recuerdo para “Traga leguas”, el caballo que acompañaba fielmente al incansable P. Pedro Pescatore, el sacerdote misionero del Reparto La Mosca! Y no quisiera olvidar tampoco al querido Palmiche de nuestro Elpidio Valdés. 

Cierto es que los movimientos de la Historia también influyen. De los nombres de nuestros antepasados indígenas no ha quedado mucho. Nadie quería ponerles a sus hijos nombres como Hatuey o Guarina. Y la culpa no es de ellos, sino de los que escogieron esos nombres de personas como marcas de cervezas y helados.

Y de España nos llegaron los Antonio, Rafael y Luisa. A algunas personas les pusieron nombres que después no concordaron con su propio carácter: Hubo quienes se llamaron Cándido, Clemente, Pura, Ángel, Estrella, Digna, Dulce, Justo, Luz y Consuelo… y no fueron tan cándidos, tan puros, tan dulces, ni tan ángeles.

Con los americanos nos llegaron la Coca Cola… y sus nombres. Así tenemos CUBANOS CIEN POR CIEN que se llaman Jackeline, Caroline, Elizabeth, William, Jenifer, Sheila, Danny, Susan, Henry, Kevin, Ethel, Richard y hasta un terrible Usnavy (del U S Navy que traían pintadas en su proa los barcos de la Base naval). Me cuesta creer que a una niña le pusieran Madein (por aquello del “made in” que viene en las etiquetas), pero quien me lo dijo es persona seria.

Después llegaron los “tovarich” de la URSS y se nos llenó el país de cubanos llamados Igor, Vania, Lenin, Katiuska, Vladimir, Valentina, Boris, Natacha, Alexei, Yuri, Alioska, Esvetlana, Valia, Raisa y Tatiana. No olvido en el boxeo a Stalin Pérez y al voleibolista nuevitero Pavel Pimienta.

También ha habido fugaces etapas italianas, francesas, etc. en las que a los niños se les puso Gian Carlo, Marco, Franco, Claudio, Charlotte, Jean Pierre y Carla.

A veces nos ha dado por la Geografía. Hay personas que se llaman Esmeralda, Bélgica, Italia, Israel, Argelia, América, Argentina, Libia y Belén.

La moda de hoy es ¡INVENTAR NOMBRES! Y se inscribe el niño con el nombre del papá o de la mamá, pero al revés. Resultados: Oirogerg (de Gregorio), Alegna (de Ángela), Odlanier (de Reinaldo), Simara (de Aramís), Leida de (Adiel), Siúl (de Luis) y Leduar (de Raudel). Espero que padres llamados Noel y Adis no hagan lo mismo. Mis vecinas Ada y Ana no tienen esa preocupación.

¡Más inventos! Una suma matemática: dos o tres letras del nombre del padre más tres o cuatro del de la madre. Resultados: Maro (de María + Roberto) Romar (de Rolando + Maribel), Merjul, (de Mercedes + Julio) y Aniorlan (de Aniria y Orlando).

Pienso que si a un niño le pusieron Didier, que es una crema para las manos, cualquier día le pondrán a otro un nombre tan original como Mitsubishi, Rexona, Pepsodent, Lux o Suchel.

Y ¡cómo influyen las novelas! Las gripes malas (como si las hubiera buenas) se pueden llamar Fátima, Leoncio, y, por supuesto, Lucrecia. También hay muchos cubanos llamados Yasmany, Ana María, Leonardo y Álvaro. Me gustaría saber cuantos ya se llaman Sebastián.

Y qué decir de la pasión desordenada por las Y, las K y las muchas I en cada nombre. Eso dio origen a un nuevo catálogo. Basta mirar los libros de bautizos de años recientes o preguntar y encontraremos, entre otros, a Yramis, Yusmakiel, Yonaraisy, Yadisneisy, Yeidier, Zuleiky, Damelky, Leoskel, Rauvilides, Isachy, Zalisleydis y Mayubis.

No me extrañó que a una muchacha la citaran para inscribirse en el Servicio Militar. Y es que se inventan nombres neutros. No se sabe si son masculinos o femeninos. Y se arma el rollo. Hay varones y hembras llamados Yuslier, Arley, Iliet, Misnel, Oleany, Deloys, Arachel, Yendri, Yamir, Talexis y Delvis.

Hubo épocas en que la “la fiebre de los nombres raros” aumentó tanto que algunos, con ironía, comentaban “Esto no tiene nombre…”

De momento creo que va volviendo la calma. Y cuando pregunto cómo se llaman los niños recién nacidos van apareciendo de nuevo, poco a poco, los nombres de tantos hombres y mujeres (muchos de ellos santos y santas de la Iglesia) que marcaron positivamente la Historia. Y hasta la adelantaron.

Una sugerencia para solucionar el problema podría ser que antes de poner nombre a su hijo o hija, los padres consultaran a alguien que sepa un poco de historia, sicología, idiomas, religión y música. Porque el que le puso a su hija Estafora… eso suena desafinado; quien lo llamó Nerón, no sabe de Historia; el que puso a su niñita el demoníaco nombre de Luzbel, tiene cero en religión; a quien bautizó a la suya como Varnosa, le aseguró el apodo que le van a decir en la escuela desde el cuarto grado; quien le puso al suyo Danger, decididamente no sabe inglés, y quien le puso Alien a su hijo, ¡seguro que no vio esa película!

Termino recordando que antes, cuando alguien quería saber cómo nos llamábamos, nos preguntaba: «¿Cuál es su GRACIA?”»  No sé si hoy día, en algunos casos y oyendo tales nombres, la pregunta podría ser: «¿Y cuál es su DESGRACIA?»

Boletín Diocesano, Camagüey Nº 37