27 de junio de 2010

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"Alerta roja"
en algunos Estados mexicanos
por la presencia del huracán "Alex"

Los servicios de Protección Civil mexicanos han declarado la "alerta roja" (peligro máximo) las zonas centro y sur del estado de Campeche, en la península de Yucatán, sudeste de México, ante el avance de la tormenta tropical "Alex", informó el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc). La tormenta amenaza con sus fuertes lluvias también al Estado de Yucatán, en "alerta naranja" (peligro alto) y, sobre todo a la Sonda Campeche, un área donde hay plataformas petroleras y que está en "alerta amarilla" (peligro moderado), según ha informado el organismo. (REUTERS/ABC Madrid, 27-6-10)

En su boletín de las 7.30 hora local (12.30 GMT) detalla que los vientos que acompañan a "Alex", que llegaron a soplar a 95 kilómetros por hora, han decaído hasta los 65 y que las rachas alcanzan los 85. El fenómeno se desplaza a 19 kilómetros por hora rumbo oeste-noroeste sobre la península de Yucatán, donde están los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, el más turístico pero de donde se aleja sin haber sido necesario ponerlo en alerta máxima.

Otros estados que en los próximos días podrían verse afectados son el de Tabasco, declarado ya en "alerta amarilla" (peligro moderado), el de Veracruz, en nivel "verde" (peligro bajo) y más adelante, Tamaulipas, en la zona norte del Golfo de México, que se encuentra en "alerta azul" (peligro mínimo). A primeras horas del día, la tormenta se encontraba en el centro del municipio de Calakmul, en el estado de Campeche, y 170 kilómetros al oeste de Chetumal, la capital del estado de Quintana Roo.

La tormenta amenaza zonas de importante afluencia turística

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AVISO

Si usa Internet Explorer, es muy probable que mientras navega por la Web aparezca una pantalla indicando que se pulse la tecla F1 (extremo superior izquierdo del teclado) que usualmente significa "Ayuda". NO LO HAGA, porque en lugar de "ayudar" introducirá un potente virus en su computadora. Cierre la pantalla que le conmina a hacerlo pulsando la "x" o, mejor aún, sálgase de la Internet, porque es probable que la pantalla siga apareciéndole.

NO PULSE F1

Compruebe la veracidad de este aviso en la página SNOPES:

http://www.snopes.com/computer/virus/f1key.asp
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Entre comunistas y católicos

Rafael Rojas

Las conversaciones entre el cardenal Jaime Ortega Alamino y el general Raúl Castro propiciaron algunos ademanes -desfiles de las Damas de Blanco sin "actos de repudio", traslado de 12 presos políticos a centros de detención en sus lugares de origen, licencia extrapenal de Ariel Sigler Amaya, pronunciamientos de personalidades de la cultura insular a favor de la liberación de opositores, juicio a Darsi Ferrer y fin de condena en arresto domiciliario- que no por insuficientes y tardíos dejan de ser promisorios.

Varios medios han asegurado que es la primera vez que el Gobierno cubano reconoce como mediador a un actor nacional, pero lo cierto es que ese tipo de conversaciones entre las jerarquías de la Iglesia católica y el Partido Comunista tienen lugar, por lo menos, desde los años setenta y casi siempre han contemplado el tema del presidio político.


En octubre de 1978 se produjo el llamado "primer diálogo" entre un sector del exilio y el Gobierno de Fidel Castro, que logró, además del inicio de los viajes de emigrantes a la isla, la liberación de 3.600 presos de conciencia, casi todos, arrestados 17 años atrás. Dos líderes del exilio involucrados en aquel proceso, la académica católica María Cristina Herrera y el banquero judío Bernardo Benes, han narrado el papel de la Iglesia en aquella negociación.

Aquel entendimiento tuvo a su favor la distensión diplomática del presidente Jimmy Carter, su énfasis en los derechos humanos, pero también las aproximaciones entre católicos y comunistas cubanos y latinoamericanos, generadas por el auge de la Teología de la Liberación.


Durante 30 años las relaciones entre Iglesia y partido, agenciadas por la Oficina de Asuntos Religiosos de este último, han sido fluidas y a la vez tensas. En más de una ocasión, la jerarquía católica ha demandado mayores espacios de comunicación para realizar su labor pastoral y ha cuestionado diversas políticas oficiales: desde las que fomentan la intolerancia y el autoritarismo hasta las que favorecen la diversidad sexual y el derecho al aborto. No pocas veces el Gobierno cubano ha limitado el liderazgo cívico de la Iglesia, a pesar de su disposición a reconocerla como la principal institución de la sociedad civil cubana, como se constató en los años previos y posteriores a la visita del papa Juan Pablo II, en 1998.

Dicho esto, habría que reconocer los beneficios del diálogo católico para la democratización de Cuba, sin ocultar sus límites. Existe en ambas jerarquías, la comunista y la católica, una dañina tendencia a presentar ese diálogo como "nacional" o como si en el mismo estuvieran representadas todas las voces de la sociedad cubana. Se trata, como le gusta decir a Fernando Savater, de una aplicación de la figura retóricade la sinécdoque al proceso de representación política, por la cual una parte se arroga el derecho a hablar por el todo. Las exclusiones de ese diálogo son evidentes, como puede comprobarse, por ejemplo, en las más importantes publicaciones de ambas instituciones: opositores o críticos liberales, democristianos o socialdemócratas son estigmatizados o silenciados en las mismas.

El reconocimiento de la Iglesia católica como institución básica de la sociedad civil tiene sentido toda vez que la misma cuenta con una feligresía o una identificación confesional -por muy flexible que sea- de más de la mitad demográfica cubana, dentro y fuera de la isla. Dicho reconocimiento hace visible, al menos, un pedazo de la pluralidad ideológica de Cuba, ya que doctrinalmente el catolicismo, lo mismo en Roma que en La Habana o Miami, no puede suscribir la ideología marxista-leninista ni el orden institucional del socialismo cubano. La Iglesia no se opone públicamente a dicha ideología ni a dicho sistema, y los da por legítimos, pero tampoco oculta su discrepancia filosófica o moral con los mismos.

Sin embargo, ese reconocimiento también implica el ocultamiento o la marginación de otras iglesias, instituciones o asociaciones de tipo religioso, racial o cultural, que también forman parte de esa sociedad civil. No pocas veces el discurso oficial presenta a la Iglesia católica como frontera del pluralismo, es decir, como si esa institución fuera la única alternativa tolerable -por ser "verdaderamente representativa"-, con lo cual se justifica la intolerancia, ya no de otras instituciones o asociaciones de la sociedad civil, sino de las organizaciones opositoras de la sociedad política. Salvando distancias, ese arreglo tiende a reproducir, con la hegemonía de la Iglesia católica en la sociedad civil, la hegemonía del Partido Comunista en la sociedad política.

No podría valorarse el diálogo reciente entre Iglesia y partido en Cuba sin medir sus alcances reales. Esta vez, a diferencia de otras negociaciones en el pasado reciente, la Iglesia no ha pedido mejores condiciones para su labor pastoral, sino liberaciones de presos políticos. Se trata, pues, de una demanda de amnistía que no puede satisfacerse con un editorial de Granma, la bienvenida al canciller Mamberti o el debate académico de la Semana Católica. No queda más remedio que concluir que el compromiso del Gobierno con la mediación de la Iglesia ha sido, hasta ahora, ambivalente: solo 12 presos fueron trasladados, no liberados, y la misma semana que se produjeron los primeros traslados la policía detuvo a 38 opositores, durante más de 48 horas, para impedir que se reunieran en casa del líder liberal Héctor Palacios.

Hay, por lo visto, una diferencia entre la coyuntura actual y la de hace 30 años, cuando el Gobierno concedió la mayor liberación de presos políticos del último medio siglo. Entonces La Habana negociaba desde la estabilidad y la consolidación nacional e internacional; ahora debe negociar desde la incertidumbre y el cuestionamiento doméstico y foráneo. Lo peor de un sistema totalitario que negocia o aparenta negociar en su decadencia no es tanto la irrealidad de lo que pide como la precariedad de lo que ofrece a cambio de permanecer inmutable. El deterioro de los derechos políticos en Cuba es tal que ni la más generosa amnistía lo resuelve.

En toda negociación no solo se sopesan costos y beneficios de lo que se demanda y lo que se concede: también se intercambian símbolos y efectos colaterales. Es evidente que el Gobierno cubano decidió alentar la revocación de la Posición Común de la Unión Europea por medio de la buena voluntad de Roma y Madrid. Aunque haya ofrecido poco y con un perverso manejo de los tiempos -dos días antes de la reunión de los cancilleres en Luxemburgo se produjeron los últimos traslados-, la Iglesia sale reforzada, ya que consolida su posición mediadora ante los familiares de los presos, la oposición, el exilio y buena parte de la ciudadanía insular y la comunidad internacional.

En su negociación con la Iglesia, el Gobierno demostró que entiende a los presos políticos como moneda de cambio. Los traslados y la suspensión de actos de repudio contra las Damas de Blanco fueron apenas un tanteo de la posibilidad de flexibilización de la política europea hacia la isla, alentada por Madrid y Roma. Además de esperar hasta el último minuto, los líderes cubanos no han resistido la tentación de enviar mensajes contradictorios: cancelaron el viaje a la isla del relator de la ONU contra la tortura, Manfred Nowak, y liberaron a Sigler, condenaron a Ferrer y lo enviaron a su casa.

Las negociaciones con una dictadura, podría pensarse, son así. Pero no deja de ser trágico que una de las piezas de ese intercambio sea la libertad de 200 opositores pacíficos, injustamente encarcelados por delitos de asociación y conciencia.

Rafael Rojas es historiador cubano y exiliado en México. Ha ganado el primer Premio de Ensayo Isabel Polanco con Repúblicas de aire.
Publicado en El País, Madrid
Foto: Goggle
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Si me llamas, Jesús,
que responda ¡SI!

Si veo el mundo vacío de Ti,
que yo lo llene de tu amor

Si me invitas a tomar la cruz,
que la coja sin temor

Si pronuncias mi nombre,
que no piense que va por otro

Si me cuesta dar, que piense en lo mucho que Tú me ofreces

Si me exiges seguirte de verdad,
que no busque mil excusas para no hacerlo

Si observas mi vida cristiana,
que la encuentres como Tú quieres

Si necesitas mi voz,
aprovéchala para que seas conocido

Si necesitas mis pies,
anímalos para recorrer tus caminos

Si necesitas mi inteligencia,
confórmala con el evangelio

Si necesitas mis ojos,
que mire con alegría al futuro

Si necesitas mi corazón,
transfórmalo con tu verdad

Si no estás de acuerdo con algo de mi vida,
dame un poco de tiempo

Si me ves agitado porque no recojo frutos,
cálmame con la esperanza.

Javier Leoz, Betania.es
Ilustración: Google
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A caballo nuevo,
jinete viejo

Proverbio español



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26 de junio de 2010

ROBIN HOOD EN EL CINE


Robin Hood en el cine

Antes que Russell Crowe se vistiera de Robin Hood, las aventuras de este legendario héroe fueron llevadas a la pantalla innumerables veces.

Ya en la época del cine mudo se filmaron tres versiones durante los años 1912 y 1913. Y mucho antes, en 1908, se había comenzado por la realización de un cortometraje.

La primera gran producción cinematográfica rodada sobre la figura de Robin Hood fue protagonizada por una de las estrellas más rutilantes del cine norteamericano de acción de los años veinte, Douglas Fairbanks (Senior). Fue la producción más cara de la época con un costo de un millón y medio de dólares de presupuesto. Una gran parte del mismo fue destinado a la construcción del mayor decorado edificado en Hollywood para una película de cine mudo. Se trataba de un imponente castillo diseñado por Lloyd Wright, hijo del célebre arquitecto Frank Lloyd Wright. Dada la magnitud y grandiosidad que alcanzó la película fue la primera que contó con un estreno de gala en la historia de Hollywood.

En el cine sonoro, ya fuera en blanco y negro o en Technicolor, dibujos animados, produccines norteamericanas, inglesas o italianas, se cuentan más de treinta y cinco filmes. Sin mencionar las series que se han rodado para la televisión.

Errol Flynn fue otro de los grandes actores de la época que personificó a Robin Hood. Corría ya el año 1938 y la película se llamó "Robin de los Bosques".

Otros nombres de famosos se agregan a esta lista, los que precisamente por su fama pudieron disfrutar del papel protagónico de una película muy taquillera. Así, Cornel Wilde en 1946; John Dereck en 1950; Richard Todd en 1952, (repitió después en 1957); Richard Greene en 1961; Sean Connery en 1976, acompañado por Audrey Hepburn...

Se agregan sólo a esta lista de favoritos para no hacerla demasiado larga, la versión de Robin que en 1991 nos ofreció Kevin Costner. Y finalizamos, naturalmente, con la de más actualidad, la que todavía se exhibe como estreno en muchas salas del mundo, el Robin Hood de Russell Crowe.

Foto: Errol Flynn en su Robin Hood de 1938, Google.

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BREVE HISTORIA DEL PERIODISMO CUBANO

Hugo J. Byrne

Existen diferentes opiniones sobre qué época de la República de Cuba fue la más próspera. Algunos historiadores señalan los éxitos mercantiles y las obras públicas que se lograron durante el primer período presidencial del General Gerardo Machado. Otros acreditan al gobierno del Dr. Prío Socarrás con logros institucionales profundos.

Eso ocurre con La República, pero no con la Colonia. Quizás porque el paso del tiempo hace posible una reflexión serena y un juicio más imparcial al estudiar los eventos históricos, todos los historiadores serios de la vida cubana coinciden en cuál fue la época colonial más próspera y progresista en nuestra historia. Un poco pretenciosamente se ha hecho referencia al “Siglo de Oro” de la Cuba colonial, pero de una forma más modesta hay que reconocer hoy unos veinte años en los que la Isla de Cuba de tiempos coloniales, alcanzó un ritmo en su progreso social y económico incomparable a otras épocas de la dominación española.

Nos referimos a la última década del siglo XVIII y los primeros diez años del XIX. Como muy bien señalara el Dr. Ricardo Calvo en una conferencia en esta ciudad de hace algunos años, la Cuba de esa época se caracterizaba por los profundos cambios sociales generados por la expansión económica tremenda de los primeros tiempos de la revolución industrial. Los gobernantes españoles de aquel entonces, estimulados por su competencia militar y política con Inglaterra, abrazaron un inteligente programa de expansión comercial para sus posesiones de ultramar. A estos efectos el Rey Carlos IV en 1790 nombró Gobernador de la Isla de Cuba a quien pasaría a la historia como el mejor de todos ellos, Luis de Las Casas.

Don Luis de Las Casas, como se le conoce en nuestra historia, administrador colonial experimentado en misiones africanas, prontamente se rodeó de una élite intelectual de criollos con visión de futuro, en la que se destacaba el habanero Francisco de Arango y Parreño, quien ya había dejado su cubanísimo sello impreso en Las Cortes de Madrid como Apoderado del Ayuntamiento de La Habana.

Junto a Arango y Parreño y a otros cubanos de indiscutible talento como el Dr. Tomás Romay y el sacerdote académico y filósofo José Agustín Caballero, Las Casas fundó las dos instituciones bases de nuestra futura nacionalidad: La Sociedad Económica de Amigos del País y el primer periódico cubano, al que tituló “Papel Periódico” y que a diferencia de las gacetillas coloniales que se publicaran antes, no se dedicaba enteramente a difundir bulas papales o edictos coloniales, sino que estaba abierto a imprimir toda información de interés en la vida comercial y económica de Cuba, así como también contribuciones literarias. De esta suerte el “Papel Periódico” fue la primera real producción periodística cubana, a pesar de que la imprenta existía en Cuba desde 1707.


Empezando con el “Papel Periódico”, el incipiente periodismo cubano de tiempos coloniales se fue enriqueciendo tanto en calidad como en número. Sin pretender abarcar todas y cada una de las publicaciones coloniales por razones de espacio, quiero mencionar unas cuantas, algunas de las cuales pasaron por la transición histórica de la Colonia a La República: “La Gaceta de La Habana” (1848-1902), “El Moro Muza” (1859-1875), “Juan Palomo” (1869-1874), “La Charanga” (1857-1859) y, entre aquellas que trascendieron la era colonial, “El Curioso Americano” (1892-1920) y el centenario “Diario de La Marina”, fundado en 1832 y confiscado por el gobierno castrista en 1960.

La contribución del periodismo a nuestra nacionalidad en tiempos coloniales no se ceñía al mundo literario. Un eminente galeno cubano, el Dr. José Nicolás Gutiérrez, fundó la primera publicación dedicada a la profesión médica en Cuba. Órgano oficial de la Academia de Ciencias, de la que fue primer presidente el doctor Gutiérrez, esta revista vio la luz pública en 1861. Es el periodismo cubano la semilla que fecunda nuestra independencia. No olvidemos que fue “El Diablo Cojuelo” de Fermín Valdés Domínguez en el que Martí, periodista de periodistas, publica por la vez primera y a los tiernos dieciséis años, su drama “Abdala.” Tiempo después publica en el exilio el periódico “Patria”, al que había precedido “La Patria Libre” en la Cuba colonial, poco antes de su condena, primero a trabajos forzados y luego al destierro.

La historia de nuestra lucha independentista está jalonada por esfuerzos y sacrificios sin límites en los que el periodismo criollo encuentra un sitio destacadísimo. Después del 20 de Mayo de 1902 y durante los primeros cincuenta y siete años de vida republicana, el periodismo de Cuba llega a la cima de su capacidad creativa y contribución a la esencia nacional. A pesar de vivir en la era del cinismo en los asuntos públicos, que tanto mal formó nuestra vida como país soberano, al obtenerse al fin la independencia política entre 1902 y 1934, la inmensa mayoría de los periodistas cubanos y sus publicaciones mantuvieron el interés nacional por encima de las rencillas partidistas y los mezquinos y comineros intereses políticos de las facciones de turno en el gobierno.

La actuación venal y mercenaria de algunos periodistas, combinada con la injusta e inmadura tendencia criolla a la exageración y a pintar con colores uniformes lo que es esencialmente diverso y variado, puso en la profesión periodística en general el inmerecido sambenito de “chantajista.” La historia contemporánea de Cuba demuestra cómo ese infame mito popular contribuyó a la desaparición de nuestras libertades y a la consecuente destrucción de la República.


Aunque nunca existió en la Cuba republicana una Cátedra de Periodismo en la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana o en cualquier otro centro de estudios superiores en Cuba y todos los escritores y periodistas criollos de la época basaban su arte en su respectiva habilidad literaria y cultura, en la década de los cincuenta se inauguró en La Habana la “Escuela Nacional de Periodismo Manuel Márquez Sterling” y algunos de nuestros prestigiosos colegas del periodismo exiliado fueron graduados de esa institución.

Serían necesarias muchas cuartillas para enumerar todos los órganos de prensa que prosperaron durante los años de Cuba republicana, muy especialmente después de cuando los avances tecnológicos y electrónicos hicieron posible la prensa radial y televisada. Por esa razón voy a ceñirme a mencionar algunas de las más conocidas publicaciones impresas de esa era: “Diario de la Marina”, “El Mundo” , “Información”, “Excelsior”, “El País”, “Prensa Libre”, “Avance” , “El Crisol”, el “Havana Post”, etc. Algunas desaparecieron al llegar a su fin la era política cuyos intereses representaba, como por ejemplo, “El Heraldo de Cuba.”


La lista de periodistas brillantes que ha producido Cuba es interminable. Baste mencionar unos pocos nombres como el del hijo político de Zenea, Emilio Bobadilla (Fray Candil”), José Ignacio (Pepín) Rivero, Ramón Vasconcelos, Sergio Carbó, Jorge Mañach, Gastón Baquero, etc. Algunas grandes plumas nos acompañaron al exilio, entre ellos el desparecido Agustín Tamargo. Otros surgieron del propio exilio, como Roberto Luque Escalona y mi fraterno Esteban Fernández.

El humorismo, que es un elemento fundamental de nuestra cultura y que infortunadamente muy a menudo se le confunde con trivialidad, formaba un componente vigoroso del periodismo cubano. Existían publicaciones en Cuba de un fino contenido humorístico, a través del que se criticaba constructivamente la vida pública cubana. La tendencia de los presidentes populares a la reelección fue satirizada por “La Política Cómica” con una foto de la “silla presidencial” que usaba el Ejecutivo en los actos oficiales, con un pie de grabado que rezaba:

“No te sientes en la silla
porque tiene pega-pega,
no te duele la pegada,
sino la despegadera.”

El semanario “Zig Zag”, heredero de “La Políitica Cómica”, pero más mordaz y sin temores puritanos al doble sentido, publicó treinta días después que un Ministro de Gobernación llamado Lomberto Díaz ordenara clausurar el tradicional barrio del farol rojo en La Habana, un cintillo que parafraseando una popular guaracha leía: “Hace un mes que no baila el muñeco.”

El periodismo especializado de las revistas semanales adquirió en Cuba republicana una circulación muy superior a otras publicaciones de su clase, tanto en Hispanoamérica como en España. Ejemplos de esta modalidad periodística fueron “Carteles”, “Vanidades” y “Bohemia”, responsable esta última, de acuerdo a muchos críticos, de la difusión de mendaz propaganda castrista cuando ya Castro ejercía el mando omnipotente.


La lucha frontal y sin cuartel por nuestros principios y derechos inalienables encontró siempre entre los periodistas cubanos combatientes de primera línea, que ofrendaran su peculio, su tiempo y hasta su vida en aras de una patria libre y soberana, redimida del oprobio y la afrenta que entraña el despotismo castrista. El heroísmo del periodismo cubano ante la prepotencia del tirano se manifestó en múltiples maneras, entre ellas la anécdota de José Ignacio Rivero (hijo) abrazándose a la rotativa del “Diario de la Marina” cuando una turba comunista lo expulsara a empujones y golpes del periódico que fundara su abuelo. O la pregunta que hiciera el desparecido José Luis Masó en la televisión a Anastas Mikoyan, cuando se encontraba rodeado de un panel de panfleteros y paniaguados de un régimen de abuso que lo forzara a obtener asilo político esa misma noche.

Desde el exilio, esa tradición periodística perdura. Se manifiesta en el tesón y la cubanísima dedicación de meses, de años, de decenas de años, sin un respiro, sin una duda, sin una pausa. Firmes en la convicción de que estas “trincheras de ideas” que Martí llamó “más poderosas que las trincheras de piedra”, prevalecerán al final del camino.

Hugo J. Byrne

Colaboración: Joe Noda

Ilustración: Google
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El último tango en Buenos Aires

Cientos de personas se congregaron el jueves ante la tumba de Carlos Gardel en un cementerio de la Chacarita de Buenos Aires para rendir homenaje al famoso cantante de tangos en el 75 aniversario de su muerte.

El 24 de junio de 1935 el trimotor que le conducía desde Medellín a la también colombiana Cali chocó en su despegue con otro estacionado a un costado de la pista, lo que causó una explosión que mató a 15 personas, incluidos el artista y el célebre compositor Alfredo Le Pera.

Como cada año en esta fecha, los seguidores del "Zorzal criollo" volvieron a desfilar con sus ofrendas frente a los restos del artista en el cementerio porteño de Chacarita, donde descansa desde 1936. Los incondicionales de "El mago", en su mayoría personas de avanzada edad y vestidas, muchas de ellas, con traje y sombrero, cantaron algunos de los temas más conocidos de Gardel para sorpresa de curiosos y turistas ignorantes de la conmemoración.


El momento más emotivo del acto se produjo cuando los incondicionales de Gardel guardaron un minuto de silencio en su memoria en el mismo instante en que, según los expertos, falleció en Medellín en 1935 cuando realizaba una extensa gira latinoamericana. El mausoleo de Gardel, que está adornado con ofrendas de todo tipo, incluye una estatua del artista a la que sus seguidores colocaron un cigarrillo encendido entre sus dedos.

En Argentina, donde el fútbol es el deporte nacional, el grueso de los actos en homenaje a Gardel se ha aplazado hasta después del Mundial de Sudáfrica, a mediados de julio, y se sumarán al programa en memoria del 120 aniversario de su nacimiento, el 11 de diciembre de 1890 en Toulouse (Francia).


Gardel, que dejó un legado de un millar de grabaciones discográficas y una veintena de películas, fue pionero del tango canción y de los vídeos musicales.

ABC, Madrid
Foto: Google
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El ignorante afirma,
el sabio duda y reflexiona

Aristóteles



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25 de junio de 2010

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Se encuentran en Miami
dos obispos cubanos


Mons. Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), y Mons. Wilfredo Pino Estévez, Obispo de Guantánamo-Baracoa y Presidente de la Sección de Medios de Comunicación Social de la COCC, visitan esta semana la ciudad de Miami.

Los dos obispos concelebrarán la Eucaristía este viernes 25 a las 7:30 pm en la comunidad de St.Brendam. Además, el domingo 27 Mons. Pino Estévez presidirá la Misa en la comunidad de Príncipe de Paz a las 11:30am.

Recogido del blog Gaspar, El Lugareño
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Treno por Cuba

Olga Caturla de la Maza

Isla mía, palmera encadenada
de la líquida selva del Caribe,
¡Cómo me duele verte avasallada
con tu canto de espumas en declive!

Me dueles en la sangre de tus héroes,
que en vidas inmoladas,
quisieron ofrendarnos un futuro
de estrella solitaria.

Me dueles en Martí, roto su sueño
de patria como ara,
en su tumba sin ramo ni bandera,
blanca rosa tronchada.

Me dueles en tus presos de Boniato,
que en sus poemas lanzan
mensajes a conciencias sin fronteras,
de libertad tapiada.

Me dueles en campiña villareña,
por sus ríos en canto azúl bordada;
me dueles en tu playa varadera,
y el rodar de sus olas por mi alma.

Me dueles en mi verso, aquí truncado,
sin esa lengua, herencia de mi raza,
callada bajo cúpula de llanto
la música del habla.

Me dueles, mariposa del exilio,
con tus plegadas alas de nostalgia,
sin sueños irisados que volar,
de angustia traspasada.

¡Cuba, Cuba, palmera encadenada
anhelo te alces libre en un mañana
rasgado por campanas libertarias!

Olga Caturla de la Maza (1911-2002), poetisa cubana. Sus poemas se encuentran recogidos en el libro "Todo el mar para mis sueños", publicado en edición bilingüe en ocasión de su noventa cumpleaños.
Fue de las primeras mujeres en recibir un título universitario en Cuba. Exiliada en 1961, se estableció desde entonces con su familia en el área metropolitana de Washington, destacándose en el campo de la educación y en la creación de escritos y poemas.

Foto: Google
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La casa de vidrio

Marlene María Pérez Mateo

Los medios de comunicación son muchas veces un perpetuo “bombardeo” de negatividad, cataclismo y apoteosis, aventajando y dejando pequeños a “Los cuatro jinetes del apocalipsis”; dado el empeño enfermizo de gozarse en lo maquiavélico de la tragedia humana. No son pocos (conozco a varios) que han llegado a interiorizar los hechos noticiosos como negativos en si mismos. Hacer entender a estas personas lo contrario, es tan difícil como hacer “pasar a un camello por el ojo de una aguja” (con toda la reverencia que me merita la frase bíblica).

Un hecho conmovedor descalificaría la tan retorcida idea. Aconteció uno de esos días en que el control remoto televisivo cambia de mano y de sintonía, cual pelota en un campo de tenis. Llegó la imagen de dos personas conversando a la pantalla. Lo sereno del contexto donde se desarrollaba la entrevista y el prestigio de uno de sus protagonistas (por mí conocido) el señor Jorge Gestoso, periodista, me motivó a sumarme a su audiencia. La segunda persona ante las cámaras era la senora Frida Castellanos Schürman, narrando al público la onerosa vida de sus padres.

Durante los tristes años de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, se alzaron desde el anonimato civiles y militares llevando ayuda y socorro a los más afectados durante el conflicto bélico. Sabía yo de los testimonios de vida de algunos de ellos. El cine como en el caso de Oscar Schindler, la literatura con Anna Frank por ejemplo, han ido descubriendo al mundo de postguerra el heroísmo de quienes desde muchos rincones de las sociedades unieron su destino de disímiles maneras a otros con los que poco tenían en común, sólo por el hecho de ser una persona.

La señora Castellanos Schürman, en su empeño por honrar la memoria de sus padres, rememoró sintéticamente la vida del Coronel José Arturo Castellanos y su esposa Dona María Schürman. El primero, militar y diplomático salvadoreño que se encontraba como Cónsul General de El Salvador en Ginebra, Suiza, durante los años 40 del pasado siglo. Siendo testigo de los horrores acontecidos a los judíos, dio empleo en las oficinas consulares a muchos de ellos. El “status” de trabajador de Sede Diplomática Extranjera le confería protección. Con la ayuda de su amigo y secretario George Mandel-Montello y el empresario Gyorgy Madl idearon un plan acreditando falsamente a los perseguidos como ciudadanos salvadoreños. Se emitieron alrededor de 13 mil documentos incluyendo éstos y amparando al beneficiario y a su familia (usualmente 11 personas cada la vez). El desconocimiento y la ignorancia de las características personales y físicas de los ciudadanos de El Salvador por parte de los soldados alemanes, sobre cuánto en común podían tener con el pueblo hebreo, salvó de una muerte segura al menos 40 mil personas.

El empeño de Frida, sus hermanas y un grupo de amigos, se ha sumado a la lucha cuesta arriba, en camino de lograr el reconocimiento “post mortem” al Coronel Castellanos como “Justo de las Naciones” por el Tribunal Supremo de Israel. Un documental “Glass house’ del director Brad Marlowe cuenta la vida del diplomático y su familia. Castellanos creyó haber hecho nada más lo justo, en ese momento.

Muchas vidas más pudieron haber sido salvadas si la indiferencia y el miedo, quizás el pánico, no hubieran hecho mella. El representante de un país tan pequeño y lejano, El Salvador, sin grandes vínculos con los europeos perseguidos, a un alto riesgo ejerció una diplomacia de profesión y sobre todo de condición.

Marlene Maria Pérez Mateo
Elizabeth, NJ
Junio del 2010
Foto: Google
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Las "vuvuzelas",
¿nueva moda?

Las "vuvuzelas" se han convertido en éxito de ventas, agotándose las existencias de varias empresas que las comercializan a través de la web.

«No las estamos vendiendo sólo para el Mundial, nos las han pedido sindicatos para utilizarlas en manifestaciones e incluso de cara a la Copa del Mundo de Rugby del año que viene, que tendrá lugar en Nueva Zelanda», declaran los vendedores.

Para poder "animar sin desestabilizar", las 'vuvuzelas' que venden, y cuyo precio ronda los 10 euros, miden 65 centímetros y emiten unos 70 u 80 decibelios, a diferencia de las de Sudáfrica que son de 1 metro de longitud y producen aproximadamente el doble de ruido.

Vuvuzela viene de "vuvu", que en zulú significa precisamente "hacer ruido" y suele estar hecha de plástico. El sonido que produce es similar al barritar de un elefante o al zumbido de una abeja y ya es una parte más del Mundial de Sudáfrica.

Recogido de Europa press.
Foto: Google
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Es duro caer,
pero es peor todavía
no haber intentado
levantarse.

Theodore Roosevelt


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24 de junio de 2010


El "San Juan" camagüeyano


Evocando la celebración sanjuanera de nuestro Camagüey, recogemos hoy en este blog tan principeño una estampa costumbrista de aquellas fiestas. Su autor, un puertorriqueño tan camagüeyano como los tinajones: Juan B. Castrillón, el popular “Don Pancho”, a cuyo dinamismo y gestiones mucho tenemos que agradecer los camagüeyanos. Fue él, precisamente, quien se encargó de animar -¡y vaya lo bien que lo hizo- los últimos sanjuanes de nuestra historia republicana. [adg]


Mucho antes de la época del “Indio Bravo”, la Villa de Puerto Príncipe celebraba los carnavales, organizados por colonos y ganaderos, los que después de vender el ganado y las cosechas asaltaban la población para gastar las monedas de oro de sus ganancias. Pudiéramos decir que ésa fue la primera etapa de los carnavales camagüeyanos, porque los camagüeyanos, hasta el año 1958 tuvieron tres etapas distintas de carnavales y entre ellas incluso se registraron paréntesis de ausencia sanjuanera.

En su segunda etapa, establecida la paz, como en otros tiempos lejanos y después que se fundara Ia República en el 1902, el Carnaval o los “Sanjuanes” tuvieron un verdadero sabor de leyenda: las volantas, los coches, el cloretilo en los salones, el almagre en las calles… La serpentina y los confetis llenaban las aceras, hasta el punto en que era necesario tener al cuerpo de bomberos sobre aviso para apagar las candelas que producían las colillas de los cigarrillos sobre el colchón de serpentinas.

Después de esa segunda época en las Fiestas del San Juan, llegó la tercera etapa, del 1950 al 1958. Los camagüeyanos saben que fueron ellos los primeros en Cuba en coronar Reinas en las calles, en las aceras y en cada cuadra. Todos querían disfrutar de la casi locura del San Juan, de los bellísimos adornos de las calles, las enramadas, la iluminación y las sorpresas que guardaban los fiesteros para llenar más de emoción el evento.

Y era así como aparecían calles enteras con adornos y alegorías de países amigos. Entre esas calles, justo es decir que se destacaban Joaquín Agüero, de Ia Vigia; Finlay, Santa Rita, Santa Rosa, Maximiliano Ramos, (Horca), y muchas más que discutían los Premios que ofrecían los Bandos del San Juan camagüeyano.

Manos de mujeres confeccionaban farolitos, guirnaldas y cuadros pintados a mano. Cada cual se esmeraba en presentar lo mejor y lo más vistoso. Los Comités de Festejos en las cuadras y calles, escogían a la muchacha que por su belleza y simpatía mereciera ser Reina, y a sus Damas de Honor, para ser coronada en una noche de esplendor y alegría, con música, fuegos artificiales, ponche y bocaditos. Se bailaba hasta la madrugada en aquellas calles engalanadas. El pueblo se volcaba en las calles para aplaudir el arte y buen gusto de los que habían organizado la fiesta y disfrutar con ella.

Recordando algunas cosas de las coronaciones, nos viene a la mente la noche en que fuimos a coronar a una Reina Infantil en una calle al final de la simpática barriada de “La Vigía”… Habíamos coronado en ese sector de la ciudad ocho Reinas, y a las doce de la noche nos faltaban la Reina Infantil y sus Damas, niñas de más de 4 años de edad.

Para demostrar que la popularidad de los carnavales camagüeyanos abarcaba a todas las esferas sociales, diremos que cuando llegamos frente al lugar de la coronación, la Reina y su Corte se encontraban dormidas y sentadas sobre cajas de madera forradas con papel crepé… El trono era de cartón y pegado a la pared de tablas de Ia casa, y el piso de tierra del portal había sido regado con agua para aplacar el polvo. Son detalles que dan a conocer la pobreza del lugar y de la familia.

La madre de la pequeña Reina nos entregó la abrillantada corona, que era un pedazo de cartón cortado con tijeras y formando un arco. Cuando la orquesta repitió la fanfarria para el momento de su coronación, las niñas despertaron sorprendidas y algunas de ellas llorando. El gran público que nos acompañaba rompió en aplausos y la humilde familia nos obsequió con una bebida color rosado, en vasos de cartón. La tomamos y saboreamos con alegría y agradecimiento como si se hubiera tratado del mejor licor del mundo.

Es imposible olvidar aquellos rostros llenos de humildad y alegría, y cuando nos despedimos de aquel lugar llevábamos en el alma la convicción de que dejábamos en el seno de aquella humilde familia la contentura más grande de su vida.

Juan B. Castrillón, "Don Pancho", 1968
Foto y texto: revista "El Camagüeyano", Miami,
Junio 1985

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Las hogueras de san Juan

La Noche de San Juan es una festividad muy antigua en la que se celebra la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol" que, a partir de esos días, iba haciéndose más "débil" —los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno—. Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.

Esta fiesta se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, Portugal, los países escandinavos y el Reino Unido. En Sudamérica, Brasil tiene Festas Juninas, y en Bolivia, Chile y Venezuela celebran también la noche de San Juan.

En la mayoría de los lugares en los cuales se celebra actualmente continúa la tradición original, aunque en España y Portugal se ha perdido parte de su significado. Habitualmente se realizan hogueras en las calles y plazas de las poblaciones donde se reúnen familiares y amigos.

La fiesta en España se celebra la noche que va del 23 al 24 de junio, aunque en realidad la noche más corta del año -que corresponde con el solsticio de verano- es la del 21 de junio. En algunas zonas del Atlántico europeo como Inglaterra, también se celebra el día 28 (vísperas de San Pedro) una fiesta similar.

A la noche de las hogueras de San Juan se le agregan tradiciones diferentes en las distintas comunidades españolas. En toda la costa cantábrica (norte), por ejemplo, se dice que esa noche mágica se comunican el mundo del más allá con el del más acá. Es el momento de espantar los malos espíritus. En Galicia, la noche de San Juan “meigas” y brujas huirán (En San Xoán meigas e bruxas fuxirán). Las hogueras se encienden llegado el día 24, es decir, pasada la media noche. Se le atribuye protección y buena suerte al hecho de saltar nueve veces una hoguera esa noche.

Es importante mencionar las hogueras en la Isla de Arousa ya que cada año en este solsticio más de 50 hogueras se encienden en el lugar. Con un ambiente festivo, las preciosas playas de arena blanca se llenan de gente a la anaranjada luz del fuego. Por la noche se recogen plantas aromáticas de varias clases que se dejan en agua para lavarse en la mañana siguiente; se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras. Hacer dibujos o manchas esa noche también tenía un carácter clarividente, y también en ese sentido, acostarse con un manojo de hierbas de San Juan hacía que al despertarse se supiera la identidad de la futura pareja.

En la ciudad de A Coruña, en la costa norte gallega, la fiesta ha logrado el mérito de ser considerada como Fiesta de Interés Turístico Nacional. La ciudad entera sale a la calle a festejar su noche más mágica, siendo de especial relevancia la gran concentración de gente en las playas de Riazor y Orzán, en pleno corazón de la ciudad.

Los coruñeses celebran la llegada del verano con multitud de hogueras, sardiñadas y buen ambiente, en una fiesta que cada año atrae un mayor número de turistas, principalmente nacionales, que se ven atraídos por esta atmósfera festiva, por las verbenas y los fuegos artificiales. La comida típica de esa tarde-noche son los cachelos (patatas asadas con su piel, que se retira luego) y las sardinas asadas.


Fuente, web
Ilustración, Google
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La noche de san Juan en América

Prácticamente en toda Iberoamérica se celebra la Noche de San Juan siguiendo las tradiciones heredadas de españoles y portugueses y en ciertas zonas sincretizada con elementos indígenas e incluso afros. En los territorios donde la población de origen europeo es mayoritaria los rituales se asemejan más a los de Europa.

Debido a estar en el hemisferio sur, la mayor parte de Sudamérica se encuentra al sur de la línea ecuatorial, por lo que los días en torno al 20 de junio (solsticio de invierno austral) son los más cortos del año. Por este motivo, la festividad mapuche llamada We Tripantu corresponde al año nuevo. Por lo general, se trata de una mezcla de celebraciones indígenas influenciadas por las costumbres cristiano-españolas, dando lugar a gran cantidad de ritos y tradiciones, como ver florecer a una higuera y esconder tres papas para conocer la suerte.

En Argentina la noche de San Juan se celebra el 21 de junio, fecha en la cual ocurre, (a la inversa que en Europa) el solsticio de invierno. Se encienden fogatas (muchas veces denominadas fogaratas) en los barrios o pueblos y en torno a tales fogatas se reúnen principalmente niños y jóvenes. Ha sido tradición cocinar batatas o boniatos en las mismas y también saltar sobre tales fogones.

En Bolivia tradicionalmente se realizaban fogatas familiares en las cuales se quemaban muebles y cosas viejas de madera que se reunían a lo largo del año anterior. Este acto representaba el deshacerse de lo viejo para dar paso a lo nuevo. Así se renovaba lo material y lo espiritual, a modo de comenzar un nuevo año (El año nuevo Aymara celebrado principalmente en Tiwanaku) en torno a la fogata. A fin de mantenerse calientes, se consumían platillos calientes típicos, siendo actualmente reemplazados por hot dogs (panchitos, frankfurts). También se disfrutaba de un ponche caliente o un sucumbé, esta última bebida hecha con singani (aguardiente de uva) y leche calentada al fuego, ya que en Bolivia se tiene al 23 de junio como la noche más fría del año.


Actualmente se sigue celebrando la noche de San Juan en todo el país pero sin fogatas, ya que estas han sido remplazadas por parrilladas (barbacoas) manteniendo así la festividad con reuniones familiares y de amigos aunque aún queda la tradición de los petardos y fuegos artificiales entre niños y jóvenes.

En Chile, la tradición relacionada a la Noche de San Juan en Chile se refiere eminentemente a creencias populares relacionadas a la figura del diablo, en un principio focalizadas en la isla de Chiloé y actualmente diseminadas a lo largo del país en diversas variantes. El folclore local sugiere que en esta festividad, la presencia demoniaca es más patente que en cualquier otra fecha del año, lo que se reconoce como la oportunidad para la realización de ciertos actos de brujería. Célebre en el país es la "tradición de las papas", según la cual, la colocación de estos vegetales bajo la cama en la Noche de San Juan puede ser utilizada como un oráculo.

En Colombia, la celebración está centrada básicamente en los departamentos del Tolima, Huila y Caquetá. Junto a la tradición de la ceremonia al sol, la cual ha perdido importancia con el paso del tiempo, los campesinos celebran a San Juan Bautista como augurio para la prosperidad de las cosechas, especialmente del arroz.

En Panamá, San Juan Bautista es el santo patrono de las ciudades de Chitré y Aguadulce y el 24 de junio es el día central de la fiesta del pueblo, con actos religiosos y paganos de toda índole. Novenas religiosas, procesiones, presentaciones folclóricas, bailes, cabalgatas, y corridas de toros, entre otras.

En Paraguay, en la noche los vecinos se reúnen para participar de juegos y certámenes que a menudo tienen nombres tradicionales en guaraní. El más peligroso de los juegos es la “pelota tatá,” una pelota de trapo embebida en petróleo o kerosén. La pelota se enciende y se convierte en un balón de fuego que circula entre la muchedumbre y a la que la gente le da puntapiés para tratar de alejarlo.

El “tatá ári jehasa” o “tatá py-ï ari yejhasa” también es peligroso: Significa pasar descalzo caminando sobre aproximadamente 5 metros de brasas.


Para jugar al “toro candil,” alguien se viste con un casco en forma de cabeza de toro con cuernos en llamas y corre entre la multitud pretendiendo ser toro. El “yvyra syî” es el certamen de tratar de subir a un mástil engrasado, que puede tener algún premio colgando de la punta. El “casamiento koyguá” es una boda campesina simulada a modo de diversión. El “kambuchi jejoká” es una piñata hecha con un cántaro de cerámica. Y el “Paila jeheréi” consiste de lamer una sartén engrasada.

En la Amazonía Peruana (Amazonas, San Martin, Loreto, Ucayali...) también se celebra la Fiesta de San Juan. En la noche del 23, hombres y mujeres acuden a los ríos a purificarse. A este baño se le conoce como “el baño bendito”, pues se cree que en tal fecha San Juan bendice los cursos de agua y quien se bañe en ellos tendrá felicidad y salud durante todo el año. El día 24 la gente de Iquitos se traslada al barrio de San Juan, donde se celebra una misa y se realiza una procesión que es acompañada por banda típica con bombos, tambores y flautas. Luego hay el baile de la pandilla en donde la gente baila alrededor de una palmera cargadas de regalos y que se le conoce con el nombre de "Humisha".

La muestra principal de esta fiesta de San Juan, es que en estos paseos todos portan y degustan del “Juane” que es un preparado especial consistente por lo general en arroz, huevos, aceitunas, sacha culantro y piezas de gallina de chacra, envuelto en hojas de la planta conocida como bijao o plátano, que es el que da un sabor característico. El envoltorio del juane es una forma redonda que representa la cabeza de este santo, cuando Salomé, la hija de Herodías, pidió que se la trajeran en un plato.

En Puerto Rico la festividad de la noche de San Juan es también la fiesta oficial de la capital homónima. Se hacen un sinnúmero de rituales para "despojarse de la mala suerte", como por ejemplo tirarse de espaldas en la playa 7 veces a las doce de la medianoche o bañarse con flores.

Siendo Puerto Rico una Isla todas las playas se ven concurridas por cientos de personas. Esta tradición se ha convertido en una verdadera Fiesta de Pueblo, donde la gente celebra con música, baile, comidas y bebidas. Las personas que concurren a las playas esperan ansiosamente que lleguen las doce de la media noche para tirarse y mientras se bañan realizan el ritual antes mencionado.

Esto es considerado como una especie de "bautismo" con el cual se aseguran de comenzar una nueva etapa en sus vidas. Lo hacen con la esperanza de que en el mar sean despojados de todas "las malas influencias" y se renueven su vidas con un mejor porvenir. Algunas personas, que no concurren a las playas, de todas maneras celebran la "noche de San Juan" en sus hogares, haciendo otros rituales donde se pueden utilizar frutas, velas, incienso, aguas aromáticas, figuririllas de San Juan Bautista...

En Venezuela la festividad se celebra el 24 de junio, y reúne una gran cantidad de devotos al Santo. Desde el 23 de junio se disfruta de una noche de tambores en la que se conmemora la muerte del santo, esa noche pertenece al velorio de San Juan.


Esta pintoresca noche transcurre al son de los tambores, bailes y bebidas alcohólicas, actividades que preceden a las festividades del día siguiente en honor al santo (El Nacimiento de San Juan Bautista), donde una misa solemne da la pauta para un nuevo repique de tambores, que durará todo el día 24, y los devotos agradecerán al santo agitando pañuelos de colores y cantando versos improvisados al son de los tambores, además de bailes sensuales, donde el hombre corteja a la mujer, la cual incita a la pasión con movimientos eróticos.

Fuente, web
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El pais de los sueños rotos

Lic. Amelia M. Doval

Andar por las calles de la Habana es recorrer un Universo de desgracias, voluntarias carencias educativas provocadas por una apatía general como respuesta a la mala dirección generada por un gobierno de dudosa identidad.

Después de la crisis de los años 90, la presencia de felinos callejeros disminuyó grandemente pues muchos lo consideraban un alimento, comparándolo con la carne de conejo. Para una cultura no relacionada con estos gustos, consumir esta variante alimenticia se consideró la máxima expresión del desespero que devino en lo que hoy en día a determinadas personas les está resultando curioso, una ausencia notable de gatos en las calles.

En estos momentos la situación se ha tornado difícil para un animal que siempre resultó ser el más privilegiado de todos por su atractivo, fidelidad y gracia a la hora de ganarse la atención de los niños. El perro, ese compañero habitual es rechazado porque la ausencia casi total de alimentos para la población deja sin opciones a las pobres mascotas. Las familias se ven frente a la disyuntiva de abandonarlos porque no hay cómo alimentarlos o mantenerlos famélicos dentro de sus hogares, lo que pudiera provocar una pandemia con la proliferación de enfermedades asociadas a los malos cuidados y el hambre.

Los basureros son la opción callejera discutida entre estos indefensos y hambrientos animales con los buzos, personas que viven de la caridad pública pues no reciben ayuda del gobierno. En Cuba no existe un organismo cuya función sea ayudar a los desamparados pues según su política esta categoría no es válida en el “desarrollo” social del país.

La miseria dentro de la miseria agrupa a los abandonados, a los enfermos mentales y en un paso más abajo a los que un tiempo fueron recibidos con alegría en las casas y ahora se rechazan con una oración “si no hay comida para uno cómo los alimentamos a ellos”.

Una infancia sin juguetes siempre ha sido una preocupación, una advertencia y un acto de crueldad hacía los pequeños que crecen sin poder disfrutar el valor de la fantasía. Recibir desde temprana edad la cruda realidad del abandono, la tristeza y el desespero, no porque se provenga de una familia disfuncional en el comportamiento sino porque el destino marcó el nacimiento en un país sin opciones bajo un gobierno totalitario y criminal.

Crecer en una familia de médicos, ingenieros, graduados de facultad de letras, arte, hombres y mujeres de comportamiento intachable, estudiosos, trabajadores, correctos, educados, no es sinónimo de holgura económica ni de aprendizaje ante la vida. Es semejante a desamparo social, sueños frustrados, decepciones.

Personificar la vida es dividir en etapas el desarrollo lógico del ser humano. En Cuba la exacta descripción de las etapas de crecimiento están marcadas por la cantidad y calidad de sueños robados. Juguetes y mascotas son privativos, regalos inalcanzables para niños que crecen en un mundo donde se desamparan las expectativas, se recrudece el miedo, el hambre y la imposibilidad de pensar con lógica positivista es evidente cuando la realidad mostrada no va más allá de la indigencia impuesta.

Cuba, en cincuenta años de escalofriante dominio de los Castros ha tenido renombrados desaciertos pues ha demostrado científica y categóricamente que la escasez provoca un hambre de sueños, porque no se puede desear lo que no se conoce. La penuria de ideas prolifera proporcionalmente a la carencia de patrones, aumentando la incapacidad de pensar. Desventura y desgracia son sinónimos de cubanía post castro.

El infortunio de haber nacido después del 59 en sombrías tierras, doblegadas por la fuerza de la maldad, hacen almas desdichadas y cuerpos miserables a los que se les ha robado el espíritu de lucha porque se les mutiló la voluntad. Así se describe una radiografía panorámica del ambiente social dentro de la isla, entenderlo es tarea difícil, cambiarlo debe constituir una prioridad para cada hombre o mujer que sienta el peso de la nostalgia y la necesidad de devolver la patria a sus verdaderos dueños: los cubanos

Lic Amelia M Doval
Miami, Fl
Columnista de ciudadano-cu.com
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Vigencia de una tradición

Vicente Echerri
El Nuevo Herald

La última novedad de la política cubana podría comentarse parodiando un conocido danzón: "De La Habana (que no de Matanzas) han traído una carta y me han dicho que no te la dé'', pues el receptor de este "recado'', suscrito por 74 figuras de la oposición dentro de Cuba, no es el exilio, que se supone sea el natural interlocutor de nuestros compatriotas de la isla, sino el Congreso de los Estados Unidos y esto, no obstante, confieso que me gusta. No el contenido de la carta, entendámonos, pero sí su destinatario.

Que un grupo de cubanos empeñados en una acción política recurra una vez más al gobierno norteamericano como árbitro de nuestra situación es postura con abolengo, que cuenta con el respaldo de la tradición, señal inequívoca de que, pese a todos los empeños del castrismo, la geografía sigue condenando al régimen que quiso subvertirnos la historia.


Los americanos vuelven a ser actores, agentes o como quiera llamárseles de nuestra realidad (ciertamente nunca han dejado de serlo, aunque a veces desde posiciones muy pasivas) y el reconocimiento de esta verdad, sensata por demás, viene de la mano de un texto que ha caído en Miami como una bomba de fragmentación.

Algunos de este lado han reaccionado con furia y descalificaciones desmedidas hacia los firmantes; otros, desde esta misma página, se han replegado con excesiva y cuestionable humildad, abdicando de cualquier compromiso activo y concediéndole el exclusivo protagonismo de la oposición a los activistas que viven en Cuba, muchos de los cuales son los signatarios de esta carta. Yo creo que ambas reacciones (la desdeñosa cólera y la humilde renuncia) son desmesuradas e inmaduras, y ambas responden a los estereotipos de una comprensible fatiga.


Los firmantes de esta carta al Congreso creen que la afluencia de norteamericanos en Cuba va a aliviarles las penurias económicas y a oxigenar el viciado ambiente político que el régimen monopoliza, dando lugar a que la disidencia pacífica (adjetivo que nunca se cansan de recalcar) y los periodistas independientes puedan tener más libertad para operar, al tiempo de privar al régimen del pretexto en que suele justificar sus arbitrariedades y desmanes.

Son las mismas razones de la mayoría de los que abogan por el levantamiento del embargo desde una posición anticastrista y, en gran medida, podrían tener razón, en cuanto a ciertos efectos a corto plazo; pero eso no basta para hacerme renunciar a mi punto de vista y a lo que estimo es mi contribución a este debate nacional, ni tampoco para tratar de anular el de ellos con denuestos.


Yo creo que cualquier movimiento de parte de Estados Unidos tendiente a normalizar las relaciones con el régimen cubano es un paso hacia su legitimación, no hacia su derrocamiento: facilita la coartada que necesita la tiranía para ganar un poco de aire y disfrazarse --ante una opinión internacional dispuesta aún a otorgarle cierto crédito-- como un actor responsable de la vida política cubana y no como el lastre que en verdad es.

En ese sentido, la Iglesia Católica, con la indudable buena voluntad de aliviar la situación de algunos disidentes, se ha prestado a ser cómplice de esta distensión y, en tal empeño, hasta se vale de algunos politólogos cubanos que viven en el exilio, tales como Carmelo Mesa Lago y Jorge Domínguez, famosos desde hace mucho por sus posiciones conciliadoras hacia el castrismo, a los que ahora se suma Arturo López Levy, de la misma persuasión. L

os tres viajaban a La Habana esta semana a participar en una conferencia auspiciada por la Iglesia en el contexto de la visita a Cuba del Secretario de Estado del Vaticano y que tiene por objeto convencer a Raúl Castro de que hay que desactivar la bomba que tiene en las manos antes de que le estalle. La carta de los 74 opera en el mismo sentido.


No me atrevo a vaticinar la respuesta del régimen ante este cortejo de los que quieren sacarle las castañas del fuego a cambio de algunas concesiones (no sea tonto, Sr. Castro, suelte a los presos, deje viajar a Yoani, anule la huelga de hambre de Fariñas, ¿no ha visto que las Damas de Blanco han desaparecido de las noticias desde que no las acosan en sus marchas?

Si hace sólo estos pequeños gestos vendrán los gringos en bermudas y correrán el ron y la Coca-Cola, no la sangre), pero no tengo duda de lo que buscan esos acercamientos, que el régimen podría atender --para regocijo de Obama y de Zapatero-- sin afectar en nada esencial su carácter despótico.


A muchos aquí nos sobran razones para que no nos guste esa coartada. El haber vivido por tantos años fuera no nos lleva a creer que podamos imponerle pautas a la disidencia interna, pero tampoco a que debamos subordinarnos a sus criterios.

El exilio no nos incapacita ni nos anula como actores de la política de nuestro país, mientras no le hagamos esa concesión a la fatiga; por el contrario, nos facilita los medios, nos amplía los recursos, que no debemos ser remisos en usar.

Desde luego, Washington sigue siendo, como hace un siglo, interlocutor y actor, real o potencial, de la política cubana, y nosotros no debemos olvidarlo. Que otros escriban al Congreso pidiéndole que deje ir a los turistas. Escribamos nosotros nuestras cartas, sigamos haciendo nuestro lobby, convencidos de que los únicos turistas norteamericanos que Cuba necesita desesperadamente deben ir armados y con uniforme.


(C)Echerri 2010
Junio, 2010
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No hay ninguna cosa seria
que no pueda decirse
con una sonrisa

Anónimo



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23 de junio de 2010

ALBERTO DE MÓNACO ANUNCIA SU COMPROMISO

En papel cuché

Alberto de Mónaco anuncia
su compromiso con Charlene Wittstock

El príncipe Alberto de Mónaco acaba de anunciar su compromiso con su pareja desde hace cuatro años, la nadadora sudafricana Charlene Wittstock. El comunicado oficial tiene fecha de hoy, 23 de junio de 2010. De momento no se ha especificado la fecha en la que tendrá lugar el enlace.

El pasado fin de semana pudimos ver junta a la pareja en la boda en Estocolmo de Victoria de Suecia y Daniel Westling, en lo que ha sido el debut en una boda de la realeza europea de Charlene.

El príncipe Alberto, de 52 años, hijo del príncipe Raniero de Mónaco y la actriz estadounidense Gracia Patricia de Mónaco, alcanzó la corona el pasado 6 de abril de 2005, tras el fallecimiento de su padre.

Fuente: Europa Press
Foto: Angeli/People
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Gastronomía

Poniendo la Mesa en Cuba

Del festín criollo con "puerco, congrí y yuca", al día a día en el que reinan el pan, el arroz y el huevo, la cocina cubana entremezcla la tradición española y la africana en una mesa donde tienen preferencia el cerdo y las viandas, con cien formas para preparar cada plato.

El mandato popular entrega la corona de lo más criollo al lechón asado, el congrí (arroz cocinado con frijoles colorados), los moros con cristianos, o actualmente apocopados en sólo “moros", (arroz cocinado con frijoles negros) y la yuca con mojo... Pero la lista es más larga.

Tamales, tostones, frituras de malanga, tasajo, dulces en almíbar, "ropa vieja", ajiaco, mariquitas, raspadura, majarete, chicharrones y buñuelos, son parte del recetario nacional. Es una cocina que pasa de los entrantes, entremezcla especies y sabores, privilegia lo salado y lo dulce, desprecia los pescados, y hace postres con tubérculos, cereales y frutas.

Además, ha aprendido a simplificar sus opciones tras cinco décadas de dificultades económicas y constantes escaseces de alimentos. No es extraño que exista una "mitología" nacional alrededor de ciertos platos difíciles de conseguir como la carne de res y los mariscos, mientras que otros, como las pastas y las croquetas, son reconocidos como los héroes del cotidiano.

Pero el gran gustazo cubano es el cerdo asado, al horno o a la brasa y el idilio perfecto, tostar el cuero de un lechón entero empalado en una púa que gira sobre el calor del carbón, mientras el fuego despide aroma a hojas de guayaba.

LA HORA DEL CERDO
El cerdo (le llaman lechón), es el rey de la mesa en las comidas de Navidad y Fin de año -las cenas más tradicionales de los cubanos-, el protagonista de cualquier gran celebración y el único que, al igual que los pasteles, define si la fiesta iba en serio o no. Proporciona además otros productos muy apreciados en la cocina nacional, como la manteca y los chicharrones (el "pellejo" del puerco frito), y existen diferentes teorías y regionalismos a la hora de entenderse con él.

Según algunas versiones, antes de exponerse al fuego la carne requiere un adobo previo con sal, ajo, naranja agria, comino y alguna hierba aromática como el orégano, aunque en el oriente de la isla es común que el cerdo llegue a la brasa sólo preparado con sal.

En el modo tradicional del "pincho-púa" se limpia el interior del animal sin desmembrarlo, luego se ensarta en una vara y se hace girar sobre el fuego, y al compás del movimiento se le dan "brochazos" con adobo. Es común echar hojas de guayaba al carbón, para que la carne se impregne con su aroma dulce y, si se cocina a la parrilla, también se puede cubrir el animal con hojas de plátano que ayudan a conservar el sabor.

Otras recetas del lechón asado incluyen la opción de rellenarlo con plátano o arroz congrí, que es guarnición obligada para el cerdo. Lo imperdonable, de acuerdo a las recetas más populares, es condimentarlo con especies innecesarias, como el potente "curry", o alimentarlo con "lo que no se debe", por ejemplo, con pescado.

EN SEGUNDA VUELTA
Para un menú menos ambicioso, o en caso de que el cerdo parezca innecesario, los tamales siempre dan buena suerte. Son considerados un alimento útil y nutritivo, que lo mismo sirve de plato fuerte, entrante o merienda, pero de elaboración muy trabajosa.

La preparación del tamal generalmente involucra a toda la familia en un proceso casi fabril que conlleva deshojar las mazorcas de maíz tierno, moler los granos, y condimentar con un sofrito de ajo, ají, cebolla, puré de tomate, chicharrones y hasta carne. El próximo paso es envolver la mezcla en hojas de maíz -artesanía que requiere práctica y eficacia- para después poner a cocinar las piezas selladas (tamales) dentro de una olla con agua caliente.

Menos complicadas, pero también trabajosas, son las frituras de malanga, un tubérculo de larga cosecha que es muy apreciado en la isla para casos de problemas gástricos, y que generalmente se incluye en la dieta de los bebés. La malanga se raya en crudo y, preparada con huevos, ajo, sal y cebolla, la masa se divide en pequeñas porciones que se fríen en aceite hirviendo.

En cualquier mesa típica cubana, tamales y frituras de malanga siempre obligan a una segunda vuelta, y nunca quedan en la lista de lo que sobró.

PLÁTANO SALADO Y POSTRES SIN PLÁTANO
El plátano también tiene sus privilegios y excentricidades en la isla. Tostones, chatinos y "plátano a puñetazos" son los diferentes nombres que los cubanos le pueden dar al plátano verde frito, aplastado en forma de platillo volador, y con un toque de sal. Con frecuencia también se come el "fufú" (plátano maduro, hervido y hecho puré con un poco de aceite, ajo o cebolla), y las "chicharritas" o "mariquitas" (verde, cortado en finísimos trozos, frito, salpicado de sal). En la provincia oriental de Camagüey existe un plato típico conocido por "matajíbaro", que resulta de la mezcla entre plátano verde frito molido, chicharrones y ajo.

Sin embargo, no hay dulces de plátano. Cualquier cubano puede hacer postres con boniato, yuca, maíz y arroz, pero el plátano no se incluye entre los dulces criollos.

El majarete, con harina de maíz y leche; el boniatillo, un puré de boniato con azúcar; y los buñuelos, que salen de una masa de yuca y harina que se fríe en forma de número ocho y se humedece con almíbar o melao de caña, están entre los postres más típicos. La lista continúa con una gran variedad de mermeladas y dulces en almíbar a base de coco, mango, naranja, toronja, papaya y guayaba, en la que, ciertamente, el plátano no se hace extrañar.

LA COMIDA COTIDIANA
En el último medio siglo hay platos tradicionales que desaparecieron poco a poco de los puestos de venta, de los menús criollos y las comidas familiares. El bacalao con papa (una reminiscencia española), la carne mechada, o las "champolas" de guanábana, chirimoya y anón, por ejemplo, son para muchos cubanos recuerdos con sabor y aroma de otros tiempos.

Permanece "la caldosa", ese famoso "ajiaco" que mezcla viandas, carnes y sazón en una gran olla que acepta todo lo que recibe, da de comer a muchos, y es símbolo de mestizaje y solidaridad en Cuba. Es quizás el único plato criollo que sirve de referencia política en la isla, pues cada 28 de septiembre los cubanos celebran el día de los Comités de Defensa de la Revolución (organizaciones vecinales encargadas de la "vigilancia revolucionaria") con una caldosa pública en cada cuadra.

Arroz y fríjoles, menú de los buenos y malos tiempos, tampoco pasan de moda porque son el fundamento básico de la dieta cotidiana. Y el huevo, las pastas, las croquetas, el picadillo de soja y el pan, están entre los alimentos más socorridos.

Desayuno, almuerzo, merienda y comida pueden resultar con un pan con tomate, salchichas, tortilla, y aceite y sal, mientras que las croquetas ayudan a "salvar" el día a día porque pueden hacerse con cualquier "sustancia".

En las calles, los establecimientos estatales y particulares ofertan en su mayoría panes con jamón, pizzas, spaguettis y el "arroz frito" que los cubanos heredaron de la cultura china y reinventaron al gusto local.

La pizza cubana generalmente es de tamaño medio, gruesa y grasosa, y se consigue antes que cualquier otro alimento en cualquier ciudad del país. Es económica y, sin dudas, encabeza la lista de lo que más se consume fuera de casa.

Los cubanos prefieren y eligen al cerdo, disfrutan de los tamales y persiguen todo lo que sea dulce, pero el aroma en sus calles no es de carne, maíz ni azúcar, es aroma a pizza caliente con puré de tomate y queso blanco.

La Voz Hispana de Connecticut
http://lavozhispanact.com
Fotos: Google



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