15 de abril de 2010


Concierto en la Tribuna Anti-Imperialista

Como lo vio Pong


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Historia del Vino (VII, Final)
El vino en el Nuevo Mundo

El 12 de octubre de 1492 el navegante Cristobal Colón realizó el descubrimiento de América, a la que se denominó el "Nuevo Mundo". Las nuevas tierras abrieron nuevas posibilidades para el cultivo de la vid y así, en el año 1525, Hernán Cortés, siendo Gobernador de México, ordenó se plantaran de viñedos en las tierras colonizadas.

El éxito de las plantaciones fue tal, que se expandió por completo el cultivo a las regiones del Virreinato del Perú. Pronto el rey de España prohibió nuevas plantaciones en México en el año en 1595, debido a los temores que existían en la Casa Real de que los nuevos territorios fuesen autosuficentes. Este edicto real se mantuvo vigente durante casi siglo y medio. Sólo se podían plantar nuevas vides bajo licencias especiales otorgadas por el reino de España; sin embargo, los jesuitas estaban exentos de la concesión de tales licencias. Las primeras vides llegaron a la zona de la actual provincia de Santiago del Estero (Argentina) en el año 1556 y posteriormente a la provincia de Mendoza en 1561.

En América del Norte, durante las primeras incursiones de misioneros jesuitas españoles dirigidas por Juan de Ugarte en la Baja California en el año 1697, se plantaron viñas con objeto de poder tener vino para celebrar la Eucaristía. La variedad traída de los viñedos españoles se denomina en la actualidad uva de la misión (mission grape). Estas primeras plantaciones se reprodujeron en las diversas misiones, dando lugar a los primeros vinos de California.

En 1769 el padre Serra (franciscano) llevó la vid a San Diego. Algunas de las misiones dieron nombre a famosos y extensos viñedos, como por ejemplo la "Misión de Nuestra Señora de Guadalupe del Norte" que hoy en día es una extensa zona de viñedos con el nombre de valle de Guadalupe.


En el año 1765, Benjamin Franklin decidió usar el Almanaque del pobre Richard (Poor Richard's Almanack) para promover el cultivo de variedades autóctonas de la uva americana, reforzando de esta forma la producción de vino en las colonias.

Uno de los amigos de Franklin, Benjamin Gale, estableció que se bebiera vino de cosechas coloniales, «o nada en absoluto»; esta opinión pareció prevalecer en las colonias desde 1764 hasta la Revolución. Thomas Jefferson (1743-1826), tercer presidente de EEUU, fue embajador en Francia y cuando regresó a su país realizó destacados intentos por promover la viticultura.

De la misma forma, John Adlum en York, Pensilvania, publicó libros y desarrolló estudios sobre la variedades de vides americanas. Por estos trabajos es considerado J. Adlum como “el padre de la viticultura americana”, llegando a introducir una variedad denominada Catawba.

Benjamin Rush demostró que el alcohol producía modificaciones psicológicas y fisiológicas, dando a entender que una "vida sana" no va acompañada de un consumo excesivo de alcohol.


Durante la segunda mitad del siglo XVI, en el Virreinato del Perú se establecieron tres regiones vitivinícolas. Una en el reino de Chile, la otra en las zonas desérticas y la tercera en la región de Cuyo. La cantidad de producción era tal que el sobrante se empleaba en la elaboración de aguardientes, y de esta forma nació el pisco.

Entre las décadas de 1850 y 1860 el colono de origen húngaro Agoston Haraszthy inició actividades viticultoras en la zona de California. Es considerado por sus esfuerzos el "padre de la moderna viticultura en California". Fundó el Buena Vista winery (conocido hoy en día como Buena Vista Carneros en el valle de Sonoma).

En 1842 Nicholas Longworth IV plantó vides con la variedad Catawba y realizó el primer vino espumoso de América.

Con el siglo XX comenzaron a proliferar en EEUU los movimientos anti-alcohólicos como son el American Temperance Movement (ATM), las Anti-Salon League (Liga anti-bares), promoviendo la enmienda XVIII de la constitución. La Ley Seca estuvo vigente en EEUU desde 1919 hasta 1933.

Texto editado de Wikipedia.org
Foto: Google
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Polonia prepara
unos funerales históricos

Ramiro Villapadierna,
Versovia

Los presidentes ruso y alemán, también la canciller Merkel, han anunciado antes de decidirse la fecha, su participación en los históricos funerales por las víctimas de Smolensk. Los dos grandes vecinos, que tantas veces abusaron de este país, parecen querer enviar una clara señal a la traumatizada Polonia.

Una ceremonia oficial tendrá lugar a cielo abierto, en la gran plaza del padre de la patria Pilsudski, junto a la Tumba del Soldado Desconocido y escenario no hace tanto de las rimbombantes paradas soviéticas. Si el tiempo vedara el homenaje al descubierto, la ceremonia se trasladará a la catedral de San Juan.

El hermano del presidente, y antiguo primer ministro, Jaroslaw, se encuentra aún “extraordinariamente conmocionado” por la muerte de su gemelo, con el que siempre ha mantenido vidas paralelas.

Lección histórica la han dado también en el campo de Auschwitz miles de jóvenes judíos. Con un silencioso homenaje, la tradicional “Marcha de los Vivos”, que rememora el Día del Holocausto, se unió “en este momento de dolor, a nuestros hermanos y hermanas polacos para expresar nuestra profunda condolencia... hoy nuestros pensamientos, esperanzas y oraciones están con ellos”. Pese al nacionalismo que era conocido a Kaczynski, el presidente de la comunidad judía polaca, Piotr Kadlcik, quiso también recordar que había sido el primer presidente en visitar una sinagoga, en el país que perdió casi 3 millones de sus ciudadanos hebreos en el holocausto.

Superada la inmensa conmoción, Polonia parece haberse puesto en marcha para despedir una era, la que cumple 20 años de democracia y seis en la UE. El ministro de Exteriores ha anunciado la presencia del ruso Medvedev y dijo no descartar la del presidente Obama: “espero que venga el mundo entero”, dijo Sikorski con habitual grandilocuencia a radio TOK. Berlín promete una asistencia en pleno y otros muchos estadistas parecen estar anunciando su presencia.

ABC.Madrid
Foto: Google
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¿No fue Beethoven
quien compuso «Para Elisa»?

EFE/ABC, Barcelona
4-14-10

El experto musicólogo italiano Luca Chiantore sostiene en su nuevo libro «Beethoven al piano» que la conocidísima partitura «Para Elisa», tal y como ha llegado a la actualidad, es una pieza montada por el profesor de Múnich Ludwig Nohl en 1865 a partir de apuntes del músico alemán.

Chiantore, que ejerce como profesor en la Escuela Superior de Música de Cataluña (Esmuc), ha explicado su tesis durante la presentación de su libro, fruto de años de estudio.

El autor, también pianista, ha defendido que su estudio, en el que aporta más de 170 ejemplos musicales, algunos de ellos inéditos, es «riguroso, denso y sesudo», a partir de un manuscrito de apuntes de «Para Elisa», depositado en Bonn.

El autor insiste en que la imagen que ha perdurado de Beethoven es «una invención que nunca existió y que no es fundacional de nada»

Chiantore ha indicado que lo único que se puede demostrar en 2010 es que Beethoven sí tomó apuntes para componer esta partitura, pero «fue Nohl, que era poco de fiar, aunque esté considerado uno de los padres de la musicología alemana, quien hizo una especie de collage y se inventó esa obra». A su juicio, Nohl, aunque había estudiado en profundidad la correspondencia de Beethoven, «no era un buen músico, como queda demostrado en esta pieza», en la que cree hay «absurdidades formales».

Chiantore pone en duda que Beethoven empleara la estructura tonal de la partitura tal como se conoce hoy, el rondó que se incluye o su misma forma. «Beethoven nunca le habría dado ese formato», ha apuntado. Por otra parte, durante la presentación de la obra, que publica la editorial NorteSur en colaboración con Musikeon Valencia, su autor ha insistido en que la imagen que ha perdurado de Beethoven es, a día de hoy, «una invención que nunca existió y que no es fundacional de nada».

Tras años de estudio, lo que Chiantore ha descubierto es un «personaje que no nos dice lo que luego otros inventaron sobre él», ha asegurado. En este sentido, ha argumentado que Beethoven era un músico que improvisaba, como queda claro en el Cuarto concierto de piano, y que ajustaba sus interpretaciones según su público. En su opinión, «no buscaba la obra perfecta, si no la complicidad del público y probaba caminos, vías y opciones diferentes en sus piezas».

Foto: Google

Para Elisa, interpretado por Richard Clayderman:

http://www.youtube.com/watch?v=wURpD1PIQwQ

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Pide Oswaldo Payá al Gobierno de Noruega
se ofrezca como facilicitador de diálogo entre cubanos

LA HABANA, 14 Abr. 10 (ACI).-El coordinador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá Sardiñas, pidió al Gobierno y al Parlamento del Reino de Noruega que se ofrezcan como facilitadores del diálogo entre cubanos.

Payá presentó esta solicitud luego del encuentro que el embajador de Noruega, Jan Tore Holvik, sostuvo el 7 de abril con varios miembros de la sociedad civil, en preparación a la visita que el Ministro de Medio Ambiente del Reino de Noruega hará a la isla.

En un comunicado, el líder del MCL indicó que la mayoría de cubanos desea cambios pacíficos "para superar muchas dificultades en todos los órdenes, caminar hacia la reconciliación entre cubanos y progresar en las garantías y el ejercicio de todos los derechos para todos lo ciudadanos".

Indicó que es importante "el diálogo entre las agrupaciones y ciudadanos que trabajamos por los cambios pacíficos y en la defensa de los derechos humanos, de una parte y el Gobierno cubano de otra parte".

Sin embargo, advirtió que "el diálogo no puede estar condicionado ni limitado por programas políticos ni esquemas, sino que debe ser un espacio de búsqueda común de soluciones y de trabajo en conjunto por el bien de nuestro pueblo".

En ese sentido, afirmó que "el documento 'Unidos en la Esperanza', fruto de un trabajo coordinado de cientos de opositores pacíficos cubanos, no es un condicionamiento ni un esquema rígido, sino una síntesis de nuestra visión de los primeros pasos que proponemos y que entregamos ahora al gobierno del Reino de Noruega".

Payá pidió a Noruega presentar este documento "al gobierno cubano, al parlamento y la sociedad noruega y a la opinión pública mundial".

Foto: Google
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EL ARROZ, CEREAL SANO Y NUTRITIVO


El arroz,
cereal sano y nutritivo

Maria Teresa Villaverde Trujillo
ashiningworld@cox.net


Maria Teresa:
El otro día estaba cenando y por supuesto tenia arroz servido y me dio la curiosidad de saber ¿por qué nosotros los cubanos comemos tanto arroz? Y pensé comentártelo a ver si tu lo sabias y tal vez te daba una idea de hacer un escrito de estos que tu haces tan buenos, sobre el arroz y los cubanos...
Tony.

El arroz es una gramínea de gran talla, hoja estrecha y crece con mucha facilidad en los climas tropicales.

Originariamente era una planta cultivada en seco pero se convirtió en semi-acuática. Puede crecer en diversos medios pero crecerá rápidamente y con mayor vigor en un medio húmedo.



Sus tallos muy ramificados terminan en una inflorescencia, una panícula de 20 à 30 cm de largo, más o menos ancha y densa. Cada panícula se compone de entre 50 y 300 flores o espiguillas, a partir de las cuales se formarán los granos.


Hoy en día las variedades que se cultivan en la mayoría de los países pertenecen al tipo Oryza, que cuenta con una veintena de especies, de las cuales solamente dos presentan un interés agrícola para el hombre:


1) Oryza sativa: el arroz común asiático originario de Extremo Oriente al pie de del Himalaya dando por el lado chino la sub-especie Oryza sativa japónica y del lado indio la sub-especie Oryza sativa indica.
2) Oryza glaberrima, especie anual originaria de África occidental, desde el delta del Níger hasta Senegal.


Se cree que el cultivo del arroz
se inició hace más de 6000 años.

Los primeros cultivos aparecen en la China así como en Tailandia, para re-aparecer luego en Camboya, Vietnam y al sur de la India. De ahí, las especies derivadas llamadas japónica -de granos medianos o pequeños, llamados también granos redondos- y la de zona indica -de granos alargados, delgados y planos-. Mas tarde su cultivo se extendió hacia otros países asiáticos: Corea, Pakistán, Japón, Filipinas, Indonesia. El arroz asiático se aclimató en el Cercano Oriente y en Europa meridional. Los Moros lo introdujeron en España. Se propagó a Italia a partir de mediados del siglo XV, a Francia y, tras la época de los Grandes Descubrimientos, se implantó en todos los continentes.



Es así como llega a EEUU, y los españoles lo llevan a América del Sur a principios del siglo XVIII. El arroz es el cereal que más se consume en el mundo después del trigo. Es el alimento básico de 17 países de Asia y del Pacífico, de ocho países de África de siete países de América Latina y del Caribe y de uno del Cercano Oriente. Es el alimento principal de dos terceras partes de la población del planeta.


Para el cubano es imprescindible. Es quizás nuestro principal plato en cualquier o en todas las comidas del día. Sabemos que es un cereal sano y nutritivo y que tiene grandes cualidades que lo vuelven ideal en cualquier tipo de dieta o requerimiento nutricional. Es una buena fuente de magnesio, vitamina B6, contiene niacina, fósforo y cobre y tiamina, así como rastros de ácido pantoténico y potasio; aunque es uno de los cereales más pobres en proteínas. Es sencillo de digerir. Contiene sólo 103 calorías por media taza de arroz blanco y 108 calorías por media taza de arroz moreno.

No contiene colesterol. No contiene grasa. No contiene sodio
Es un carbohidrato complejo. No contiene gluten y es no alergénico.



Abril 2010
ashiningworld@cox.net
http://www.maristascuba.org/momento.htm
http://www.eu93.net/MariaTeresaVT.htm

14 de abril de 2010

.Cuál debe ser nuestra respuesta
a los terribles escándalos en la Iglesia

P. Roger J. Landry

Muchas personas se han acercado a mí para hablar del asunto. Muchas otras hubieran querido hacerlo, pero creo que por respeto y por no querer sacar a relucir lo que consideran malas noticias, se abstuvieron; pero para mí era obvio que estaba en su mente. Y por eso, hoy, quiero atacar el asunto de frente. Ustedes tienen derecho a ello. No podemos fingir como si no hubiera sucedido. Y yo quisiera discutir cuál debe ser nuestra respuesta como fieles católicos a este terrible escándalo.

Lo primero que necesitamos hacer, es entenderlo a la luz de nuestra fe en el Señor. Antes de elegir a sus primeros discípulos, Jesús subió a la montaña a orar toda la noche. En ese tiempo tenía muchos seguidores. Él habló a Su Padre en oración acerca de a quiénes elegiría para que fueran sus doce apóstoles, los doce que Él formaría íntimamente, los doce a quienes enviaría a predicar la Buena Nueva en Su nombre. Él les dio el poder de expulsar a los demonios. Les dio el poder para curar a los enfermos. Ellos vieron como Jesús obró incontables milagros. Ellos mismos obraron en Su nombre numerosos milagros.

Pero, a pesar de todo, uno de ellos fue un traidor. Uno, que había seguido al Señor, uno, a quien el Señor le lavó los pies, que lo vio caminar sobre las aguas, resucitar a personas de entre los muertos y perdonar a los pecadores, traicionó al Señor. El Evangelio nos dice que él permitió que Satanás entrara en él y luego vendió al Señor por treinta monedas en Getsemaní, simulando un acto de amor para entregarlo. “¡Judas!” le dijo Jesús en el huerto de Getsemaní, “con un beso entregas al Hijo del hombre” Jesús no eligió a Judas para que lo traicionara. Él lo eligió para que fuera como todos los demás. Pero Judas fue siempre libre y usó su libertad para permitir que Satanás entrara en él y, por su traición, terminó haciendo que Jesús fuera crucificado y ejecutado.

Así que desde los primeros doce que Jesús mismo eligió, uno fue un terrible traidor. A VECES LOS ELEGIDOS DE DIOS LO TRAICIONAN. Éste es un hecho que debemos asumir. Es un hecho que la primera Iglesia asumió. Si el escándalo causado por Judas hubiera sido lo único en lo que los miembros de la primera Iglesia se hubieran centrado, la Iglesia habría estado acabada antes de comenzar a crecer. En vez de ello, la Iglesia reconoció que no se juzga algo por aquellos que no lo viven, sino por quienes si lo viven.

En vez de centrarse en aquel que traicionó a Jesús, se centraron en los otros once, gracias a cuya labor, predicación, milagros y amor por Cristo, nosotros estamos aquí hoy. Es gracias a los otros once -todos los cuales, excepto San Juan, fueron martirizados por Cristo y por el Evangelio, por el cual estuvieron dispuestos a dar sus vidas para proclamarlo- que nosotros llegamos a escuchar la palabra salvífica de Dios, que recibimos los sacramentos de la vida eterna.

Hoy somos confrontados por esa misma realidad. Podemos centrarnos en aquellos que traicionaron al Señor, aquellos que abusaron en vez de amar a quienes estaban llamados a servir, o, como la primera Iglesia, podemos enfocarnos en los demás, en los que han permanecido fieles, esos sacerdotes que siguen ofreciendo sus vidas para servir a Cristo y para servirlos a ustedes por amor. Los medios casi nunca prestan atención a los buenos “once”, aquellos a quienes Jesús escogió y que permanecieron fieles, que vivieron una vida de silenciosa santidad. Pero nosotros, la Iglesia, debemos ver el terrible escándalo que estamos atestiguando bajo una perspectiva auténtica y completa.

El escándalo desafortunadamente no es algo nuevo para la Iglesia. Hubo muchas épocas en su historia, cuando estuvo peor que ahora. La historia de la Iglesia es como la definición matemática del coseno, es decir, una curva oscilatoria con movimientos de péndulo, con bajas y altas a lo largo de los siglos. En cada una de esas épocas cuando la Iglesia llegó a su punto más bajo, Dios elevó a tremendos santos que llevaran a la Iglesia de regreso a su verdadera misión. Es casi como si en aquellos momentos de oscuridad, la Luz de Cristo brillara más intensamente. Yo quisiera centrarme un poco en un par de santos a quienes Dios hizo surgir en esos tiempos tan difíciles, porque su sabiduría realmente puede guiarnos durante este tiempo difícil.

San Francisco de Sales fue un santo a quien Dios hizo surgir justo después de la Reforma Protestante. La Reforma Protestante no brotó fundamentalmente por aspectos teológicos, por asuntos de fe -aunque las diferencias teológicas aparecieron después- sino por aspectos morales.

Había un sacerdote agustino, Martín Lutero, quien fue a Roma durante el papado más notorio de la historia, el del Papa Alejandro VI. Este Papa jamás enseñó nada contra la fe -el Espíritu Santo lo evitó- pero fue simplemente un hombre malvado. Tuvo nueve hijos de seis diferentes concubinas. Llevo a cabo acciones contra aquellos que consideraba sus enemigos. Martín Lutero visitó Roma durante su papado y se preguntaba cómo Dios podía permitir que un hombre tan malvado fuera la cabeza visible de Su Iglesia. Regresó a Alemania y observó toda clase de problemas morales.

Los sacerdotes vivían abiertamente relaciones con mujeres. Algunos trataban de obtener ganancias vendiendo bienes espirituales. Privaba una inmoralidad terrible entre los laicos católicos. Él se escandalizó, como le hubiera ocurrido a cualquiera que amara a Dios, por esos abusos desenfrenados. Así que fundó su propia iglesia.

Eventualmente Dios hizo surgir a muchos santos que combatieran esta solución equivocada y trajeran de regreso a las personas a la Iglesia fundada por Cristo. San Francisco de Sales fue uno de ellos. Poniendo en riesgo su vida, recorrió Suiza, donde los calvinistas eran muy populares, predicando el Evangelio con verdad y amor. Muchas veces fue golpeado en su camino y dejado por muerto. Un día le preguntaron cuál era su postura con relación al escándalo que causaban tantos de sus hermanos sacerdotes. Lo que él dijo es tan importante para nosotros hoy como lo fue en aquel entonces para quienes lo escucharon. Él no se anduvo con rodeos.

Dijo:

“Aquellos que cometen ese tipo de escándalos son culpables del equivalente espiritual a un asesinato, destruyendo la fe de otras personas en Dios con su pésimo ejemplo”. Pero al mismo tiempo advirtió a sus oyentes: “Pero yo estoy aquí entre ustedes hoy para evitarles un mal aún peor. Mientras que aquellos que causan el escándalo son culpables de asesinato espiritual, los que acogen el escándalo -los que permiten que los escándalos destruyan su fe- son culpables de suicidio espiritual. Son culpables”, dijo él, "de cortar de tajo su vida con Cristo, abandonando la fuente de vida en los Sacramentos, especialmente la Eucaristía”.

San Francisco de Sales anduvo entre la gente de Suiza tratando de prevenir que cometieran un suicidio espiritual a causa de los escándalos. Y yo estoy aquí hoy para predicarles lo mismo a ustedes.

¿Cuál debe ser entonces nuestra reacción? Otro gran santo que vivió en tiempos particularmente difíciles también puede ayudarnos. El gran San Francisco de Asís vivió alrededor del año 1200, que fue una época de inmoralidad terrible en Italia central. Los sacerdotes daban ejemplos espantosos. La inmoralidad de los laicos era aun peor. San Francisco mismo, siendo joven, había escandalizado a otros con su manera despreocupada de vivir. Pero eventualmente se convirtió al Señor, fundó a los Franciscanos, ayudó a Dios a reconstruir Su Iglesia y llegó a ser uno de los más grandes santos de todos los tiempos.

Una vez, uno de los hermanos de la Orden de Frailes Menores le hizo una pregunta. Este hermano era muy susceptible a los escándalos. “Hermano Francisco” le dijo, “¿que harías tú si supieras que el sacerdote que esta celebrando la Misa tiene tres concubinas a su lado? Francisco, sin dudar un solo instante, le dijo muy despacio: “Cuando llegara la hora de la Sagrada Comunión, iría a recibir el Sagrado Cuerpo de mi Señor de las manos ungidas del sacerdote.”

¿A dónde quiso llegar Francisco? Él quiso dejar en claro una verdad formidable de la fe y un don extraordinario del Señor. Sin importar cuán pecador pueda ser un sacerdote, siempre y cuando tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia -en Misa, por ejemplo, cambiar el pan y el vino en la carne y la sangre de Cristo, o en la confesión, sin importar cuán pecador sea él en lo personal, perdonar los pecados del penitente- Cristo mismo actúa en los sacramentos a través de ese ministro.

Ya sea que el Papa Juan Pablo II celebre la Misa o que un sacerdote condenado a muerte por un crimen celebre la Misa, en ambos casos es Cristo mismo quien actúa y nos da Su cuerpo y Su sangre. Así que lo que Francisco estaba diciendo en respuesta a la pregunta de su hermano religioso al manifestarle que él recibiría el Sagrado Cuerpo de Su Señor de las manos ungidas del sacerdote, es que no iba a permitir que la maldad o inmoralidad del sacerdote lo llevaran a cometer suicidio espiritual.

Cristo puede seguir actuando y de hecho actúa incluso a través del más pecador de los sacerdotes. ¡Y gracias a Dios que lo hace! Y es que si siempre tuviéramos que depender de la santidad personal del sacerdote, estaríamos en graves problemas. Los sacerdotes son elegidos por Dios de entre los hombres y son tentados como cualquier ser humano y caen en pecado como cualquier ser humano. Pero Dios lo sabía desde el principio. Once de los primeros doce apóstoles se dispersaron cuando Cristo fue arrestado, pero regresaron; uno de los doce traicionó al Señor y tristemente nunca regresó. Dios ha hecho los sacramentos esencialmente “a prueba de los sacerdotes”, esto es, en términos de su santidad personal. No importa cuán santos éstos sean o cuán malvados, siempre y cuando tengan la intención de hacer lo que hace la Iglesia, entonces actúa Cristo mismo, tal como actuó a través de Judas cuando Judas expulsó a los demonios y curó a los enfermos.

Así que, de nuevo, les pregunto: ¿Cuál debe ser la respuesta de la Iglesia a estos actos? Se ha hablado mucho al respecto en los medios. ¿Tiene la Iglesia que trabajar mejor, asegurándose que nadie con predisposición a la pedofilia sea ordenado? Absolutamente. Pero esto no seria suficiente.

¿Tiene la Iglesia que actuar mejor para tratar estos casos cuando sean reportados? La Iglesia ha cambiado su manera de abordar estos casos y hoy la situación es mucho mejor de lo que fue en los años ochentas, pero siempre puede ser perfeccionada. Pero aun esto no seria suficiente. ¿Tenemos que hacer más para apoyar a las victimas de tales abusos? ¡Sí, tenemos que hacerlo, tanto por justicia como por amor! Pero ni siquiera esto es lo adecuado. El Cardenal Law ha hecho que la mayoría de los rectores de las escuelas de medicina en Boston trabajen en el establecimiento de un centro para la prevención del abuso en niños, que es algo que todos nosotros debemos apoyar. Pero ni siquiera esto es una respuesta suficiente.

¡La única respuesta adecuada a este terrible escándalo, la única respuesta auténticamente católica a este escándalo -como San Francisco de Asís reconoció en 1200, como San Francisco de Sales reconoció en 1600 e incontables otros santos han reconocido en cada siglo- es la SANTIDAD! ¡Toda crisis que enfrenta la Iglesia, toda crisis que el mundo enfrenta, es una crisis de santidad! La santidad es crucial, porque es el rostro auténtico de la Iglesia.

Siempre hay personas -un sacerdote se encuentra con ellas regularmente, ustedes probablemente conocen a varias de ellas también- que usan excusas para justificar por qué no practican su fe, por qué lentamente están cometiendo suicidio espiritual. Puede ser porque una monja se portó mal con ellos cuando tenían 9 años. O porque no entienden las enseñanzas de la Iglesia sobre algún asunto particular. Indudablemente habrá muchas personas estos días -y ustedes probablemente se encontrarán con ellas – que dirán: “¿Para qué practicar la fe, para qué ir a la Iglesia, si la Iglesia no puede ser verdadera, cuando los así llamados elegidos son capaces de hacer el tipo de cosas que hemos estado leyendo?” Este escándalo es como un perchero enorme donde algunos tratarán de colgar su justificación para no practicar la fe. Por eso es que la santidad es tan importante.

Estas personas necesitan encontrar en todos nosotros una razón para tener fe, una razón para tener esperanza, una razón para responder con amor al amor del Señor. Las bienaventuranzas que leemos en el Evangelio de hoy son una receta para la santidad. Todos necesitamos vivirlas más. ¿Tienen que ser más santos los sacerdotes? Seguro que sí. ¿Tienen que ser más santos los religiosos y religiosas y dar un testimonio aun mayor de Dios y del Cielo? Absolutamente. Pero todas las personas en la Iglesia tienen que hacerlo, ¡incluyendo a los laicos! Todos tenemos la vocación de ser santos y esta crisis es un llamado para que despertemos.

Estos son tiempos duros para ser sacerdote hoy. Son tiempos duros para ser católicos hoy. Pero también son tiempos magníficos para ser un sacerdote hoy y tiempos magníficos para ser católicos hoy. Jesús dice en las bienaventuranzas que escuchamos hoy: “Bienaventurados serán cuando los injurien, y los persigan y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes.”

Yo he experimentado de primera mano esta bienaventuranza, al igual que otros sacerdotes que conozco. A principios de esta semana, cuando terminé de hacer ejercicio en un gimnasio local, salía yo del vestidor con mi traje negro de clérigo. Una madre, apenas me vio, inmediata y apresuradamente apartó a sus hijos del camino y los protegió de mí mientras yo pasaba. Me miró cuando pasé y cuando me había alejado lo suficiente, respiró aliviada y soltó a sus hijos. ¡Como si yo fuera a atacarlos a mitad de la tarde en un club deportivo!

Pero mientras que todos nosotros quizá tengamos que padecer tales insultos y falsedades por causa de Cristo, de hecho debemos regocijarnos. Es un tiempo fantástico para ser cristianos hoy, porque es un tiempo en el que Dios realmente necesita de nosotros para mostrar Su verdadero rostro. En tiempos pasados en Estados Unidos, la Iglesia era respetada. Los sacerdotes eran respetados. La Iglesia tenía reputación de santidad y bondad. Pero ya no es así.

Uno de los más grandes predicadores en la historia estadounidense, el Obispo Fulton J. Sheen, solía decir que él prefería vivir en tiempos en los que la Iglesia sufre en vez de florecer, cuando la Iglesia tiene que luchar, cuando la Iglesia tiene que ir contra la cultura. Esas épocas para que los verdaderos hombres y las verdaderas mujeres dieran un paso al frente y contaran. “Hasta los cadáveres pueden flotar corriente abajo,” solía decir, señalando que muchas personas salen adelante fácilmente cuando la Iglesia es respetada, “pero se necesita de verdaderos hombres, de verdaderas mujeres, para nadar contra la corriente.”

¡Que cierto es esto! Hay que ser un verdadero hombre y una verdadera mujer para mantenerse a flote y nadar contra la corriente que se mueve en oposición a la Iglesia. Hay que ser un verdadero hombre y una verdadera mujer para reconocer que cuando se nada contra la corriente de las críticas, estamos más seguros que cuando permanecemos adheridos a la Roca sobre la que Cristo fundo su Iglesia. Este es uno de esos tiempos. Es uno de los grandes momentos para ser cristianos.

Algunas personas predicen que en esta región la Iglesia pasará tiempos difíciles y quizá sea así, pero la Iglesia sobrevivirá, porque el Señor se asegurará que sobreviva. Una de las más grandes réplicas en la historia sucedió justamente hace unos 200 años. El emperador francés Napoleón engullía con sus ejércitos a los países de Europa con la intención final de dominar totalmente el mundo. En aquel entonces dijo una vez al Cardenal Consalvi: “Voy a destruir su Iglesia” “Je detruirai votre eglise!” El Cardenal le contesto: “No, no podrá”. Napoleón, con sus 1.50 de altura, dijo otra vez: “Je detruirai votre eglise!” El Cardenal dijo confiado: “No, no podrá. ¡Ni siquiera nosotros hemos podido hacerlo!”

Si los malos papas, los sacerdotes infieles y miles de pecadores en la Iglesia no han tenido éxito en destruirla desde su interior -le estaba diciendo implícitamente al general-, ¿cómo cree que Ud. va a poder hacerlo? El Cardenal apuntaba a una verdad crucial. Cristo nunca permitirá que Su Iglesia fracase. Él prometió que las puertas del infierno no prevalecerían sobre Su Iglesia, que la barca de Pedro, la Iglesia que navega en el tiempo hacia su puerto eterno en el cielo, nunca se volcará, no porque aquellos que van en ella no cometan todos los pecados posibles para hundirla, sino porque Cristo, que también está en la barca, nunca permitirá que esto suceda. Cristo sigue en la barca y Él nunca la abandonará.

La magnitud de este escándalo podría ser tal, que de ahora en adelante ustedes encuentren difícil confiar en los sacerdotes de la misma manera como lo hicieron en el pasado. Esto puede suceder y podría no ser tan malo. ¡Pero nunca pierdan la confianza en el Señor! ¡Es Su Iglesia! Aún cuando algunos de Sus elegidos lo hayan traicionado, Él llamará a otros que serán fieles, que los servirán a ustedes con el amor que merecen ser servidos, tal como ocurrió después de la muerte de Judas, cuando los once apóstoles se pusieron de acuerdo y permitieron que el Señor eligiera a alguien que tomara el lugar de Judas y escogieron al hombre que terminó siendo San Matías, quien proclamó fielmente el Evangelio hasta ser martirizado por él.

¡Este es un tiempo en el que todos nosotros necesitamos concentrarnos aún más en la santidad! ¡Estamos llamados a ser santos y cuánto necesita nuestra sociedad ver ese rostro hermoso y radiante de la Iglesia! Ustedes son parte de la solución, una parte crucial de la solución. Y cuando caminen al frente hoy para recibir de las manos ungidas de este sacerdote el Sagrado Cuerpo del Señor, pídanle a Él que los llene de un deseo real de santidad, un deseo real de mostrar Su auténtico rostro.

Una de las razones por las que yo estoy aquí como sacerdote para ustedes hoy es porque siendo joven, me impresionaron negativamente algunos de los sacerdotes que conocí. Los veía celebrar la Misa y casi sin reverencia alguna dejaban caer el Cuerpo del Señor en la patena, como si tuvieran en sus manos algo de poco valor en vez de al Creador y Salvador de todos, en vez de a MI Creador y Salvador. Recuerdo haberle dicho al Señor, reiterando mi deseo de ser sacerdote: “¡Señor, por favor, déjame ser sacerdote para que pueda tratarte como Tú mereces!” Eso me dio un ardiente deseo de servir al Señor.

Quizá este escándalo les permita a ustedes hacer lo mismo. Este escándalo puede ser algo que los conduzca por el camino del suicidio espiritual o algo que los inspire a decir, finalmente, “Quiero ser santo, para que yo y la Iglesia podamos glorificar tu nombre como Tú lo mereces, para que otros puedan encontrarte en el amor y la salvación que yo te he encontrado.” Jesús está con nosotros, como lo prometió, hasta el final de los tiempos. Él sigue en la barca.

Tal como a partir de la traición de Judas, Él alcanzó la más grande victoria en la historia del mundo, nuestra salvación por medio de Su Pasión, muerte y Resurrección, también a través de este episodio Él puede traer y quiere traer un nuevo renacimiento de la santidad, para lanzar unos nuevos Hechos de los Apóstoles en el siglo 21, con cada uno de nosotros -y esto te incluye a TI- jugando un papel estelar. Ahora es el tiempo para que los verdaderos hombres y mujeres de la Iglesia se pongan de pie. Ahora es el tiempo de los santos. ¿Cómo vas a responder tú?

El P. Roger J. Landry fue ordenado sacerdote por la Diócesis de Fall River, MA, por el Obispo Sean O’Malley, OFM Cap., en 1999. Después de obtener la licenciatura de biología por la Universidad de Harvard, el P. Landry hizo sus estudios para el sacerdocio en Maryland, Toronto, y durante varios años en Roma. Después de su ordenación sacerdotal, el Obispo O’Malley lo envió de regreso a Roma para concluir sus estudios de graduación en teología moral y bioética. Actualmente es vicario parroquial en la Parroquia del Espíritu Santo en Fall River, Massachusetts y capellán en la Escuela Secundaria Bishop Connolly.

Fuente: www.churchforum.org
Colaboración: Teté Beyra
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