1 de febrero de 2010

Gertrudis Gómez de Avellaneda
Camagüey, 23 de marzo de 1814
Madrid, 1 de febrero de 1873

Ana Dolores García,

Niñez y adolescencia

Gertrudis Gómez de Avellaneda y Arteaga, una de las más notables figuras de la literatura cubana de todos los tiempos, nació en la villa de Puerto Príncipe el día 23 de marzo de 1814 en una casa solariega de la calle San Juan (antigua «de las Carreras» pues era la calle de las carreras a caballo en las fiestas sanjuaneras), calle que hoy lleva el nombre de Avellaneda según acuerdo adoptado el 28 de septiembre de 1885 por el Cabildo Municipal de la Villa. Sus biógrafos concuerdan en que 1814 es el año correcto de su nacimiento, aunque 1816 es el año que figura en su autobiografía (La Ilustración, 1850-XI-8).

Era hija de Don Manuel Gómez de Avellaneda, un capitán de navío español, natural de Constantina, pueblo cercano a Sevilla, y de Doña Francisca de Arteaga, respetable dama de abolengo principeño.


La propia poetisa nos habla del modo en que transcurrió su niñez, tal y como la describe en la primera de sus cartas a Ignacio de Cepeda y Alcalde, el gran amor de su vida, escrita entre el 23 y el 27 de julio de 1839. Esta carta, que constituye en sí una formidable autobiografía y un magnífico ejemplo de su cuidada y amena prosa, fue el comienzo de un epistolario que se prolongó al menos hasta 1854. Leemos en uno de sus párrafos:

«…Cuando comencé a tener uso de razón, comprendí que había nacido en una posición social ventajosa: que mi familia materna ocupaba uno de los primeros rangos del país, que mi padre era un caballero y gozaba toda la estimación que merecía por sus talentos y virtudes, y todo aquel prestigio que en una ciudad naciente y pequeña gozan los empleados de cierta clase…»

Tuvo la oportunidad de recibir una educación esmerada y de desenvolverse en un ambiente cultural muy superior al habitual. Desde niña dio muestras de una extraordinaria personalidad y era notoria su avidez por la lectura de novelas y libros de poesía. Con sus amigas más allegadas rehuía conversaciones y juegos banales tan propios de la edad, y prefería disfrutar con ellas largos ratos de lectura y comentarios. Fue así moldeándose el carácter y la creatividad de quien ha sido considerada por muchos críticos como una de las voces más notables de la poesía romántica en lengua castellana.

Tenía apenas ocho años cuando falleció su padre. Las consecuencias de esta pérdida dejaron hondas huellas en ella, que lo idolatraba. De aquel primer matrimonio de doña Francisca de Arteaga quedaron sólo dos hermanos: Gertrudis y Manuel. Algún tiempo después, la madre casó de nuevo con otro militar español, Gaspar de Escalada.

A los nueve años escribió sus primeros versos, y a los quince había producido un drama histórico sobre la conquista de México.

Desenvolviéndose en un ambiente de tertulias refinadas y culturales (cortesanas, si cabe, al modo provinciano), aquella hermosa y altiva joven descollaba entre los otros jóvenes por su superior cultura y su fuerte personalidad. El amor, o lo que ella creía que era, la atrajo por un tiempo hacia uno de ellos, a quien identifica sólo con el apellido Loynaz en sus cartas a Cepeda, pero no puede decirse que hubiera llegado a establecerse entre ambos una relación formal o seria, tal vez porque Loynaz nunca correspondiera a ella.


Dejemos que ella misma, en su carta a Cepeda, continúe hablándonos de aquellos felices años de su juventud:

«…fuimos bien pronto las señoritas de moda en Puerto Príncipe. Nuestra tertulia, que se formó en mi casa, era brillantísima para el país. En ella se reunía la flor de la juventud del otro sexo y las jóvenes más sobresalientes. Todos los forasteros de distinción que llegaban a Puerto Príncipe, solicitaban ser introducidos en nuestra sociedad, y nos llevábamos todas las atenciones en los paseos y bailes. Atrajimos la envidia de las mujeres, pero gozábamos la preferencia de los hombres, y esto nos lisonjeaba…»

Sin embargo, su felicidad distaba mucho de ser completa. Antes de alcanzar los diecisiete años de edad, su familia preparó su matrimonio con un rico hacendado, compromiso que ella siempre repudió y se negó a cumplir, amenazando incluso con el suicidio. Ello la llevó a confesar: «… yo sospeché entonces lo que después he conocido muy bien: que no he nacido para ser dichosa, y que mi vida sobre la tierra será corta y borrascosa».

La Partida de Cuba

Las desavenencias y el disgusto afectaron su salud, y luego de una breve convalescencia en una finca cercana a Puerto Príncipe, marchó con su madre y padrastro a Santiago de Cuba, donde estuvieron unos meses antes de viajar a Europa para satisfacer los deseos de Escalada, que al fin había logrado convencer a su mujer de vender propiedades y esclavos y marchar definitivamente a Galicia, su tierra natal.

En Santiago de Cuba Gertrudis volvió a sonreír y a brillar en reuniones y tertulias, aunque la estancia allí fuera muy breve. Partieron en una fragata francesa hasta Burdeos el 9 de abril de 1836. La joven poetisa tenía sólo veintitrés años, y al abandonar su patria compuso los conocidos versos de su soneto «Al partir»:


¡Perla del mar! ¡Estrella de Occidente!
¡Hermosa Cuba! Tu brillante cielo
la noche cubre con su opaco velo,
como cubre el dolor mi triste frente.

¡Voy a partir!… La chusma diligente,
para arrancarme del nativo suelo,
la vela iza, y pronta a su desvelo
la brisa acude de tu zona ardiente.

¡Adiós, patria feliz, edén querido!
¡Doquier que el hado en su furor me impela,
tu dulce nombre halagará mi oído!

¡Adiós!… ¡Ya cruje la rugiente vela…
el ancla se alza… el buque, estremecido,
las olas corta y silencioso vuela!

Tardaría más de veinticinco años en regresar a la patria feliz, a la hermosa Cuba. Tan larga ausencia, colmada de triunfos literarios en España, ha sido la razón de la perenne disputa en encasillarla en el parnaso español o el hispanoamericano. Pero no nos adelantemos a los acontecimientos. Sigamos a la joven Gertrudis a su llegada a Burdeos y su corta estancia en esa ciudad francesa, donde de nuevo sobresalió por su belleza, sus modales y su cultura.

En Galicia

De Burdeos la familia partió hacia Galicia, a La Coruña, destino final propuesto por Escalada. Allí, en aquel entorno, su modo de ser chocó con los nuevos parientes, quienes «la acusaban de atea por leer a Rousseau, y de señorita sabihonda con ínfulas de grandezas»

Así lo relata la propia Gertrudis en sus cartas a Cepeda, y agrega:


«… gracias al cielo, no podían herirme en mi honor por mucho que lo desearan, pero daban mil punzadas de alfiler a mi reputación bajo otro concepto… decían que yo era la causa de todos los disgustos de mamá con su marido y la que le aconsejaba no darle gusto. La educación que se da en Cuba a las señoritas difiere tanto de la que se les da en Galicia, que una mujer, aun en la clase media, creería degradarse en mi país ejercitándose en cosas que en Galicia miran las más encopetadas como una obligación de su sexo. Las parientas de mi padrastro decían, por tanto, que yo no era buena para nada porque no sabía planchar, ni cocinar, ni calcetar; porque no lavaba los cristales, ni hacía las camas, ni barría mi cuarto. Según ellas, yo necesitaba veinte criadas y me daba el tono de una princesa. Ridiculizaban también mi afición al estudio y me llamaban la Doctora…»

No obstante, y a pesar del dolor que le producían esos comentarios y rechazos -o tal vez a causa de ello-, su corazón buscó refugio en el amor de un militar español de apellido Ricafort, a quien ella describe en sus cartas de este modo: «Pocos corazones existían tan hermosos como el suyo: noble, sensible, desinteresado, lleno de honor y delicadeza». Pero aún esa sensibilidad, ese talento, no llegaban a la altura de los que poseía la joven Gertrudis. Y fue comprendiendo que era una distancia insalvable que malograría la pasión que comenzaba a sentir por el militar. Por coincidencia, Ricafort debió partir para luchar en la Guerra Carlista, y Gertrudis rompió el compromiso de matrimonio, institución que, por lo demás, no se avenía mucho con su temperamento liberal.

La etapa sevillana

Cansada de los roces y disgustos con la familia de su padrastro, decidió acompañar a su hermano Manuel a Portugal, específicamente a Lisboa, y emprender luego viaje a Andalucía, la tierra de su padre, por la que sentía una inclinación especial. Era el año de 1839.

Allí pronto empezó a destacarse en los círculos literarios. En Cádiz comenzó a escribir para el periódico La Aureola bajo el seudónimo de «La Peregrina», aunque también usó otros seudónimos para rubricar sus obras: «La franca india», «La amadora de Almonte», etc.


En aquel propio año de 1839 y en un ambiente distendido entre tertulias, bailes y funciones de teatro, la hermosa joven que contaba entonces con veinticinco años, conoció a un estudiante de Derecho de la Universidad de Sevilla, dos años menor: Ignacio de Cepeda, su gran amor frustrado, que nunca llegó a entender ni corresponder la pasión absorbente de que era objeto.

A Ignacio de Cepeda dedicó la Avellaneda el poema «A él,» que figura por derecho propio en las antologías de la poesía castellana y del que recogemos algunas estrofas:


«No existe lazo ya: todo está roto.
Plúgole al Cielo así: ¡bendito sea!
Amargo cáliz con placer agoto;
Mi alma reposa al fin: nada desea…
…¡Vive dichoso tú! Si en algún día
ves este adiós que te dirijo eterno,
sabe que aún tienes en el alma mía
generoso perdón, cariño tierno.
Cayó tu cetro, se embotó tu espada,
mas, ¡ay!, ¡Cuán triste libertad respiro!
Hice un mundo de ti, que hoy se anonada,
y en honda y vasta soledad me miro».

La correspondencia entre la Avellaneda y Cepeda, comenzada en el año de 1839, continuó al menos hasta 1854, fecha en que Cepeda contrajo matrimonio con otra mujer. Sin embargo, la pasión que destilaban las primeras cartas de la Avellaneda fue disolviéndose paulatinamente y las misivas se convirtieron en meros intercambios de temas intrascendentes basados en una cordial relación de amistad dedicados a su «compañero de desilusión», como alguna vez le llamara.

La producción literaria de la Avellaneda se hizo cada vez más intensa. Y fue precisamente en Sevilla, en 1840, donde dio a conocer su drama teatral «Leoncia».

Hacia Madrid y hacia la fama

En 1840 se trasladó a Madrid y pronto comenzó a frecuentar los círculos literarios a los que concurrían los poetas románticos más conocidos: José de Espronceda, José Zorrilla, José Quintana, Juan Nicasio Gallego, Fernán Caballero, con los que entabló duradera amistad. En aquellas tertulias, como señala María Luz Morales en su «Libro de oro de la poesía en lengua castellana», fue «desaforadamente elogiada por los críticos de su época». Fue presentada en el Liceo Artístico de Madrid, donde leyó sus poemas. En 1841 publicó con ellos su primer libro, prologado por Juan Nicasio Gallego.

En ese mismo año de 1841 vio la luz su novela «Sab,» el esclavo que se enamora de la hija del amo, que es considerada por muchos como la primera novela de la literatura castellana en la que se hace presente el tema de la esclavitud, a la que critica abiertamente. Aunque algunos autores han estimado esta novela como antiesclavista, para otros simplemente se trata de una historia de amor en la que se da más énfasis a la descripción del paisaje, -indiscutible reminiscencia de la campiña cubana- y a la idealización de los personajes al modo romántico.

Max Henríquez Ureña, literato dominicano, anota la ambivalencia de esta novela al afirmar que «la novela de la Avellaneda [Sab] es, por su contenido, antiesclavista, aunque el propósito que la animó a escribirla no fuera el de librar una campaña abolicionista, sino el de dar vida, en una narración sentimental, a cuadros y escenas basados en los recuerdos de su Camagüey natal».

Para José María de Cepeda -estudioso incansable de la vida y obra de la autora, precisamente tataranieto de Ignacio de Cepeda-, «...la Avellaneda aportó, además, a la novela española y europea del XIX el ambiente caribeño, bastante desconocido entonces en estas tierras y tenido por exótico, así como un tono melancólico y lánguido que posteriores autores antillanos nos harían a los europeos mucho más familiar».

Formada desde su adolescencia con las lecturas de Chateaubriand, de Walter Scott, de Madame de Staël, Quintana y Lista, y Rousseau, la Avellaneda fue desprendiéndose de los cánones neoclásicos y abrazando decididamente el movimiento romántico que comenzaba a surgir. Por ello muchos la consideran poseedora de un romanticismo ecléctico.

En esas peñas literarias madrileñas donde el romanticismo comenzaba a imponerse, la belleza y ademanes de "Tula" eran la admiración de todos: militares, nobles o poetas. Más aún, sorprendido por la profundidad e independencia de sus juicios y el dinamismo y actividad que de ella emanaban, Bretón de los Herreros llegó a exclamar: «¡Es mucho hombre esta mujer!». Se vislumbraba en ella, en su persona y en su obra literaria, a la mujer independiente. Tanto, que muchos son los que la consideran precursora del feminismo, al que se adelantó con sobrada distancia en el tiempo.

Tassara

Fue por entonces, en 1844, en medio de una incesante producción de artículos y comentarios para periódicos y revistas, la publicación de su novela «Espatolino» y el estreno de su drama «Munio Alfonso», cuando conoció a un joven diplomático sevillano, Gabriel García Tassara. El amor contenido que sintiera por Cepeda se desbordó hacia Tassara, al que se entregó con la misma pasión que siempre ponía en todas sus cosas.

La Avellaneda quedó embarazada y al año siguiente nacía una niña, a la que llamó Brenhilde. Al deshonor público que este hecho representó hubo de agregarse la pena de ver morir a su hija antes de cumplir un año. Y el desamor de Tassara, que abandonándolas, nunca se preocupó por la suerte de ninguna de las dos.


Boda y convento

Un año después, en 1846, la Avellaneda se decidió a aceptar los requerimientos matrimoniales de un respetado político, a la sazón Gobernador Civil de Madrid, don Pedro Sabater. Tenía entonces treintidós años y creía que al fin podría alcanzar la serenidad y el sosiego que su espíritu necesitaba. ¡Vana ilusión! A los tres meses escasos de la boda Sabater murió en Burdeos, dejándola aún más desolada. Buscó refugio allí en un convento, donde permaneció algunos meses. Abandonó los temas mundanos y su producción literaria se volcó hacia el misticismo.

De nuevo en Madrid: más triunfos y segundo matrimonio

Repuestas las fuerzas, regresó a Madrid. Fue recibida con cariño y entusiasmo por sus amigos de los círculos literarios, quienes la llegaron a postular para que ocupara el sillón de la Real Academia que había quedado vacante al fallecimiento de Juan Nicasio Gallego. Sin embargo, no era tiempo todavía para que una mujer pudiera sentarse en un sitial de tanto honor, y no fue elegida.


Años después, en 1855, contrajo matrimonio nuevamente. Esta vez con Don Domingo Verdugo, militar de mucho renombre en la corte y los círculos políticos, al extremo de que los propios Reyes de España fueron padrinos de esa boda.

En 1859 se estrenó en Madrid su drama «Baltasar», una de sus más importantes obras, con el que obtuvo grandes elogios de la crítica y en el que levantó su voz en contra de las tiranías. Fue un drama atrevido, impensable en aquella España conservadora del siglo XIX. La Avellaneda demostró, una vez más, ser una mujer que no se contentaba con glosar un mero relato poético, sino que se atrevía a exponer y a defender el derecho de los pueblos a su libertad.

Paralelamente, un desgraciado acontecimiento sacudió de nuevo la felicidad de la Avellaneda. Un comentario despectivo sobre este drama teatral provocó la reacción de su esposo, que resultó gravemente herido en un altercado con el atrevido periodista autor del comentario. La Avellaneda acudió a la Reina Isabel II en busca de justicia y ésta, en compensación, nombró a Verdugo Gobernador de la isla de Cuba, para la cual partieron tan pronto como Verdugo pudo sentirse mejor de sus heridas.

La vuelta a la Patria

Habían pasado ya veinticinco años desde que abandonara la isla. Muchos años. Quien volvía ahora no era la simpática adolescente cuyas poesías eran presagio de futuros triunfos literarios. Esos triunfos eran ya un hecho. Volvía una señora cargada de personalidad, que a más de ser la esposa del Gobernador, traía consigo una sólida aureola conseguida gracias a sus dramas teatrales, novelas y poemas.

Los poetas de Cuba conocían cuánta estima gozaba entre los autores españoles. La recibieron, algunos con entusiasmo, otros con recelo. Empezó a relacionarse con los líricos cubanos más notables, Luisa Pérez de Zambrana, Juan Clemente Zenea, Gabriel de la Concepción Valdés, y comenzó a publicar sus crónicas en periódicos y revistas. Incluso, fundó una revista: «Álbum Cubano de lo Bueno y lo Bello».


¿Cubana o española?

Sin embargo, pronto surgió una disputa. Hubo autores cubanos que no miraron precisamente con buenos ojos que la Avellaneda se paseara entre ellos. ¿Envidia, o fue real y simplemente una percepción de sentirla ajena después de veinticinco años de ausencia? Lo cierto es que ninguna composición suya fue escogida para figurar en el libro «La Lira Cubana», según decisión tomada por el Areópago Literario de La Habana, responsable de la elección de los poemas, por considerarla madrileña y no cubana.

Esa decisión no fue muy justa y mucho menos unánime entre los poetas y críticos cubanos. Por ejemplo, la Junta del Liceo de Matanzas emitió una declaración en la que exponía su criterio de considerar a la Avellaneda como «una de las glorias literarias de las que Cuba puede enorgullecerse». E incluso con anterioridad a la decisión del tal Areópago de excluir a la Avellaneda de «La Lira Cubana», el Liceo de La Habana le había rendido un gran homenaje en el Teatro Tacón en la noche del 27 de enero de 1860, otorgándole una corona de laurel en oro esmaltado.

Por otro lado, España también se enorgullecía de contarla en su parnaso nacional. No era para menos. Sobraban méritos para que unos y otros se la disputaran como suya, a pesar de los detractores que siempre tuvo.

No puede ser posible que no advirtamos en su obra la presencia española; en sus costumbres, en su paisaje; ni el afecto a un país en el que transcurrieron tantos años de su vida y en el que como mujer conoció el amor y la pasión y en donde como poetisa saboreó el triunfo.

Pero también son muchas las veces en que la Avellaneda cantó a su tierra natal: el ya mencionado soneto Al partir y, además, La pesca en el mar, La vuelta a la Patria, o su elegía A la Muerte de Heredia. En sus memorias inéditas, publicadas mucho después de su muerte en 1914, escribió: «¡Feliz Cuba, nuestra cara patria!... ¡Oh, patria! ¡Oh, dulce nombre que el destierro enseña a apreciar! ¡Oh, tesoro que ningún tesoro puede reemplazar!»

Muchos le reprochan que no se pronunciara en sus obras a favor de la libertad de Cuba. Sin embargo, su drama «Baltasar» fue un bravo exponente en defensa de la libertad. Si abiertamente no habló de Cuba en él, ¿quién puede asegurar que no estuviera en su mente la condición colonial de su patria? Por demás, la época era aún de germinación confusa de ideas: autonomismo, anexionismo, independencia.

Segunda viudez y muerte

Sin haberse podido recuperar nunca de sus dolencias, su esposo falleció en 1863. Acudamos de nuevo a José María de Cepeda para que nos relate cómo pudo superar Tula esta crisis:

«Gertrudis, prematuramente envejecida por los sinsabores de la vida, trata de combatir la melancolía viajando. En 1864 la encontramos en los Estados Unidos y en 1865 regresa definitivamente a la península, a Sevilla, concretamente, donde su inspiración poética toma, otra vez, un sesgo religioso. Allí escribe el libro "Semana Santa" que, según algunos críticos, ‘es el mejor libro de devoción que han producido la piedad y la musa castellanas’».

Volvió a Madrid para vivir sus últimos años. Víctima de complicaciones por la diabetes que padecía, falleció en Madrid el 1 de febrero de 1873. Tenía 59 años. Por expreso deseo pidió ser enterrada en Sevilla junto a su último esposo.

Sus restos reposan en Sevilla, en una bóveda casi abandonada del Cementerio de San Fernando, "con las letras de su nombre gastadas por la intemperie, en la que disfruta, al fin, de la paz espiritual que no conoció en vida". (J.M. de Cepeda.)

Y en Sevilla, al igual que en su Camagüey natal, una calle lleva su nombre.

Lo más conocido de su obra literaria:
Poesía: Al partir, A él, La vuelta a la Patria, Amor y orgullo, A la muerte de Heredia, La pesca en el mar y numerosos poemas más, recogidos en varios volúmenes.

Novela: Sab, Espatolino, Guatimozín, el último emperador de México, Dolores, La mano de Dios, El artista barquero.

Teatro: Leoncia, Baltasar, Munio Alfonso, El príncipe de Viana, Saúl, Flavio Recaredo, Errores del corazón, La hija de las flores o Todos están locos, La verdad vence apariencias, La aventurera, La hija del rey René, Los duendes de Palacio, Simpatía y antipatía, Catilina, Los tres amores.

Además, Devocionario nuevo y completísimo en prosa y verso, Viaje a La Habana por la condesa de Merlín (biografía), y un sinnúmero de crónicas, leyendas y cartas.

Para concluir, dos juicios sobre la Avellaneda, sin duda contrapuestos, pero con el mucho aval que les confieren quienes los emiten:

«No hay mujer en Gertrudis Gómez de Avellaneda: todo anunciaba en ella un ánimo potente y viril; era su cuerpo alto y robusto, como su poesía ruda y enérgica; no tenían las ternuras miradas para sus ojos, llenos siempre de extraño fulgor y de dominio: era algo así como una nube amenazante". "... la Avellaneda no sintió el dolor humano: era más alta y más fuerte que él; su pesar era una roca...». José Martí.

«Lo femenino eterno es lo que ella ha expresado, y es lo característico de su arte, y lo que la hace inmortal, no sólo en la poesía lírica española, sino en la de cualquier otro país y tiempo; es la expresión, ya indómita y soberbia, ya mansa y resignada, ya ardiente e impetuosa, ya mística y profunda, de todos los anhelos, tristezas, pasiones, desencantos, tormentas y naufragios del alma femenina». Marcelino Menéndez y Pelayo.

Ana Dolores García
© Publicado en El Camagúeyano Libre, Miami Fl., 2003
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Fuentes:
Anderson Imbert y Florit, Literatura Hispanoamericana, Holt, Rinehart and Winston, Inc., New York, 1960.

María Luz Morales,
Libro de oro de la poesía en lengua castellana.
Editorial Juventud. Barcelona, 1970.

José María de Cepeda,
Gertrudis Gómez de Avellaneda y su época.

Foto: Google


NOTA ADICIONAL:
A pesar del expreso deseo de La Avellaneda de ser enterrada en Sevilla, el actual gobierno cubano ha iniciado una campaña para que España devuelva a Cuba los restos de esta gran poetisa. En la noche de hoy, al conmemorarse un año más de su deceso, se celebrará un acto masivo en Sevilla para reclmar que se respete la voluntad de La Avellaneda.
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31 de enero de 2010

El idilio de los volcanes por José Santos Chocano


El idilio de los volcanes

José Santos Chocano

El Ixtlacíhuatl traza la figura yacente
de una mujer dormida bajo el Sol.
El Popocatépetl flamea en los siglos
como una apocalíptica visión;
y estos dos volcanes solemnes
tienen una historia de amor,
digna de ser cantada en las compilaciones
de una extraordinaria canción.

Ixtacíhuatl --hace miles de años--
fue la princesa más parecida a una flor,
que en la tribu de los viejos caciques
del más gentil capitán se enamoró.
El padre augustamente abrió los labios
y díjole al capitán seductor
que si tornaba un día con la cabeza
del cacique enemigo clavada en su lanzón,
encontraría preparados, a un tiempo mismo,
el festín de su triunfo y el lecho de su amor.

Y Popocatépetl fuese a la guerra
con esta esperanza en el corazón:
domó las rebeldías de las selvas obstinadas,
el motín de los riscos contra su paso vencedor,
la osadía despeñada de los torrentes,
la acechanza de los pantanos en traición;
y contra cientos y cientos de soldados,
por años gallardamente combatió.

Al fin tornó a tribu (y la cabeza
del cacique enemigo sangraba en su lanzón).
Halló el festín del triunfo preparado,
pero no así el lecho de su amor;
en vez de lecho encontró el túmulo
en que su novia, dormida bajo el Sol,
esperaba en su frente el beso póstumo
de la boca que nunca en la vida besó.

Y Popocatépetl quebró en sus rodillas
el haz de flechas; y, en una solo voz,
conjuró la sombra de sus antepasados
contra la crueldad de su impasible Dios.
Era la vida suya, muy suya,
porque contra la muerte ganó:
tenía el triunfo, la riqueza, el poderío,
pero no tenía el amor...

Entonces hizo que veinte mil esclavos
alzaran un gran túmulo ante el Sol
amontonó diez cumbres
en una escalinata como alucinación;
tomó en sus brazos a la mujer amada,
y el mismo sobre el túmulo la colocó;
luego, encendió una antorcha, y, para siempre,
quedóse en pie alumbrando el sarcófago de su dolor.

Duerme en paz, Ixtacíhuatl: nunca los tiempos
borrarán los perfiles de tu expresión.
Vela en paz. Popocatépetl: nunca los huracanes
apagarán tu antorcha, eterna como el amor...

José Santos Chocano (1875-1934) fue un poeta peruano situado entre el romanticismo y el modernismo. Sus versos del «Idilio entre dos volcanes» son una muestra estupenda de su arte de versificador y un inmortal relato de la famosa leyenda de estos dos volcanes mexicanos.

Foto: Google

Ábrete paso, Señor,
aunque en el mundo no se comprenda
ni a veces sea escuchado el clamor de tu voz,
en situaciones en las que, tu cruz redentora,
es apartada frente a otros símbolos e ídolos
que sólo hablan de ideologías o de vacío.

Ábrete paso, Señor,
en una sociedad en la que prima
el tener, frente al ser,
la mentira, en contienda encarnizada con la verdad,
la apariencia, eclipsando a la autenticidad,
la moda, disfrazando al hombre
frente a lo eterno o definitivo.

Ábrete paso, Señor,
ante aquellos que quieren silenciarte
porque quieren que sólo se escuchen sus gritos.
Ante los que, sabiendo que tú eres Señor,
desean reinar con el cetro de la imposición,
del poder, del relativismo o del “todo vale”.

Ábrete paso, Señor,
y en tu camino déjanos pistas para seguirte.
Amor para entregar.
Pasión para desvivirnos por los demás.
Fuerza para ser testimonio de tu presencia.
Verdad para dinamitar la falsedad.
Alegría para irradiar optimismo.
Palabra, para iluminar las sombras.
Humildad, para hacer frente a la contrariedad.

Javier Leoz, www.Betania.es
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Historias y curiosidades
del Camagüey de siempre

Prof. Héctor Juárez Figueredo +

• El callejón más pequeño de Camagüey es el de La Miseria (Tula Oms), situado en la Plaza de Bedoya. Tiene 8 metros de largo por 2 de ancho. Enlaza la calle Martí con Hermanos Agüero. El más estrecho es el Callejón de Cura, entre las calles Cielo y San Luis Beltrán, con casi 80 centímetros de ancho. Otro callejón estrecho es Funda del Catre (oficialmente Ramón Ponte). El nombre popular se impuso a causa de su estrechez: era imposible que pasaran por allí dos caballos juntos o se cruzaran en sentido contrario.

• El primer pirata en visitar Camagüey fue Jacques de Sores. En 1555 rondó por las haciendas de la costa norte donde robó quesos, reses, tasajo y mujeres. A éstas las abandonó ultrajadas en Cayo Coco.

• En Puerto Príncipe fue escrita entre 1604 y 1608, la primera obra literaria escrita en Cuba: "Espejo de Paciencia". Su autor: el canario Silvestre de Balboa-Troya y Quesada, luego escribano del Cabildo.

• El pirata británico Henry Morgan asaltó y tomó Puerto Príncipe en 1668. En el primer libro de bautismos de la Parroquial Mayor, al principio, el Padre Francisco Galcerán escribió: "Entró el enemigo inglés en esta villa y quemó los libros de bautismos hechos antes, el Jueves Santo al amanecer el 29 de marzo de 1668, y salió a 1 de abril, mañana de la Resurrección del Señor, que se ha servido librarnos de semejante desdicha."

• En 1679, Puerto Príncipe fue asaltado nuevamente en esta ocasión por el pirata francés François de Granmont, quien se hacía llamar Capitán Sonda. Ocupó brevemente la villa e hizo prisioneras a 14 mujeres. Luego se retiró, atacado constantemente por los principeños y con gran pérdida de hombres. Al cabo de un mes se marchó de la costa. Había recibido un fuerte rescate por las cautivas, quienes fueron liberadas sin daño alguno.

• La primera institución docente de Puerto Príncipe fue el Colegio o Residencia de los Jesuitas. Se estableció en 1757 y funcionó hasta 1767.

• El Santo Sepulcro de la Iglesia de La Merced es de 1762, obra del mexicano Juan Benítez Alfonso.

• El Padre Valencia llegó a Puerto Príncipe el martes 20 de julio de 1813 y murió allí el 2 de mayo de 1838.

• El más antiguo cementerio que actualmente funciona en Cuba es el de Camagüey, abierto en 1814.

• En 1817 se confirió a Puerto Príncipe el título de ciudad y el uso de escudo de armas.

• Desde el siglo XVIII, el Via-Crucis recorría las calles de la población. En las fachadas de las casas señaladas como una de las 14 estaciones del Via-Crucis se colocaban cruces. Una de ellas se conserva aún en el extremo derecho a la entrada de la iglesia de La Merced.

• Las iglesias de La Merced y La Soledad están entre las construcciones representativas del barroco cubano.

• Francisco de Agüero Velazco (1793-1826), Frasquito, es considerado el primer mártir de la independencia de Cuba. Fue ahorcado en la Plaza Mayor.

• El primer tramo de ferrocarril de Puerto Príncipe y Nuevitas se inauguró en 1846. Fue de los primeros que se construyeron en Cuba.

• El 26 de septiembre de 1854, según un informe de la Contaduría Municipal, existían en la ciudad de Puerto Príncipe 60 chocolaterías, 65 confiterías, 71 dulcerías, 93 fondas, 148 panaderías, 181 puestos fijos de legumbres y frutas y 216 pulperías, bodegas y tiendas mixtas.

• El 20 de julio de 1869, Ignacio Agramonte atacó la ciudad de Puerto Príncipe.

• El 5 de octubre de 1890 se iniciaron los servicios eléctricos en Camagüey. Fue la tercera localidad de Cuba en poseerlos, después de Cárdenas y La Habana.

• El 10 de marzo de 1901, el pueblo camagüeyano se reunió en una concentración en que reclamaba la independencia absoluta, sin la enmienda Platt.

• El 3 de julio de 1921 se inició la renovación del pavimento de las más importantes calles de la ciudad. El adoquinado hacía su aparición en Camagüey, sustituyendo el empedrado de las calles. Los adoquines se granito fueron comprados en Noruega, al precio de dieciocho centavos de dólar la unidad.

• En 1924 se inauguró el Cementerio Israelita de Camagüey. Aquí existió una numerosa comunidad hebrea.

• Camagüey es llamada, con razón, la ciudad de las iglesias. Y no deja de causar admiración el constatar que cuando se construyeron esos monumentales templos, Camagüey no era mayor que el actual Altagracia…

(Publicado en el Boletín Diocesano, Camagüey, Nº 64, 20 de marzo de 2004)
Foto: Google, Regalo de la Diócesis de Camagúey a SS Juan Pablo II con motivo de su visita en enero de 1998
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30 de enero de 2010


VOTA PARA NOBEL DE LA PAZ DEL 2010
AL DR. OSCAR ELÍAS BISCET

Nobel Peace Prize for Dr. Oscar Elias Biscet


Haz clic en la siguiente dirección:

http://www.petitiononline.com/OEB6197/

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Fiesta de médicos puertorriqueños
en Haití desata la polémica


EFE San Juan,
ABC Madrid, 1-30-10

El presidente del Senado de Puerto Rico, Thomas Rivera Schatz, mostró hoy su indignación por unas fotos, «crudas e insensibles», en las que aparecen médicos puertorriqueños enviados a Haití bebiendo, fumando y portando armas de fuego.

Rivera Schatz se refería a unas imágenes que bajo el título de «Humillante feria de fotografías de las desgracias de Haití» fueron distribuidas a través de Facebook y hoy reproducen los medios puertorriqueños en sus ediciones digitales.
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La Legión del Regreso
Homenaje a Agustín Tamargo

Ana Dolores García

Probablemente ya hayan leído esta glosa otras veces porque, como es tan hermoso y verdadero lo que dice, ha circulado y circula continuamente por la web lo mismo en blogs que en mensajes personales que siguen siendo reenviados y forman una cadena interminable.

Hoy viene a la página de La Gaceta de Puerto Príncipe con una doble intención: la primera, rendir homenaje a ese gran patriota y compatriota que fue su verdadero autor: Agustín Tamargo, periodista cubano fallecido en Miami, FL, en 2007; la segunda, tratar de contrarrestar la falsa versión que circula en la web sobre su autoría, atribuyéndola a un periodista mexicano, Víctor Mona.

¿Quién publicó por primera vez este artículo afirmando que era creación de un periodista mexicano llamado Víctor Mona? Difícil de determinar. Lo cierto es que se recicla continuamente en Internet ratificando el mismo error y la misma usurpación de autoría intelectual, como lamentablemente sucede tantas veces con otros artículos. Basta que alguien lance algo a la red para que, si gusta, se reproduzca continuamente y llegue a todos los rincones del mundo cada vez más adulterado o mutilado.

Este artículo escrito por Agustín Tamargo apareció publicado por primera vez en «El Nuevo Herald» de Miami, periódico en cuya redacción trabajó por muchos años y del que fue columnista dominical de 1987 a 2005. Ha sido reproducido en incontables blogs, y así consta como ejemplo en las siguientes páginas de la web:

http://www.juanperez.com/tamargo.html
http://www.mombu.com/culture/nicaragua/t-la-legion-del-regreso-por-agustin-tamargo-3641216.html
http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20090716161734AAs6nVB

En el error de atribuirlo a Víctor Mona cayó también el blog http://cubanitoweb.wordpress.com/como-son-los-cubanos, pero su realizador tuvo la honestidad de rectificarlo, publicando lo siguiente:

«Aclaración necesaria: Hasta el 10/06/2009 este artículo fue mostrado en El CubanitoWeb como realizado por el periodista mexicano Víctor Mona, sin conocer que realmente es original de un gran periodista cubano Agustin Tamargo, ya fallecido en el exilio, que muchos lo califican como gran patriota y luchador irreductible contra la tiranía cubana. Sirva esta aclaración como un acto más de reconocimiento para ese cubano que murió sin volver a su patria, como tantos otros, soñando con ver a una CUBA LIBRE. Damos igualmente nuestros más efusivos agradecimientos a la Sra. Rosy Clemente-Gimeno por indicarnos la filiación original de este magnífico artículo que nos define íntegramente a nosotros, los cubanos.»


LA LEGIÓN DEL REGRESO
Por Agustín Tamargo

Salen de una isla pequeña y se han diseminado por toda la tierra grande. Uno, es profesor en una universidad de Australia; otro, abrió en Alaska un restaurante. Nada los arredra, ni el frío ni el calor. Los seduce el trópico de la Florida pero soportan igualmente a pie firme los hielos de Boston y Nueva York. No mendigan: trabajan.

Los que allá eran pobres, aquí son ricos. Los que allá eran medio pelo, aquí son pelo y medio. Ningún obstáculo sujeta su laboriosidad beligerante si la oferta es digna. Uno es rector de la Universidad; otro, maquilla muertos. Cambian, pero en la superficie.

En Miami, siguen jugando bolita, peleando gallos escondidos y enviando los hijos a la escuela privada.

En Madrid, están contra José Luis Rodríguez Zapatero y en Caracas, contra Hugo Chávez. Siempre en la oposición.

Se les critica y se les envidia pero en el fondo se les admira. Gallegos por el trabajo y judíos por la voluntad de sobrevivir constituyen una legión empecinada que no se deje ignorar.

Traen la música calurosa, el ruido, los frijoles negros y la palomilla con moros y maduros. Pero traen sobre todo la simpatía, la cordialidad y la laboriosidad.

¿Quiénes son? Son los cubanos del destierro,la única población mundial trasplantada que (salvo los hebreos) en un tercio de siglo no ha perdido su identidad.

Los que admiraban a Cuba desde lejos como ejemplo supremo de pujanza latinoamericana, los que veian a Cuba como un milagro étnico y cultural donde todo parecía un relajo pero todo funcionaba bien, ya no tienen que ir a Cuba para conocerla. Aquí la tienen. Esta es Cuba. Estos son los cubanos.

Exagerados, fanfarrones, ruidosos, sí. Pero también vitales, intensos y profundamente creadores. Qué no han hecho en estos 46 años los cubanos del destierro para sobrevivir con dignidad? ¿Qué actividad manual o intelectual no han ensayado, en éste o en aquel país, por complicada que pareciera, para no quedarse detrás, para no dejarse discriminar?.

En algunas de esas actividades han llegado tan lejos que superan a emigraciones que los precedieron por cerca de medio siglo. No hay hospital en Estados Unidos donde no haya hoy un médico cubano. No hay periódico donde no haya un periodista cubano, ni banco donde no haya un banquero cubano, ni publicitaria donde no haya un publicitario cubano,ni escuela donde no haya un maestro cubano,ni universidad donde no haya un profesor cubano, ni comercio donde no haya un manager cubano.

En las Grandes Ligas del béisbol el nombre de más color y brillo es el de un cubano. En Madrid, el primer poeta latinoamericano es un negro cubano. En la Coca Cola, el presidente fue un cubano. Hasta en el Congreso de Washington se sienta en su modestia y en su eficiencia una cubana.

En las tierras prestadas el extranjero parece llevar siempre en la frente la marca del sitio de donde viene. Los cubanos llevan a Cuba. Pero la enaltecen y la honran, porque además de en la frente la llevan en el corazón.

Pero hay algo en el desterrado cubano, a mi juicio, superior aún a esa actividad profesional triunfante. Y es su odio al despotismo del que huye, su amor a la tierra que dejó. Eso lo separa y lo define. Eso da a sus triunfos en medio del desarraigo, una grandeza que de otro modo no tendría.

¿Por qué, preguntan algunos, no se acaban de quedar tranquilos los exiliados cubanos? ¿Por qué no aceptan de una vez que perdieron la batalla, que Castro les ganó, y que con los medios de que disponen nunca podrán vencer a la tiranía?

¿Por qué no acaban de afincarse definitivamente en estas tierras hospitalarias que los han acogido y donde viven en lo material muchas veces mejor que como vivían allá?.

Los que preguntan no conocen a los cubanos. El cubano sabe esto: aún teniéndolo todo, si le falta Cuba, no tiene nada. Sabe más todavía. Sabe que esa prosperidad de que disfruta, lejos de su isla hambreada y aterrada, es en cierto modo una forma de traición. Por eso, si se mira bien, se verá que a veces parece que el cubano ríe, pero en realidad está llorando.

Le nace el hijo, le crece, se le gradúa en la Universidad, pero el cubano suspira: ¡Ah, si estuviera en Cuba! Compra una casa, su auto, o su lancha, y sigue suspirando: ¡Ah, si los tuviera en Cuba!

De una manera misteriosa, que no puede definir, hay un vínculo con aquello que tira de él hacia allá. Ahora que la perdió sabe que no puede vivir sin Cuba, y la sueña de noche, y le agiganta los valores, y la embellece y la idealiza, y se culpa de no haberla entendido mejor, y la recrea en sus cantos y bailes, y la revive en sus historias, en sus costumbres y en sus comidas.

¿Por qué compran hoy los cubanos más libros cubanos que nunca?¿Por qué tienen sus casas, sus negocios y sus oficinas, llenas de palmas, de banderas, de escudos y de retratos de Martí? ¿Por qué escarban en la Historia? ¿Por qué redescubren a Guiteras y adquieren viejas colecciones de Bohemia? ¿Por qué se reúnen en los municipios borrando antiguos antagonismos de partido o clase? Porque el cubano sabe que lo único auténticamente suyo es Cuba y que a ella tiene fatalmente que regresar.

Ahora la tiranía castrista anda en sus estertores finales, se ve claramente que el cubano se ha estado preparando siempre, aunque no lo supiera, solo para esto: para el momento del regreso.

No hablan de otra cosa. No les importa que les digan que todo lo que dejara la tiranía es hambre y ruina. No les preocupa que le devuelvan la residencia o el negocio, si lo tenían. No admiten que el rescoldo de odio que deja el comunismo acaso los quemara. Lo único que desean es volver.

La casa donde nació está derruida, al pueblo se lo han puesto desconocido, la madre ha muerto. Pero no importa. El exiliado quiere de todos modos a esa casa, a ese pueblo y a esa tumba. La Patria empieza ahí.

En el exilio tropezó, erró, y se equivocó, pero está salvado también porque en el fondo de su ser nunca traicionó a Cuba. Barco, avión o balsa, no lo sé. Pero el abrazo está próximo.

A los que les molesta a veces el llamado predominio cubano en Miami yo les digo: Paciencia, ya falta poco. Aquí va a haber muy pronto para ustedes miles de puestos vacantes y de casas vacías.

¡Y qué les aproveche!

Foto: www.cuadernodecuba.com
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Mal mes para los cubanos

Por Elsa M. Rodriguez

Julio para los cubanos es un mes en el que se han originado desgracias para el pueblo cubano. Sabemos que el 26 de Julio de 1953 Fidel Castro y sus amigos perpetraron el famoso ataque al cuartel Moncada. Ese día nuestro dictador entró en la historia de Cuba y en la del resto del mundo. Todo lo que ha sucedido después es parte de esta historia.

Esta semana aprendimos, gracias a la mente brillante de nuestro historiador, novelista, maestro y buen comunicador, el Sr.Manuel Márquez-Sterling, que el mes de Julio también tiene otra fecha (el 20 de Julio de 1958), en la que se selló lo que sería el futuro de Cuba, cuando el comunismo empezó a formar parte del movimiento revolucionario de Castro, para nuestra desgracia y dolor que aun permanece latente. En la presentación el pasado día 27 de Enero, de 2010, del libro "CUBA 1952-1959 The True Story of Castro´s Rise To Power" (La verdadera historia de la llegada al poder de Castro), el Sr. Márquez-Sterling como buen profesor que es nos llevó a la conclusión de que aunque los cubanos tenemos muchos recuerdos de cómo y porqué Castro llegó al poder, ya ésto estaba decidido desde ese famoso 20 de Julio.

Como siempre, los cubanos, aún con la mejor intención del mundo, creemos en cantos de sirena y entregamos en las manos de nuestros enemigos nuestro futuro. Hay que leer este libro, ya yo lo estoy haciendo, porque no solamente es ameno, también es instructivo y constituye un manual de referencias para hechos que nos han marcado en la historia de nuestro país.

Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL
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29 de enero de 2010


Abortistas pretenden bloquear
anuncio pro-vida
durante "Supertazón" en EEUU

WASHINGTON D.C., 28 Ene. 10 (ACI).-Diversos grupos abortistas están intentando bloquear un anuncio pro-vida que será transmitido durante el "Supertazón", (Super bowl) el evento deportivo más importante del país y el más sintonizado del mundo, en el que la máxima estrella del fútbol americano universitario de Estados Unidos, Tim Tebow, agradece a su madre no haberse practicado un aborto cuando lo esperaba rechazando así la "recomendación" de sus médicos.

El anuncio, que será transmitido por la cadena estadounidense CBS, ha sido creado por la institución Focus on the Familiy (Enfoque a la Familia) y busca recordar el inalienable derecho a la vida que tiene toda persona.

Sin embargo, para la abortista Jehmu Green, presidenta del Women's Media Center, "esta campaña coloca un tema demasiado controvertido en un lugar en el que todos los estadounidenses debemos estar unidos, no divididos".

Asimismo, para la también activista anti-vida, Erin Matson, vicepresidenta de la Organización Nacional de Mujeres (NOW, por sus siglas en inglés) "este anuncio es francamente ofensivo" y alega que "es odio pintado de amor. Envía el mensaje de que el aborto siempre es un error".

Al respecto, el propio Tim Tebow comentó que quienes rechazan este anuncio que defiende la vida "deben al menos respetar que defiendo lo que creo. Siempre he estado convencido de esto porque esa es la razón por la que estoy aquí. Mi madre fue una mujer muy valiente".

Para Gary Schneeberger de Enfoque a la Familia, el anuncio "celebra la vida y la familia" y considera además que "no tiene nada de político o controvertido. Es una historia personal de amor entre una madre y su hijo".

Comprometido con la causa pro-vida

Tebow es actualmente mariscal de campo de los Florida Gators, equipo al que el año pasado guió a su segundo campeonato nacional de la NCAA (la liga universitaria) y ya es una estrella nacional. Tebow nunca ha ocultado su profunda fe cristiana.

Tebow también manifestó su alegría por la publicidad dada a la historia de su madre que ha ayudado a otras mujeres a optar por no abortar a sus hijos no nacidos. En efecto, la madre de Tebow servía como misionera junto al padre del futbolista en Filipinas cuando estaba embarazada de Tim, el quinto de sus hijos.

Durante la gestación, la madre contrajo una infección severa y los médicos le propusieron abortar para salvar las dos vidas. La mujer se opuso y superó la infección. Tim nació con perfecta salud el 14 de agosto de 1987.

"Hay mucha gente que ha decidido no someterse a un aborto, porque escuchó la historia de mi mamá, o que han sido alentados porque comparto mi fe en la televisión o en los reportajes", dijo Tebow, quien suele lucir citas bíblicas en el rostro durante los partidos.

Tebow creció ayudando a sus padres en la misión cristiana de Filipinas. Fue educado en casa por su madre, quien inculcó en todos sus hijos fuertes valores cristianos. Fue además el primer atleta educado en casa en recibir el Trofeo Heisman, el máximo galardón para los jóvenes futbolistas estadounidenses.

A mediados del año pasado, Tim Tebow, de 22 años, dejó estupefactos a decenas de reporteros cuando admitió en una rueda de prensa que ha decidido preservar su castidad y esperar al matrimonio.

Foto: Google
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Martí y su poesía

Por Carlos Cabezas

En José Martí encontramos los rasgos que caracterizarían al modernismo, que surge en su prosa audaz y en su profunda poesía, pero no sólo ahí, sino en cualquiera de las demás expresiones literarias que conforman un todo en su caso.

Muchos lo calificaron como un pre modernista junto a Julián del Casal, pero los críticos modernos lo ubican como todo un modernista al igual que Rubén Darío, aunque en Martí asoman por momentos algunos remanentes del romanticismo.

Su obra presenta el dolor entrañable del hombre deshaciéndose y haciéndose a sí mismo en la precariedad de su vivir; la misma emitida por la naturaleza o el universo; voz recóndita, que desde la trascendencia quiere asegurarse un lugar firme entre las certezas humanas.

La poesía de Martí es una declaración de amor y libertad firme sin fisuras, que hacen de su obra, corta en años pero intensa en sentido, un mensaje compacto, bello y armoniosamente sincero.

Carlos Cabezas, FL
Ilustración: Google
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No hay que confundir nunca
el conocimiento con la sabiduría.
El primero nos sirve
para ganarnos la vida;
la sabiduría nos ayuda a vivir.

Sorcha Carey (1943-?)
Profesora de arte clásico inglés
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Hijos

Jorge Debravo

Por la hija que ríe estoy doliente,
por el hijo que llora estoy en pena,
porque los dos me han puesto la colmena
del alma toda abierta y toda ardiente.

Porque los dos han hecho que ese diente
con que la vida muerde y envenena,
me clave más veneno entre la vena
y me vuelva el espanto incandescente.

Porque los dos son chorros de esperanza.
Porque los dos me pedirán mañana
un mendrugo de paz que no se alcanza.

Porque tendré que darles la campana
de la muerte, del odio y la venganza.
y nutrirles la voz con sangre humana.


Jorge Debravo, poeta costarricense, nació el 31 de enero de 1938 bajo el nombre de Jorge Delio Bravo. Creció en una familia de campesinos humildes. Trabajó desde niño a medio tiempo para poder ayudar a su familia y aun así desde muy temprana edad mostró mucho entusiasmo por el estudio. Jorge Debravo murió a los 29 años, el 4 de agosto de 1967, cuando viajaba en su motocicleta por asuntos de trabajo. Se dice que fue un conductor ebrio quien lo atropelló.

El 31 de enero, conmemoración de su nacimiento, ha sido decretado en Costa Rica como el Día Nacional de la Poesía.

De origen humilde, la poesía de Jorge Debravo se distinguió por una gran preocupación social, con varios tópicos recurrentes como la pobreza, la marginación y el armamentismo en el mundo.

Texto editado de wikipedia.org
Foto: Google
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La misteriosa X del tesoro de Obama

Anna Grau, Nueva York, ABC, Madrid, enero 28, 2010

La campaña de Barack Obama a la presidencia batió todos los récords de recaudación (750 millones de dólares) y además estableció un hito no superado por ningún otro candidato hasta entonces: un 30 por ciento de las donaciones durante las primarias demócratas y un 34 por ciento durante la elección general eran de 200 dólares o menos. Muchos de estos pequeños donantes donaron varias veces. Algunos lo siguen haciendo, ya que la maquinaria electoral no se ha detenido. Obama no ha dejado de pedir fondos. Simplemente ha dejado de rendir cuentas de cuánto dinero recauda o de qué hace con él.

Si se hace una búsqueda en red aparecen muchos datos sobre cuánto recaudó Obama desde el lanzamiento de su candidatura en 2007 al cierre de caja electoral en 2008. El Center for Responsive Politics (www.opensecrets.org), la misma entidad que reveló que firmas como Goldman Sachs, Microsoft y Google figuraban entre los cinco primeros donantes del presidente, y que este ha colocado a sus contribuyentes individuales más generosos en destinos diplomáticos tan apetecibles como el de Madrid, informaba de que el 31 de diciembre a Obama le quedaban por pagar 434.954 dólares en deudas de campaña y le habían «sobrado» 15.466.043 dólares en efectivo.

Los problemas de Hillary

Sin duda estas cuentas tan saneadas podían dar envidia a muchos otros, empezando por Hillary Clinton, quien meses después de perder la nominación seguía pidiendo dinero por Internet (y por las esquinas) a sus seguidores. Pero en el caso de ella era para pagar las deudas contraídas, no para seguir en liza.
En Estados Unidos es normal que los políticos se pasen la vida pidiendo dinero. Un servidor público pasa buena parte de su vida hábil recaudando fondos. Es la campaña permanente, y hay que saber compaginarla con las responsabilidades del cargo.

Basta un vistazo a la agenda diaria del presidente Obama –y del vicepresidente Biden- para darse cuenta de cómo los grandes compromisos de estado y las tareas de gobierno se compatibilizan con la asistencia a actos de recaudación electoral.
Obama y Biden son estrellas invitadas muy codiciadas en todos los mítines de los congresistas demócratas que aspiran a la reelección en 2010.

Para ellos y para otros: Obama y Biden son estrellas invitadas muy codiciadas en todos los mítines de los congresistas demócratas que aspiran a la reelección en 2010. Y que no paran de pedir que Obama acuda a sus eventos o les firme fotos o camisetas con las que puedan arañar unos pocos dólares más.

Los candidatos a la reelección en el Congreso ya suman un total de 209.408.923 dólares. De ellos, 132.269.820 dólares los llevarían recaudados los 244 demócratas que tratan de ser reelegidos, y 77.139.103 se repartirían entre 166 republicanos. En el Senado, los 15 aspirantes demócratas a seguir allí llevan recogidos 53.204.606 dólares en total, mientras que los 11 republicanos han conseguido 26.098.552 dólares. Entre los dos partidos suman 79.303.158 dólares.

Es dinero para Obama, no para el gobierno. Su relación con los objetivos mencionados es absolutamente indirecto
. Que Obama se implica a fondo en la financiación de todas las campañas demócratas es evidente. No sólo por los «bolos» en que interviene a favor de sus correligionarios, sean candidatos a congresistas, alcaldes o gobernadores, sino por los mensajes que su equipo lanza incansablemente por Internet, pidiendo dinero para sacar adelante la reforma sanitaria o para crear puestos de trabajo o, incluso, para poner en su sitio a Wall Street.

Dinero para Obama

Leídos deprisa y corriendo, estos mensajes podrían llegar a dar la impresión de que el dinero así donado va directamente a engrosar el presupuesto de la Casa Blanca. Nada más lejos de la realidad: es dinero para Obama, no para el gobierno. Su relación con los objetivos mencionados es absolutamente indirecto. Se sobreentiende que ayudar a reelegir a Obama –o a mantener la hegemonía de su partido en las cámaras- coadyuva a sacar adelante su agenda. Pero es dinero privado, no público.

Tan privado es que en ningún sitio se informa de él. Entre el final de la campaña y la toma de posesión hubo un atisbo de transparencia. La oficina del entonces presidente electo se comprometió a divulgar estimaciones «mes a mes» de lo que se siguiera recaudando. Como se comprometieron en diciembre de 2008 y Obama tomó posesión en 2009, tuvieron muy poco trabajo.

El 15 de enero de 2009 informaron de que habían recibido 4.490.065 dólares y 76 centavos de un total de 59.609 donantes. Esto daba una donación media de 75 dólares y 33 centavos. La oficina de transición añadía que en aquel momento no aceptaban donaciones superiores a 5.000 dólares ni procedentes de grandes corporaciones, sindicatos lobbies o comités de campaña. Y hasta daban una lista de los donantes del momento.
Y a partir de ahí, el silencio. No se ha sabido nada más.

Siguen pidiendo dinero pero es como si este fuera a parar a un agujero negro. A una caja de Pandora que a lo mejor no vuelve a abrirse hasta la próxima campaña presidencial.
The Campaign Finance Institute (www.cfinst.org), otra entidad sin afán de lucro y sin adscripción a ningún partido que hace el seguimiento de las finanzas electorales, también ofrece por ahora más análisis que información sobre las cuentas de Obama. Insisten en el CFINST en que su recurso a los pequeños donantes ha sido una auténtica revolución que está siendo imitada por todo el espectro político.

Materialmente ha resultado ser un chollo: es más fácil pedir una pequeña cantidad primero y otra después y luego otra que una mayor y más disuasoria desde el principio

Un chollo

Materialmente ha resultado ser un chollo: es más fácil pedir una pequeña cantidad primero y otra después y luego otra que una mayor y más disuasoria desde el principio.

Sobre todo con las maratonianas campañas estadounidenses, cuando se puede jugar la carta de la emoción a largo plazo: dame dinero hoy porque he ganado en Iowa, dame dinero en seis meses porque he vuelto a ganar no sé dónde, y dentro de diez meses vuélveme a dar porque de lo otro ya ni te acuerdas y estamos tan a puntito de la victoria...


Pero es que además la pequeña donación tiene la inestimable ventaja de la opacidad fiscal. Por debajo de esa cantidad no hay que dar la cara. Por supuesto la campaña de Obama presume de tenerlo todo registrado y controlado. Pero es un hecho que se les puede dar dinero incumpliendo la ley –por ejemplo, el requisito de que hay que ser ciudadano americano para donar- sin que nadie te pregunte. Les pasó con una tía inmigrante de Obama, que se pasó de entusiasta.

¿Cuántas «modestas» donaciones de Obama por Internet no serán en realidad grandes donaciones hechas cuidadosos añicos, es decir, blanqueadas? Es casi imposible saberlo.

En su ardiente discurso sobre el estado de la Unión, el presidente se mostró escandalizado con la reciente decisión del Tribunal Supremo de eliminar cualquier techo a las donaciones electorales legales de las grandes corporaciones, incluso si son extranjeras. Obama prometió meter mano desde el Congreso para controlar esto.


Pero no dijo ni pío de su ejército de microdonantes. A esos no les controla ni San Pedro que está en los cielos.

Ilustración: Google
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28 de enero de 2010

MARTI NO DEBIÓ DE MORIR...


Clave a Martí

Ana Dolores García

Aquí falta señores, una voz
de ese sinsonte cubano
de ese mártir hermano
que Martí se llamó.
Pero falta el clarín de mi Cuba,
pero falta su voz,
que se apagó.
Martí no debió de morir
¡Ay! de morir
Si Martí no hubiera muerto
otro gallo cantaría,
la patria se salvaría
y Cuba sería feliz
¡ay! muy feliz.

Los versos que anteceden corresponden a una clave muy popular que se cantaba en Cuba a comienzos del siglo pasado. Sobre su verdadero origen existen controversias y, al igual que nuestro pueblo rendía con ella homenaje a nuestro apóstol, los mexicanos también a comienzos del mismo siglo la dedicaban a su prócer Benito Juárez.

¿Cuál versión fue la que surgió primero? En realidad, la mayoría de nuestros paisanos desconocen el hecho de que este popular homenaje fuera compartido por dos pueblos distintos en loa a sus respectivos héroes. Como con otras muchas melodías que nos han llegado del pasado, las tarareamos, las cantamos, pero ignoramos su origen y sus autores.

El musicólogo cubano Cristóbal Díaz Ayala brinda datos específicos que merecen ser tomados en cuenta, en un trabajo publicado en El Nuevo Herald el pasado año. Así conocemos que la clave original (clave, patrón rítmico originario de África) surgió en La Habana en el año 1880 pero que no iba dedicada ni a Martí ni a Juárez.

Por aquellos años existían en La Habana y en los barrios afrocubanos de la Isla, conjuntos musicales especializados en ese ritmo y compuestos principalmente por clarines, ya que las autoridades españolas prohibían el uso de tambores.


En uno de esos conjuntos, «El Clarín de Oro», una mujer llamada Soledad era la solista. Al fallecer ésta, un enamorado, Tereso Valdés, compuso la clave que fue cantada por todos los que acompañaron el cadáver hasta el cementerio.

La «Clave a Soledad» decía así:

«Aquí falta señores una voz
tan pura y melodiosa
tan bella y armoniosa.
Aquí falta el clarín de mi clave
aquí falta su voz, que se apagó».

Años después, en los tumultuosos tiempos de la incipiente República con su luchas políticas y partidistas, el trovador cubano Emilio Billillo retomó y adaptó los versos de la «Clave a Soledad» de Tereso Váldés, le agregó los que forman la segunda parte, que corresponden a una cuarteta que se empezó a cantar en Cuba en 1900, según lo consigna Guillermo Cabrera Infante en su introducción a la edición del Círculo de Lectores, Barcelona, 1997, de los Diarios de José Martí:

Martí no debió de morir, ay, de morir.
Si Martí no hubiera muerto, otro gallo cantaría,
la patria se salvaría y Cuba sería feliz.
Martí no debió de morir, ay, de morir.

Con ese conjunto Emilio Billillo formó la «Clave a Martí».

Al mismo tiempo, en México comenzó a hacerse popular esta última cuarteta empleándose el ritmo de danzón. También tuvo su contenido político en oposición a la figura de Porfirio Díaz, que poco después de la muerte de Benito Juárez ocupó la presidencia del país por largos años. Lo que casi nadie sabe es que los versos originales son cubanos creados en el siglo XIX. Se dice que el autor de la versión mexicana lo fue Esteban Alfonso, natural de Chiapas, con arreglos posteriores del cubano Mariano Mercerón. Este danzón lleva el nombre de «Juárez» y utiliza la letra de la clave original aplicándola al prócer mexicano:

Juárez no debió de morir
¡Ay! De morir
si Juárez no hubiera muerto,
otro gallo cantaría,
la patria se salvaría.
México sería feliz,
sería feliz...

Ana Dolores García
Foto: Google

«Clave a Martí» en la voz del Dúo de las Hermanas Márquez:
http://www.youtube.com/watch?v=lr2nG30qDSg
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Cine
El Secreto de sus ojos

País: Argentina
Director y guión: Juan José Campanella
Reparto: Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Pablo Rago.

Nominaciones:

Premios Goya 2009: Mejor película, mejor director, mejor actor principal y seis nominaciones más.
Oscar 2009: Entre las finalistas para nominación a mejor película en lengua no inglesa.

Sinopsis:
Benjamín Espósito, secretario de un Juzgado de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aires, está a punto de retirarse y decide escribir una novela basada en un caso que lo conmovió treinta años antes, del cual fue testigo y protagonista. Su obsesión con el brutal asesinato ocurrido en 1975 lo lleva a revivir aquellos años, trayendo al presente no sólo la violencia del crimen y de su perpetrador, sino también una profunda historia de amor con su compañera de trabajo, a quien ha deseado y amado fervorosamente y en silencio durante años. La novela que escribe Espósito nos hace recorrer los años 70, cuando en Argentina se vivían épocas turbulentas, el aire estaba enrarecido y nada era necesariamente lo que parecía ser. (FILMAFFINITY)

Algunas criticas:
«Un filme que combina a la perfección film noir, drama romántico, thriller, su acostumbrado humor y hasta el costado histórico, político y social.» (Pablo O. Scholz: Diario Clarín, Bs Aires)

«Magistral (...) La fórmula perfecta del cine emocional, quizá sentimental. (...) Unos diálogos hilvanados con muchísima gracia; una trama en espiral que se agarra al estómago (...) interpretaciones memorables». (Luis Martínez: Diario El Mundo, Madrid)

«Estamos en el territorio del gran cine, del clasicismo, de un universo tan rico como complejo en el que todo tiene sentido, te envuelve, te sugiere, te implica y te conmueve.» (Carlos Boyero: Diario El País, Madrid)

«Hay películas que funcionan a la perfección: ésta es una. (...) hay tanta electricidad y calor en las relaciones de los personajes (...) y los momentos de fibra y de nervio son tantos y tan corpulentos que tapan alguna flaqueza o titubeo. (...) Puntuación: **** (sobre 5).» (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC, Madrid)

«Una buenísima trama criminal, una estremecedora historia de amor y unos actores superlativos (...) Es una de esas películas que huelen a premios se miren desde donde se miren.» (M. Torreiro: Fotogramas)

http://www.filmaffinity.com
Foto: Google
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