14 de septiembre de 2009


Don Quijote de la Mancha
Obra del pintor pacense Álvaro Reja


Don Quijote de la Mancha,
caballero e ingenioso hidalgo.

Por: Maria Teresa Villaverde Trujillo
ashiningworld@cox.net


Novela escrita por Miguel de Cervantes y Saavedra.
Una de las obras más destacadas
de la literatura universal.

Primera parte:
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha,

publicada en 1605.
Segunda parte:
El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha,

publicada en 1615


“...En un lugar de la Mancha,
de cuyo nombre no quiero acordarme,
había un hidalgo
que vivía con su ama de llaves y una sobrina...”


VENCIDOS
(Poema de León Felipe)

... Y ahora ociosa y abollada, va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar...
Va cargado de amargura...
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar...

Va cargado de amargura,
que allá "quedó su ventura"
en la playa de Barcino, frente al mar...

Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar...
y cuántas veces te grito:
«Hazme un sitio en tu montura

y llévame a tu lugar.

Hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado,
hazme un sitio en tu montura,
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar.

Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo
y llévame a ser contigo,
contigo pastor...»

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...
Va cargado de amargura...
Va, vencido, el caballero
de retorno a su lugar.

Septiembre 2009
ashiningnworld@cox.net
Ilustraciones: Google

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Bluetooth: decir sin palabras

Yoani Sánchez

Estaban a tres metros uno del otro y orientaron sus móviles -como dos cowboy en mitad de un duelo- para lanzarse el video clip “Decadencia” y las últimas fotos de Carlos Lage. La información viajó por el aire y se almacenó en la memoria de cada artilugio telefónico. No quedaron rastros del envío, ni siquiera los que estaban alrededor se dieron cuenta que casi cincuenta megabytes habían cruzado el parque en unos breves minutos. Cuando la noche avanzó, le pasaron los “materiales” a una docena de amigos, que al otro día los transfirieron a otros cincuenta.

La tecnología bluetooth es la pesadilla de los censores. Libros prohibidos en formato pdf, canciones que nunca se escuchan en la radio, blogs bloqueados hacia el interior de la Isla y todo tipo de noticias ausentes de los medios oficiales se trasmiten a través de estas radiofrecuencias.

En la capital, es un fenómeno que va en aumento, especialmente entre los más jóvenes. Incluso hay quienes portan un teléfono celular que sólo usan como medio para almacenar e intercambiar fotos, música y videos, al no poder costear los altos precios del servicio móvil.


Lo intangible se abre paso en esta sociedad donde imprimir y distribuir una publicación podría llevarnos a la cárcel bajo el delito de “propaganda enemiga”. Numerosos periódicos, exclusivamente virtuales, están viendo la luz, mientras una cultura de lo digital deja fuera del juego a quienes piensan que las revoluciones se hacen sólo con armas y con discursos. Para ellos, estas ondas omnidireccionales son puro juego de muchachos. Es mejor que así lo crean. Cuando se den cuenta de su importancia, lo inalámbrico habrá logrado reconectar todas esas hebras que –sistemáticamente- han sido cortadas entre nosotros los ciudadanos.

Recogido del blog de Yoani Sánchez,
www.desdecuba.com
Ilustación: Google

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La alegría hecha ciudad
Recordando La Habana

Maggie Guaty Marrero

La Habana, Capital de Cuba, una ciudad que contó con rasgos propios desde su fundación colonial, y mantuvo un auge de crecimiento y progreso extraordinariamente acelerado después de la independencia de Cuba en 1902. Por sus exclusivas características se creó una personalidad, inigualable e irrepetible, convirtiéndose en una de las ciudades más interesantes y hermosas del mundo, siendo muy admirada y visitada en sus años de esplendor, hasta la entrada del comunismo en 1959.

En la década de 1950, los edificios comenzaban a alcanzar una altura de más de treinta pisos, y la arquitectura imperante en las áreas residenciales era flamante e innovadora. Las amplias y elegantes calzadas y avenidas, y las estrechas calles coloniales, guardaban un balance estético y funcional.

El caliente verano era la época perfecta para disfrutar de las incontables y cercanas playas, practicar deporte en uno de sus tantos parques, jardines y clubes, o simplemente sentarse en el portal a conversar, tomar un buchito de café, y ver la gente pasar.

Los otoños entraban dándole respiros de brisa al caluroso verano y brindando asombrosas puestas de sol, “el frío” un fresco agradable, era sólo un pretexto para vestir con elegancia y lucir los nuevos trajes y abrigos, estación ideal para paseos y fiestas. La ciudad era un deleite todo el año, pero nada como las Navidades o los Carnavales, en donde se acicalaba y brindaba lo mejor de si misma.

Así era La Habana, y de mil formas más, cada calle, cada rincón, tenía su especial encanto. Modernos repartos, como el Vedado, -modernidad contrastando con la majestuosidad de las antiguas casonas - Miramar: bella, distinguida, fastuosa y elegante. Incontables cines y teatros, los regios Clubes nocturnos y Cabaret, que brindaban vistosos espectáculos, y grandes y lujosos hoteles que alojaban turistas del mundo entero.

La importancia de la religión estaba presente en sus Iglesias : La Catedral, la Virgen de Regla, La Iglesia de Reina, Jesús de Miramar, La Parroquia del Vedado, San José Nuevo Vedado, por mencionar unas pocas.

Magnífica y mimada por el azul de un cielo que le brindaba el encuadre perfecto a una ciudad con un aroma inconfundible: perfume a mar. Cadencia de son, bullicio, pregones, garbo y verdor de palmas, acicalada con monumentos e infinidad de callejones que atesoraban sus leyendas. La presencia de personajes conocidos por todos que se hicieron famosos por sus excentricidades.

Limpia, brillante, besada por las olas, protegida por el Malecón y sus fortalezas, hija predilecta de las Antillas. Una esperanza de aventura y sorpresa en cada esquina. La alegría hecha ciudad, esa es La Habana que recordamos.

Hoy, es una sombra de lo que fue, aquel esplendor que una vez tuvo se ha visto opacado por la corrosión comunista. La ciudad se encuentra hoy de rodillas bajo el yugo que oprime a toda Cuba, maltratada y abandonada por un sistema cruel.

La seguimos queriendo y añorando, y esta anciana y enferma ciudad de hoy cuando Cuba sea libre, renacerá de sus escombros de nuevo para ser como fue antaño, la reina del Caribe, bella entre las bellas metrópolis del mundo, y se situará en el lugar que siempre le correspondió.

Bella Habana………. ¡Te saludo!

Maggie GuatyMarrero
© Copyright- Derechos reservados.
12 de febrero de 2001

Recogido de C´Jaronú
http://cjaronu.wordpress.com
Imagen: Google

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SZENTENDRE, HUNGR'IA


Szentendre
(San Andrés)

Ana Dolores García

Hungría, además de tener en Budapest una de las ciudades más hermosas de la Europa Central, no escatima paisajes y alicientes para ofrecer a quienes la visitan.

Siguiendo la ruta del Danubio nos llegamos hasta Szentendre, -que se entiende mejor si decimos San Andrés-, una pequeña ciudad distante de Budapest a una media hora por carretera.

La mayoría de quienes visitamos por primera vez la capital magyar, ignoramos la existencia de un lugar que no puede estar excluido del recorrido que ofrecen las agencias de viajes. Y bien que valió la pena que nos llevaran hasta allá. La llaman la ciudad de las artes y los museos, aunque estos últimos no puedan compararse con los que existen en Budapest.

Originalidad no les falta, como el del mazapán que, aunque repetido en varias ciudades de España, puede ser considerado como de los más importantes del mundo. Y es que San Andrés, además de ofrecernos en otro museo los trabajos de la ceramista más conocida del país, Margarita Kovács, no puede renunciar a sorprendernos y ganar nuestra admiración con la talla de estupendas figuras, no ya en cerámica ni en bronce, sino en apetitoso turrón de almendra.

San Andrés es un pueblo encantador, lleno de rincones adorables y muy fotogénicos. Posee dos pequeñas iglesias, una ortodoxa y otra católica. Entramos en la católica, barroca. Su sacristana, al ver las cámaras fotográfícas, nos presentaba un rústico papel en el que se leía «100». Y no hacían falta palabras para que entendiéramos que había que pagar 100 forines para poder tomar fotos. Nada criticable, porque de algún provecho tendrían que servir las visitas turísticas a la vieja iglesia.

El Danubio, rincones fotogénicos, dos pequeñas iglesias, muchos cafés con terrazas y muchas, muchas, muchas tiendas. Allí encontramos toda clase de típicas cerámicas húngaras, y hasta paprika, hígado de oca (nos dicen que los franceses lo venden luego como propio), y licores como el Unicom, bebida digestiva muy amarga, y vinos como el Bikavér (tinto) o el Tokay, (dulce) complemento indispensable para deleitar el foie gras.

Fue un día encantadoramente sorpresivo. Al final, la inevitable espera por los excursionistas que no lograban desprenderse de las múltiples tiendas e intentaban fisgonearlas todas.

Foto y texto
Ana Dolores García

13 de septiembre de 2009


Estampa costumbrista
Los borrachos

Eladio Secades

Un borracho suele ser un cuerdo que ha querido enloquecer un poco para divertirse. Los locos se divierten a expensas de los cuerdos que tienen que soportarlos. Cuando el amigo borracho nos invita a tomar y pedimos un refresco, acabamos de recibirnos de loqueros. Lo mejor en estos casos es emborracharse también. Para soltar la camisa de fuerza y quitarle las enaguas a la pena que nos daba.

Todo lo que aparentemente el borracho pierde con el licor, lo tenía perdido ya. La vergüenza inclusive. Lo único que el borracho pierde de veras es el equilibrio. Y las ganas de volver a casa. El peor de todos los borrachos es el que nos abraza, nos escupe al hablar de cerca y encima no nos deja ir. El borracho de clinche. El terrible borracho de yo soy tu amigo.

La amistad del borracho es adherente y el desprendimiento doloroso. Como arrancarse una postilla. Junto al borracho que profesa el látigo de la amistad, siempre hay una pobre víctima que acude a tomar la última. Pero el amigo ebrio le recuerda que no se dice la última. Sino la penúltima. Porque la última la toman los que van a morirse. Más que chiste y más que superstición, es un pretexto para seguir bebiendo.

Aquellos que se emborrachan en los bares son pensadores en voz alta. El alcohol les inflama las reservas de la sinceridad. Y de la esplendidez. Y de la valentía. No se puede creer en la sinceridad del borracho, por lo mismo que la dignidad no viene en botellas. Ni se puede creer tampoco en su esplendidez. Porque es frecuente que lo que gasta en bebida, lo quita del diario de la familia. Ni debe tampoco creer en su valor, porque después de quererse fajar con todo el mundo, acaba invitando al policía de la posta. Y diciéndole que no hay problema. Porque él es una persona decente. Y para convencerlo, le dice quien es. En Cuba todos somos alguien. Todos tenemos influencia para cerrar el café donde han querido cobrarnos de más. Por lo menos pensamos mandarle un inspector amigo para que vea los servicios sanitarios. Que es cuando el criollo se pone bravo y dice que ahora van a saber quien es él.

No hay cubano que alguna vez no haya pensado en cerrar un establecimiento. O quitar una multa en un juzgado Correccional. Si no fuera `por los estallidos del carácter, se nos olvidaría que somos personas influyentes. Con un amigo político a quien nunca hemos molestado. Y un pariente que sale con el juez, de pesquería. O que juega dominó con el secretario. El Juez Correccional puede ser un estado de ánimo. Es lo más humano que tiene la ley. Por eso se equivoca. En algunos juzgados los curiosos esperan que empiecen los juicios, para adivinar como ha de ser la sesión. Nada más fiel al cálculo previo que un pitcher bueno y un juez malo. Sólo hay que ver como empiezan.

Existe el borracho de la calle. La bufa ambulante. La que convierte al esposo que vuelve tarde en recuerdo de Chaplin. El traspiés en la acera y el vómito junto al farol. Un borracho vomitando es un forzudo empeñado en jorobar un poste. Hay que mirar al suelo, porque la madrugada da vueltas. Los marcos de las ventanas van pasando por la mente. Como ideas cuadradas. El cielo parece de opereta. La luna es una tajada de monóculo. La niña sentimental que sale del cabaret ve una ventana iluminada en la madrugada y teme que sea un enfermo que sufre. El amigo irónico sospecha que puede ser una escena de amor. A lo peor es un panadero que se está levantando. Yo nunca he visto una madrugada sin un gato. El borra cono puede entrar porque con la punta del llavín no acaba de encontrar el ombligo de la cerradura. Será fantasía imperdonable, pero a veces pensamos que a la madrugada criolla le hace falta el sereno español. Con el farol, los bigotes y los botines en que envolvía los callos. Nadie supo nunca por qué aquellos serenos le cantaban la hora a un vecindario que estaba durmiendo. La madrugada de hoy no tiene encanto. Una madrugada con serenos que se afeitan y muchachas que han salido de los salones de baile y están esperando la guagua.


Del libro
«Las mejores estampas de
Eladio Secades», Edición 1983.
Ilustración: Google

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Reflexión

De una oración de San Agustín a Jesús

Señor Jesús, que me conozca a mi
y que te conozca a Ti,
Que no desee otra cosa sino a Ti
y que todo lo haga siempre por Ti.

Que me humille y que te exalte a Ti.
Que no piense nada más que en Ti.
Que me mortifique, para vivir en Ti.
y que acepte todo como venido de Ti.

Que siempre escoja seguirte a Ti.
que ponga toda mi confianza en Ti.
Que a nada dé importancia sino tan sólo a Ti
y que obedezca a otros por amor a Ti.

Mírame, para que sólo te ame a Ti.
Llámame, para que sólo te busque a Ti.
Y concédeme la gracia
de gozar para siempre de Ti.

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12 de septiembre de 2009

http://www.youtube.com/watch?v=6JGI-arwt-g

Decadencia

Pulse en el enlace que antecede
para ver el nuevo vídeo en YouTube
acabado de llegar de Cuba.

¡Electrizante!

Colaboración de
Evaristo González

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Fallece Juan Almeida Bosque,
«comandante de la revolución»

Juan Almeida Bosque, fallecido anoche a los 82 años en La Habana, fue uno de los históricos dirigentes comunistas cubanos, fiel a Fidel Castro desde sus albores revolucionarios, además de un afamado compositor musical.

Nacido en La Habana el 17 de febrero de 1927, Almeida acumulaba todos los honores de los históricos de la revolución castrista: comandante de la Revolución, vicepresidente del Consejo de Estado y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC, único en la isla).

Con su cargo de “comandante de la revolución”, encarnaba la épica revolucionaria, ya que ese cargo solo lo ostentan unos pocos elegidos: el propio Fidel Castro -apartado del poder oficialmente desde febrero de 2009-, el ministro de Informática y Telecomunicaciones, Ramiro Valdés, y Guillermo García Frías.

De perfil discreto, poco amigo de aparecer en los medios, a Almeida se le veía sobre todo en la que ha sido su última función pública más visible, recibiendo a los nuevos embajadores acreditados en La Habana, siempre vestido con su uniforme verde oliva.

Su ausencia en la última recepción de embajadores y su sustitución por el vicepresidente primero Manuel Machado dio que hablar en La Habana.

En 1990 su nombre fue citado entre los posibles implicados en un golpe de estado, pero el entonces vicepresidente Carlos Rafael Rodríguez desmintió tanto su detención como su implicación en la trama, y de hecho nunca sufrió represalias visibles ni perdió sus honores.

Almeida tuvo nueve hijos, de tres matrimonios. Su primogénita, Beatriz, vive en en Miami desde 2005, y otro de ellos, Juan Juan Almeida García, fue detenido en Cuba en mayo pasado cuando intentaba emigrar ilegalmente a Miami para reunirse con su esposa yotros familiares que han salido de la isla. Juan Juan se enemistó con el régimen, protagonizó su fallida huida ilegal de la isla el pasado mayo para venir a Estados Unidos y finalmente fue detenido, aunque pudo contar en un libro su odisea.

En “Memorias de un guerrillero cubano desconocido”, Juan Juan Almeda da algunas claves para entender el régimen cubano y la personalidad de su padre hoy fallecido.

Los medios oficiales recuerdan hoy el origen como albañil del comandante Almeida, segundo de una familia de doce hermanos, que se sumó a la lucha revolucionaria ya desde 1952, y en los 57 años transcurridos desde entonces “estuvo siempre en la primera línea de combate junto al Jefe de la Revolución”.

Además de su faceta política, Almeida fue autor de más de 300 canciones, entre las más conocidas “La Lupe”, en homenaje a una mujer mexicana a la que conoció en el exilio, “Dame un traguito” o “Qué le pasa a esa mujer”, que han sido interpretadas por las figuras más relevantes de la canción cubana (Omara Portuondo, Burke, Juan Formell, Chucho Valdés o la Charanga Habanera).

El comandante fue siempre considerado un fiel entre los fieles por el propio Castro: en el libro “Cien horas con Fidel”, este último lo incluyó “entre la lista de hombres incapaces de traicionar la revolución”, y dijo que fue uno de los que “vivieron tiempos decisivos sin flaquear jamás”.

Reproducido del Diario Las Américas,
Edición del 12 de Sept de 2009-09-12
Foto: Google.

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El marxismo vuele a las aulas cubanas

Pablo Alfonso

Cuba inauguró el pasado martes un nuevo curso escolar. Hay novedades en este año lectivo. Tienen que ver con la Historia nacional y el reforzamiento ideológico en todos los niveles de enseñanza. También con la Ortografía y las Matemáticas.

Lo primero viene acompañado del tufillo rancio de los manuales de marxismo, un aparente rescate de ese anacronismo que instaló la dictadura castrista en la sociedad cubana como elemento político de su régimen.

Lo segundo es una consecuencia de lo primero; aunque los jerarcas que dirigen los planes de educación apunten en otra dirección. Hay que ir al rescate de la Ortografía, desterrar las aberraciones lingüísticas provocadas por años de enseñanza deficiente; resultado del período especial, dicen, y hasta del embargo norteamericano. Lo de las Matemáticas, imagino que se relaciona con la intención de sacar con claridad las nuevas cuentas. Es decir, tomar conciencia de que, como dijo el general Raúl, dos más dos son siempre cuatro…aunque a veces en el socialismo cubano el resultado pueda ser tres.

Las nuevas consignas y buenas intenciones que acompañan la inauguración del curso escolar 2009-2010 parecen una contradicción si se tiene en cuenta que la educación en Cuba, es una de las llamadas conquistas insignias del castrismo.

“A lo largo del actual curso, a los estudiantes de séptimo, octavo, y décimo grados, como también en los cuatro años de la enseñanza técnica-profesional, se les impartirá el programa de Historia de Cuba y se intensificará el estudio del idioma Español”, anunció el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.

Hace algunos días circulaba por los sitios de Internet un comentario firmado por un anónimo profesor de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, que podría explicar la grave situación ortográfica del estudiantado cubano. Resulta que un equipo de profesores de esa Facultad recibió la encomienda de realizar exámenes de diagnóstico a los estudiantes de quinto y sexto año de las llamadas Sedes Universitarias Municipales que se gradúan este año.

El comentario de siete páginas, repleto de anécdotas, es demasiado extenso para ni siquiera resumirlo en este corto espacio; pero hay algunas perlas escritas por los alumnos examinados que merecen citarse a manera de ejemplo.

Entre otros errores ortográficos: Hipno, con p; higno con g; igno, sin h y con g. Jubentud, con b de burro; Ballamo, con b labial y doble l; halojada con h; ambre sin h; ahudasia, con h intermedia y s; partisipación, cons y voio, con v corta y sin acento ni h intermedia…

Los conceptos de redacción y las ideas coherentes están por el piso. Aquí van algunas frases:

“En el ideario pedagógico de José Martí tiene muchas ideas martianas allí se encuentra muchas ideas martianas algunas son pensamiento de dicho autor”.
“La mujer es una baluarta de la Revolución, privilegiada por la maternidad y sin derechos a la discriminación”.

“María Mantilla es la hermana de Martí”…”mujeres valientes como Flor Crombet”…”Martí luchó por la igualdad del hombre por el hombre”…”La dignidá se conquista y no se regala, es comó la sal en el alimento, es el complemento de las virtudes”…”Un ejemplo muy virgente”.

En materia de Historia de Cuba la confusión de nombres y su ortografía es igualmente patética, al punto que estos “alumnos universitarios” a punto de graduarse este año han creado todo un nuevo panteón patriótico. Así tenemos a: Mariana Gragales, Mariana Granjales, Marina Grajales, Selia, Celie Sánchez, Haimée Sta María, Vilma Esping, Vilma Spin, Bilma.

En fin, para qué seguir.

Sin duda que el compromiso anunciado para mejorar la calidad de la enseñanza en este nuevo curso escolar requiere de un esfuerzo colosal.

Se informa de medidas entre las cuales “sobresalen la inclusión con carácter obligatorio de las pruebas de ingreso de Matemáticas e Historia para todos los estudiantes que deseen incorporarse a la universidad.”

Por lo pronto la dictadura castrista se ufana de que unos tres millones de estudiantes volvieron a las aulas, donde el régimen pretende reforzar la formación ideológica, el estudio de Marx, el antiimperialismo y la cultura del trabajo, a fin garantizar la continuidad de la revolución…

Al volver a clases, los estudiantes “dedicaron” el curso a Fidel Castro y al 50 aniversario de la revolución.

“Para que el árbol nunca muera, van en el fruto las semillas. Fidel es un gran árbol. Nosotros los pioneros somos el semillero de su vida. Fidel siempre creciente. Fidel eternamente joven. Fidel multiplicado”, decía un poema que leyó el joven Mohamed en una escuela secundaria del oeste de La Habana.

El rector de la Universidad de La Habana, Gustavo Cobreiro, no se quedó atrás y al inaugurar el curso en ese centro docente afirmó: ¨Nuestro objetivo fundamental es que dentro de cinco años, cuando en el aula Magna reciban sus títulos de licenciados, ustedes digan, aquí me convertí en un verdadero revolucionario¨.

Pablo Alfonso
Diario Las Américas
Publicado el 5 de sept de 2009

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Frituras de bacalao

Para ofrecer la receta de las frituras de bacalao nos remontaremos primero a la de María Antonieta Reyes Gavilán en su libro «Delicias de la Mesa, Manual de Cocina y Repostería», que desde su edición en 1925 es un clásico de la culinaria cubana.

Sin entrar en detalles sobre cantidades de los ingredientes -como buena cocinera de antaño-, la Sra. Reyes Gavilán nos ofrece su receta. Omite además el proceso de «desalar» el bacalao, imprescindible cuando se utilizan las ya casi desaparecidas «pencas de bacalao», o los más actuales paquetes de bacalao salado que nos venden en los mercados latinos. El proceso de remojar el bacalao durante toda la noche se elimina cuando lo utilizamos fresco o congelado.

La receta de la Sra. Reyes Gavilán:

Se sancocha el bacalao, una vez blando se echa en agua fría para suavizarlo, se le quitan los pellejos y las espinas, se pica en la máquina, se le añade harina de Castilla, dos huevos crudos, perejil, un poco de zumo de cebolla, dos cucharadas de caldo y pimienta, se mezcla bien y se prueba de sal, se fríe en manteca o aceite bien caliente echándolo en la sartén por cucharaditas.”

En realidad tal es la receta básica que admite alguna que otra variación, como la que sigue, más explícita en cuanto a la medida de los ingredientes a emplear, y de la cual personalmente elimino la pimienta:

Ingredientes

1 lb. de bacalao
4 huevos
6 cdas. de harina de trigo
1 cda. de polvo de hornear
5 cdas. de cebolla molida
2 cdas. de perejil picadito
¼ cdta. de pimienta molida

Instrucciones
Remoje el bacalao desde la noche anterior y a la mañana siguiente dele un ligero hervor en agua fresca. Desmenuce el bacalao y mézclelo con los huevos batidos y el resto de los ingredientes. Añada la mezcla por cucharaditas a una sartén con aceite caliente hasta que las frituras estén doraditas.
Raciones: 12

Receta de la Sra. Reyes Gavilán:
http://www.guije.com
Ilustración y 2ª receta;
http://cocinacubana.cibercuba.com



Uno de los primeros tranvías eléctricos
de Camagüey, circulando por la calle Van Horne
frente a la Estación del Ferrocarril.
Se puede apreciar el "estribo"
a todo lo largo de su lado izquierdo.
(Foto de la colección de Robert Perschkes).
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Los tranvías de mi ciudad:
Cómo fueron aquellos primeros tranvías eléctricos

La empresa que tenía a su cargo estos tranvías, "Camaguey Electric Company" (nótese que ha cambiado el nombre de "Puerto Príncipe" por el de "Camagüey"), había sido registrada en Halifax, Nova Scotia, en 1906. Lamentablemente no se conoce el origen de los ocho tranvías que inauguraron el servicio, ya que no se ha podido encontrar información alguna sobre sus fabricantes. Se presume que fueron construidos en Canadá, tal vez por la empresa Rhodes Curry Co. de Nova Scotia o por la Montreal Street Railway de Quebec.

Los caballos o mulos fueron sustituidos por troles para hacer andar a aquellos tranvías. Los troles son pértigas, varas largas o armaduras de hierro que, colocados sobre su techo, sirven para transmitir a los tranvías eléctricos la corriente del cable conductor, de alta tensión, que corre suspendido arriba del centro de las vías, tomándola por medio de una polea o un arco que lleva en su extremo.

Fueron ocho aquellos primitivos tranvías eléctricos de Camagüey. Y fueron de los pocos modelos "abiertos" que hubo en Cuba, además del que existía en La Habana y otros dos en Matanzas. Tenían a cada lado un tablón o estribo, por el que los pasajeros subían a, o bajaban de los asientos de madera, y por los que caminaba el conductor para cobrar el importe del pasaje. Manuel Funes Cardoso recuerda que los asientos eran simples bancos de madera sin tapizar, de lado a lado del carro, a los que se accedía por los mencionados estribos laterales. Agrega Funes que estos carros también estaban provistos de unas llamativas lucecitas de colores.

Pronto se unió un nuevo tranvía a esta pequeña flotilla, ordenado a fines de 1908 a una compañía de Filadelfia. Se trataba de un tranvía con plataforma motorizada de 4 ejes, y pasó a ser el único tranvía de 8 ruedas que, fuera de La Habana, rodaba en Cuba.

Ana Dolores García
Copyright 2004

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11 de septiembre de 2009

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¿Por qué decimos...?




Nuestra popular frase «Hogar, dulce hogar» proviene directamente del inglés y es algo más antigua de lo que comúnmente pensamos. Forma parte de una ópera estrenada en Inglaterra en 1823, cuyos autores fueron el norteamericano John Howard Payne que se encargó de los versos, y un Sir inglés, Henry Bishop, responsable de la melodía. El nombre de la ópera fue: «Clari, Maid of Milán».

Tal como su autor, la letra cruzó los mares. Aunque no se recuerde la ópera, la melodía «prendió» en el gusto popular con su dejo de añoranza. En Inglaterra la cantaban los soldados que peleaban por Europa las guerras del Reino, y en Norteamérica era igualmente favorita de los soldados -Confederados o del Sur-, a quienes la guerra civil separaba de sus hogares.

Llegó al siglo veinte gozando de igual popularidad. Se la puede escuchar imaginariamente en un filme silente de 1909, en uno de los primeros experimentos de Thomas A. Edison. En él se muestra la frase «Toca “Hogar, dulce Hogar”», y la toma siguiente es la de un violinista que simula tocar la melodía.

Sí se le escucha casi al final de The Wizard of Oz (1939), como fondo musical para que Dorothy nos diga que «no hay lugar como el hogar». La melodía también está presente en el filme de 1944 «Arsenic and Old Lace» -Arsénico para los viejos- , del que muchos malpensados creemos se está preparando una reprise.

Pero eso no es todo. Si tan a menudo la repetimos, -ya sea con ironía o con añoranza-, o la bordemos en cojines o cuadros para adornar ese tan querido hogar, definitivamente los japoneses nos han ganado. Allá su título se pronuncia «Hanyu no Yado» y es uno de los himnos favoritos en las bodas, cuando a éstas se les quiere dar cierto toque occidental.

Ana Dolores García
Ilustración: Google

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Chuwy

Lindo recuerdo guarda Lidia Orosa con sus pinceles y su arte de su inolvidable mascota Chuwy


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¡Dios salve a América!

11 de septiembre de 2001


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10 de septiembre de 2009


La cubanita astronauta

La NASA ha seleccionado a una cubano-americana como integrante de futuros vuelos espaciales. Hija de un cubano exiliado, aunque nacida en EEUU, Serena María Auñón es un orgullo de todos los cubanos.

Es la hija de un inmigrante
cubano, muy luchador,
quien se ha ganado un honor
especial y fascinante.
Soñó ella siempre el instante
que al espacio volaría,
pero es tal su cubanía,
que dejó claro en la NASA
que en su viaje, como en casa
ropa vieja comería.
(Patricia)

Ilustración y texto:
http:// miami-picapica.blogspot.com

Vea en el siguiente vídeo de YouTube la historia de Selena María Auñón:

http://www.youtube.com/watch?v=p6JLfDnIFVs

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Homilía pronunciada por
S.E.R. Cardenal Jaime Ortega Alamino
Arzobispo de La Habana,
en la Festividad de Ntra. Sra. de la Caridad.

Santuario Diocesano de Ntra. Sra. de la Caridad,
8 de septiembre de 2009.

Queridos hermanos y hermanas:
¡A Jesús por María! ¡Cuántas veces estamos oyendo esta frase, y aún la hemos repetido sin comprender bien su significado! Este es el lema que la Iglesia Católica presenta a todo nuestro pueblo cubano al acercarse paso a paso el año 2012, cuando celebraremos los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad flotando sobre las aguas en la bahía de Nipe, al norte de la zona oriental de Cuba.

Desde entonces hasta nuestros días Ella ha estado presente entre nosotros y la devoción de todo el pueblo cubano tiene su centro en el Santuario de El Cobre; hoy hacemos en toda Cuba una colecta nacional para mejorar y embellecer ese Santuario donde conservamos y veneramos aquella bendita imagen de la Virgen María. ¡Cuántas veces cada día y todos los días del año escuchamos allí a sus hijos cubanos dirigirse a su madre del cielo, abriéndole el corazón, como lo han hecho hoy nuestros hermanos al paso de la procesión y como lo hacen ustedes aquí: Dios te salve, María, llena de gracia… bendito el fruto de tu vientre, Jesús! Porque Jesús, a quien proclamamos bendito, es el Hijo de Dios hecho hombre, es el fruto del vientre virginal de María.

En su imagen de El Cobre, en la de este Santuario y en todas las imágenes que nos son tan familiares, y que encontramos en las iglesias y en nuestras casas, la Virgen María de la Caridad tiene a Jesús-niño en su brazo. Sí, María siempre está unida a Jesús, como toda Madre está unida a su hijo, pero de modo singular, porque todo lo que hay de humano en Jesús lo ha recibido de María.

En efecto, Jesús no es el fruto de la unión de un hombre y una mujer. Lo sabemos por el Santo Evangelio. Cuando María conoce por el anuncio de un ángel que va a ser la madre del Salvador, responde: pero ¿cómo será esto posible, si yo no he tenido relación con ningún hombre? Jesús es, pues, todo de María, Jesús, el Hijo de Dios, vino a nosotros, se hizo parte de nuestra vida en la tierra por medio de María y por obra del Espíritu Santo. Mas, si El llegó hasta nosotros por Ella, nosotros podremos llegar a Jesús por María.

Y, ¿acaso no podemos dirigirnos directamente en la oración a Jesús?, preguntarán ustedes. Claro que podemos hacerlo pero, por un lado, somos a menudo olvidadizos o despreocupados y la madre nos recuerda siempre las cosas importantes, por otro, no conocemos a Jesús, el pueblo cubano no sabe en gran medida quién es Jesús, no conoce sus enseñanzas. Además, no se trata únicamente de dirigirnos a El en nuestras oraciones, sino de llegar a Jesús, de encontrarnos con Él.

Al no conocer a Cristo Jesús, pueden decir algunos: yo tengo ya mi madre del cielo que me protege, la Virgen de la Caridad, ¿es necesario ese encuentro con Jesús? Sí, más que necesario, es imprescindible. Del encuentro con Jesús depende que tu vida tome otra orientación o que te sientas seguro o segura de ir por el buen camino. Jesús nos dice de sí mismo en el Santo Evangelio: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Encontrarse, pues, con Jesús significa hallar el Camino verdadero, llenarse de vida. Y si tienes el valor no sólo de escuchar sus palabras, que El dice a lo hondo de tu corazón en ese encuentro, sino de seguirlo como discípulo, como quien de veras aprende de Él, sentirás que de lo hondo de ti salta una especie de manantial de agua fresca que nace de tu corazón, una alegría que nadie te puede quitar, y se hace luz en tu camino y comienzas a verlo todo distinto y tu vida deja de ser un edificio en ruinas o un callejón sin salida, porque nacerá en ti la ESPERANZA.

Y no una esperanza exterior de que “las cosas van a cambiar”, sino una esperanza honda, que se apoya en Dios, de que “Tú puedes cambiar”. Si tú cambias el mundo cambia, porque cambia tu mirada sobre las cosas y no ves todo oscuro y triste. Los que sufren depresión u otros trastornos psíquicos ven la realidad deforme o la consideran muy difícil de encarar. Quien tiene su fe y su confianza puestas en Cristo-Jesús, porque lo ha encontrado, porque ha escuchado su palabra y creído en Él, camina como su discípulo por la vida, lleno de esperanza y, aunque la realidad sea difícil de superar, halla la fortaleza de espíritu para no quedar aplastado por los acontecimientos y no perder la paz del corazón.

Es necesario, pues, encontrarse con Jesús, hacerse su discípulo, aprender a amar como El nos lo ha mostrado. Por eso llamamos a Jesús nuestro Salvador, porque El nos salva, nos libra del miedo y de la angustia y nos abre así el camino que lleva hasta la eternidad feliz. Allí lo encontraremos definitivamente más allá de nuestra muerte.

¡Qué acierto ha tenido la Iglesia en Cuba al invitar a todos los creyentes en Dios a llegar a Jesús por María! Porque a la Madre no la olvidamos nunca, la sentimos cercana y siempre oímos los consejos que ella nos da. Quiso Dios que la imagen de María, Madre de Jesús y Madre nuestra, fuera hallada flotando sobre las aguas de nuestros mares por tres indios y mestizos cubanos, que recogieron la imagen con mucho amor. En una tabla a la cual estaba unida se leía: “Yo soy la Virgen de la Caridad".

Desde ese día el cubano la acogió en su casa, ha sentido a María como madre amorosa y le ha rezado lleno de gratitud y de confianza, y Ella no ha cesado de desempeñar con nuestro pueblo el papel maternal que su Hijo bendito le confió desde lo alto de la Cruz cuando le dijo: “Madre ahí tienes a tu hijo”. Esa fue una de las palabras de su despedida, del testamento espiritual de Jesús. Y a nosotros, nos dijo: “hijo, ahí tienes a tu Madre”.

María de la Caridad, la Virgen del Cobre, es esa Madre que se ocupa de sus hijos cubanos. Y nos repite siempre el mismo consejo: “Hagan lo que Él les diga”. En eso está nuestra salvación, en hacer lo que Jesús diga a lo hondo de nuestros corazones. Si lo escuchamos y ponemos en práctica cuanto nos dice, nuestra vida cambiará.

Cuánto debemos rogar a la Virgen María de la Caridad que indique a los hombres y mujeres de nuestro pueblo el sendero que los lleva a Jesús, porque el encuentro con Jesús será para los cubanos reencontrarnos como pueblo, redescubrir los valores cristianos dormidos, pero latentes, en la conciencia colectiva del pueblo cubano y en muchos hermanos nuestros, y podremos así reemprender o comenzar la práctica de las virtudes personales y sociales que hoy parecen estar ausentes.


En pocas páginas de un mismo periódico pude leer tres artículos que se referían al estado decadente de las personas en nuestra sociedad: jóvenes sin camisa que suben a los ómnibus, mujeres que se quejan de las críticas de algunas personas porque ellas exhiben su vientre y no dicen nada a los hombres que van con el torso desnudo. Y ambas cosas son deplorables. Otro artículo decía que una abuela explicaba que jamás un hijo de ella se sentó a la mesa a comer sin camisa, y esto es hoy tan frecuente… Otra periodista relata que en una guagua en que iba con sus dos hijas menores entró un grupo grande de jóvenes descamisados con un talante violento y sin querer pagar. Ella sintió miedo y abrazó junto a sí a sus dos hijas. Hasta aquí he hablado sólo de lo externo, de la manera de presentarse, no de los hechos violentos reales que van desde poner música ensordecedora, hasta asesinar a un sacerdote para robarle, pasando por peleas, violencias familiares, vida sexual desenfrenada, abuso de las bebidas alcohólicas por parte de los jóvenes, desprecio a la ancianidad y descompromiso social.

Seguro que en los noticieros del mundo que tomaron hoy la procesión de la Virgen de la Caridad en La Habana, como cada año, aparecerán en los balcones y azoteas, y aún en la misma acera, hombres y aún mujeres semidesnudos ante la imagen de María de la Caridad que pasa frente a ellos. A veces nos parece retornar a un primitivismo salvaje. No es el aspecto urbano lo peor de Centro Habana. Créanme que en los videos de otros años los edificios y casas no lucen tan mal, es el paisaje humano el que aparece verdaderamente deteriorado. Y no es sólo que el paisaje visible de los hombres y mujeres luzca así. Esto es más bien un síntoma del desarreglo interior que se ha instalado en el cubano de hoy. En la mayoría de los casos no hay odio ni desprecio en algunos modos de actuar, ni ningún otro sentimiento malo, sino un vacío de valores, una falta de delicadeza, un vivir sin pensar, que puede estar generando una extraña cultura de la vaciedad, de la nada. Descubrimos en ello un hombre y una mujer no motivados desde lo profundo para actuar y vivir personal y socialmente de forma constructiva.

Claro que no es la Iglesia la única preocupada por estas cosas, pero lo que la fe cristiana puede ofrecer para mejorar la sociedad es la renovación del ser humano. Para esto se necesita una motivación profunda que haga a los hombres y mujeres de hoy, especialmente a los jóvenes, capaces de hallar un sentido para sus vidas, de ir por la vida con esperanza y llenar sus corazones con sentimientos de fraternidad y amor. Esta es la verdadera religión, la que propone y favorece actitudes de sinceridad, de decencia y de amor, no de violencia y aflicción, la que llena al ser humano de valor y fortaleza para enfrentar las dificultades, la que alegra el corazón y colma de paz el alma, al sabernos amados por Dios.

Si nos transformamos de ese modo, cambiará la vida familiar y el comportamiento social y seremos aquellos cubanos acostumbrados a sentirnos siempre miembros de una gran familia. Todo esto es muy difícil de lograr cuando vivimos sin fe en Dios. Por eso pedimos a la Virgen de la Caridad, Madre de todos los cubanos, en el día de su fiesta, que Ella nos conduzca de la mano hasta Jesús, hasta Dios, para que el milagro del amor en el seno de la familia, en el vecindario, en la calle, sea el distintivo de todos los cubanos y sea también signo de que en lo profundo de nuestro ser algo se transforma, algo cambia, porque ha surgido la ESPERANZA.

Virgen de la Caridad, ruega por nosotros.

Reproducido de Palabra Nueva,
http://www.arzobispadodelahabana.org
Foto: Gaspar, El Lugareño
http://www.ellugareno.com

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La noticia, monda y lironda

Antier, 8 de septiembre, día de festejos en el Principado por ser el día instituido como el «Día de Asturias», tal vez escogida la fecha al celebrarse la festividad de Nuestra Señora de Covadonga, patrona de los asturianos crédulos, el Presidente de la comunidad autónoma hizo entrega de la Medalla de Oro del Principado al vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, José Ramón Fernández.

El homenajeado no pudo recibirla personalmente. No sé si porque no se le hubiera concedido el permiso de salida, o porque sus altas funciones en el gobierno le impidieran incluso un viaje de fin de semana a la tierra de sus progenitores. ¿Pensarían que podría unirse a los «quedaditos? ¡Una nunca sabe! Pero no importa, allí estaba el Embajador de Cuba para recoger la medallita.

El cable dice, y probablemente sean las palabras del propio Areces, Presidente socialista de la Comunidad asturiana, que «por su doble condición de vicepresidente y asturiano, Fernández ha sido y es uno de los interlocutores para reforzar las relaciones empresariales con Cuba.»

Suficiente mérito para España, desde luego. Para Cuba, sus gestiones gubernativas se limitan a formar parte de un equipo que se ha encargado de destruir nuestra economía a través de más de cincuenta años de improvisaciones e incompetencia.

El colmo sería que Fernández, por ser de origen asturiano, hubiera solicitado también ser incluido en la polémica «ley de nietos», tan exitosamente acogida en Cuba. ¡Sólo por si las moscas…!

Ana Dolores García

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Recordando a Osvaldo Farrés

Armando López

No se puede hablar del bolero sin Osvaldo Farrés. Nuestros padres se amaron con sus poemas cantados; nosotros nos enternecemos con sus sencillas melodías. Quizás, quizás quizás, Toda una vida, Tres Palabras y Acércate más, han hecho amarse al mundo, en las voces de Nat King Cole, Doris Day, Bing Crosby, Johnny Mathis, Maurice Chevalier, Plácido Domingo, Edith Piaff, Katina Ranieri, Pedro Vargas, Toña La Negra, Lucho Gatica, Olga Guillot, Sara Montiel…

Y lo insólito es que, medio siglo después, esas canciones se siguen cantando en todo el mundo. Lo demuestran los reportes de derechos de autor de la SACEM (Asociación de Autores y Compositores y Editores de Música) y las interpretaciones de Luis Miguel, Paloma San Basilio, Enrique Iglesias, por sólo mencionar algunos reincidentes de estos inmortales boleros.

La banda sonora del filme de Almodóvar La Mala Educación lo reafirma. Farrés sigue de moda.

Y no griten los cultos de conservatorio (y los envidiosos del talento ajeno), si afirmo que uno de los compositores más interpretados de Cuba (más de 300 canciones) no sabía escribir música, ni tocaba ningún instrumento, que fue un muchacho de poca escuela, del pueblito de Quemado de Güines, a quien su maestra de tercer grado le reprochó: "tú no naciste para el campo". Y corrió a La Habana, con una maleta de madera repleta de sueños, a ganarse la vida a cómo podía: de mensajero en bicicleta, de pone muelles en colchonerías, decorador de vidrieras de El Encanto, y hasta como pintor de paisajes.


«Porque todos esos óleos de guaracheras y cubanas palmas que asoman en las paredes de mi casa en Nueva Jersey —aclara Fina del Peso, novia, esposa y musa inspiradora del compositor— los pintó Farrés sin recibir una sola clase de pintura»
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¿Un artista total? ¿Un genio del Renacimiento?, pregunto a su fiel enamorada. «Un simple hombre, -responde-, pero tocado por Dios».

Los recuerdos de Fina
«Conocí a Osvaldo cuando yo acompañaba a mi hermana, la actriz Asunción del Peso, hasta la CMQ de Monte y Prado -el rostro de Fina se ilumina-. Por entonces, era el jefe de Publicidad de la cerveza Polar, y yo casi una niña. Ya había compuesto su popular guajira Mis cinco hijos (Pedro, Pablo, Chucho, Jacinto y José), tan popular en la voz de Miguelito Valdés, cuando nos volvimos a encontrar. Yo había terminado el Instituto, Farrés se me acercó y me dijo con picardía: “Señorita, ¿esas piernas las pidió prestadas o son suyas?”.

Como en La Habana los piropos vuelan, mi papá puso el grito en el cielo: Farrés era un hombre mucho mayor que yo, y estaba divorciado (pecado mortal para la época). Me enviaron a Santa Clara, con mi tía, pero de nada valió. Hasta allá Farrés me mandó a decir que escuchara La Hora Polar, donde Pedro Vargas estrenaría la canción que él había escrito para mí. Cuando El Tenor de las Américas cantó: “Toda una vida, me estaría contigo, no me importa en qué forma ni dónde, ni cómo, pero junto a ti…”, sabía que ya amaba a aquel hombre que me llevaba 30 años, y para siempre.

Cuando en 1946 Farrés lanzó El Bar Melódico, en Radio Cadena Azul, me pidió que fuera la coordinadora del programa. Pronto pasamos a CMBF TV y de ahí a CMQ Televisión en horario estelar, los miércoles a las nueve de la noche. Osvaldo, con su desenfado campesino, entrevistaba a los artistas, contaba anécdotas de la farándula, pero a veces me llamaba frente a las cámaras, y hasta me ponía a cantar (Fina había ganado interpretando boleros en La Corte Suprema del Arte ).

Trece años permaneció El Bar Melódico en los primeros lugares de popularidad. La Habana era plataforma de lanzamiento artístico. Para triunfar en América, había que conquistar La Habana. Por El Bar Melódico pasaban todas las estrellas que nos visitaban, desde Josephine Baker hasta Nat King Cole, Maurice Chevalier y Sarita Montiel. Y hacíamos cultura.

Una vez al mes, celebrábamos La Sala de Conciertos, con las grandes figuras líricas: Manolo Álvarez Mera, y hasta la orquesta de Paul Tsonka, con 101 músicos. En Nochebuena, celebrábamos La Cena de las Estrellas, cubanísima, con puerco asado, y fricasé de guanajo (pavo). Por allí desfilaron Rita Montaner, Alicia Alonso, Lola Flores, y no sólo artistas, también pintores, escritores, y gente de pueblo, que Farrés decía que no había grandes ni chiquitos; le encantaba mezclarlos a todos".

Una voz misteriosa
¿Cómo componía Farrés? Por inspiración, letra y música le venían juntas, -afirma Fina del Peso. Y eso ocurría en un santiamén, como si una voz misteriosa le dictara sus canciones. Luego, corría hasta mí, texto en mano, para que me aprendiera la melodía y se la cantara a una pequeña grabadora. De ahí, llamaba a un músico de escuela para que le escribiera las notas en el pentagrama. Podía ser Fernando Mulens, su entrañable amigo, u otro cualquiera.

Tenía un oído musical muy especial. Si a la hora del arreglo los orquestadores le equivocaban una nota, de inmediato saltaba. ¿Habría algo mágico en sus canciones? Porque de sólo oírlas, el público las repetía, las hacía suyas. Pocos compositores cubanos tuvieron tantos éxitos como Osvaldo, lo que producía envidia, rumores de que compraba sus canciones, bajezas, y es que sólo Lecuona, Roig y Farrés pudieron vivir en Cuba de sus derechos de autor.

Era un hombre tierno, con disposición para las letras amorosas, pero su producción abarcaba todos los géneros, desde guarachas y rumbas hasta zarzuelas, -agrega la albacea de los recuerdos del compositor. ¿Quién no recuerda En el Mar… la vida es más sabrosa…, que popularizó el filme de Cantinflas Sube y Baja? ¿Su canción preferida? Sin duda, Madrecita , que le dedicó a su madre, a quien adoraba; canción tan sencilla, directa y hermosa, que los niños de Cuba y muchos países de Latinoamérica aún cantan el Día de las Madres en las escuelas, colocando en su pecho una flor roja, o blanca si son huérfanos: “aunque amores yo tenga en la vida, que me llenen de felicidad, como el tuyo jamás madre mía, como el tuyo no habré de encontrar…”

Pero fueron sus boleros románticos los que alcanzaron mayor fama internacional. ¿Cómo surgió Tres Palabras? —pregunta la coordinadora de El Bar Melódico. Pues la mexicana Chela Campos, muy de moda, le insistió en que le hiciera una canción. Farrés le respondió que a veces no le llegaba la musa, y pasaba meses sin escribir. Y Chela ripostó: “Ay, maestro, no se me haga el difícil, que con tres palabras se hace una canción”. Y aunque Farrés protestó: “¡No me llames maestro” (se decía maestro de nada), llegó a la casa y escribió su inmortal: “son tres palabras solamente mis angustias y esas palabras son: cómo me gustas'".

Una vez, en Judea, rumbo a Belén, -Fina muestra fotos de aquel viaje- a donde habíamos ido a conocer los lugares sagrados del cristianismo (Farrés era muy creyente), un chofer de barba negra y espesa puso en su grabadora Quizás, quizás, quizás, cantada en hebreo".

Quedé atónita, y después que cerré la boca no me contuve y tuve que confesarle: “¡Mi esposo es el autor!”. Y qué emoción, ese hombre bajaba y subía la cabeza, como rezando, en señal de respeto, y allí mismo, en medio del desierto, detuvo el auto frente a un pastor de ovejas, intercambiaron palabras y a dúo comenzaron a cantar en hebreo: “Yo siempre me pregunto que cuándo, cómo y dónde/ tú siempre me respondes quizás, quizás, quizás”.

Pero fue en el famoso Lido de París, cuando tocaron Acércate más y Tres Palabras , que lo empujé a saludar al director de la orquesta. Y hubo que ver lo colora'o que Osvaldo se puso cuando tocaron la fanfarria de trompetas, encendieron las luces, y el animador anunció en francés, inglés, alemán y español que se encontraba presente el famoso compositor cubano Osvaldo Farrés, y el enorme cabaret se vino abajo en aplausos.

La comunión perfecta
Farrés no lo querría, pero era una celebridad. Las populares orquestas de la BBC de Londres, de Mantovanni, de Henry Mancini (por citar unas pocas), grababan su música. Sus temas se cantaban en veinte idiomas. Cantinflas enamoraba con sus boleros en el cine mexicano, Esther William en Hollywood, Charles Aznavour en Francia, Elio Pinza en Italia, y hasta pajarillos caricaturizados silbaban la melodía de Tres Palabras en la película Música Maestro, de Walt Disney.

El mismo Farrés no se explicaba tanta fama. Quizá se deba a que en la canción, la poesía se logra de la comunión entre letra y música, y en los boleros de Farrés esta comunión es perfecta. Tal vez porque nunca le cantó al amor fatal, fracasado, imposible, como tantos boleros cubanos y mexicanos de la época.

En algunos coqueteó con la tristeza, pero sin disfrutarla, como en sus bolerones de vitrola Para que sufras, No me vayas a engañar y Estás equivocada , tan populares en las voces guaposas de Celeste Mendoza y Rolando Laserie. Los textos del autor de Acércate más son en su gran mayoría alegres, optimistas, para que los enamorados se quieran más.

¿La política? Cuando Prío se postuló a la presidencia (1948), le pidió a Farrés el tema de campaña, y él le compuso la conga: “Ahí viene la aplanadora con Prío adelante y el pueblo atrás”. El ex líder estudiantil ganó abrumadoramente y, poderoso agradecido, le dijo: “pide por esa boca” (costumbre de la época), pero Farrés le respondió: “se la escribí al amigo, no al presidente”.

El golpe de Estado de Batista fue un golpe bajo, al que sobrevivimos -Fina vuelve a empuñar sus recuerdos- pero cuando Fidel llegó a la Habana, Farrés me advirtió: “Tenemos que irnos, esto será un desastre”. ¿Cómo escapamos de Cuba? Por un contrato en España, para escribir una zarzuela. Pero no regresamos. Y saquearon nuestra casa de la Avenida Calzada. Toda la música, las fotos con los más grandes artistas del mundo, los discos atesorados por décadas, los quemaron en medio de la calle. El compositor premiado por la Orden Carlos Manuel de Céspedes, la más alta que otorgaba Cuba, se convirtió en traidor por el único delito de querer vivir en libertad.

Osvaldo Farrés vivió hasta su muerte en West New York añorando volver a su patria. En 1980, escribió para Selecciones de Reader Digest: "La música, al igual que los perfumes, es portadora de elementos intangibles que, unidos a una mirada, o al roce de una manos, hacen posible el nacimiento de un romance que, extendiéndose más allá de ese momento, puede prolongarse toda una vida".

Entiendo por qué Fina del Peso, la musa inspiradora de Toda una vida, una de las más hermosas canciones que se hayan escrito, nunca se volvió a casar, y nos invite a una misa en memoria del compositor, amante esposo, consejero y amigo, en la Ermita de la Caridad, templo del exilio cubano, el jueves 22 de diciembre, a las ocho de la noche.

Armando López, NJ
Para Cubaencuentro.com, Madrid / Diciembre 22, 2005
Reproducido de
http://baracuteycubano.blogspot.com
«Madrecita» en la voz de Rocío Jurado:
http://www.youtube.com/watch?v=LyWmqZgHq4c

9 de septiembre de 2009


Virgen de la Caridad

Carlos Cabezas

Tres embarcaciones condujeron a los conquistadores españoles hasta el Nuevo Mundo. Una de ellas –la nao capitana llamada Santa María- jamás regresó al Viejo Continente, quedando destruida en la isla La Española. Tal parece con ello, que la Santísima Virgen nos simbolizó su deseo de permanecer para siempre entre nuestros pueblos, marianos por excelencia.

Como todas las naciones de América también Cuba tiene una devoción especial por la Madre del Redentor. Todo comenzó en los albores del siglo XVII, cuando tres hombres bregaban después de una tormenta por la Bahía de Nipe en busca de sal. Un resplandor blanco que les pareció un ave, yacía sobre las aguas. Al acercarse hallaron una pequeña imagen de Nuestra Señora flotando sobre una tabla, con un letrero que decía: “YO SOY LA VIRGEN DE LA CARIDAD”.

El hecho milagroso no fue el hallazgo de una imagen seca después que amainó la tempestad, la cual pudo ser lanzada al mar -como era costumbre en esa época- implorando protección ante el mal tiempo. El milagro consistió en que María decidió unirse para siempre con el pueblo cubano bajo el título de la Virgen del Amor, porque Caridad es Amor.

Pronto su culto se propagó y fue venerada, estando presente en todo el quehacer cubano. La devoción pasó a formar parte de los valores del pueblo, siendo el estandarte de las ansias espirituales de un país que daba los primeros pasos para convertirse en nación, buscando su independencia económica y su libertad político-social.

María de la Caridad se fue a la manigua combatiendo junto a sus hijos al colonialismo español. Padeció con su pueblo –junto a los esclavos, prisioneros y la impedimenta mambisa- y murió con cada uno que ofrendaba la vida en aras del ideal patrio. Pero también resucito imbricada a la nueva república que, esperanzada y llena de ilusiones a pesar de sus sombras, hizo presente que el sacrificio no fue en vano.

Miembros del Ejército Libertador encabezados por el general Jesús Rabí, pidieron a la Santa Sede que declarara a esta Virgen Mambisa, Patrona de Cuba. Así surgió una nueva era en la pequeña nación de gran corazón. Pero la Virgen –cuyo palpitar late al unísono de sus hijos- vio venir días grises y difíciles, que desembocaron en una más que prolongada noche oscura.

El odio, antítesis del amor que ella predica, se apoderó del poder y luego de los hombres, para controlar sus mentes y acciones. Se entabló una batalla férrea entre las fuerzas del bien y del mal, muy bien definidas desde siempre, aunque agoreros modernos quieran negarlo.

Por momentos interminables, luego por años, los paredones de fusilamiento no pudieron ocultar el grito agónico y viril de sus hijos e hijas asesinados, dando vivas a Cristo Rey. Las cárceles crecieron tanto, que el archipiélago se convirtió en una gran prisión. El cubano ha sido perseguido, reprimido, golpeado y vejado, pero el manto de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, no deja de abarcar a uno solo, dándonos a todos sitio en su barca.

Desde su Basílica en El Cobre, nos mira para ser bañados del amor que irradia, pero ella no permanece estática, se traslada a donde quiera que estemos, ya bien sea entre los héroes que murieron por la Patria, en la cárcel con los opositores y prisioneros de conciencia, junto a los disidentes y contestatarios, al balsero que llega y a los muchos que son presas de la mar endemoniada, o como el otro yo de los combatientes que se aferraron al fusil y todavía aspiran al mismo como vía redentora.

¡Madre, mira a tus hijos que sufren de una tiranía cruel!, danos sitio en tu barca protegiéndonos bajo tu manto y ayúdanos a forjar esperanzados “…con el concurso de todos y para el bien de todos”, una Patria digna sobre las bases de la verdad, justicia, amor y libertad.

El autor autoriza su difusión libremente
Ilustración: Google

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Frutas cubanas
Oscar Mario González

(Septiembre, 2009). Los renglones más conocidos con presencia habitual en el mercado se reducen a menos de una decena e incluyen a algunos cítricos, la papaya o fruta bomba, el mamey, el mango, el plátano o banano; la guayaba, el coco… Otras variedades aparecen en el mercado libre o privado de manera esporádica y algunas nunca se dejan ver.

Ya nos hemos olvidado del tamarindo con cuya pulpa de color carmelita se prepara un exquisito refresco. Tampoco las variedades de semillas cremosas como la guanábana, la chirimoya, el anón y así como las ricas champolas que con estas frutas se preparan. Sobre todo la guanábana tan refrescante al estómago durante los tormentosos días del verano insular.

¿Adónde fue a parar el níspero que reseca y endulza; el mamey colorado con cuya masa carnosa se prepara el mejor de los batidos y el de Santo Domingo que tanto halaga al paladar cuando está bien maduro. El marañón que aprieta los labios y su simpática semilla parecida a la cabeza del caballito de mar cuyo delicioso sabor, luego de ser tostada, entretiene y satisface siempre que se le libere de la cáscara, porque ésta, da picazón.

La ciruela y la cereza brillan por su ausencia, privándonos de aquellas mermeladas para comer con galleta de sal acompañada de refresco de mamoncillo. Frutas cubanas a cuyo honor el santiaguero Félix Benjamín Caignet dedicó una de las páginas más hermosas del cancionero cubano.

Dos generaciones de cubanos desconocen las maravillas de estas frutas que antes de 1959 se vendían en todos los puestos de viandas y hortalizas y llegaban hasta los repartos periféricos de las ciudades en carretillas acompañadas del pregón del vendedor ambulante. Insólitamente, conocen las manzanas rusas y americanas.

En las zonas rurales muchas de estas delicias frutales criollas crecían silvestres entre arbustos y matorrales, al lado de la guásima y la yagruma. ¿Qué pasó con ellas? ¿Acaso el bloqueo las acabó? De ser así, ¿cuál de los bloqueos? Porque a diferencia de no pocas naciones del mundo donde el suelo cultivable es una porción minoritaria de la extensión total del territorio, Cuba cuenta con el 90% de su suelo apto para la agricultura. Parece como si el creador hubiese querido privilegiar a nuestro pueblo de modo que nunca careciera de frutales.

Las frutas, además del placer que producen y el reconocido beneficio que reportan al organismo humano, constituyen un elemento identificador de la cultura nacional. Ellas embalsaman el aire de un aroma propio, se integran en el arte culinario y resultan fuente de inspiración para artistas de todo tipo. Un pueblo es tal por todo su quehacer y por todos los atributos y elementos que le identifican y entre estos atributos se encuentran las frutas.

El cubano pudo alguna vez haber concebido cualquier infortunio pero lo que nunca pudo imaginar es que el suelo de la Isla, feraz y generoso, le pudiera negar el dulzor de sus entrañas. ¿Qué le pasa a la madre tierra cubana que parece negar los frutos a sus hijos?

Nadie quiere hurgar en la respuesta pero todos saben que la tierra es la misma y que son el mismo sol, la misma lluvia y el mismo viento los que nutren esa tierra. El hombre, sin embargo, siendo el mismo, ha cambiado. Ahora no es aquel que cultivaba su pedazo de tierra con preocupaciones en la cabeza pero con esperanzas de futuro en la mente y en el corazón.

La tierra no ha cambiado pero sí el guajiro que de libre competidor pasó a ser un simple engranaje de la maquinaria totalitarista. Esto es razón suficiente para la ausencia del caimito y la cañandonga, para la escasez del limón y la guayaba.

Oscar Mario González,
Periodista Independiente
osmariogon@yahoo.com
Reproducido de
http://www.primaveradigital.org/
Ilustración: Google

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Los tranvías de mi ciudad
La segunda etapa: llegada de los primeros tranvías eléctricos

Ana Dolores García

El "Ferrocarril Urbano de Puerto Príncipe", empresa operadora de los tranvías de sangre, fue adquirida en 1900 por "The Puerto Príncipe Tramway Company" y de este modo dejó de funcionar aquel medio de transporte para ser sustituido por otro más moderno, el de los tranvías eléctricos. Ese mismo año comenzaron a removerse los rieles aunque se dejaron las traviesas como base para las futuras vías de los nuevos tranvías. Sin embargo, hubo que esperar ocho años para que se inaugurara el servicio de los tranvías eléctricos, el 1 de mayo de 1908.

Un paréntesis para reproducir, por su singularidad, uno de los discursos de aquel memorable acto en el Hotel Camagüey al inaugurarse los tranvías eléctricos en nuestra ciudad. Discurso que fuera pronunciado por José Bonifacio Flores y que ha llegado a mis manos por gentileza del Dr. Emilio Cosío, que así nos lo presenta:

«José Bonifacio Flores fue un personaje popular en Camagüey por la costumbre que tenía de hablar siempre con un lenguaje altisonante y enrevesado, como cuando se dirigió a un lechero diciéndole: "Decidme hombre rústico, ¿a cómo cotizáis el producto lácteo de la consorte del toro?”… y por supuesto, el lechero le lanzó un disparate pensando que se estaba burlando de él. El día de la inauguración del tranvía alguien tuvo la ocurrencia de subirlo a la tribuna e invitarlo a decir unas palabras. Jamás pudo imaginar que estaba contribuyendo al nacimiento de una pieza oratoria única, que formaría parte del caudal folklórico popular de Camagüey. Próximos ya los cien años de haber sido pronunciado, se mantiene vivo el recuerdo de su autor que, sin intentarlo, opacó con el olvido más absoluto los discursos y los nombres de las personalidades con las que compartió la tribuna ese día.»

Discurso pronunciado por José Bonifacio Flores, el día 1ro. de Mayo de 1908, en el acto que tuvo lugar en el Hotel Camagüey, con motivo de la inauguración de los tranvías en la ciudad:

«Señores: "Aunque soy el menos audaz de los que me han precedido en el uso de la palabra castellana, un dolor plenipotenciario y consular, marítimo y religioso me indispone a vuestra presencia en esta reunión de óptimo compacto, para hablar del tranvía camagüeyano. ¡Oh señores! Nada más hermoso que el pétalo de los florecientes carros; en ellos nuestras blancas, que son azucenas, y nuestras negritas, que son flores etiópicas, se adormecerán al dulce y melancólico arrullo de los cables y los troles.

¡Qué incubación más preciosa que la de la electricidad y el motorista! La imaginación tropical de los trópicos ardientes se confunde al ver rodar clandestinamente, morosamente, la electricidad de sus henchidas ruedas sobre los plateados raíles que, cual exóticas plantas, brotan fragancia de civilización y de progreso. Las selvas, los ríos, el oxígeno hidratado, la urbe de la ciudad y esas cantinas alimenticias con sus butifarras y longanizas que, cual oasis del desierto, esmaltan nuestros Campos Elíseos, son un argumento de fuerza para convencer al más incrédulo de lo que significa el tranvía.

Se me objetará que el progreso va dejando un rastro de sangre, y es verdad señores; allí están las huellas sanguinolentas de los satos impúdicos, alias perritos, que en su afán de perpetuar la raza se arraciman en medio de la vía para oponerse a la civilización y al progreso arrollador; pero, ¿qué es un poco de sangre, vulgo globo rojo, comparado con el beneplácito de los contribuyentes? Nada, señores; la impresión que produce un coche pretalado retornando de La Caridad, como inmenso cangrejo amarillento, para el paradero, compensa los tristes afanes de nuestros pobladores. Y voy a terminar: Réstame tan sólo dar mis gracias más henchidas y legendarias a los anfitriones de este suculento banquete, en el que he podido orientar mi atribulado espíritu; por él y por sus servidores he sentido abierto un pentagrama en la región más alta de mi cúpula craneana; mis calcinantes ideas, mi alma cubana y mi órgano latente se han refrescado cual la lava ardiente de los volcanes al entusiasmo y patriotismo que en estos momentos me embarga. He dicho.»

Ana Dolores García
Copyright2004
Ilustración: Antigua calle camagüeyana
The Rotograph Co., N.Y. City Edición de 1905. Google.

8 de septiembre de 2009


De regreso
Yoani Sánchez

A las seis y unos minutos, sacaron a la Virgen en su urna de cristal. Todo ocurrió en la misma parroquia de Manrique esquina Salud, donde debí haber ido cuando niña. Sólo que mis padres fingían, por ese entonces, que eran marxista-leninistas y mi abuela no pudo convencerlos de que dejaran a las niñas rezar.

Hoy, he regresado entre la multitud de señoras emocionadas, niños vestidos de amarillo, damas de blanco rodeadas por un cordón de segurosos y gente asomada a balcones que parecían a punto de desplomarse. Una lluvia de pétalos nos cayó encima en la calle Reina, mientras mi marido gritaba: “¡Viva la Virgen de todos los cubanos!”. Por momentos creí que sí, que un día nada de lo que hoy nos separa significará nada… y ella volverá a aceptarnos bajo su manto dorado. Como lo hizo esta tarde conmigo…

Yoani Sánchez,
Generación Y
http://desdecuba.com/generaciony

Los orígenes de la letra del Himno
a la Virgen de la Caridad del Cobre

En la página web de la Arquidiócesis de Stgo de Cuba se ha publicado hoy esta foto donde se reproduce la poesía triunfadora del concurso en honor a la Virgen de la Caridad del Cobre convocado por la revista «Bohemia» en la década de los años 30, siendo escogida la presentada por el Pbro. Juan José Roberes .

Las primeras estrofas fueron cantadas durante muchos años con la música del Himno Nacional y, a partir de 1959 y como resultado del concurso para la partitura musical convocado por la Iglesia cubana con vistas a la celebración del 2º Congreso Nacional Católico de 1959, constituyen ya la letra oficial del Himno a la Virgen de la Caridad con la música del Profesor Félix Rafols y Rafols que resultó premiada en dicho concurso.

Ilustración:
Página Oficial de la Arq. de Stgo de Cuba
http://www.virgendelacaridaddelcobre.org

Nota: Las fotos pueden verse ampliadas haciendo clic sobre ellas.

En la cima de la loma, y al pie del cielo.

Maria Teresa Villaverde Trujillo
ashiningworld@cox.net

Visto esto, se decidió construir una ermita allí, sobre la montaña, como ella habia dado a entender que la deseaba, encima del cerro la cantera donde además se habían visto surgir momentáneas luces resplandecientes por tres noches continuas; las que después desaparecían dando por hecho de que aquel era el lugar escogido por la Santísima Imagen. Entre tanto acataban la idea de como levantar su nueva casa decidieron hacerle fiesta de Misa y Sermón, encomendándola al Espíritu Santo.

..... pero sucedió que.... en la profundidad de la tierra, precisamente debajo de esa montaña donde construían su nueva casa, una compañía minera realizaba excavaciones y llegado el momento -años y años después- esos trabajos ocasionaron el derrumbe casi total del santuario...

Y así fue como a la postre
autoridades y pueblo
decidieron que en la cima
de la loma, al pie del cielo,
tendría la Caridad
su definitivo templo!

En su altar mayor, construido con mármoles de diferentes colores y texturas, reposa la imagen sobre una repisa decorada con cinco serafines, una media luna de oro dividida por la mitad y otra de menores dimensiones, con ínfimas estrellas en los extremos. Detrás de este altar está colocado el primitivo altar de plata que tuvo su primer santuario.

Y allí quedó para siempre
su dulce rostro moreno,
su rubio Niño Jesús
y sus grandes ojos negros
iluminando la Isla
costa afuera y tierra adentro,
por valles y por montañas
por bateyes y por pueblos,
ungiendo a ricos y a pobres,
ungiendo a blancos y a negros,
ungiendo a enfermos y a sanos,
ungiendo a malos y a buenos
con su misma fiel sonrisa
y la miel del mismo beso!


(Fragmentos del Romance A la Virgen de la Caridad)
Del poeta cubano Pero Diaz-Landa.

Ilustración:
La más antigua representación conocida de
Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre.
(Cortesía de la Arq. de Stgo. de Cuba)

Septiembre 8, 2009
ashiningworld@cox.net